Después de 24 horas, el cuerpo de Victor comenzó a perder su energía vital, y su alma, lentamente, empezó a desvanecerse, como si estuviera siendo atraída de vuelta al cielo. La luz en su cuerpo se desvanecía gradualmente, dejando a sus seres queridos y compañeros llenos de preocupación y tristeza.
Nine Sharon llegó justo a tiempo, habiendo entrenado intensamente durante todo el día, preparándose para una revancha con Victor. Al ver a su amigo y antiguo rival en este estado, su rostro se torció con furia y frustración.
"¡No puede ser!" gritó Nine Sharon, mientras se acercaba al cuerpo debilitado de Victor. "Entrené para una revancha, ¡y ahora estás volviendo al cielo! ¡Esto no puede acabar así!"
Victor, aún consciente de lo que sucedía a su alrededor, apenas pudo girar la cabeza hacia Nine Sharon. Su voz, aunque débil, logró salir entre sus labios. "Parece que no habrá revancha... al menos no ahora."
El dolor y la ira en Nine Sharon crecieron, pero también había tristeza en su interior. A pesar de sus deseos de venganza, había un respeto profundo hacia Victor, quien alguna vez fue su amigo. "¡No puedes dejarme así, Victor! ¡No después de todo lo que hemos pasado!" gritó, con los puños cerrados.
Victor sonrió levemente, su rostro sereno a pesar de su inminente partida. "Hay cosas... que no podemos controlar... pero si vuelvo... tal vez entonces..." Su voz se fue apagando mientras su alma continuaba desvaneciéndose.
Nine Sharon, lleno de frustración, lanzó un grito hacia el cielo. "¡Esto no puede ser el final, maldita sea! ¡Entrené todo el día para esto!"
Pero la luz de Victor se apagaba más y más, su alma ascendiendo, dejando una sensación de vacío. Nine Sharon, impotente, solo pudo mirar cómo su rival, su amigo, se iba una vez más, sintiendo una amarga derrota, no por la batalla, sino por no haber tenido la oportunidad de luchar nuevamente.
Nine Sharon apretó los puños con fuerza, su cuerpo temblando de rabia. Siempre había algo, siempre había una razón por la cual Victor lo superaba, incluso en los momentos más inesperados. La frustración se apoderó de él mientras observaba cómo la esencia de su amigo desaparecía por completo.
Con un suspiro profundo, Nine Sharon apartó la mirada, pero no pudo contener sus pensamientos. "Siempre hay algo... siempre, Victor..." murmuró para sí mismo, dejando que la impotencia lo llenara. Sin embargo, en medio de esa furia contenida, una chispa de determinación creció en su interior.
Mirando al horizonte, con una expresión fría y resuelta, declaró: "No importa cuánto tiempo pase, o cuántas veces intentes superarme. Me volveré más fuerte... y te derrotaré. Esta vez, no habrá otra oportunidad de escapar."
Sus palabras resonaron en el silencio del lugar. Nine Sharon sabía que este era solo el comienzo. Sin importar cuánto le tomara, no descansaría hasta vencer a Victor, y cuando ese día llegara, sería él quien estuviera de pie, victorioso.
Durante un mes, Nine Sharon entrenó sin descanso, día y noche, dejándose consumir por la ira y la frustración que sentía hacia Victor. Cada golpe, cada movimiento, lo acercaba más a una nueva comprensión de su poder. Su cuerpo era un torrente de energía descontrolada, pero él la moldeaba, la hacía suya.
Finalmente, en un momento de furia extrema, su poder alcanzó un nuevo nivel. Sus ojos comenzaron a brillar con un fulgor feroz, y su cuerpo fue envuelto en una aura oscura y ardiente. Nine Sharon sintió cómo la transformación lo consumía, pero en lugar de resistirse, se dejó llevar, permitiendo que su ira se convirtiera en el combustible de su nueva forma.
En medio del estallido de energía, sus músculos crecieron, su piel adquirió un tono más oscuro, y su mirada se volvió más intensa, llena de una sed de venganza insaciable. El poder fluía a través de él como un río desbordado, y con una sonrisa de satisfacción, observó sus manos.
"Modo Iracundo..." susurró, sintiendo la magnitud de su nueva forma. Era como si cada fibra de su ser estuviera vibrando con un poder indomable. Sabía que ahora, con esta transformación, estaba más cerca que nunca de superar a Victor.
