—Hay dos cosas específicas en la Frontera de la Pesadilla que son lo que más le preocupa a los Dragones Cromáticos —explicó el Profesor mientras contemplaba lo que sucedía en las ruinas—. La primera es la Estatua de Cristal de Hartson, y la segunda es la Fuente del Arcoíris.
Se rumoreaba que el propio Hartson había tallado su Estatua de Cristal antes de morir. El artefacto tenía una función muy especial: su dueño tendría tres oportunidades para ordenar los Dragones Cromáticos en Feinan, una habilidad espeluznante. Cabía recordar que un Dragón podía derribar una ciudad por sí solo, y un grupo de Dragones podía derrotar a unos pocos Dioses Intermedios.
Además, debería haber unos cuarenta dragones cromáticos en todo Feinan. De hecho, debería haber más, pero Marvin había matado a bastantes Dragones Negros, y también estaba el Dragón Rojo enviado para distraer a Ivan, que había acabado muerto.
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