"¡Maldita idiota lo diré solo una vez más! ¡O vienes con notros por las buenas o será por las malas!"
"¡Deja de molestarme idiota, hay una promoción que no pienso perderme por tu culpa!"
Me desperté por el sonido de una discusión, no sé cuánto tiempo dormí, pero me siento mejor. Una buena siesta y listo, ataque de ansiedad superado.
Me levanté, sacudí el polvo de mi traje y miré la entrada del callejón de dónde venía el ruido.
Parecía la típica escena de tres matones acosando a una linda chica, luego vendría el héroe y la chica se enamoraría, un cliché.
Pensé en esperar a que el héroe llegara para poder irme sin llamar la atención, pero la discusión solo incrementaba mientras el héroe no llegaba.
"¡Ya verás maldita perra, nadie me dice que no!"
"¡Suéltame idiota!"
El sujeto más grande tomó a la chica del brazo con una expresión de furia.
Creo que tengo un complejo de culpa generado por mis acciones antes de morir, siento la necesidad de probarle al mundo y a mí mismo que soy una buena persona por lo que no pude evitar apresurarme para ayudar a la chica.
"Oye idiota, un hombre de verdad no acosa a una mujer, solo un perdedor lo hace" – Me acerqué con voz imponente pero mi apariencia y baja estatura no ayudan en absoluto, soy un maldito chiste andante.
"¡Largo de aquí viejo de mierda, esto no es tu problema!" – El sujeto soltó a la chica y se me acercó con una expresión de furia.
"Como un adulto responsable es mi deber encaminar a los jóvenes por el buen camino, incluso si se trata de un completo imbécil como tú" - Ya me metí en esto así que no hay vuelta atrás.
En mi vida pasada no tuve experiencia en peleas y este cuerpo parece que ni siquiera sabe lo que es un gimnasio así que esto va a doler.
"¡Maldito viejo de mierda!" – El sujeto se enfureció por mi muestra de bondad al tratar de ayudarlo a ser una mejor persona y lanzó un golpe a mi cara.
"¡Cuidado!" – La chica gritó, pero no esquivé, mejor dicho, no pude esquivar, mis reflejos apestan.
¿Eh?
¿Y el dolor?
Se supone que un golpe duele, solo siento algo recargado contra mi mejilla como si me hubieran arrojado una bola de algodón.
"¿Terminaste? Estoy ocupado y me incomoda que un hombre me toque" – Hablé con confusión, no esperé que este cuerpo fuera tan resistente.
"… ¡Esto no ha terminado maldito gordo!" – El sujeto comenzó a golpear mi rostro, pero ni siquiera pudo despeinarme.
¡Este cuerpo es increíble!
¡Soy un metapod!
Aun me sentía adormilado por lo que no pude evitar bostezar. – "¿Terminaste? Tengo hambre y quiero panqueques"
"¡M-Maldito gordo! ¡Esto no ha terminado!" – El sujeto estaba jadeando por el cansancio, parecía estar demasiado avergonzado para quedarse así que huyó del lugar junto a sus amigos.
Ni siquiera sentí comezón, como se esperaba de un personaje de comedia, las estadísticas de defensa son ridículas, solo debo tener cuidado al comer papas fritas para no morir asfixiado.
"¡Eso fue increíble Ojisan! ¡¿Practicas artes marciales?!" – La chica se me acercó con ojos brillantes como un niño pequeño viendo a Superman.
Antes no la reconocí ya que seguía adormilado, pero ahora que estoy despierto pude reconocerla y comprendí porque no llegó un héroe a salvarla, esta chica podría protegerse a sí misma.
Cabello rubio brillante peinado en una doble coleta, piel bronceada, lindo rostro y ropa apropiada para el estilo gyaru pero sin adornos excesivos.
Sakura Hibiki, protagonista de la serie Dumbbell, una alegre chica con superfuerza que puede rivalizar con los personajes de Kengan Ashura en términos de fuerza bruta y apetito.
Si esta chica golpeara a los idiotas de hace un momento podría romperles un par de huesos por accidente, aterrador.
A pesar de que Hibiki es linda no sentí tanto pánico como el que sentí con Anida ya que de alguna forma mi mente ve a las chicas menores de 18 años como niñas y solo las mujeres mayores de 18 son mujeres adecuadas que me generan verdadero terror.
¿El hecho de que el director solía ser un pedófilo influyó en mi caliginefobia? No quiero ser un lolicon, pero técnicamente ya soy uno por Rinka… Definitivamente necesito panqueques para sanar mi corazón.
"Ejem, no hago soy un artista marcial, es solo que ese sujeto era demasiado débil" – Traté de sonar humilde pero la mirada de Hibiki se volvió más brillante.
"¡Oh como se esperaba de un experto, siempre con humildad!" – Hibiki parecía entender algo que yo no entendía.
Creo recordar que, si bien a Hibiki no le gustaba hacer ejercicio y tenía una vida sedentaria, era el tipo de chica que se emociona con facilidad con lo que le parece interesante. No estoy del todo seguro ya que las cosas pueden diferir al anime como es el caso de Saki así que no lo pensaré demasiado.
Estaba por repetirle que no soy un artista marcial pero dos sonidos de gruñidos nos detuvieron. Mi estómago y el de Hibiki parecían sincronizados, un vínculo entre glotones.
"… Jajajaja, parece que tengo un poco de hambre" – Me froté la nuca con vergüenza.
Hibiki parecía agradecida de que no mencioné que su estómago fue más ruidoso que el mío.