Su sonrisa se amplió, llena de una confianza oscura. "Con esto... te derrotaré, Victor. Esta vez, no escaparás de mí."
Nine Sharon, confiado en su nuevo poder, observó a la chica saltando de edificio en edificio con una agilidad impresionante. Su visión mejorada le permitió seguir cada uno de sus movimientos con precisión. Decidido a probar su fuerza, salió volando directamente hacia ella, destransformándose justo antes de interceptarla. Con una sonrisa arrogante, se puso frente a la chica y lanzó un golpe rápido hacia su estómago, seguro de que no podría esquivarlo.
Sin embargo, la chica reaccionó con una velocidad asombrosa, esquivando el golpe en el último segundo. Antes de que Nine Sharon pudiera procesar lo que estaba ocurriendo, sintió cómo lo tomaba de la cabeza con fuerza. En un movimiento fluido y brutal, lo arrojó contra el suelo, provocando un impacto fuerte que hizo temblar el área. El suelo se agrietó bajo el peso del golpe.
Nine Sharon, sorprendido y furioso, intentó levantarse rápidamente, pero podía sentir la presión en su cabeza por el impacto. "¿Quién... demonios eres?" preguntó, sus ojos llenos de ira mientras miraba a la chica que lo había sometido tan fácilmente. Sabía que no podía subestimarla, pero su orgullo no le permitiría dejar esto así.
Yenli Nasco, con una sonrisa segura, miró a Nine Sharon mientras él intentaba recomponerse del golpe.
"Mi nombre es Yenli Nasco," dijo con un tono tranquilo pero desafiante. "Espero que no te hayas cansado ya."
Su actitud despreocupada y confiada solo aumentó la furia de Nine Sharon, quien, aún adolorido, sintió cómo su ira crecía. Sabía que esta chica no era alguien común, y su nombre, que resonaba con poder, solo confirmaba que se enfrentaba a alguien verdaderamente formidable.
Yenli Nasco, con una sonrisa burlona, lanzó un poderoso golpe a Nine Sharon, enviándolo volando a gran velocidad. El impacto fue tan fuerte que él fue arrojado a través de varios edificios, destrozando las estructuras a su paso, hasta que finalmente se estrelló contra el suelo, dejando una enorme grieta en el lugar donde cayó.
Mientras se levantaba, sacudiéndose el polvo y la rabia creciendo en su interior, Nine Sharon apretó los puños. No podía creer que lo hubieran hecho retroceder de esa manera. La sonrisa de Yenli seguía grabada en su mente, provocando una furia aún mayor dentro de él.
Nine Sharon, con la ira acumulada en su interior, dejó que la energía se desbordara mientras activaba su transformación de modo iracundo. Su aura brilló intensamente, desatando un poder abrumador que hizo que el aire a su alrededor vibrara. Sus ojos brillaban con una ferocidad inigualable.
"¡No te saldrás con la tuya!" gritó Nine Sharon, lanzándose hacia Yenli con una velocidad devastadora. Su puño se lanzó hacia ella, pero ella lo esquivó ágilmente y contraatacó con un golpe directo a su rostro.
"¿Es todo lo que tienes?" Yenli se rió, deslizándose hacia atrás con gracia antes de volver a lanzarse hacia él. "Parece que el famoso Nine Sharon se está quedando atrás".
Nine Sharon sintió cómo la ira lo impulsaba aún más. "¡No subestimes mi poder!" gritó, mientras se lanzaba hacia ella, lanzando una serie de golpes rápidos. Cada uno era más fuerte que el anterior, pero Yenli se movía con una agilidad impresionante, esquivando y contraatacando.
"¿Te has entrenado solo durante un mes y esto es lo mejor que puedes hacer?" Yenli respondió con desdén, devolviendo un golpe directo al estómago de Nine Sharon, quien sintió cómo el aire se le escapaba de los pulmones.
Nine Sharon, respirando hondo, sonrió a pesar del dolor. "Te estás divirtiendo demasiado. ¡Pero eso va a cambiar!" Utilizó su velocidad para aparecer detrás de Yenli, lanzándole un golpe en la espalda.
