``` La historia de un hombre que trae la muerte y una chica que la niega. ---- En la montaña embrujada del reino, dicen que vivía una bruja. Ella nació princesa. Pero incluso antes de su nacimiento, el sacerdote la declaró maldita y exigió su muerte. Envenenaron a la madre para matar al bebé antes de que diese a luz, pero el bebé nació de la madre muerta —una niña maldita. Una y otra vez, intentaron matar al bebé pero ella milagrosamente sobrevivió cada intento. Dándose por vencidos, la abandonaron en la montaña embrujada para que muriera pero ella aún sobrevivió en esa tierra estéril —una bruja. —¿Por qué no muere? Años más tarde, la gente finalmente se hartó de la bruja y decidió quemar la montaña. Pero el Diablo llegó en su rescate y la llevó consigo de aquel lugar en llamas, porque morir no era su destino ni siquiera entonces. Draven Amaris. El Dragón Negro, que gobernaba sobre los seres sobrenaturales, el Diablo con quien nadie deseaba cruzarse en su camino. Odiaba a los humanos pero esta determinada chica humana lo atraía hacia ella cada vez que estaba en peligro. —¿Es realmente humana? Él se llevó a la humana con él y nombró a esta misteriosamente tenaz chica “Ember”, un pedazo de carbón ardiente en un fuego moribundo. Un alma manchada de venganza y la oscuridad del infierno, se levantaría de las cenizas y cumpliría su revancha. ------ Este es el segundo libro de la serie de Los Diablos y Las Brujas. El primer libro es - La hija de la bruja y el hijo del diablo. Ambos libros están conectados entre sí, pero puedes leerlos de manera independiente. ```
A pesar de hacer paradas durante la teleportación por el bien de Ember, permitiéndole descansar brevemente cada vez para asegurar su condición física, les tomó horas alcanzar el Reino de Valor. Ya había oscurecido cuando se detuvieron en las montañas fronterizas de la ciudad capital.
En la oscuridad de la noche, la ciudad estaba tranquila, las calles mayormente vacías, muchos de los residentes de la ciudad dormían en sus propias casas.
—Hemos llegado —informó Draven al bajarla para que se pusiera de pie.
Ember miró hacia la ciudad. Bajo el cielo nocturno, las luces de la ciudad parecían luciérnagas parpadeantes. Parecía grande, los edificios se extendían hasta el horizonte, aparentemente demasiado para absorber de un solo vistazo.
En medio de la ciudad, había una presencia imponente, un complejo palaciego diez veces más grande que el de Agartha.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com