Me pregunté en voz alta y entonces extendí mis manos hacia la pequeña pata del pequeño zorrito.
Manos del Renacimiento.
Usé mi Energía y una cosa que me sorprendió, fue que el gasto de Energía utilizado para tal acto era increíblemente enorme.
Ya que parecía que la Energía que vertía en mis manos era rápidamente absorbida por el pequeño Zorro por sí mismo, ya sea consciente u inconscientemente.
Esto no me importó, y seguí curando la herida del zorrito con mi Habilidad.
Después de un tiempo, ya no estaba herido, y su expresión parecía más aliviada, en un nivel humano que se podía casi entender claramente.
Tomé el pequeño lindo en mis brazos, y no pude evitarlo...
'¡Kawai!'
Un grito mental fue provocado.
Ya que la belleza y lindura de esta criatura era algo fuera de este Mundo.
Seguramente ganaría algún concurso Kawai en Japón si algo así, se celebrara... y que con lo extraño que es el país, no había mucha duda que lo hicieran...
"¿Eh?"
Mientras pensaba, el zorrito en mis manos se empezó a desvanecer poco a poco e instantáneamente me alarmé mucho.
Incluso pensé que esto no debería pasar ya que aquí no había ningún Thanos, y ni siquiera había habido un chasquido...
"¡¿Eh?!"
Ni siquiera pasó un segundo, y el pequeño zorrito ya no estaba en mis manos...
Se desvaneció como si nunca hubiera estado allí...
"¿Pero qué...?"
Tenía toda la intención de preguntar en voz alta aunque sabía que no conseguiría una respuesta, pero en ese momento...
"..."
*Ruido Sordo*
Una sensación de sueño se extendió rápidamente por mi cuerpo y antes de que pudiera darme cuenta...
Caí hacia adelante.
Me iba a dormir... al parecer.
Sabiendo perfectamente en el peligro que podría estar, en una última voluntad, y en sólo milésimas de segundos...
*Corte*
Abrí la ranura Multiversal confiando en el poder de mi Raza, y sin pensarlo, apenas pude, me tiré hacia dentro de la hendidura.
No sabía porque me había dado esta soñolencia.
No sabía porque se desapareció este zorrito tan lindo, aunque me entristecía.
No sabía absolutamente ni siquiera a dónde iba la ranura, a qué lugar, o a qué Mundo, ya que no podía pensar con claridad...
Pero en este momento, en el momento más débil en el que me había sentido en toda mi vida hasta ahora... parecía que no tenía otra opción.
.......
(General-POV)
En un lugar desconocido.
Se podía ver a lo largo, una gran vivienda parecida a un Castillo de ensueño.
No literalmente un Castillo, ya que tenía detalles tan raros y mágicos que le hacían a uno preguntarse si esto era algo que de verdad existía.
Dentro de este... edificio, había un cuarto muy ordenado en el lugar principal.
Todo el cuarto exhalaba una imagen vividamente femenina, pero al mismo tiempo, madura.
"¡No puede ser!"
Una voz hermosa, y casi horrorizada, se oyó desde la cama del cuarto.
"Pero... pero..."
La sombra de una figura se paró repentinamente en la cama, y aunque sonaba sorprendida hasta la médula...
Rápidamente, desapareció de allí.
Para reaparecer en el mismo lugar dónde Alexander anteriormente, hace unos segundos, estaba.
"No no no no..."
La figura, que se podía ver era una chica por su cuerpo de "reloj de arena", negó con su cabeza varias veces dejando que su cabello rubio se meciera al aire libre.
Después, la figura, con un estado de ánimo preocupado, balbuceó, "Jana me va a castigar de nuevo... y ni siquiera hice nada..."
De pronto, detrás de la chica, lo que parecían ser varias colas, surgieron mientras se movían lentamente, casi al mismo estado de ánimo caído que la misma chica, que curiosamente, también sacó unas orejas triangulares desde su cabeza...
Casi como una Demi-humano, si de el Mundo derivado de Kuroinu, se tratara.
"Haaa..."
Un suspiro con la voz cálida de la chica, no pudo evitar salir de su boca, mientras se encogía de hombros tristemente.
La chica, se había dado cuenta fácilmente de que hace sólo unos segundos había pasado algo raro aquí...
Normalmente, ella había sentido que otro Espíritu Celestial estaba cerca de morir, y eso era algo normal, ya que sucedía seguido...
Pero el hecho de que la chispa de vida del Espíritu se encendiera nuevamente, y su firma divina desapareciera en un destello...
Demostraba que lo que había ocurrido no era nada normal.
Y esto, fue lo que le dió a la chica problemas, el que lo que pasó no fuera normal en sí.
Ya que si bien ella de vez en cuando metía la pata en diferentes encargos de su superior, nunca era nada tan complicado.
Y la desaparición de un Espíritu Celestial...
Era un asunto grave.
Al menos, era un asunto que una Diosa Zorro promedio como ella... no podía tratar.
"..."
Pensando en encontrarse nuevamente con su Superior, la chica hizo una mueca en su pequeña cara hermosa de muñeca, y un sentimiento de impotencia, se podía sentir a leguas de distancia de la chica...
.......