La joven se vio sorprendida, pero rápidamente se giró y bloqueó el ataque con su antebrazo, sintiendo el impacto resonar en su cuerpo. "¡Impresionante! Pero necesitarás más que eso para derribarme".
"Eso lo veremos," respondió Nine Sharon, su voz temblando de frustración y emoción. "He entrenado para esto. No puedo permitirme perder otra vez".
Ambos comenzaron a intercambiar golpes, cada uno tratando de superar al otro, generando un espectáculo de velocidad y fuerza que atraía la atención de todos los que estaban cerca.
"¿Por qué tanta rabia?" preguntó Yenli mientras esquivaba un golpe y contraatacaba con una patada que impactó en el costado de Nine Sharon. "No eres el único que ha pasado por cosas difíciles, sabes. Si realmente quieres ganar, deja de actuar como un niño enfadado".
Nine Sharon, mientras se recolocaba, se detuvo un momento para pensar. "No se trata solo de mí. Es sobre el poder y la fuerza que necesito. Debo ser más fuerte que Victor. Siempre estoy a su sombra y estoy cansado de eso".
"Entonces lucha por ti mismo, no contra una imagen que has creado en tu cabeza," contestó Yenli, frustrándose por la falta de enfoque de Nine Sharon. "Si solo quieres derrotar a Victor, nunca lo lograrás. Necesitas una razón verdadera para pelear".
"¡Eso es fácil para ti decirlo!" Nine Sharon se lanzó nuevamente hacia ella, golpeando con más ferocidad, su ira alimentando cada movimiento. "No tienes idea de lo que he perdido".
"¿Y tú tienes idea de lo que yo he perdido?" replicó Yenli, golpeando su pecho con un fuerte puñetazo. "No hay necesidad de dejar que la ira te consuma. Usa esa energía de forma más constructiva".
Nine Sharon se quedó callado por un momento, sintiendo el peso de sus palabras. "¿Cómo puedes ser tan optimista? ¡Este mundo está lleno de maldad!"
"Quizás, pero hay luz en medio de la oscuridad. No todos son enemigos. Algunos luchan por un futuro mejor, como tú. Encuentra esa razón, y serás mucho más fuerte de lo que eres ahora", Yenli respondió mientras bloqueaba un golpe y contraatacaba con un rápido giro de su cuerpo.
Finalmente, Nine Sharon se detuvo, respirando pesadamente. "Tienes razón. Estoy luchando por la venganza, pero no me lleva a ningún lado. Necesito cambiar mi perspectiva".
Yenli sonrió, viendo cómo el fuego en sus ojos comenzaba a calmarse. "Eso es más como lo que quería ver. Ahora, ¿quieres pelear en serio?"
"Sí," dijo Nine Sharon, sintiéndose más enfocado que nunca. "Vamos a hacerlo".
Ambos se lanzaron hacia adelante, listos para seguir luchando, pero ahora con un nuevo entendimiento de la fuerza que necesitaban, no solo contra el otro, sino contra el mundo que los rodeaba.
A medida que la pelea entre Nine Sharon y Yenli Nasco continuaba, Nine Sharon sintió cómo su velocidad aumentaba, un nuevo nivel de poder que no había alcanzado antes. Con un enfoque renovado, se lanzó hacia Yenli, la golpeó con fuerza contra el suelo y, al ver su caída, se preparó para un nuevo ataque.
Con una destreza que dejaba atrás el pasado, Nine Sharon puso sus manos en una pose de dedos, canalizando su energía con precisión. Sabía que necesitaba algo más para inclinar la balanza a su favor, algo que pudiera cambiar el curso de la batalla.
"Reino de la adaptabilidad, a lo químico y lo sobrenatural, general de huésped vivo, yo te invoco: ¡Mushkin!" gritó, su voz resonando a través del campo de batalla.
En ese momento, una extraña energía comenzó a surgir del suelo, rodeando a Nine Sharon. De las sombras emergió una figura grotesca: un monstruo humanoide de aspecto fúngico, con un cuerpo de un color verdoso y un equis de energía brillando en su espalda. Su rostro carecía de ojos, pero una boca amplia se abría en una mueca de desafío. La criatura, Mushkin, emanaba un aura de poder y malevolencia, lista para hacer frente a cualquier adversario.
"¡Ahora, Mushkin! ¡Ataca!" ordenó Nine Sharon, sintiendo una conexión instantánea con su invocación.
