Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 41
El Dios supremo está observando a Daniel, hablando con Daniela.
Todos están subiendo a un carruaje, pues están a punto de viajar.
—Ya me aburrí de eso... Ya me aburrí de verlo volar... Una pequeña ayuda no le afectará.
Un chico apareció frente él.
—¿Eh? ¡¿Dios supremo?! H-hola... ¿Q-qué se le ofrece?
A pesar de estar muerto de miedo, el chico no deja de sonreír.
—Escucha, harás lo siguiente.
•
•
(Pov- Daniel.)
Todos están dentro de un enorme carruaje.
Intento levantar el carruaje, pero está demasiado pesado y no puedo... Realmente no puedo.
—No puedo... Es demasiado pesado... Tendré que hacer dos viajes.
Me arrastro y me levanto.
—Haré dos viajes, la mitad de ustedes tendrá que esperar.
—Está bien.- Dijo Rem.
—No hay problema, Daniel.- Dijo Sara.
Un chico sonriente aparece de la nada al lado de mí. (Nota del autor: Ángel (Izuke), el protagonista de "La dolorosa vida de Ángel".)
—¿Por qué no usas el hechizo "Viaje"?
Volteo a verlo... ¿Viaje? ¿Es un hechizo? Suena bastante sencillo... Espera, ¿quién es él? Su sonrisa es amigable... Me recuerda a alguien, pero no sé a quién... Creo que me recuerda a mí.
—¿Viaje?
—Ese hechizo te permite abrir un portal para ir inmediatamente a un lugar. Solo debes pensar a dónde quieres ir y decir el hechizo.
¡Ese es un hechizo bastante útil, realmente! ¡Desperdicié horas de mi vida volando! ¡Gracias a este hechizo, ya no voy a desperdiciar más tiempo!
—¡Genial! ¡Muchas gracias...! Por cierto, ¿quién eres?
—No puedo decírtelo... Por cierto...
Me acaricia la cabeza con su mano derecha.
—Necesito un poco de tu poder mágico.
Espera... ¿Poder mágico? ¿Me robará poder mágico?
—¿Qué? ¿Mi poder mágico?
Quita su mano de mi cabeza.
—Lo necesito, adiós.
Desaparece como si nada.
—¡Increíble...! Aunque también fue raro.
—¡Ese chico puede teletransportarse! ¡Increíble!- Dijo Alex emocionada.
—Me dijo un hechizo... Debo intentarlo.
Extiendo mi mano derecha... Espero que funcione.
—Viaje.
Un portal se abre frente a nosotros. El portal es enorme, apareció de la nada frente a nosotros.
—¡Funcionó, vamos!
Todos bajan rápidamente del carruaje y entran al portal.
Gracias, chico que no conozco, me enseñaste algo muy útil.
—Ese chico es raro... Me parece familiar... Bueno, no importa.- Digo mientras pienso en el chico.
Todos entran y yo también entro. El portal se cierra cuando entro. Nos dejó en el castillo del Rey, justo delante de la casa que nos dio el Rey de Soular.
—¡Este hechizo es bastante útil!
Bostezo... Tengo mucho sueño... Ese hechizo me dejó sin poder mágico.
Ah, sabía que un hechizo así de poderoso tiene efectos secundarios... Dejarme sin energía mágica.
—Tengo mucho sueño... Ese hechizo gasta demasiado poder mágico... Pero vale... la pena.
Caigo al suelo dormido.
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—¡Daniel!- Dijo Alex preocupada.
Daniela levanta a Daniel y lo carga en sus brazos.
—Solo está dormido.
Rose lo observa con curiosidad.
—Nunca escuché sobre ese hechizo... ¿Quién habrá sido ese chico?- Dijo Rose.
—No lo sé... Pero debemos dejar a Daniel en su habitación.... Esta casa tiene pocas habitaciones, así que algunos tendrán que compartir la cama.- Dijo Daniela.
—Yo iré a hablar un poco con el Rey, debemos hablar.- Dijo el Rey Finder.
—¡Yo me quedaré a cuidar a Daniel mientras duerme!- Dijo su hija.
El Rey la toma del brazo derecho.
—Como Reina, debes acompañarnos.
—¡No es justo!
