Romper un hábito

—No he conseguido lo que quería. Aún no eres mía.

Más que halagada, Fil estaba horrorizada. Miró hacia otro lado, girando el cuello como un robot oxidado.

¿Qué tipo de estafa estaba soltando este tipo ahora?

Sus intentos de tener una conversación normal y casual fracasaron miserablemente. ¿Cómo podría responder a esa respuesta? Aunque sabía que él solo estaba diciendo tonterías, Fil no estaba 'diseñada' para responder a ese tipo de conversaciones, después de todo.

«Pensé que si le hablaba normalmente, sería menos incómodo», pensó. «Parece que no».

—Jaja —Jackson se rió entre dientes, retirando su mano de jugar con su cabello—. ¿Crees que es una mierda?

Ella asintió sin pensarlo dos veces.

—Estás rompiendo el corazón sincero de un hombre, cariño.

Fil infló las mejillas y fijó su mirada en la ventana, observando los carteles luminosos de la carretera. Todavía podía sentir su mirada en su costado, pero hizo todo lo posible por ignorarlo. Por otro lado, Jackson sonreía de oreja a oreja, divertido por sus intentos de ignorarlo completamente. 

*

*

*

Treinta minutos después, se estacionaron frente a un hotel ubicado en la parte más concurrida de la ciudad. Al ver la ubicación y la gente alrededor, Fil no pudo evitar suspirar de alivio. Al menos, no la llevó a un lugar apartado; eso sería demasiado aterrador. 

Justo cuando Fil alcanzó la manija para abrir la puerta, se abrió desde afuera. Ahí, de pie, había un hombre en traje formal.

—Eh... —Fil salió torpemente del sedán—. Gracias.

El hombre de traje simplemente asintió sin decir una palabra. Mientras tanto, Fil no podía evitar mirarlo con cierta curiosidad. Cuando miró hacia atrás, vio al menos otros dos coches estacionados detrás de su vehículo y luego otro en la parte delantera.

«¿Será hijo de una familia rica?», se preguntó, dándose cuenta ahora de eso porque estaba demasiado sorprendida por la 'broma' que Jackson le había gastado antes. «¿O tal vez un político? Incluso Vincente no tenía guardaespaldas».

—¿Listo?

Fil dio un sobresalto cuando la voz de Jackson resonó en su oído. Cuando se volvió, Jackson estaba inclinado a su lado, hablando directamente frente a su oído.

—¿Eres hijo de un político? —ella soltó sin pensar—. ¿Cómo es que tienes tantos escoltas?

Jackson elevó sus cejas y echó un vistazo a los escoltas a su alrededor.

—¿Te molestan?

—No, es solo que

—Mi amigo me los prestó —explicó mientras se enderezaba—. Dijo que si voy a impresionar a una dama, tener guardaespaldas me hará parecer rico."

—Espero que estés bromeando. Eso suena a lo que haría un estafador.

—Eso le dije —asintió—. Pero él estaba muy serio, así que le creí. ¿No estás impresionada?

—Yo —Fil se detuvo, en su lugar sonrió. No tenía sentido, ¿verdad?

—De todas formas, vamos. Mi amigo nos está esperando —Jackson miró su reloj de pulsera antes de echarle una mirada cómplice. Cuando ella asintió, los dos se dirigieron al interior del hotel. 

—Creo que estoy loca —se dijo a sí misma—. Me preocupa que esté siguiendo obedientemente a un extraño a una habitación de hotel sin saber si este amigo de él estaba allí. ¡Esto podría ser una trampa!

Aun así, no estaba haciendo nada.

Pensándolo bien, estaba completamente disgustada con Vincente anoche. Vincente ya asumió que ella estaría encantada y obedecería sin consultarle primero. Pero ¿Jackson no era igual? Arregló una cita con su 'amigo', sin consultarle primero, e incluso le dijo que estuviera lista a cierta hora. No solo eso, estaba invadiendo su lugar. Si no se hubiera despertado, se habría encontrado dentro de una ambulancia.

—¿Hay algo mal, cariño? —De repente, la voz de Jackson cortó el denso silencio en el ascensor. No miró hacia atrás, lo que la hizo preguntarse si tenía ojos en la nuca.

—Nada —murmuró ella.

—¿Estás segura?

Fil no respondió inmediatamente. —No me gusta.

—¿No te gusta qué? —preguntó él, esta vez mirando por encima de su hombro—. ¿El silencio?

—No tener voz y voto en las cosas —Fil casi se ahoga al decir esas palabras, no acostumbrada a expresar su opinión. Era alguien que estaba acostumbrada a decir 'sí' a la gente solo porque tenía miedo de ofender a los demás si se negaba.

Aun así, se figuró que la gente aprovechaba de ella porque no se defendía.

—Dijiste que no me debería importar si te ofendo deliberadamente o sin querer —agregó, esta vez, su voz era apenas un susurro—. Entonces, aunque te enojes, no me importa. Pero no aprecio que invadas mi lugar, y organices una cita sin preguntarme primero.

Fil se estremeció, jugueteando nerviosamente con sus dedos. Romper un hábito siempre era difícil.

—Claro, aprecio tu voluntad de ayudar —continuó, tomando una respiración profunda mientras alzaba la barbilla—. Pero la próxima vez, sería bueno si me lo dijeran de antemano.

—Una evaluación rápida. Necesitas más fuerza al expresar tus pensamientos. Pero, seguro.

—¿Eh? —Fil frunció el ceño, mirando su espalda con confusión—. ¿Eso es todo?

—Mmm.

Fil estaba casi en la incredulidad, esperando que él hiciera un escándalo al respecto. Sin embargo, no lo hizo. Eso fue inesperadamente fácil. 

—No estás… ¿enojado? —ella soltó, apretando los labios cuando se dio cuenta de su pregunta. 

Jackson miró por encima de su hombro. —¿Por qué estaría? 

—Bueno… —Fil masajeó su nuca antes de que sonriera—. Nada. Solo quería dejar eso en claro para que estemos claros. La próxima vez, no irrumpas en mi lugar.

—Claro. Llamaré a la puerta la próxima vez.

Fil asintió, pero luego su sonrisa desapareció. «¿Qué quiso decir con eso?»

Antes de que pudiera preguntar sobre esa sospechosa respuesta, el ascensor sonó brevemente. Solo escuchó a Jackson decir, «Vamos», antes de que saliera del ascensor. Como se le indicó, Fil lo siguió mirando al suelo mientras entraban.

«¿El penthouse?» se preguntó, manteniendo una distancia cercana detrás de Jackson. ¿Es amigo estilista una persona famosa? ¿Voy a conocer a una celebridad...?»

El tren de pensamientos de Fil se detuvo cuando vio a una persona hermosa, una diosa yendo en su dirección. Sus ojos brillaron y sus pasos se ralentizaron, mirando a la diosa hablando con otra persona mientras caminaba. 

«¿No es esa la estrella internacional y de la lista A, Kim Rock?!»