Yenli, todavía recuperándose de su golpe, se dio cuenta de la nueva amenaza que había surgido. "¿Qué demonios es eso?" exclamó, levantándose rápidamente y preparándose para enfrentarse a la criatura.
Mushkin avanzó con pasos pesados, cada movimiento resonando en el suelo. Su cuerpo se retorcía, adaptándose al entorno a medida que se acercaba a Yenli. Sin embargo, ella no estaba dispuesta a retroceder. "No importa cuán fuerte sea tu monstruo, no dejaré que me detenga", declaró con determinación, concentrando su energía en un ataque.
El hongo humanoide levantó un brazo, y de su cuerpo brotaron esporas brillantes que llenaron el aire con un brillo espectral. "Esto no es solo un ataque físico," dijo Nine Sharon, sonriendo. "Mushkin puede adaptarse a cualquier situación. ¡Veamos qué tan rápido puedes reaccionar!"
Yenli se lanzó hacia adelante, esquivando las esporas mientras contraatacaba con una serie de golpes. "¡Eres más que solo fuerza bruta, Nine Sharon! ¡No subestimes mis habilidades!" gritó, aprovechando su agilidad para evitar el ataque de Mushkin.
Pero la criatura estaba preparada. En un instante, su cuerpo se expandió y se retorció, convirtiéndose en una masa de tentáculos que se lanzaron hacia Yenli. La joven se vio rodeada, pero mantuvo su compostura. "¡No me detendrás!" exclamó mientras se concentraba, y con un movimiento rápido, desató una onda de energía que desintegró las esporas y repelió a Mushkin.
Nine Sharon, viendo cómo Yenli luchaba, sintió una mezcla de orgullo y frustración. "¡Esto solo es el comienzo!" gritó, canalizando más energía hacia su invocación. "Mushkin, adapta tu ataque. Usa su propia energía contra ella!"
Mushkin comenzó a girar, creando un torbellino de esporas y energía, formando un ataque devastador que se dirigió a Yenli. "¡Esto es lo que significa adaptarse!" Nine Sharon se regocijó al ver cómo su invocación comenzaba a dominar el campo de batalla.
Yenli, por su parte, sabía que debía actuar rápido. "¡No puedo dejar que me atrape!" gritó, utilizando su velocidad para saltar y realizar un giro en el aire, lanzando una explosión de energía hacia el torbellino en un intento de dispersarlo.
"¡Esa es la actitud, Yenli! ¡Pero no será suficiente!" Nine Sharon sonrió, viendo cómo la pelea se intensificaba. Sin embargo, estaba decidido a encontrar la fuerza dentro de sí mismo para superar no solo a Yenli, sino también a sus propios límites.
Mientras los dos luchadores continuaban su combate, la tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo. Era una batalla entre la adaptabilidad y la resistencia, un enfrentamiento que definiría el futuro de ambos.
Nine Sharon, sintiendo la adrenalina fluir a través de su cuerpo, se lanzó al ataque, avanzando hacia Yenli con una velocidad sorprendente. Sus puños se movían como un torbellino, cada golpe destinado a desestabilizarla y aprovechar cualquier apertura. Con la ayuda de Mushkin, su invocación, logró un enfoque aún más agresivo, atacando en conjunto.
"¡No puedes escapar de esto!" gritó Nine Sharon mientras lanzaba una serie de golpes rápidos, cada uno con la intención de abrumar a Yenli. Cada puñetazo iba acompañado por el movimiento de Mushkin, que disparaba esporas y tentáculos en direcciones impredecibles, creando un efecto combinado que dificultaba aún más la evasión.
Yenli, a pesar de la presión, se mantuvo firme. "¡No soy tan fácil de vencer!" exclamó mientras bloqueaba uno de los golpes de Nine Sharon y contraatacaba con una patada precisa hacia su torso. Sin embargo, Mushkin reaccionó rápidamente, interponiendo un tentáculo que desvió el ataque.
La batalla se intensificó. Nine Sharon comenzó a adaptar su estrategia, utilizando los movimientos de Mushkin para cubrir sus propias acciones. "¡Siente el poder de la adaptabilidad!" dijo mientras atacaba con más fuerza y rapidez, logrando que Yenli se viera obligada a concentrarse en ambos adversarios.
