webnovel

Harry Potter: Linajes Entrelazados

Harry Potter muere en su enfrentamiento con Quirrell, pero la Muerte decide que le concederá al último del linaje de Ignotus Peverell una nueva oportunidad. Harry es enviado al pasado donde conocerá a la contraparte de un mundo alternativo del mismísimo Voldemort. AU - Fem Riddle. [Emparejamiento: Harry James Peverell/Emily Merope Riddle] [Este FanFic contiene mucha creación de Mundos, y es mi visión ampliada del Mundo de Harry Potter, esta historia estará repleta de magia original, personajes originales, locaciones y tramas no canon] [No soy propietario de Harry Potter, los derechos de Propiedad corresponden a J.K.Rowling, solo me atribuyo el crédito por tramas y personajes originales, parte de esta historia estará basada en los datos canon de la cronología de la Guerra Mágica Global]

IgnathiusNZX · หนังสือและวรรณกรรม
เรตติ้งไม่พอ
14 Chs

Pociones (reescrito).

Era el tercer día de clases, y Harry se mantenía bastante aislado del resto de los primeros años de la Casa de Slytherin, y por ser el mismo un Slytherin, los primeros años de las otras Casas no querían relacionarse con el si podían evitarlo.

El día prometía ser igual de aburrido y desastroso para Harry como habían sido los dos anteriores, y como si las cosas ya no fueran lo bastante desalentadoras, ese día, los primeros años de Slytherin tendrían su primera clase de pociones. La materia que menos le gustaba a Harry… claro, es posible que no fuera tan mala esta vez, después de todo, no tendría que lidiar con el profesor Snape en esta ocasión, ni en ninguna otra.

Después del primer día, Harry no había vuelto a comer en el Gran Salón, prefería quedarse en las nada despreciables habitaciones que se encontraban al interior de su baúl. Sus comidas eran provistas directamente por Tuffy, quien luego de que Harry la llamara decidido quedarse en Hogwarts y velar por las necesidades del joven señor de la Casa Peverell.

Emily seguía igual de distante y fría, aunque ya no lo evitaba directamente.

El resto de los primeros años simplemente se mantenían alejados, y Harry no hizo esfuerzo alguno por relacionarse con ellos, él, después de todo no era muy sociable. Y las únicas personas con las que había hablado en su primer año, antes de que Grim lo enviara a este mundo, habían sido Ron y Hermione, quienes eran los que solían iniciar las conversaciones, y de quienes Harry no había sido capaz de alejarse por un motivo u otro.

Al menos me dejaran tranquilo. Pensaba Harry mientras alistaba sus materiales de pociones y su libro, 'El Gran Libro de las Pociones'. Que por cierto, contenía explicaciones además de simplemente un listado de recetas de pociones, y era mucho más adecuado para aprender que el libro que Snape requería para la clase.

Eso, al menos, mantenía a Harry con una ligera expectación sobre la asignatura, tal vez pociones no era una mala clase, sino más bien, que Snape simplemente era un mal maestro. El profesor de Pociones, era el jefe de la Casa de Slytherin, un hombre un poco pasado de peso, llamado Horace Slughorn, quien había mirado a Harry con interés cuando escucho su apellido.

Harry había notado que varios profesores parecían tener bastante interés en él, o al menos en el nombre de su familia. De entre ellos, el profesor Slughorn era uno de los más moderados al demostrar interés, su mirada simplemente brillo calculadoramente cuando escucho el nombre de Harry en la ceremonia de Selección. Por otra parte, el profesor Dumbledore había sido, cualquier cosa menos sutil. Su mirada evaluadora y el gran interés que mostraba inconscientemente ponían a Harry muy nervioso.

Harry abandono la pequeña oficina que Tuffy había acondicionado para el (originalmente era un pequeño almacén), y emprendió la marcha hacia el aula de Pociones.

Al abandonar su baúl, miro por un instante en torno a su habitación en los dormitorios de Slytherin, tras lo que salió al pasillo y emprendió su camino a paso pausado en dirección al aula, para fortuna de Harry, el aula se encontraba en las mazmorras a solo un pasillo de distancia de la Sala Común de Slytherin.

Al llegar al aula, Harry se encontró chocando contra una estudiante de Ravenclaw que parecía tener mucha prisa para llegar a la clase.

Era una niña de cabello castaño opaco peinado con una gruesa trenza rematada con una liga de color azul, tenia ojos oscuros, Harry fue incapaz de ver correctamente el color.

La niña había llegado corriendo, y chocó contra un Harry que no estaba prestando atención a su camino, acabando ambos en el suelo.

La niña, sin frenar un instante, se levanto de un salto y entro al aula después de dirigir una mirada de disculpa a Harry.

El joven Peverell se quedó allí por un minuto, perdido en sus pensamientos e incredulidad, hasta que una voz lo llamo detrás de su espalda.

—¿Qué haces sentado en el suelo? —pregunto con tono incrédulo la voz de Emily, que ciertamente sonaba desconcertada.

