*Después de escuchar cómo mi padre y demás humillaban a mi familia, quería desaparecer. Se supone que debía protegerlos, pero la idea de pelear contra mi propio padre me frustraba. Un sentimiento de claustrofobia me envolvía: sentía que todas las miradas se dirigían hacia mí, así que me tapé las orejas, arrodillé y pensé…*
Kouji: "¡Espabila Kouji! Espabila, no es papá." *Trataba de decírmelo constantemente para que yo mismo lo creyera. Pronto, levanté la cabeza para darme cuenta de que nadie me veía a mí.*
Kouji; —Mira con miedo a su alrededor— ¿Qué es esto?, pero… ¿Qué está pasando? * Todo era un alboroto: algunos peleando, otros dirigiendo una mirada con odio o desprecio a quien tenían en frente y los demás llorando de rodillas pidiendo perdón, mientras, yo seguía enfrascado en mí mismo. Al observar esta escena, lo di todo por perdido. *
-Llega el jefe-
Brúdeo: ¡Vamos! ¡Separen a esos hombres y cubran a los que están arrodillados, llévenlos al centro del pueblo!
*Recuerdo que en ese momento miré al jefe y luego vi la cara de disgusto de la cosa. Ya no tenía esa sonrisa característica*
*Se escuchó, una vez más, ese sonido grotesco de regurgitar algo. Ahora era Demian quien alzaba la voz desde el otro lado de la puerta.*
Demian: Jefe, veo que has vuelto. Es triste saber que no fue por mí.
Demian: ¡¿Pensaste acaso en algún momento en ir a buscarme? ¿O es que estabas tan ocupado como siempre?!
Brúdeo: Recuerdo cuando te tuve en mis brazos, hijo mío. Sin pensarlo y saberlo, yo desde el principio ya estaba orgulloso de ti.
Demian: Mentiras, mentiras, mentiras ¡Mentiraaas! ¡Nunca escuché que salieran esas palabras de tu boca, cuando yo aún vivía!
Brúdeo: Y es lo que lamentaré el resto de mi vida. Perdón por exigirte ser el mejor, lamento que pensaras que no eras digno de mi orgullo, pero no fue así. Acepto la culpa de ser un mal padre. Por eso, hijo… quiero que sepas que siempre estuve orgulloso de ti.
Demian: Padre… -llora-
Cosa: aahhh… lo echaste a perder otra vez, pero pronto te tendré a mi lado… jijiji.
Kouji: ¿Se… fue?
Brúdeo: Está bien. Primero apareció en la puerta principal, quien primero pudo contra él fue Aldreuno. Freudo llegó justo a tiempo para mantener cuerdo a su hijo.
Kouji: Él… es muy fuerte.
Brúdeo: Al igual que tú, hijo. Todos caemos y caeremos muchas veces más. Sin embargo, no importa el número de veces que caigas, sino las veces que nos levantemos y aprendamos.
Kouji: Gracias, Jefe, ahora puedo ver con más claridad -Ve a su madre y sus hermanas arrodilladas en el suelo. Lamentando sus vidas por causa de su pasado-
Kouji: -se para y camina- ¡No soy quién para decir esto! ¡Porque también cometo errores y no les prometo que no los seguiré haciendo! ¡Pero les prometo que no los volveré a cometer dos veces! ¡Es verdad, mi padre engañó a mi madre! ¡Sin embargo, nunca más pensó siquiera en mirar a otra como lo haría con mi madre! ¡Él la amó y yo soy testigo de eso! ¡Es verdad que mi madre se conforma con poco y no está mal! ¡Además, madre, ¿Qué te impide cambiar eso ahora mismo; si no tú misma?! Eres mejor y más valiente que aquellas palabras que salieron de ese monstruo. ¡Mi hermana, cometió un error al meterse con la pareja de mi otra hermana! ¡Y soy testigo de cómo se lamentó todos los días por haberla traicionado! ¡Soy testigo de que mi hermana mayor llenó el corazón de mi otra hermana con celos sin quererlo, pero no es su culpa ni la culpa de mi otra hermana! ¡Somos humanos y cometemos errores! ¡Ambas cometieron errores! ¡Merly, es consciente de todo lo que pasó y se quedó en el pasado! ¡Pues ahora ama a su hija como si fuera su propia vida y es la razón de su existir!
Nina: mami -Mira a Merly-
Merly: -abraza a Nina- Hermana, gracias por cuidarla.
Linnethe: -la mira con ojos llorosos-
Kouji: ¡Sadeis, Braud y Aldred! ¿¡No son tus propias acciones las cuales te están juzgando ahora mismo!? ¿Con qué descaro juzgas al otro? Mira su dolor ¿Acaso no es igual al tuyo? ¿Aldred, Acaso no amabas a tu hija Sofi?