"¡Espera! ¡No tengo tiempo para esto!" Yenli gritó, saltando hacia atrás y tomando un respiro. Concentró su energía, su mirada fija en Nine Sharon y Mushkin. "Debo encontrar una manera de romper esta combinación."
Con un movimiento fluido, realizó una serie de sellos de manos, canalizando energía en su puño. "¡Esta vez no escaparás!" exclamó, y una esfera de energía brilló intensamente en su mano, expandiéndose rápidamente. "¡Explosión de energía!"
El ataque fue lanzado hacia Nine Sharon y Mushkin, quien estaba justo al lado de él. Nine Sharon se dio cuenta demasiado tarde. "¡Mushkin, escapa!" gritó, pero el ataque ya estaba en el aire.
Sin embargo, Mushkin mostró su verdadera adaptabilidad. Sus tentáculos se extendieron, creando una barrera de esporas que absorbió parte del impacto, aunque aún recibió un golpe considerable. Nine Sharon fue empujado hacia atrás, pero no antes de que reaccionara.
Con el impulso de la explosión detrás de él, Nine Sharon se impulsó hacia adelante, aprovechando la confusión y la energía residual de la explosión para lanzar un poderoso ataque. "¡Ahora, Mushkin! ¡Fusión de ataque!"
Yenli, recuperándose rápidamente, se dio cuenta de la amenaza que se avecinaba. "¡No dejaré que me atrapen!" gritó, preparándose para defenderse.
La invocación de Nine Sharon se lanzó hacia Yenli, uniendo sus poderes en un solo ataque devastador. Los tentáculos y golpes de Nine Sharon se combinaron en un único embate, creando una ola de energía que se dirigía directamente hacia ella.
"¡No me rendiré!" Yenli gritó, levantando su mano y creando una barrera de energía. "¡Defensa total!" La esfera de energía rodeó su cuerpo, intentando resistir el ataque combinado.
El impacto fue brutal. La explosión de energía resonó por toda la ciudad, iluminando el cielo nocturno. El suelo tembló bajo la fuerza de los dos poderes chocando, y ambos combatientes se vieron empujados por la onda expansiva.
Mientras la luz se disipaba, Nine Sharon y Yenli se encontraron de pie, cada uno con su energía al límite, pero determinados a seguir luchando. "Eres fuerte, Yenli," dijo Nine Sharon, jadeando. "Pero esto no ha terminado."
Yenli, con una mirada decidida, respondió: "Lo sé, y estoy lista para todo. ¡No me subestimes!" Ambos se prepararon para el siguiente intercambio, la tensión palpable en el aire, sabiendo que el desenlace de su pelea estaba por llegar.
La explosión de sus golpes resonó en el aire, creando un eco que se sintió a lo largo de la ciudad. Ambos combatientes se vieron lanzados hacia direcciones opuestas, pero rápidamente se recompusieron en el aire, mirando a sus oponentes con determinación.
Nine Sharon se impulsó hacia arriba, sus ojos centelleando con energía iracunda. "¡No escaparás de mí, Yenli! ¡Voy a terminar esto ahora!" Se lanzó hacia ella como un proyectil, concentrando toda su energía en su puño. A su alrededor, el aire se distorsionaba por la presión de su poder acumulado.
Por otro lado, Yenli no se quedó atrás. Con un giro elegante, creó un torbellino de energía a su alrededor. "¡No lo creo! ¡Tengo mucho más para dar!" Con un salto audaz, se enfrentó a Nine Sharon, ambos listos para intercambiar golpes.
En el cielo, los puños de ambos chocaron, generando ráfagas de energía que iluminaban el horizonte como fuegos artificiales. Los destellos de luz se expandían en todas direcciones, deslumbrando a cualquiera que pudiera mirar hacia arriba. Cada golpe era más fuerte que el anterior, y la intensidad de la batalla crecía exponencialmente.
Nine Sharon lanzaba combinaciones rápidas, un golpe tras otro, intentando desgastar a Yenli. "¡No puedes seguir así para siempre!" exclamó mientras realizaba un giro rápido, utilizando su velocidad para intentar atraparla con un golpe lateral.
Sin embargo, Yenli, con su agilidad sobresaliente, esquivó el ataque. "¡Eso crees!" respondió, contraatacando con un golpe ascendente que alcanzó la mandíbula de Nine Sharon, enviándolo aún más alto en el cielo.
