Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 216
(Pov- Daniel.)
—Daniel, prometiste que me protegerías. ¿Por qué me abandonaste?
Otra pesadilla... Ah, es el pan de cada día en mi vida.
Sé que esto es una pesadilla, pero me afecta tanto como si realmente Nirfa me estuviera diciendo eso.
Sé perfectamente que no debo permitir que las pesadillas me afecten, pero tengo miedo de volverme insensible. ¿Y si algún día me dejan de importar las personas? No quiero perder mi humanidad, pero... Pero... ¿Y si eso es lo mejor? El dolor y mis propios sentimientos no me permiten avanzar tanto como yo quiero. La tristeza y el dolor es un distractor.
La depresión es un sentimiento que ya he experimentado. La primera muerte de mi abuela me devastó, hasta intenté suicidarme, no tuve la fuerza mental para seguir adelante con mi vida. Su segunda muerte me dolió muchísimo más que la primera, pues me arrebataron a la persona que más amaba otra vez. No pude protegerla. Antes no podía hacer nada porque murió de un infarto y su edad ya era muy avanzada, no podía luchar contra eso, pero después de revivirla, podía protegerla... Tenía el poder de protegerla y mantenerla viva, pero le fallé. Un demonio me derrotó y mi abuela tuvo que salvarme.
—¡Te odio!
... Hasta la cachetada que Nirfa me acaba de dar se siente tan real...
—¡¡Ojalá te mueras!!
Sí... Moriré, lo sé. Me matan los demonios o me termino suicidando. De cualquier forma termino muerto.
Me daría miedo ser asesinado por los demonios porque podrían eliminar mi alma, pero ese miedo desapareció cuando el alma de mi abuela fue destruida. No me importa si mi alma es destruida, de todas maneras, la única razón por la que quería ir al paraíso, es para poder ver de nuevo a mi abuela, pero ese deseo nunca se podrá cumplir.
Mi padre está en el paraíso, pero no tengo recuerdos sobre él... Sinceramente, prefiero morir y reencarnar inmediatamente, para no seguir viviendo ni en la Tierra o el paraíso.
—¡¿Por qué me abandonaste?! ¡Yo te amaba...! Te amaba muchísimo...
—Nirfa...
—Cuando me compraste, pensé que siempre sería feliz... Me fallaste, Daniel... Te odio... ¡¡Te odio!!
—... No supone que esto esté pasando.
Rei y Dios me dijeron que ese lugar era seguro. Sé que no me mintieron... Yo... ¿Yo cómo iba a saber que los demonios se volverían más poderosos y serían capaces de encontrar a los Elfos?
Yo solo quería que Nirfa estuviera a salvo y con los de su especie, para que no tenga que sufrir de más discriminación... Yo solo quería mantenerla a salvo.
Soy peligroso... No quería que muriera por mi culpa... Pero le fallé.
—Perdón, Nirfa... Perdón.
Perdóname... Por favor, perdóname.
—Perdón por fallarte.
Sé que no le estoy pidiendo perdón a la verdadera Nirfa, pero al menos me siento un poco menos mal... Bueno, al menos intenté sentirme un poco menos mal.
—Tus disculpas no solucionarán nada.- Dijo, mirándome con asco.
—Sí... Lo sé.
Las palabras no solucionarán nada, debo actuar.
Ya le fallé a muchas personas. Las princesas, Rose, Liz, Rem, Alex... Daniela... Cris, Sonia, Zei, Neka... Mi abuela... Y ahora Nirfa... Tantas personas a las que les fallé. He decepcionado a muchas personas, más de las que puedo imaginar... ¿Por qué Dios no escogió a una persona más apta?
Le prometí a mi abuela que salvaría este mundo, esa es la única razón por la que no he renunciado. No le fallaré a mi abuela... Pero, si no le hubiera hecho esa promesa a mi abuela, hace mucho tiempo que hubiera renunciado.
Yo solo quiero morir... Solo morir.
—Me pregunto si estarías decepcionada de mí si supieras lo que pienso, abuela.
Yo no soy un héroe... No lo soy.
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En el barco, los Elfos están comiendo en las mesas del comedor, disfrutando de una agradable cena, mientras que los Elfos guerreros están en el almacén de armas, perfeccionando sus armas.
Sandro está entrenando junto con Crisme.
Crismi y Seiya están cocinando.
Lina y Sandra están jugando videojuegos juntas.
Y Diana está cuidando a Daniel mientras él duerme en su habitación.
—Daniel… Realmente te esfuerzas demasiado.
