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Jugando a Cambiar de Cuerpos

Un chico y una chica se odian, están en la misma escuela y ambos no se toleran. Sus cifras darán un giro de 360 grados cuando en el sótano de su preparatoria encuentran un libro de hechizos. Citan las palabras mágicas y sus vidas cambian por completo. ¿Habrá vuelta atrás?¿Cómo serán sus vidas?¿Por ese libro estaba allí? Acompáñame a ver la historia de Kevin y Fany y como sus vidas cambiaron de la noche a la mañana, habrá retos y situaciones que ambos tendrán que enfrentar, solos. Una historia basada en mi obra "Cambio de Cuerpos". Espero les guste. •

Spellman21 · แฟนตาซี
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46 Chs

Capítulo 31: Amelia.

Después de unos minutos se queda profundamente dormida.

Al día siguiente se levanta y toma el espejo que está en el tocador de a lado de su cama. Comienza a tocarse el rostro muy apresurada.

—No hubo ningún cambio...—dice sin mucho aliento mientras coloca el espejo en el tocador y acuesta mirando el techo.

—Aunque siento un dolor enorme en todo el cuerpo, eso es comprensible. Ya que me golpee demasiado fuerte ayer... aunque me siento bien y feliz, no tengo idea por que...—dice en voz baja y mientras se estira.

Recibe una llamada de Kevin y toma su teléfono para responder.

Kevin: ¿Sientes lo mismo que yo?

Fanny: Pues yo siento hambre...

Kevin: Parece que te crees payasa. Estoy hablando en serio. Yo siento mucho dolor en todo el cuerpo.

Fanny: Me siento extraña también, aunque me siento muy feliz. No tengo idea por qué pero hoy saldré, el día es muy bonito...

Kevin: Ay no, no te das cuenta de la gravedad de la situación. Me iré este fin de semana, ¡sí! ya está fin semana... y pareciera no importarte. No se cuando vuelva.

Fanny: Ya se que te irás, ¿pero quieres que hagamos? La pasas muy bien con Valeria, acostúmbrate, también a ella la dejarás atrás. Yo en el tiempo que este aquí investigaré, la bruja esa no nos dará información. Odio fingir que todo está bien frente a ella, lo bueno es que ya no tenemos que verla todas las semanas...

Kevin:Ay sí, claro, te voy a creer. Si siempre andas feliz con tus amigas o con los chicos mostrando el trasero; triste ver en lo que te has convertido...

Fanny: Ay no, no digas cosas que no. De igual forma puedes pensar lo que quieras...

(La llamada se ve interrumpida por qué tocan el timbre de la puerta principal)

Baja su teléfono y le habla a su madre. —¡Mamá están en la puerta!—dice sin obtener alguna respuesta.

Fanny se coloca su pijama y se levanta de la cama para asomarse por la ventana y ver quien está afuera.

—Ay carajo...—baja la cabeza.

—¿Qué ocurre?...—dice Kevin por el teléfono.

Fanny toma de nuevo su teléfono y se lo lleva a la oreja.

Fanny: Es Amelia, carajo. Tan bien que iba el día, te voy a colgar e iré a abrirle...

Cuelga la llamada y sale de la habitación, el timbre vuelve a sonar.

—Ya voy, ¡ya voy!— responde mientras baja las escaleras de forma apresurada.

Abre la puerta y está la maestra con su aspecto de siempre, un vestido color negro y su bolsa del mismo color.

—¿Que se le ofrece maestra, Amelia?—pregunta Fanny con una sonrisa mientras abre la puerta.

—Hola...-sonríe. —Me dijeron que tuviste un accidente, ayer una de las chicas me comento y quise pasar a verte y asegurarme que estes bien—responde Amelia hundiendo los hombros.

—¿Y de cuando acá eso le importa?—contesta Fanny en un tono amigable y sonriendo.

—¿Disculpa? Eres mi alumna, me importas mucho...—dice mientras se acerca hacia ella.

—Por que no va al grano, no sea hipócrita...—responde Fanny ya un poco cansada de ver como Amelia finge.

—¿Puedo pasar? Digo, sí me lo permites; calma no muerdo...—sugiere mientras hace una mueca de inocencia.

—Pase...—asiente.

—Gracias, que amable eres Fanny—responde mientras ingresa a la casa y toma asiento en el sillón de la sala.

—Puede llamarme Kevin, no nos ándenos con rodeos—ríe. —Usted y yo sabemos quien soy así que dígame por mi nombre, usted mejor que nadie lo sabe—agrega Fanny mientras toma asiento frente a ella.

Fanny le ofrece cafe que estaba preparado en la cocina y Amelia asiente.

—Hmm pues yo no estaría tan segura de eso, digo pareciera que ya te acostumbraste a tu nueva vida; al menos Daniela pareciera muy enamorada de ti... curioso que cambiaste de cuerpo y terminas enamorada de alguien de tu mismo sexo... irónico...—dice mientras sonríe.

—Ella no debe saberlo, no merece estar involucrada en todo este enredo...—responde ante el comentario de Amelia.

—Calma no le diré nada. No te arruinare tu nueva vida; curioso, como un simple juego de cambio de cuerpos se convirtió en la pesadilla de ambos...—dice mientras le da un sorbo a su café.

—No fue un juego, no creímos que de verdad pasaría algo, usted nos tendió una trampa y sucedió—corrige.

—Ese libro pertenecía a un juego de hace décadas, un juego creado por brujas. Yo jamás les dije que husmearán allí, aunque me facilitaron el trabajo...—comenta Amelia.

—Maldigo el día que tocamos el libro... pero eso ya es pasado. ¿Por qué nos dice como romper el hechizo?—pregunta.