—Como reina... ¡Olvidamos a Kate!
—Estamos aquí por la boda de Daniel, no por asuntos reales. No te preocupes.- Dijo su hijo.
—Tienes razón, hijo, vámonos.
Zero y el Rey empiezan a caminar mientras jalan a Molly del brazo.
—¡Quiero quedarme con Daniel!
—Bueno, entremos.- Dijo Daniela.
Entran a la casa y Daniela sube las escaleras.
—Dejaré a Daniel en su habitación.
La abuela de Daniel y Sara se sientan en un sofá.
—Nunca me imaginé que mi Dani se casaría con dos princesas.- Dijo la abuela de Daniel.
—Pero se casará sin sentir amor.- Dijo Sara.
Rem se sienta al lado de ellas.
—Él ya no cree en el amor por culpa de Sonia.- Dijo Rem.
Todos voltean a verla y ella se pone un poco nerviosa.
—Y-yo dejé de amarlo, por eso hice lo que hice.- Dijo Sonia.
Una patética excusa.
—Sí, pero no lo terminaste. Debes terminar una relación para empezar otra, hermana.- Dijo Cris.
—Sí... Admito que fui una idiota... Lo siento.
—Debes disculparte con él, no con nosotros.
—Sí... Lo sé.
•
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Al anochecer.
—... ¿Eh?
Estoy acostado en una cama, y Daniela está dormida a mi lado.
Siento que alguien se sube arriba de mí... Tan cómodamente que estaba dormido... ¿Quién me despertó?
—¿Eh?
Abro los ojos y veo a Rem... Ella está sobre mí.
... ¿Qué le pasa? Se ve algo roja... ¿Estará enferma?
—¿Rem? ¿Pasa algo?
Se acerca demasiado a mi rostro.
—Quiero darte mi regalo de bodas.
—¿Regalo? ¿Es comida? Tengo hambre.
—Tu regalo será...
Se acerca a mi oído izquierdo y me susurra. Me sonrojo al escucharla.
¡¿Q-qué?! E-ese regalo es... pervertido.
—E-es muy generosa tu oferta, pero no puedo aceptarlo.
—¿Por qué no? Aún no estás casado.
—P-porque...
Volteo y veo a Daniela acostada al lado de mí.
—P-porque Daniela está aquí, sería incómodo hacerlo con ella a mi lado.
—¿Entonces sí quieres hacerlo? Porque siento que tu amiguito sí quiere.
Me sonrojo aún más... Está acariciando mi entrepierna con su mano derecha.
—R-Rem... Esto no cambiará mi manera de pensar... Aún te sigo viendo como una amiga.
Se acerca a mí y acerca sus labios a los míos.
—Con eso me conformo.
Empezamos a besarnos mientras acaricia mis mejillas.
—¿Bajamos?
—N-no le digas a nadie, por favor.
—No se lo diré.
Nos levantamos de la cama y salimos de la habitación.
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—... Perdió su corazón puro... Eso provocó muchos cambios en él...
Daniela abre los ojos y unas lágrimas salen de sus ojos. Los estaba escuchando.
—Realmente cambiaste, Daniel.
•
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(Godfer.)
Dios y Desmolfer observan a Daniel besándose con Rem. Los están observando por medio de un espejo mágico. Están en la casa de Dios. Desmolfer usa el collar de Daniel... Ella se lo robó.
—¡Mira lo que provocas, Desmolfer! ¡El antiguo Daniel nunca haría algo como eso con alguien que no estuviera enamorado!
—Qué extraño... Daniel está cambiando muy rápido... Tal vez esa sea su verdadera personalidad... Su padre y su madre eran muy pervertidos cuando estaban solos ellos dos... Por una noche de descuido nació Daniel... Ahora que no tiene su corazón puro, tiene la libertad de hacer lo que quiera.
—Sí... Supongo que su verdadera personalidad salió libre...
—D-Daniel... M-más despacio... E-es mi primera vez.
Se escuchan los gemidos de Rem.
Los dos se sonrojan y el espejo desaparece.
—Mejor les damos un poco de privacidad.- Dijo Dios.
—S-sí, es lo mejor... Qué envidia le tengo a esa tal Rem. Fufu. Pero yo seré la siguiente.