"Bueno jovencita, trata de evitar los callejones ya que los idiotas abundan y una joven tan linda podría atraer a gente indeseable" – Sonreí y me di la vuelta para irme, quiero comer panqueques y debo buscar un buen restaurante ya que solo conozco la ubicación de mi casa, el colegio donde soy director y por alguna razón que no quiero saber, también sé dónde está la escuela primaria.
"¡Hey Ojisan, antes dijiste que querías panqueques, conozco un buen lugar que está en promoción de panqueques!" – Hibiki habló alegremente.
Creo que ella me ve como una especie de tío amable o algo así, o tal vez solo quiere que yo pague la comida ya que esta chica puede comer como un equipo de futbol americano completo.
Quise negarme, pero la tentación de los panqueques pudo superar mi fobia a las mujeres por lo que acepté. – "Bueno, vamos entonces"
Sin el bigote de Hittler, las gafas obscuras, cambiándome el peinado y dejando de usar un estúpido moño me veo más decente que el director original. Al menos ya no parezco un posible acosador y doy la sensación de ser un tío amable, algo adecuado para un director de escuela secundaria.
"Oye Ojisan, ¿Cómo te llamas?" – Hibiki estaba alegre mientras a veces murmuraba que comería muchos panqueques.
"Yamada Satou, ¿Y cuál es tu nombre jovencita?" – Actuar como adulto de mediana edad se siente extraño, en especial porque me siento como un viejo raro que trata de acercarse a una colegiala.
"Me llamo Hibiki Sakura, gracias por ayudarme a alejar esos sujetos, ¡Fuiste genial Ojisan!" – Hibiki tenía una actitud alegre que me resultaba un poco asfixiante, como introvertido me resulta difícil estar cerca de una persona enérgica pero realmente quiero comer panqueques.
Cuando llegamos al restaurante me sorprendí al ver el lugar, pero de alguna forma era de esperarse.
En la entrada del restaurante estaba un cartel que decía 'Solo hoy, promoción de panqueques especiales, 3 órdenes al precio de 1, ¡Disfrútenlo!'
Esos son muchos panqueques, me gusta.
"¿Qué tal Ojisan? Luce bien" – Hibiki estaba babeando mientras miraba el cartel.
Yo estaba mirando el nombre del restaurante.
"Wagnaria, parece un lugar… Interesante, creo" – Me rasque la mejilla sin saber cómo responder.
Si esto es del anime Working!! entonces este lugar es de todo menos pacifico.
¡Todo sea por los panqueques!
Entramos al lugar, las vacaciones de verano están por terminar por lo que algunos estudiantes y familias disfrutaban sus comidas.
Una pequeña niña con pechos desproporcionados a su estatura se nos acercó, ella vestía un uniforme del restaurante por lo que debería ser Popura Taneshima, la loli de 17 años que surgió de los fetiches de los lolicones.
"Bienvenidos, ¿Vienen por la promoción de panqueques?" – Popura preguntó como una camarera profesional pero su apariencia solo la hacían aparecer un niño fingiendo ser adulto.
Ya sea en 2D o en persona sigue siendo adorable.
"¿Este lugar emplea niñas pequeñas?" – Hibiki alzó una ceja.
Pensé que ella ya conocía este lugar, pero tal vez se lo recomendaron o encontró la promoción en internet, quien sabe.
"Hibiki, es malo juzgar por la apariencia, puede que sea de tu misma edad" – Si lo piensas bien, una niña pequeña no podría tener esos pechos a menos que estuviera en un hentai o si estuviera en una serie de fantasía.
"¡Exacto, no soy una niña, tengo 17 años, mira!" – Popura sacó su identificación de su bolsillo.
¿La confunden tantas veces que está acostumbrada a mostrar su identificación? Pobre cosita.
"¡Wow tenemos la misma edad!" – Hibiki parecía haber recibido la sorpresa de su vida haciendo que Popura hiciera pucheros.
No soy bueno lidiando con situaciones de comedia, solo quiero comer.
"¿Puedes darnos una mesa?" – Traté de terminar este sketch de comedia ya que me incomoda estar en un lugar con tanta gente.
"¡Claro señor, por aquí!" – Popura parecía más cómoda hablando conmigo.
¿Tan feliz la hizo que no la consideré una niña pequeña? Pobre cosita.
Cuando llegamos a nuestra mesa Popura nos tomó la orden.
"Quiero 12 órdenes de panqueques y dos malteadas de chocolate para empezar, ¿Tu que vas a pedir Ojisan?" – La boca de Hibiki salivaba, a esta chica le faltan modales.
Genial, ya empiezo a pensar como un viejo de mediana edad.
"Hibiki límpiate la boca y cuida tus modales" – Suspiré.
¿Así se siente un padre con sus hijos? Tal vez le hice un favor a mi primo al matarlo junto a su hijo…
Debo dejar de pensar en eso o solo me sentiré más miserable.
Hibiki asintió avergonzada y se limpió la boca, pero seguía salivando, esta chica es un como un dragón hambriento.
"Quiero lo mismo, pero en lugar de malteada de chocolate que sea de fresa" – Luego iré a un gimnasio, por ahora quiero mis malditos panqueques.
Popura asintió, no se veía sorprendida por el par de glotones que tenía frente a ella, o si lo estaba no lo demostró, que buena camarera.
Cuando nos trajeron la comida Hibiki y yo comenzamos a comer, con solo una mirada llegamos a un acuerdo.
No hablar, solo comer.
Estos panqueques son deliciosos, aunque no son tan buenos como los míos eso no cambia que son deliciosos.
¡Los panqueques son justicia!
Espero que no sea COVID, hoy en la madrugada tosí un poco de sangre debido a que mi garganta se lastimó de tanto toser.
Vivir es trágico, quiero un helado.