—¿Tal vez se tropezó y cayo? —conjeturo otra voz, mucho mas suave y cálida, probablemente Dorea, pensó Harry.

—Si eso hubiera pasado, se habría levantado —refuto Emily.

Harry se sintió muy avergonzado, y se levantó del suelo con el rostro sonrojado.

—Yo… ¿me caí? —explico Harry de forma poco convincente.

—Si, eso lo notamos, ¿no es así Dorea? —contesto sarcásticamente Emily.

Harry volteo para mirar a las niñas, y vio a Dorea asentir reflexivamente a la pregunta de broma de Emily.

Sintiendo que su sonrojo se hacia más profundo, Harry desvió la mirada.

—Yo… puede que haya chocado con alguien y luego… bueno… simplemente me espacie —se explicó Harry.

—Aja… Y bueno, ese alguien… ¿era una chica? —pregunto Emily cruzando los brazos y dando un ceño fruncido a Harry.

—Err... ¿sí? ¿Por qué? —contesto Harry nervioso.

—Ya veo… —murmuro Emily poniendo los ojos en blanco aparentemente molesta— Vamos, Dorea. Harry es más que capaz de entrar al aula solo, después de todo, si no fuera así de independiente no se alejaría de todos —indico Emily, dirigiendo a Harry una mirada despectiva.

Harry las siguió en silencio, sin ánimos para discutir con Emily, especialmente tras notar que por algún motivo su humor se agrio de un momento a otro.

El aula era oscura, y bastante fría, sentado frente a su escritorio se encontraba el profesor Slughorn, quien al notar la llegada de más estudiantes simplemente indico con la cabeza que pasaran y tomaran asiento. Harry lo escucho lanzar el encantamiento reloj, 'Tempus' y luego ponerse de pie.

Harry se sentó en la misma mesa que Emily y Dorea, frente a el había un pequeño quemador mágico usado para calentar calderos, frente a cada niña había uno igual.

—Muy bien, ya estamos sobre la hora —dijo el profesor Slughorn— es un verdadero placer darles la bienvenida a este año escolar. Se que muchos de ustedes pueden no sentirse muy atraídos a la idea de preparar pociones, y si bien es cierto que esta es una de las ramas de la magia más… por así decirlo mundanas, puedo asegurarles que les será extremadamente útil en diversas circunstancias.

Se tomo un descanso para dirigir una mirada animada a todos los estudiantes.

—Me temo que a muchos les parecerá repetitivo y tedioso, pues la elaboración de pociones es algo metódico, y requiere una gran paciencia —continuo— Existen diversas pociones cuyos tiempos de preparación abarcan meses, e incluso se dice que existen brebajes que toma años preparar —añadió— No obstante, estoy completamente seguro que todos ustedes serán capaces de aprobar esta asignatura, no simplemente con un modesto 'Aceptable' sino, me atrevo a decir que con al menos un 'Supera las Expectativas'.

Continuo con tono animado mientras parecía analizar las reacciones de los estudiantes a sus palabras.

—Ahora, comencemos —dijo entonces— en esta primera clase prepararemos la 'Cura para Forúnculos' es una poción curativa y estética que se cuenta entre las más básicas. Pueden consultar sus libros de texto, 'El Gran Libro de las Pociones' en la página ciento seis.

Harry abrió el libro tal como Slughorn indico, y procedió a leer los ingredientes.

—Por cierto, recomiendo reemplazar las púas de puercoespín con espinas de shrake, eso evitara que sufran de una reacción adversa durante la preparación si se olvidan de apartar el caldero del fuego antes de realizar el paso que involucra dicho ingrediente.

Harry se maravilló ante el hecho de que este profesor realmente diera instrucciones y recomendaciones.

Parecía ser que Pociones seria una asignatura que seria capaz de apreciar después de todo, incluso podría llegar a gustarle.

La receta era la siguiente:

1. Ingredientes:

· Agua de Manantial (500ml)

· 6 colmillos de serpiente (procure que no sea venenosa)

· 7 babosas cornudas.

· 2 púas de Puercoespín.

· Un vial de mucosidad de gusarajo.

· 5gr de raíz de jengibre en polvo.

· 3 cebollines malolientes.

· Un manojo de ortigas secas.

2. Instrumentos requeridos:

· Un caldero peltre n°3

· Agitador de cristal.

· Un mortero.

· Un tamiz.

Harry comenzó a preparar su poción luego de reunir y verificar todos los ingredientes requeridos.

Encendió su quemador primero, luego, siguiendo las instrucciones en el libro, vertió los 500ml de agua de manantial en el caldero, antes de ponerlo sobre el fuego.

Mientras esperaba a que el agua hirviera, Harry preparo el siguiente ingrediente conforme a la receta, media cucharadita de jengibre en polvo 2.5 gramos aproximadamente, una vez que el agua comenzó a burbujear, Harry añadió el jengibre y procedió a preparar el siguiente ingrediente.