A medida que subían, sus poderes se desataban. Ráfagas de energía se cruzaban en el aire, creando una danza caótica de destellos que iluminaban el cielo. Cada vez que se golpeaban, una explosión de luz y sonido resonaba, como si el mismo universo estuviera respondiendo a su batalla.
Nine Sharon, sintiendo que la pelea se intensificaba, utilizó su invocación, Mushkin, para atacar desde abajo. "¡Ahora, Mushkin! ¡Distráela!" gritó, y el monstruo humanoide se lanzó hacia Yenli, lanzando esporas de energía que buscaban atraparla.
Yenli, sin embargo, no se dejó intimidar. "¡Me enfrentaré a ambos!" exclamó, creando un escudo de energía a su alrededor que absorbió el impacto de las esporas. Luego, con una explosión de poder, lanzó su propio ataque hacia Nine Sharon. "¡Tormenta de energía!"
La energía se disparó en su dirección, iluminando el cielo oscuro. Nine Sharon se dio cuenta de que no podía evitarlo, así que canalizó su propia energía en un contraataque. "¡Viento de furia!" gritó mientras sus puños chocaban contra el ataque de Yenli, creando otra explosión en el aire.
Ambos combatientes se vieron envueltos en un espectáculo de luces brillantes y ondas de choque que reverberaban por toda la zona. Nine Sharon y Yenli continuaron atacando y esquivando en una coreografía mortal, donde cada golpe podría ser decisivo.
Las ráfagas de energía seguían volando en todas direcciones, mientras la batalla alcanzaba un clímax. Ambos luchadores sabían que solo uno podría prevalecer, y la decisión de quién sería se estaba acercando rápidamente.
Ambos combatientes, exhaustos por el uso excesivo de sus poderes, sintieron cómo la energía que antes los envolvía comenzaba a desvanecerse. Nine Sharon se levantó, destransformado y con una determinación renovada. Sabía que tenía que aprovechar su velocidad y técnica, así que corrió hacia Yenli con la intención de sorprenderla.
Con movimientos rápidos y precisos, empezó a golpear en los puntos vitales, buscando debilitar a su oponente. Sin embargo, Yenli, aún ágil a pesar de la fatiga, logró esquivar la mayoría de los ataques. Con una sonrisa desafiante, contraatacó, lanzando dos golpes certeros hacia Nine Sharon. Uno golpeó en su costado, y el otro en su rostro, haciéndolo tambalear ligeramente.
A pesar de la sorpresa, Nine Sharon recuperó rápidamente el equilibrio y, con un giro hábil, respondió con un puñetazo directo al estómago de Yenli. La fuerza del golpe la hizo encorvarse, pero no se rindió. Con un movimiento ágil, se enderezó de inmediato y lanzó una patada hacia Nine Sharon, que logró bloquear, aunque la fuerza del impacto resonó en su brazo.
Ambos luchadores sabían que sus habilidades estaban al límite, pero la adrenalina de la batalla los mantenía en movimiento. Nine Sharon, con una mezcla de estrategia y furia, empezó a combinar sus ataques, tratando de anticipar los movimientos de Yenli. Ella, por su parte, utilizó su agilidad para girar y saltar, evitando los golpes mientras buscaba abrirse paso para golpear a Nine Sharon.
En una rápida secuencia de movimientos, ambos intercambiaron golpes, una danza caótica de puños y patadas, cada uno tratando de superar al otro. La pelea se volvió más intensa, la habilidad y la velocidad eran sus mejores armas en este enfrentamiento a corta distancia.
Finalmente, después de una serie de intercambios, Nine Sharon logró conectar un gancho que impactó en la mandíbula de Yenli, llevándola a retroceder. Pero ella, sin perder la oportunidad, se lanzó hacia adelante con un último esfuerzo, golpeando a Nine Sharon en el abdomen y empujándolo hacia atrás.
Ambos, exhaustos y con las respiraciones entrecortadas, se miraron fijamente, sabiendo que estaban cerca de sus límites. La lucha estaba lejos de terminar, pero el respeto mutuo crecía con cada golpe intercambiado.
Yenli Nasco, con una determinación final y una explosión de energía residual, lanzó un último golpe directo al pecho de Nine Sharon. El impacto fue contundente, y Nine Sharon sintió como si el aire fuera expulsado de sus pulmones. Con una expresión de sorpresa y agotamiento, cayó al suelo, sucumbiendo al desgaste de la batalla.
