Divino, Impío

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A medida que se adentraban más y más en el templo inundado, Sunny no podía evitar pensar en la inquietante historia contada por los antiguos murales. Parecía como si hubiera aprendido algo importante…

Pero, por supuesto, había una docena de preguntas por cada respuesta que había recibido. Como siempre.

—Divino, impío... —Saber que la misma textura del mundo era como una jaula para el abismo vacío que habitaba debajo le hacía sentir inquietud —comprensiblemente. Sin embargo, Sunny no se detuvo demasiado en ese hecho.

De todos modos, no tenía sentido. Asuntos como estos eran demasiado distantes e inconcebibles para que un mero mortal los contemplara. Incluso si los sellos creados por los dioses se estaban desmoronando lentamente, ¿qué se suponía que debía hacer un humano como él? Incluso si Sunny fuera un Soberano, habría sido como una hormiga en comparación con los poderes involucrados en este proceso.