"Oye, Diana, ¿quieres acompañarnos a comer?" "¿No quieres ir al cine con nosotros?" "Veo que no tienes equipo. ¿Quieres unirte a mi equipo?" "¿No quieres ir a jugar videojuegos? Bueno, será en otra ocasión." "¡Diana, Diana, mira, Cris consiguió el nuevo GTAS 6! También te gustaba esa saga, ¿verdad? ¿Quieres acompañarnos a jugar?"
Ella recuerda cuando Daniel la invitaba a salir con sus amigos.
Siempre lo rechazaba, pero nunca se rendía, la seguía invitando. Daniel quería ser su amigo a toda costa, pues él sabía que ella sí quería tener amigos, pero no se atrevía a socializar, por eso la seguía invitando, pues tenía la esperanza de que aceptara y se volvieran amigos.
—Sí, te esfuerzas demasiado.
Ella siempre estuvo enamorada de él, es por eso que lo rechazaba, la timidez no le permitía aceptar sus invitaciones.
Y ahora que ha visto el gran cambio de Daniel y lo genial que se ha vuelto, se está enamorando más de él.
Las mujeres de este mundo se enamoran de Daniel por su increíble poder y por ser un chico que se esfuerza más que nadie. Sandro también es así, solo que él arruina su imagen yendo a burdeles y por ser un pervertido.
Diana se enamoró de Daniel no por ser guapo o fuerte, se enamoró de su gentileza, por ser alguien educado y amable con ella.
Diana no podía ocultar más sus sentimientos, y no pudo evitar hacer "eso".
Se acerca a su rostro. Tiene la intención de besarlo.
—No se dará cuenta… Solo es un pequeño beso…
Está completamente roja y está temblando. Está muy nerviosa.
Besar a un chico que está dormido está mal, ella lo sabe. Intenta no hacerlo porque sabe que hacer eso está mal, pero realmente no puede evitarlo.
Comienza a besarlo. Es un pequeño beso en los labios, suficiente para hacer feliz a Diana.
—¿Ya despertó Da...?
Sandro entró a la habitación sin tocar, sorprendiendo a Diana infraganti.
Diana se pone aún más roja, y Sandro cierra la puerta poco a poco.
—Lo siento por interrumpir.
Cierra la puerta y Diana comienza a morderse las uñas.
—Ahora pensarán que me aproveché de Daniel. ¡Soy una mala persona!
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(Pov- Sandro.)
Vaya... ¿Debería estar sorprendido? Todas se terminan enamorando de Daniel.
Sinceramente, aunque me da envidia, tampoco me importa mucho. Lina es insoportable, Seiya tiene algo entre sus piernas que no debería tener, a Diana apenas la conozco, Sandra es mi hermana y Crismi es hermana de Crisme. Crisme es la única chica del grupo que está enamorada de mí, pero su personalidad infantil no me permite verla como mujer al 100%.
Sonia es la única chica que realmente me gustaba, lamentablemente, murió.
Crisme me gusta, me agrada bastante, pero no conozco tan bien mis propios sentimientos. Me tomará tiempo saber si realmente estoy enamorado de ella o la considero una simple amiga.
Salí a tomar aire. Necesito olvidar el tema del amor y concentrarme en lo que está pasando actualmente. Los Elfos están en peligro, los demonios intentaron apoderarse de sus almas.
¿Por qué secuestraron a Nirfa solamente? ¿Intentan atraer a Daniel? Si es así, Sufuco debe de estar detrás de esto.
Daniel logró darle pelea un poco, pero terminó siendo derrotado. Si Daniel y yo peleamos juntos contra él, tendremos un 30% de probabilidad de derrotarlo. Hemos entrenado juntos para mejorar nuestras estragias en equipo. Daniel y yo hacemos un gran equipo, pero no puedo garantizar que derrotaremos a un demonio tan poderoso como lo es Sufuco.
—Me pregunto si podremos ganar.
—Fufu. ¿El gran Sandro está asustado?
¡Esa voz es la de...!
—¡¿Qué haces aquí?!
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(Pov- Daniel.)
—¡¡Te odio!!
Con un último grito, Nirfa se desvaneció, dándole fin a esta pesadilla.
Abro los ojos poco a poco y bostezo... Tengo los ojos mojados... Sí, estuve llorando... Cuando despierte algún día sin los ojos llorosos, oficialmente dejaré de ser un humano con sentimientos.
—Diana, ¿qué hora es? ¿Cuánto tiempo estuve dormido?
—S-solo un par de horas. Creo que son las 11 de la noche.
—Vaya, vaya… Ya veo…
Me siento en la cama y me rasco la cabeza.
—¿Y Nirfa?
—Bueno… Lo siento, Daniel… Ella… fue secuestrada.
... Secuestrada...
Bajo la cabeza y aprieto mis puños con furia.
