webnovel

Cap 8

¡Adad!

Una voz dulce y suave me llamó, haciéndome girar.

Tasha.

Frente a mí estaba Tasha Hall, una persona importante para el futuro de la historia.

Su cabello y ojos azul marino parecían del color del mar profundo.

Aunque su belleza se veía reducida gracias a su rostro que tenía un gran ceño fruncido.

¿Por qué no le dijiste nada a mamá?

Entonces vino a hablar de ello, aunque no era extraño.

Elena se derrumbó cuando se enteró de lo que me esperaba en el futuro y de los riesgos de seguir cerca de ellos.

En ese momento ni siquiera yo entendía lo que debía hacer.

Cuando la vi llorar no sentí nada que me impulsara a consolarla, aunque por alguna extraña razón se me hizo un nudo en la garganta que sólo duró un rato.

Qué quería que le dijera. Tengo que irme si no quiero morir.

Mi respuesta hizo que Tasha diera un grito de sorpresa. Ella sabía que era verdad.

Continué mi camino hacia mi habitación, pensando en las grandes escuelas de espada cuando sentí que algo tiraba de mi camisa.

Que te pasa Adad.

Tú no eres así eres alguien feliz, que siempre busca lo mejor para los demás aunque tengas que irte, al menos deberías haber abrazado a mamá.

Me quedé mirando los ojos de Tasha.

Que debo decir, la razón por la que no hice nada de lo que ella dijo es porque no soy Adad al menos no el que conocí.

El Adad que conoces ya no existe, Tasha.

¿Por culpa de Emilia? Yo tampoco entiendo la razón por la que te trato así, pero no es suficiente para justificar tu comportamiento.

Tasha siguió hablando de un sinfín de cosas que no escuché, quería ir a mi habitación.

No tiene nada que ver con Emilia .... Sólo que no quiero seguir siendo débil.

Después de soltar la típica frase de un protagonista cuando se separa de todo para ir a entrenar durante unos años, me dirigí a la habitación, hoy tenía mucho sueño.

El traqueteo resonaba dentro del vagón. Donde un par de hermanos estaban sentados uno frente al otro.

La chica parecía querer romper el silencio, pero al ver el rostro totalmente desinteresado del chico que tenía enfrente, cerró la boca.

Pasó un poco más de tiempo antes de que la chica de pelo azul oscuro finalmente hablara.

Este es tu segundo semestre, ¿no es así Adad?

dije mientras mantenía una sonrisa en el rostro. Llevamos cinco horas de camino a la academia de la capital y ninguno de los dos ha dicho nada.

La última vez Adad no paraba de sonreír y de mostrar lo emocionado que estaba por entrar en la academia, pero ¿ahora?

Soy un año más joven que tú y estás a punto de entrar en el cuarto, así que supongo que sí.

O, Ohh eso es cierto. Jaja.

A que tonto, no podría haber hecho una pregunta mejor. En vez de aligerar el ambiente lo he empeorado aún más.

Hace una semana que no tenemos ninguna conversación mínimamente larga.

O mejor dicho, con nadie, excepto con padre que supongo que hablo sólo para ver sus opciones de estudiar la espada.

Todavía me arrepiento de haber intentado regañarle. Pensé que le haría ver que debería haberle dicho algo a mamá.

Pero no me di cuenta de que él también estaba preocupado.

Cómo no iba a estarlo si tiene que dejarlo todo para ir a entrenar quién sabe cuántos años en un arte de la espada, en algún lugar alejado de toda civilización.

Uhmm

Debo disculparme. Si esto sigue así sólo se va a poner más incómodo.

Hemos llegado al campamento.

Dijo el jefe de los caballeros que nos escoltaban a través de la ventana.

"Justo cuando iba a hablar". Pensé

Detuvimos nuestro viaje en una pequeña aldea a un lado del camino hacia la capital. Si seguíamos el camino llegaríamos a la capital en cinco horas más, creo.

El sol ya empezaba a ponerse, haciendo que las sombras de los árboles se extendieran dando al bosque más miedo del que tiene.

Viajar al atardecer es bastante peligroso no sólo por el gran número de bandidos. Aunque estos suelen detenerse al ver un carruaje con un escudo noble.

También están los monstruos. Que a pesar de no ser muchos debido al tamaño del bosque son suficientes para hacernos perder tiempo e incluso podemos llegar a ver alguno de rango C o B.

Después de una buena cena decidí dar una vuelta por el pueblo. Las casas eran de barro y ladrillo cubiertas de mana, aunque con un procedimiento de revestimiento claramente rústico.

No había mucho que ver, aparte de los animales de cría y alguna que otra bestia de maná domesticada. Al pie de una pequeña colina había una casa un poco más grande que las demás, la del jefe de la aldea, supuse.

¡¡¡¡AAAAAAHHHHHHH!!!!

Un grito desgarrador resonó haciéndome girar.

No tardé en identificar de dónde procedía.

Del campamento.

Cuando llegué no pude evitar la sorpresa.

Los caballeros estaban luchando contra un gran número de bandidos que sumaban más de 40, el doble de nuestros soldados.

Tomé el pequeño bastón que llevaba en la cintura y conjuré una masa de agua que golpeó a un bandido, haciendo una abertura en su defensa que fue aprovechada por uno de nuestros caballeros.

Los cuerpos se amontonaban lentamente en el camino mientras yo buscaba a Adad.

A lo lejos pude ver al señor jefe de los caballeros que nos habían acompañado paladeando con un enorme hombre de piel oscura.

Ruuumble

Un rayo plateado retumbó en la distancia y rápidamente corrí hacia allí.

Cuando llegué, lo que me llamó la atención no fue lo gélido que estaba el entorno junto con el hielo visible en el suelo.

Era un joven de pelo azul platino que sostenía una espada en su mano derecha.

Y a sus pies yacía un hombre del que brotaba una gran cantidad de sangre que formaba un gran charco.

Adad blandió su espada, tomándola con las dos manos y la bajó bruscamente y sin pausa.

La espada se clavó directamente en el cráneo del hombre, deteniendo sus espasmos.

Mis ojos llenos de asombro se encontraron con los suyos y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

Su expresión era indiferente, como si no acabara de asesinar, si no de pisar una hierba en el camino.

Si te gusta la historia por favor añádela a tu biblioteca, vota y comenta.

Gracias por leer~.

Cale_Trcreators' thoughts