Bofetadas, Ronda 2 (2)

Sin embargo, tan pronto como habló, Sefiro se dio cuenta de que algo andaba mal.

Sintió una sensación de frío en el cuello y comenzó a doler.

Lo tocó y sintió algo pegajoso en sus dedos. Luego olió sangre. Cuando vio su mano, casi se desmayó.

"Sangre, sangre, sangre ... ¡Hay tanta sangre!"

Sefiro se puso pálido. Miró a Feng Wu con una mirada de asombro en sus ojos. "Tú, tú ..."

Solo sintió la herida en la garganta cuando vio la sangre. El miedo a perder la vida la abrumó.

Duele…

Sefiro quería decir algo, pero luego se dio cuenta de que no podía hablar.

Sintió el corte en su garganta y su dificultad para respirar la hizo temblar de la cabeza a los pies.

Aplaudiendo, Feng Wu se puso de pie y miró a Sefiro con una sonrisa. "Habilidades de asesinato muy impresionantes".

Sefiro casi la había atrapado.

Sefiro se tapó la garganta, pero la sangre seguía brotando y no pudo detenerlo.

Pronto, la sangre se puso verde.

Con el paso del tiempo, el verde se volvió más oscuro hasta convertirse en un color verde tinta.

Sefiro entró en pánico y buscó algo en sus mangas y bolsillos, pero no pudo encontrarlo en su estado de pánico.

"Antídoto, ¿dónde está mi antídoto?"

Su espada estaba cubierta de veneno y, a juzgar por el pánico que tenía, tenía que ser letal.

Sefiro estaba tan nerviosa que tiró al suelo todo lo que tenía en las mangas y los bolsillos.

Había un espejo, una caja de maquillaje, un peine ... y un montón de cosas más.

Con un gesto de la mano de Sefiro, apartó todo. Pronto, encontró una botella de porcelana del tamaño de un dedo.

Cuando Sefiro vio la pequeña botella, saltó sobre ella como si estuviera viendo a su salvador.

Sin embargo -

Feng Wu casi había sido asesinado por Sefiro en ese momento, así que, por supuesto, no dejaría que eso sucediera.

Con un movimiento de su espada, la pequeña botella voló por el aire y rodó por la pendiente.

"Tú -"

Sefiro miró a Feng Wu con odio, como si quisiera perforar a Feng Wu con sus ojos inyectados en sangre.

Pero Feng Wu solo se limpió las manos con palmaditas y sonrió casualmente.

No importa lo mucho que Sefiro mirara a Feng Wu, no había nada que pudiera hacer. Primero tuvo que correr tras la botella. Después de todo, lo más importante era mantenerse con vida.

La botella rodó por la pendiente, al final de la cual había un acantilado.

Sefiro no tuvo tiempo de llegar a pie, así que saltó del caballo y rodó cuesta abajo.

Cuando finalmente atrapó la botella, la mitad de su cuerpo estaba sobre el acantilado.

Eso estuvo cerca -

No hubo tiempo de abrir la botella, así que la aplastó y vertió el polvo blanco en la herida de su garganta.

" Tos, tos - "

Como tenía tanta prisa, Sefiro respiró hondo y se atragantó con el polvo. Tosió con tanta fuerza que pensó que iba a toser con los pulmones.

Uf ...

Sefiro finalmente se sintió aliviado después de usar el antídoto.