Maisha entra a la casa.
—¡¿Vieron lo que está haciendo Daniel?! ¡El amor que siente esa chica por él está creciendo bastante!
—Desafortunadamente lo vimos.- Dicen los dos.
•
•
Dos horas después.
Estamos en la cocina... Lo hice con Rem en la cocina.
Me pongo la ropa sonrojado... ¡¿Por qué lo hice?!
—N-no sé por qué lo hice... Y-yo no soy así...
Rem me abraza por la espalda... Está usando solamente ropa interior, que es verde.
—O tal vez sí.- Dijo Rem.
Me da un beso en el cuello y me alejo de ella.
—R-Rem... Lo siento... Dame un golpe, por favor, me aproveché de ti.
—Los dos estuvimos de acuerdo, así que nadie se aprovechó de nadie.
—Rem... No le digas a nadie esto... Por favor.
—No se lo diré a nadie.
Necesito relajarme... Necesito pensar las cosas.
—Gracias... Saldré a caminar un poco.
—Pero es de noche.
—Lo sé... Pero tengo varias dudas en mi mente... Buenas noches.
Salgo de la casa y empiezo a llorar... Estoy muy arrepentido de lo que hice.
—Perdí mi virginidad con alguien que no amo... Con alguien que apenas conozco... Cuando salía con Sonia, ella intentó convencerme de hacerlo, pero yo siempre fui firme de que solo lo iba a hacer cuando nos casemos... Pero hoy lo hice... Me dejé convencer... ¿Por qué...? ¿Por qué lo hice?
—Esa es tu verdadera personalidad.
Un hombre aparece de la nada detrás de mí y volteo a verlo. Tiene el cabello blanco y usa una camisa roja con un pantalón rojo.
—¿Quién es usted?
—Mi nombre es Destino, y como mi nombre lo dice, soy el Dios del destino.
—¿Dios? ¿Es un Dios?
—El Dios de este planeta me envió por ti, yo le ayudaré a Folpe a entrenarte.
—¿Tan temprano?
—Sí. Vayámonos.
Aparecemos de repente en un pequeño valle verde. En este lugar es de día.
—¿Empezamos?
—Espera, tengo una duda... ¿A qué se refería con verdadera personalidad?
—Tú estás destinado a ser un pervertido, pero no lo eras porque tu corazón puro evitaba que tuvieras pensamientos impuros hacia las mujeres.
Oh no... No... Todo menos eso... ¡No quiero ser eso!
—¡¿Seré un pervertido?! ¡No quiero!
—Algunos destinos pueden ser cambiados, siempre y cuando luches por cambiar... Aunque casi siempre, el destino de las personas y animales se cumplen.
Dios aparece al lado de nosotros.
—Destino te ayudará a mejorar tu fuerza y yo te ayudaré a mejorar tus reflejos.
Destino truena los dedos y todo mi cuerpo empieza a pesar demasiado.
Caigo al suelo y no puedo levantarme.
—¿Q-qué pasa?
—Modifiqué un poco la gravedad y aumenté tu peso. Mi meta es lograr que puedas correr con todo ese peso sin problema.
Truena los dedos y dejo de pesar tanto.
—Genial...
Me levanto del suelo.
Dios se acerca a mí y me da un gran golpe con su puño derecho en la cara tan rápido que ni siquiera vi cuando su brazo se movió. Me saca volando y rápidamente aparece detrás de mí para sujetarme.
—Mi meta es lograr que seas capaz de esquivar un golpe de esa velocidad sin que necesites usar magia.
—I-increíble... Aunque me dolió.
—¿Empezamos?
—Sí... Estoy listo.
—Por cierto...
Me da un pequeño golpe con el codo.
—¿Cómo te fue con Rem? ¿La pasaste bien?
Me sonrojo... Realmente no quiero pensar en eso.
—¡No me lo recuerdes! ¡Estoy rechazando mi maldito destino! ¡Yo no seré un pervertido!
Los dos Dioses empiezan a reír.
—Mejor empecemos.- Dijo Dios.
Ah... No quiero ser un pervertido asqueroso.
... Perdí mi virginidad con alguien que no amo... Si mi abuela se entera de esto, se sentirá decepcionada de mí... Lo siento, abuela.