—Por que no se como romper el hechizo, hay una forma, pero yo no tengo conocimiento de ella. Hasta donde yo se, es imposible hacerlo, te mentí cuando te dije que podría realizar el cambio de nuevo y todo volvería a ser igual; no conozco el hechizo y te aconsejo que dejes de intentarlo, no soy tonta y se que fueron a buscar respuestas, créeme no sigas buscando por qué no te gustara lo que encontraras—añade Amelia mientras se levanta del sillón y esta a punto de retirarse.

Fany se levanta rápidamente. —¿Cómo que no me gustará lo que podría encontrar? A qué se refiere con eso...—pregunta manifestando duda.

—Desenterrar el pasado puede traer problemas, te lo digo yo que lo he vivido. Me retiro, espero que te recuperes—responde con una sonrisa.

—Nada de esto hubiese pasado si su familia no hubiesen sido brujas y brujos, no tengo la culpa de eso y aún así vino a desquitarse conmigo, y no solo conmigo. Si no con Fanny, y más personas han sido involucradas en todo este "juego de cuerpos" como usted le llama...—replica mientras Amelia permanece estática y dando la espalda.

—Solo hice justicia Fanny, no lo entenderías; o quizá sí, pero me da igual. No intentes nada y te sugiero que te acostumbres a tu nueva vida, tú y Fanny acostúmbrese a sus nuevos cuerpos y vidas—dice mientras se retira.

Fanny se acerca a la puerta y cuando ella se retira le grita:

—Espero que algún día te arrepientas de lo que nos hiciste—grita antes de que Amelia suba a su auto.

Solo sonríe y enciende su auto para retirarse de allí.

Fanny se gira sobre sus talones y antes de mediar otra palabra para Amelia ella ya no estaba. Se sorprende un poco pero no le toma importancia.

Fanny cierra la puerta y se sienta en las escaleras que dan con su cuarto, medita la situación y comienza a indagar sobre las palabras de Amelia. Se siente confundida. Sus pensamientos se ven interrumpidos por Henry, cuando le llama por teléfono para preguntarle cómo está, ya que se entero de su "accidente".

Después de entablar unos minutos de conversación telefónica Henry insiste en ir a verla, Fanny solo sonríe ante la sugerencia y accede.

20 minutos después llega a casa y toca el timbre.

—Wow, que rápido llegaste...—dice Fany mientras lo invita a pasar. El entra con una mano detrás de su espalda.

—Es para ti—le entrega una rosa.

Fanny se sorprende al verlo ahí sosteniendo una rosa.

—Ay que lindo de tu parte, Henry...—recibe la rosa y le da un beso en la mejilla.

Henry rápidamente toma su boca y la besa, Fanny lo empuja.

—Hey hey, tranquilo amigo. Con razón traías la rosa... ¿Y por qué estás rojo como un tomate?—dice Fanny mientras ve que se queda estático mirándola.

—Es que creí que yo te gustaba, el que me hagas esto me deja en claro que no—responde el mientras se sienta.

—Si me atraes, pero guarda tu espacio y no seas tan aventado, casi me tragas, menso...—agrega Fanny mientras coloca la rosa en un vaso con agua.

—Me gusta que me traten mal... por eso también me comporto así—responde el mientras la mira de pies a cabeza.

—Se nota que te importa saber como estoy—ríe. —Me voy a cambiar, y salimos. ¿Que te parece? Solo que si me intentas tragar de nuevo o te alocas me veré en la necesidad de dejarte sin hijos—agrega mientras sube las escaleras y lo deja en la sala esperando.

El solo asiente hipnotizado.

—Genial, este chico pareciera uno del montón; aunque me da ternura como se sonroja y queriendo aparentar un Casanova...—dice ella en voz baja y mientras se prueba su outfit y se ve en espejo.

Después de unos minutos baja y piden el Uber.

—Oye, ¿pero que no estabas enferma?¿Puedes salir?—pregunta el intrigado.

—Que va... estoy bien, no te preocupes—responde ella mientras toma su bolsa y le pide que se levante para que ambos salgan a esperar el vehículo que pasará por ambos.

Fanny cierra la puerta de su casa, y ambos salen, a los minutos llega el vehículo y los recoge para llevarlos a su destino.

Fanny se sienta y después de unos minutos recibe una llamada de Kevin.

Kevin: Oye Fanny, ¿donde estas?¿sigues en tu casa?¿hablaste con Amelia?

Fanny: Tranquilo, por que tan acelerado...

Kevin: ¡Responde!

Fanny: Si hable con ella, pero fue muy rápido y pues fue extraño...

Kevin: ¿Estas segura que era Amelia?

Fany: Jajaja obviamente, la mire con mis propios ojos.

Kevin: Es que no puede ser, Fanny.

Fanny:¿De que hablas? Yo misma te dije que era ella quien estaba en la puerta.

Kevin: Es que Amelia murió ayer, me acabó de enterar...

Fanny: Es imposible, yo hable con ella, la mire claramente...

Kevin: Ella murió en un accidente anoche.

Fanny se queda estática mirando a través de la ventana del auto, recordando las palabras y el rostro de su maestra que aparentemente falleció.

De repente el auto se frena en seco y ella choca con el asiento qué hay frente a ella.

—Lo siento...¿están bien?—dice el chofer mientras voltea a ver que todos estén bien.

Fanny no responde nada y sigue un poco ida.

—¿Estás bien?—pregunta Henry con intriga.

—Si estoy bien—asiente con la cabeza e intenta volver a la realidad.

Fanny: Kevin te llamo más tarde

Y cuelga el teléfono.

¡Gracias por leer!

¿Creen que Amelia este muerta?

Ya casi se acarrea el final. :0