Aldred: Reconozco que al nacer no la quería. Pero cuando se me fue arrebatada mi corazón se fue con ella. Me odié por no apreciar lo que tenía delante de mí y estar celoso de Braud.
Kouji: Braud… Sé que perdiste a tu hijo, pero mira el karma de la vida. Él perdió más de lo que tú. Aún tienes a Sadeis a tu lado, y si haces las cosas bien pueden volver a empezar.
Braud: ¿Cómo podría? -Aún llevaba odio en su corazón-
Kouji: Deja ese odio en el pasado, tanto tú como ella cometieron el mismo error. Mírala… mira dentro de ella. Estoy seguro de que siempre lamentó ese error por el cual nunca pudo volver a tener un hijo. Pregúntale cuál fue su motivo.
Sadeis: -Llora- Lo lamento Braud. Perdón… yo… yo fui una mala esposa, nunca merecí tu amor. -Braud la vio, vio lo frágil que era su corazón. Y recordó cómo eran ellos antes de conocerse-
Braud: Sadeis… en qué nos hemos convertido…
Yamil: Perdón Aldred. Perdóname por no haberte contado lo que sucedió con tu hija. Es verdad que Darlo la llevó consigo, pero Sofi aceptó ir con él sabiendo lo que iba a suceder. Darlo dijo que la rescataría luego de que le entregara la medicina. Ella confió en Darlo y aceptó. Darlo pensó en decirte, mas Sofi le hizo prometer que no lo hiciera. Sofi no quería darte más problemas de los que tenías en ese momento. Sofi no quería ser una carga. Lamento no decirte, pues Darlo me hizo prometer nunca decirle a nadie más. Sé que estuvo mal… yo -llora- yo… en serio lo lamento Aldred, si quieres tomar mi vida, hazlo -llora- pero, por favor… no odies a Darlo, él siempre fue un chico bueno que no tuvo opción. Darlo siempre se arrepintió no poder haber llegado a tiempo. Cuando regresó solo halló su cuerpo sin vida y lloró su pérdida, Darlo reclamó venganza durante 3 años y asesinó a cada uno de los implicados. Y fue cuando se enteró, que todo había sido un plan del hijastro del señor feudal Seldrik.
Yamil: Darlo pasó 3 años dando caza a cada uno de sus secuaces y al propio Seldrik. Aun sabiendo que podía morir y dejar sola a Komi. Él me hizo prometer que cuidaría de ella si algo fuera a pasarle. Él fue bueno conmigo siempre y por eso lo amé, pero ahora solo es una marioneta. Lamento lo que pasó, esto no es como lo hizo escuchar. No todo es como parece, sé que los resultados son malos, pero lo que nos llevó a ellos, fueron sucesos que escapaban a nuestra capacidad. Darlo siempre se arrepintió y una vez me confesó que cuando estaba en tu presencia nunca pudo mirarte a los ojos y juró que siempre estaría en deuda contigo, por lo que hizo Sofi. No eres un mal padre Aldred, tu hija te amó y si no fuera por ella Komi no estaría conmigo. Si vas a tomar mi vida, puedes hacerlo, pero por favor, deja que Komi viva.
Komi: No Yamil, si tú te vas… yo… -lamentos-
-Aldred solo miró hacia el cielo y lloró. No era de tristeza ni de felicidad. Eran lágrimas que ayudaban a sanar y cerrar una etapa en su vida- *Aldred no sabía lo que sentía Sofi por él. Durante tantos años vivió con la idea de que su hija lo odiaba con cada parte de su ser, pero al escuchar a Yamil decirle lo contrario sintió paz. *
Aldred: Sofi… si me escuchas… quiero que sepas que lo lamento. Espero puedas perdonar a este viejo decrépito. Te extraño hija.
-Las palabras de darlo conmovieron a Braud que aún tenía el corazón afligido, pero miró a Sadeis y la abrazó mientras esta lloraba-
-Komi que estaba escuchando también volvió en sí y se reconfortó-
Brúdeo: Bien hecho Kouji. Les subiste la moral en un buen momento. ¡Vamos muchachos! ¡Esa cosa volverá y probablemente no vendrá en son de paz! Es posible que puedan hasta pelear contra sus seres queridos, a quienes amaron con fervor. Sin embargo, ellos, los de afuera, no son sus seres queridos ¡No caigan ante su cizaña y curen las heridas de su corazón! ¡Debemos prepararnos para una lucha mental y física!