El mayordomo Neo, hablando un chino fluido, sonaba bastante indefenso. —Permítame ser franco con usted, la propiedad está completamente aislada del mundo exterior en este momento. Sin ningún apoyo, podría ser que pronto ni siquiera tengamos suficiente comida...
—¿Crees que voy a creer eso? —Wu Yue no pudo evitar rodar los ojos—. Tu maestro es tan sin escrúpulos, ¿no temen que nuestro joven maestro se vuelva hostil?
—Mañana por la mañana, espero que el teléfono se le entregue a nuestro joven maestro. En cuanto a cómo conseguirlo, tú averígualo por ti mismo.
Un cómplice hipócrita.
Wu Yue no tenía ganas de seguir discutiendo con él. Después de decir esto, se dio la vuelta y se fue.
Neo observó cómo la figura de Wu Yue desaparecía al final de las escaleras, y su expresión se volvió gradualmente solemne.
Él era solo un mayordomo, responsable de cumplir con las tareas asignadas por su maestro.
En cuanto a todo lo demás, no necesitaba prestarle atención.
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