Mientras tanto, Yenli, apenas manteniendo el equilibrio, sonrió triunfante al ver a su oponente en el suelo. Sin embargo, su celebración fue breve, ya que la fatiga acumulada la alcanzó rápidamente. En un giro inesperado, cayó sobre Nine Sharon, ambos agotados y respirando con dificultad.
Mientras yacían en el suelo, Yenli miró a Nine Sharon, su corazón aún latiendo con fuerza. "No creí que fueras tan fuerte", dijo, con una sonrisa de satisfacción. Nine Sharon, entre risas y jadeos, respondió: "Lo mismo digo. Eres una oponente formidable".
El ambiente alrededor de ellos se calmó. Las sombras de la batalla empezaban a desvanecerse mientras la luz del atardecer iluminaba el cielo, creando un paisaje casi surrealista en el que ambos luchadores descansaban tras su feroz enfrentamiento. Aunque exhaustos, había una nueva comprensión entre ellos, un respeto mutuo forjado en el calor de la batalla.
Ambos se miraron, y después de unos segundos de silencio, Nine Sharon dijo: "Si seguimos así, podríamos convertirnos en buenos aliados". Yenli asintió, todavía recuperándose, pero sintiendo que la lucha había fortalecido no solo sus cuerpos, sino también sus espíritus.
"¿Te parece si dejamos las hostilidades por ahora?" sugirió Yenli, extendiendo su mano hacia él. Nine Sharon sonrió, tomando su mano y ayudándola a levantarse. "De acuerdo, al menos hasta la próxima vez que nos encontremos en un campo de batalla".
Ambos se levantaron, aún con la sensación de la batalla en sus cuerpos, pero con una nueva conexión entre ellos, listos para enfrentar lo que el futuro les deparara.
Mientras Nine Sharon y Yenli se recuperaban de su intensa batalla, ella decidió romper el hielo con un gesto inesperado. Con una sonrisa traviesa, sacó su dispositivo y le ofreció su número. "Si alguna vez quieres entrenar o necesitas ayuda, aquí tienes mi número", dijo, dándole un toque amistoso a la situación.
Nine Sharon, sorprendido por el gesto, se sonrojó ligeramente. Intentó disimular su reacción, diciendo: "Ah, eh... gracias. Debe ser el calor de la batalla". Sin embargo, no pudo evitar sentir una atracción por Yenli, algo que no había experimentado con nadie en mucho tiempo.
Mientras se guardaba el número en su dispositivo, sintió un cosquilleo en su estómago. Había algo en la forma en que Yenli se movía, su confianza y su fuerza, que lo atraía de una manera que no podía ignorar. "No esperaba que fueras tan fuerte y... interesante", agregó, intentando cambiar de tema para ocultar su rubor.
Yenli, al notar su nerviosismo, sonrió de manera pícara. "A veces las apariencias engañan. ¿Quién sabe? Tal vez podamos hacer de esto una rivalidad amistosa".
Nine Sharon asintió, sintiendo que la conexión que habían formado durante la pelea era más que una simple competencia. "Me gusta esa idea. Sería genial tener a alguien como tú en mi esquina, y quizás incluso podamos aprender el uno del otro".
Ambos se miraron, compartiendo un momento de comprensión y camaradería. La rivalidad que había comenzado en el campo de batalla se transformaba en una promesa de futuras alianzas y amistad. A pesar de sus diferencias, había un respeto mutuo que había florecido en el calor de la lucha.
"Bueno, entonces. Estaré esperando tu llamada", dijo Yenli, guiñándole un ojo antes de tomar un paso atrás y comenzar a alejarse. Nine Sharon, aún sonrojado, la miró marchar con una sonrisa en su rostro, sintiendo que este encuentro había cambiado algo dentro de él.
Mientras se preparaba para marchar, pensó en lo que había pasado. "¿Una nueva rivalidad, o algo más?" se preguntó, sintiendo que el destino había traído a Yenli a su vida de una manera inesperada. Con determinación renovada y una chispa de emoción, se dio la vuelta y se dirigió a su próximo entrenamiento, pensando en cómo sería la próxima vez que se encontraran.
Fin.