CAPÍTULO 95- Diego.
Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 95
(Mundo 15.)
Un chico de unos 15 años está afuera de una escuela, enojado.
Está vestido con un uniforme escolar negro. Una camisa negra y un pantalón negro... Es... Era un estudiante normal... Aunque su personalidad es un poco... rara.
Tiene el cabello negro y ojos cafés... Es un chico promedio. No es guapo, pero tampoco es feo... Un 8 de 10.
—¡Maldita escuela corrupta! ¡No está prohibido coquetear con las profesoras!
El chico fue expulsado después de que intentara invitar a salir a una profesora... Lo que él no sabía, es que esa profesora era la esposa del director.
El chico tira su mochila a un bote de basura y se aleja caminando.
—Expulsado para siempre... ¡Malditos! Solo fue coqueteo... Y... Bueno... Supongo que también me perjudicó haber golpeado al hijo del director... Y golpear a otros dos chicos cuando intentaron golpearme... Y dormir en clases... ¡Soy ser humano con defectos, todos cometemos errores!
Un grupo de 5 hombres pasan al lado de él.
El chico choca contra el hombro de uno de ellos.
—¡Fíjate, mocoso!
El chico lo ignora y sigue caminando.
—¡Discúlpate!
El chico voltea a verlos y les sonríe, está burlándose de él.
—¿Disculparme? ¿Solo por chocar contigo...? Lo haría, pero no me gusta tu tono de voz, eres grosero, no mereces mis disculpas.
—¡¿Qué dices?!
El tipo cierra sus puños con fuerza y se acerca a él.
—¡Te daré tu merecido!
El chico extiende su mano derecha, dando a entender que quiere que se detenga.
—¡Alto! ¡Te quiero advertir una sola cosa!
El tipo se detiene.
—¡¿Qué cosa?!
—¡No puedes golpearme!
—¿Eh? ¡¿Y por qué no?!
El chico sonríe aún más y se aleja corriendo de ellos.
—¡Porque primero deben alcanzarme, idiotas!
—¡Maldito mocoso!
Los hombres comienzan a perseguirlo.
—¡Nunca me atraparán!- Dijo riendo.
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(Minutos después.)
El chico está sentado en la banca de un parque, tiene sangre en la nariz, está muy golpeado... Sí, lo atraparon.
—Sí me atraparon.
Un niño de 8 años, con la ropa algo rota y sucia, se acerca a él.
—Disculpe, ¿no tiene una moneda que me regale?
—¡Claro, niño!- Dijo sonriendo.
Se mete la mano derecha en su bolsillo derecho y saca unas monedas.
—¡Toma, cómprate algo!
Le entrega las monedas y el niño sonríe.
—¡Muchas gracias!
—¡De nada!
El chico se tapa la nariz y hace una seña con su mano, dando a entender que se aleje.
—Ahora vete, me das asco, apestas.
El niño deja de sonreír y se aleja de él con la mirada en el suelo.
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Dios, Desmolfer y Maisha están observando al chico por medio de un gran espejo mágico.
Están en casa de Maisha.
—Lo he estado vigilando por un tiempo, ese chico se llama: "Diego", y es muy parecido a Daniel, solo que la actitud del chico es un poco... molesta... Es divertido y amable, pero también es grosero y hace enojar fácilmente a las personas.- Dijo Maisha.
—¿Tan parecido es? Su alma es común y corriente, no tiene nada de especial.- Dijo Desmolfer.
—Son muy parecidos, estoy muy segura de eso... En el mundo 1, en el continente 2, en Nimei, existe una escuela de magia, donde los hijos de los nobles asisten. En dos días será el regreso a clases, lo que significa que volverán a invocar a sus familiares.
—Es cierto, los alumnos de primer año deben invocar a su familiar el primer día de clases.- Dijo Dios.
—Le pediré ayuda al Dios supremo, para que ese chico sea invocado por un alumno.
—Pero las invocaciones no otorgan poder mágico, él estaría en un mundo mágico, sin tener magia.- Dijo Desmolfer.
—Es por eso que le pediré al Dios supremo que le entregue un poco de poder mágico... y los ojos "Celestiales".
—Los demonios se vuelven más fuertes cada día... Daniel necesita mucha ayuda... Creo que aceptará.- Dijo Dios.
Desmolfer observa a Diego, que está acostado sobre la banca, parece que está dormido.
No le importa que lo vean raro... Esa clase de chico es, no le importa lo que las personas piensen de él.
—No es tan guapo... No es tan fuerte... Es inteligente, pero no tanto... Es promedio... Es completamente diferente a Daniel.- Dijo Desmolfer.
(Nota del autor: ¿Cómo piensan que será Diego? ¿Les agradó?)