—Reluciente —susurró Fil, recuperando el aliento mientras su voz salía de su garganta antes de que se diera cuenta—. Está reluciente.
—¿Todavía estaría soñando?
Fil se frotó los ojos, asumiendo que eso solucionaría el problema. Cuando miró alrededor de su apartamento, su mandíbula casi golpeó el suelo. Su lugar estaba impoluto. Las paredes estaban más claras como si acabaran de pintarlas. No había ni un solo rastro de polvo o huellas en las ventanas y el suelo brillaba — ¡incluso podía ver su reflejo!
Fil era organizada en casa; le gustaba cuando todo estaba en su lugar. Esa era la razón principal por la que tuvo que quedarse despierta más tiempo la otra noche después del trabajo solo para limpiar y encontrar un lugar para el estante de ropa que Dustin envió a su casa. Sin embargo, no era una maniática de la limpieza, ni tenía la energía para mantener su lugar inmaculado.
—¿Qué... pasó aquí? —se preguntó con la boca abierta—. Es imposible que él lo haya hecho, ¿verdad?
สนับสนุนนักเขียนและนักแปลคนโปรดของคุณใน webnovel.com