Maldita sea… Yo tengo la culpa por dejarla en ese lugar… La abandoné… Me odio… Me odio mucho. Pero odiarme e insultarme no me ayudará a sentirme mejor. Sentirme impotente y culpable solo me retrasará. Debo rescatarla.
—¿Quién fue?
—Un demonio tal vez. No lo sabemos con exactitud.
Nirfa... No quiero que le pase lo mismo que a Rem y Alex... Quiero que siga siendo la misma Nirfa de siempre. Debo encontrarla lo más rápido posible.
—¡Daniel!
Sandro entró a la habitación. ¿Eh? ¿Qué pasa? Parece muy preocupado y nervioso. ¿Más malas noticias? Por favor, que no sea lo que estoy imaginando. No quiero que Nirfa esté muerta.
—¡Daniel, Alex está aquí! ¡Quiere hablar contigo!
—¿Alex?
¿Qué planean esta vez? Quedarme a pensar no me ayudará a averiguarlo.
Me levanto de la cama y me dirijo a la puerta.
Tengo un mal presentimiento sobre esto. Dudo que Alex sea tan estúpida como para venir solo porque sí. Algo tienen planeado, y estoy seguro de que tiene que ver con Nirfa.
Entro al comedor y Alex está sentada en una mesa, sola.
Mis compañeras y los Elfos tienen espadas, están preparados para pelear. Algo inútil, no serán rivales para un portador de un espíritu mágico "Divino".
Ella simplemente está sonriendo, como si no estuviera pasando nada. Eso solo confirma lo poderosa que es. Pelear con ella solo nos traerá muertes en vano.
—¡Hola, Daniel!
Ella cambió. Su cabello es rojo con algunos mechones blancos. Sus ojos son rojos. Tiene marcas con formas de rayo en sus mejillas y en su frente. Y también tiene colmillos.
Realmente cambió bastante. La adorable Alex que conocía desapareció para siempre.
Me siento con ella y la miro a los ojos.
—¿Secuestraron a Nirfa?
—Ella será parte del juego.- Dijo con una gran sonrisa.
—¿En dónde está?
—Escucha, Daniel. Cerca de este lugar, se encuentra una gran ciudad llamada: "Drekers". Llamada así porque existe una leyenda, que dice que existen seres que incrementan el poder mágico de una persona con solo tocarlos. Por supuesto, es una leyenda, tal vez no existan… O tal vez sí… Como sea. Como sabemos que eres alguien muy bueno y puro, queremos jugar un juego. Todos en esa ciudad están en peligro. Hay aproximadamente 70,701 habitantes...
—Hablas mucho. Resume lo que quieres decir.
—Si vas volando, llegarás en 5 minutos a esa ciudad. Pero, si vas a esa ciudad, Nirfa morirá.
—¿Qué?
—En cambio, si vas al pueblo abandonado llamado: "Nerke", podrás salvarla, pero todos los habitantes de la ciudad morirán. Tú eliges. Salvar a tu linda compañera, o salvar la ciudad. Escoje.
Me levanto de la mesa y me alejo de ella… Maldita sea… Ya perdí a muchas compañeras, no quiero perder a nadie más… Pero tampoco quiero que mueran los habitantes de la ciudad… ¿Qué hago? ¿Salvar una vida importante para mí o salvar miles de vidas inocentes? Cualquiera de las dos opciones me haría cargar una gran culpa sobre mi espalda.
—Te doy 30 segundos para que escojas. Si no escoges, los habitantes y Nirfa morirán. Y si me matas, también morirán.
—Daniel...
Sandro se acerca a mí.
—Lo siento, Daniel, pero debemos salvar a los habitantes. Nirfa es importante para ti, pero ella te odiará si dejas morir a todas esas personas. No creo que ella quiera ser salvada a cambio de sacrificar miles de vidas. Ella es una chica amable y bondadosa, no querrá vivir con esa culpa.
Observo mi mano derecha… Nirfa es el amor de mi vida… Y la abandoné… Morirá… En cambio, los habitantes de la ciudad son inocentes, no merecen morir… Pero… existe una tercera opción… Ella... Debo escoger esa opción.
Volteo a ver a mis compañeras.
—Es obvio que es una trampa… Escuchen...
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(5 minutos después)
Rem, Sara, Cris, Zei, Nadia y Sinfer, están observando la ciudad, desde el cielo.
Cris tiene el cabello rojo y ojos azules. Se volvió un portador al igual que los demás.
—¿Realmente escogerá la ciudad?- Dijo Sinfer.
—Daniel es muy bueno, lo hará.- Dijo Cris.
—Miren.- Dijo Rem, apuntando algo con su dedo.
Nadia sonríe.
—Sí… Llegaron...
Nadia cierra los ojos.
—Daniel ya llegó, mata a la Elfa.