Harry procedió a moler los colmillos de serpiente hasta que se convirtieron en polvo fino, luego se mantuvo esperando a que su poción se tornara de color amarillo claro, una vez que el color fue el correcto, Harry espolvoreo los colmillos de serpiente en polvo usando el tamiz, tras lo cual procedió a remover la poción tres veces en el sentido de las agujas del reloj cada tres minutos.

Hasta que la poción cambio de amarillo a rojo oscuro. Una vez llegado a ese punto, Harry agrego dos babosas cornudas picadas, y comenzó a remover, esta vez, siete veces en sentido antihorario cada cinco minutos. Hasta que la poción se torno de un tono morado oscuro.

Tras ello, procedió a añadir los cebollines malolientes cortados finamente, y espero a que la poción se volviera más azulada que morada. Cuando ocurrió por fin, puso el resto del jengibre en polvo, junto con el resto de las babosas cornudas picadas. Espero removiendo tres veces en sentido horario antes de remover tres veces en sentido antihorario, con lo que la poción se tornó de un feo tono verdoso.

Temiendo haberse equivocado, Harry procedió a repasar la receta, determinando que solo le faltaba añadir las púas de puercoespín, pero tras pensar un momento, decidido ir con la recomendación del profesor, y reemplazar las dos púas de puercoespín con cuatro espinas de shrake.

La poción lentamente se fue volviendo de un tono azul, parecía estar perfectamente preparada, como el libro indicaba. Por lo que Harry apago el fuego de su caldero, y decidió envasar su poción para entregar una muestra al profesor.

Pero antes de que pudiera hacerlo, el profesor anuncio en voz alta.

—Vaya, tres estudiantes ya han completado sus pociones, ¡Y con gran éxito además! —dijo con tono jovial y alegre— Bien hecho, señorita Black, señorita Riddle y señor Peverell, he de felicitarlos, terminaron casi exactamente al mismo tiempo. Aunque, de los tres, el señor Peverell es el único que opto por seguir mi recomendación y usar espinas de shrake en lugar de púas de puercoespín. Mm… si, notable, el color es correcto, los tres. Y aun queda la mitad del periodo.

Pareció pensar por un momento y luego pregunto.

—Señor Peverell, ¿Cuál fue su motivación para no usar las púas de puercoespín? O… ¿es que acaso sabe lo que pasaría si hubiera añadido las púas sin apartar el caldero del fuego como hizo al añadir las espinas de shrake?

Harry realmente recordaba muy bien lo que pasaría, después de todo, lo vio de primera mano en la primera clase de Snape.

—El caldero se habría derretido, señor —contesto Harry— y si el contenido salpicara la piel de alguien haría lo contrario al objetivo de la poción, provocando la aparición de forúnculos en lugar de curarlos. —añadió recordando lo que ocurrió con Neville en aquel entonces.

—¡Esplendido! —exclamo con una gran sonrisa el profesor— Lo que dice el señor Peverell es correcto, las púas de puercoespín en esta poción acaban por ser un ingrediente bastante temperamental y un tanto peligroso, una poción que se mantiene al fuego al momento de añadir las púas será completamente contraproducente, pues al contacto con la piel producirá unos muy dolorosos forúnculos que solo se harán mas grandes y dolorosos si tratas de aplicar la Cura para Forúnculos perfectamente preparada, y requerirá de un Medimago o una medibruja muy hábil para tratarlos. ¡Diez puntos para Slytherin por su conocimiento, señor Peverell! ¡Y cinco puntos a ustedes tres por pociones perfectas! Si gustan pueden retirarse, dejen sus calderos tal como están, esa poción servirá para abastecer el ala del hospital.

Harry alisto sus cosas, y abandono el aula junto a Emily y Dorea, una vez que estuvieron fuera. Emily miro a Harry con diversión.

—Conque… Forúnculos muy dolorosos… No me digas… ¿Alguna vez te paso? —pregunto sin poder reprimir del todo una risa de diversión.

Harry la miro incrédulo, pues Emily, desde lo que paso con Abraxas Malfoy y su grupo, no se había comportado amistosamente con Harry en lo mas mínimo, por lo que, el que se riera de él era honestamente una gran mejora.

—No… no a mi… pero conocía a alguien a quien le paso… —contesto Harry nervioso, pues no podía explicar a quien y cuando paso tal cosa.

—Ya veo… —contesto ella con cara seria, antes de estallar en una sonrisa de oreja a oreja notablemente falsa— el joven Lord Peverell está demasiado avergonzado de haber cometido tal error —añadió Emily sarcástica— después de todo, con forúnculos definitivamente no podría conocer chicas, ¿no? —dijo antes de darle la espalda, molesta por un motivo que Harry no entendía.

—Lo siento —susurro Dorea antes de comenzar a seguir a Emily— ella… solo se siente bastante sola… ¿tal vez esperaba que la buscaras después de su pelea?

Se alejo antes de que Harry pudiera preguntarle sobre la pelea a la que se refería, el estaba seguro de que no había discutido con Emily, era ella la que le había gritado de la nada, cuando el, por su parte solo quería ayudarla.