Podemos hacerlo despacio

El aire cálido y húmedo rozó sus mejillas, haciendo que el corazón de Qiao Mianmian se estremeciera.

Cuando vio que sus ojos estaban prácticamente brillando, su corazón latió aún más rápido. Ella estaba evidentemente inquieta. —Mo Yesi, n-no seas así.

Mo Yesi ya había desabrochado su segundo botón.

Qiao Mianmian alzó la vista y vio su sexy manzana de Adán y clavícula, y también musculatura pectoral firme asomándose bajo la camisa negra.

Los esbeltos dedos del hombre estaban en su tercer botón. Su piel clara contrastando con la camisa negra y los botones, y en el acto de quitarse la ropa... era seductor.

Esos atractivos y esbeltos músculos pectorales, esa temblorosa manzana de Adán...

Y los niveles hormonales elevados.

Qiao Mianmian apenas podía lidiar con lo rápido que latía su corazón.

Su rostro parecía ponerse cada vez más y más cálido.

—T-Tú…

Al ver que Mo Yesi desabrochaba otro botón, revelando aún más de su pecho, y luego su abdomen…

Y yendo incluso más abajo…