Aterrizan en el suelo, y Daniel se acerca hacia ellos caminando tranquilamente.
—Escogiste muy bien, Daniel. Pobre Nirfa, está muerta... Espera... Ese cabello...
Daniel tiene el cabello blanco y los ojos rojos.
—¿Están seguros de eso?- Dijo con la voz de Cano… Ella está controlando el cuerpo de Daniel... O parte de su cuerpo.
—¿Qué?- Dijo Nadia.
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(En el pueblo.)
Nermak está en el pueblo abandonado. Nirfa está en medio de una calle, tiene las piernas y los brazos encadenados.
Está muy herida… Él le quitó de nuevo los ojos, y usa vendas de nuevo. Tiene pequeñas heridas en todo el cuerpo… La hizo sufrir bastante solo por diversión.
Él tiene los ojos cerrados, escuchando las órdenes de su ama, Nadia.
—Sí, está bien…
Abre los ojos y sonríe.
—Nirfa, me temo que Daniel no te escogió.
Nirfa simplemente sonríe al escuchar eso. No está enojada con Daniel, al contrario, está contenta. Sandro tenía razón, Nirfa no quería ser salvada si eso significaba que miles de inocentes morirían.
—Gracias… Si me hubiera escogido, lo odiaría… Prefiero morir, no quiero que personas inocentes mueran por mi culpa.
Una espada aparece frente a él y la toma con su mano derecha.
—Tengo que seguir órdenes. Quisiera divertirme un poco más contigo, pero debo matarte. ¡Adiós, estúpida Elfa!
Está a punto de atacar a Nirfa. Ella sonrió, esperando su final, pero ese final no llegará todavía.
Tres tentáculos negros lo toman del brazo, impidiendo que la ataque.
—¿Qué?
Diana está detrás de él. Tiene alas hechas de un material negro, ojos completamente negros y dos pequeños cuernos negros en su frente. Su modo Shadow.
Los tentáculos salen de su brazo derecho.
—¡¿Y tú quién eres?!
—Cállate.
Jala con fuerza, y Nermak sale volando y se aleja de Nirfa.
Nirfa no sabe lo que pasa, pues no puede ver.
—¡¿Quién está ahí?!
Alguien corta las cadenas y carga a Nirfa en sus brazos.
—Vaya, vaya… Llegamos a tiempo.
—N-no… ¿Daniel?
Sí, es él.
—Te extrañé, Nirfa. ¿Has comido bien?
—I-idiota…
Comienza a golpearlo en el pecho con sus lindos y pequeños puños.
—¡¿Por qué estás aquí?! ¡Todos los habitantes de la ciudad morirán!
Le acaricia la cabeza y sonríe.
—No te preocupes por eso, nadie morirá. Te lo prometo.
Un brillo rosa la rodea por completo y sus heridas desaparecen.
Le quita las vendas de los ojos y ella abre los ojos poco a poco… Sus ojos siguen igual de hermosos como siempre, o eso fue lo que pensó Daniel al verlos.
—Daniel…
—Nirfa…
Ella lo abrazó con fuerza, mientras llora.
—¡Te extrañé!
Daniel observa como Diana está peleando contra Nermak. Él se protege de los tentáculos usando su espada. Ella necesita ayuda, no podrá derrotarlo sola, y Daniel lo sabe a la perfección.
—Debo ayudarla… Nirfa, quédate aquí.
—No… Quiero pelear contigo.
—La magia especial de Nirfa es poderosa, pero es muy peligroso… No sé qué tan poderoso es ese demonio, y en mi estado actual no debo confiarme.- Pensó Daniel.
Ese demonio es desconocido para Daniel, por lo que prefiere no arriesgar a Nirfa.
—Lo siento, pero no… Mi poder mágico no es muy poderoso por ahora. No puedo protegerte… Aléjate.
Baja a Nirfa y le da un beso en la frente.
—No te considero una inútil, pero por ahora, lo mejor será que te alejes...
Daniel recordó algo importante sobre la magia de Nirfa, que puede ser muy útil.
—Alejarse... Ocultarse... Una sorpresa... Ataque sorpresa...
Daniel sonrió.
—Tengo un plan. Escucha, por favor.
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(En la ciudad.)
Las compañeras de Daniel están ayudando a evacuar la ciudad, mientras que Sandro y Cano están peleando contra los demonios... Hay cientos de demonios rodeando el cielo.
—Mierda.- Dijo Sandro.
Una situación difícil de sobrevivir.
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Lejos de la ciudad, Diego y los demás observan a los demonios.
—Dax… Creo que debemos retirarnos.- Dijo Diego.
—Son demasiados… Y aún no recupero toda mi magia… Vámonos.- Dijo Dax.