Julia pasó la mitad de la noche tranquila, pero en la madrugada se despertó por la sed, se levantó y delicadamente caminó evitando perturbar el sueño de ambos, caminó hacia el río del valle, se arrodilló y con sus manos tomaba el agua y la bebía, sin embargo algo la llamó su atención, un sonido de chapoteo en intervalos variados, como si algo estuviera tomando agua, había luna llena, pero aún trataba de ver bien qué era, inspeccionó la orilla del río, hasta que en la salida del valle vio una silueta gracias a la tenue luz de la luna era de un tamaño descomunal, su hocico era alargado como el de un cocodrilo, una vela o joroba estaba en su espalda, no se podía dar una descripción mas clara de esa cosa pues era oscuro, estaba posicionado en cuatro patas tomando agua sin notar a la humana indefensa a unos cien metros, Julia estaba paralizada, dos segundos después la criatura gigante notó su presencia, la miró y se puso un sus patas traseras aumentando su tamaño, cruzaron miradas por unos segundos hasta que la criatura perdió el interés, se dio la vuelta y se marchó desapareciendo detrás de la montaña, Julia no lo pensó y corrió de vuelta a la cueva. En el camino chocó contra un árbol y cayó, al recuperarse vio que no era un árbol, sino que era la pata de Dough el cual miraba la falda de la montaña por la que había desaparecido la colosal criatura.
¿Viste lo que era? — Preguntó Dough.
Julia se limitó a responder negando con la cabeza.
Al ver que Julia no le respondió, estaba cansada y asustada, Dough la miró y la acompañó donde Jake donde se volvió a acomodar y miró a Dough por la entrada de la cueva, él no dejaba de mirar la falda de la montaña con un semblante serio, casi molesto, pero al final se dio la vuelta, y se marchó a la colina.
Día 5
Julia despertó en el suelo de la cueva sin Jake por ninguna parte, solo Albert dormido en el suelo, pero algo estaba diferente, ella tenía una sensación, un presentimiento, inspeccionó con la vista y vio una silueta en lo más profundo de la cueva, era Allison mirándola, Julia saltó del susto y del mismo salto Albert despertó y vio que pasaba, procedió a ponerse en posición amenazante hacia Allison.
— Tranquilos. — dijo Allison. — No les voy a hacer daño.
— ¿Cómo sé que es verdad? — preguntó Julia mientras tomaba una roca del suelo.
— De querer matarlos hace horas lo hubiese hecho.
— ¿Horas? — preguntó.
— Al empezar a salir el sol, Jake salió a su reunión con Dough, ahí entré y esperé para verte.
— ¿Por qué me querías ver? — le decía de forma amenazante.
— Para que vieras que no soy tan mala.
— …
— Ya notaste que tengo cambios de humor muy repentinos, pero con quien estás hablando es la verdadera Allison, un tirano calmada y comprensiva, pero por ciertos eventos terminé con esto.
Julia la miraba con pesar, le indicó a Albert que dejara de amenazar, se le acercó a Allison, la misma miró a Julia extender su mano, Allison retrocedía.
— Tranquila — susurró Julia. —, no te haré daño.
Allison dejó de moverse, Julia vio sus negros ojos con ternura, estiró su mano a su nariz, Allison acercó su hocico a la mano de Julia y cerró sus ojos dejándose acariciar. De pronto Allison empezó a reír y entonces con voz de entrenador de fútbol americano gritaba:
— ¡No pensé que sentiría algo así! ¡JAJA! ¡Ahora no siento que este cambio sea tan malo! — Julia solo le dio una cachetada a Allison y eso la devolvió a su estado original.
Hace unas horas Jake despertó y suavemente se levantó, se preparó mentalmente y salió de la cueva, caminó viendo que todos mantenían una distancia de cien metros de la cueva y mientras caminaba entre las manadas todos se apartaban con miedo, los machos le gruñían defendiendo a sus hembras quienes defendían a sus crías. Jake trataba de no reaccionar mientras veía a Dough mirarlo con semblante serio, se acercaron mutuamente Dough le hizo una seña con su cabeza y Jake lo siguió. Caminaron hasta llegar a un sendero que iba hacia la cima de la montaña, lo siguieron hasta llegar a la cima, donde Dough se acostó viendo el cielo despejado y la gran llanura que procedía después del valle; Jake se le unió.
— Hace tiempo que no veía algo así. — dijo Jake.
— ¿Qué cosa? — preguntó Dough.
— Estas vistas — respondió Jake. —, este lugar me encantaba solo por estas vistas.
— Esta montaña tiene un sendero pues lo usaban muchos alfas como prueba para ver la pureza de su corazón.
— ¿Cómo lo hacían?
— Algo en su interior lo demostraba, un sentimiento de amor hacia su especie y por sus compañeros, un sentimiento que, por más que lo intente, no encuentro. Sin embargo…
— Las ganas de ayudar a tus aliados — le interrumpió Jake. —, salvar al necesitado, capacidad de querer a cualquier criatura.
— Eso pensé. — dijo Dough. — Al verte con Julia, inmediatamente supe que tú sabías cual era ese sentimiento. Hablando de Julia…
— ¿Qué pasa?
— Ya sé que no es de este lugar.
— ¿Cómo lo sabes? — preguntó confuso.
— Porque ella habló conmigo, entendiendo nuestro idioma, para todos los humanos nosotros no hablamos, excepto en el caso de ella.
— No lo sabía.
— No te preguntaré el porqué o el cuando de su llegada, pues vengo a hablar contigo sobre otra cosa.
— Ya sabía que no hablaríamos sobre el paisaje o de la humana.
— Venimos a hablar sobre la situación con Brandon.
— Ya te dije que no lo maté.
— Lo se.
— ¡Entonces pudiste haberme apoyado! — le reprochó.
— No. — dijo contundentemente Dough.
— ¿Cómo que "no"?
— No tengo la capacidad de cambiar la opinión de todos ellos, tu reputación choca con la de Brandon.
— ¿¡Y por culpa de quien!? — gritó Jake. — ¿¡Allison!? ¿¡Brandon!?
— ¡Mía! — gritó Dough. — No te apoyé al verte alterado días antes de tu escape, no detuve a Brandon cuando te buscó en son de guerra, solo mandé a Allison a decirte que regreses, pero incluso eso falló, no sirvo para ayudar a mis compañeros, ahora todos están en tu contra.
— Dough. — dijo Jake. — Me voy a llevar a la humana de regreso a su mundo en la tarde.
— Será lo mejor.
Entonces un débil rugido hizo eco en el valle, Jake y Dough vieron detrás de ellos al bosque del cual salió un vulcano muy mal herido, ambos se pararon y bajaron en su auxilio, al bajar y ver más de cerca al vulcano vieron heridas muy profundas en su torso y cuello, además de un liquido verdoso saliendo de dos marcas de mordidas en su espalda.
— ¡Bryan! — gritó Dough preocupado. — ¿Qué te pasó?
— Me… muertos… poco tiempo… — balbuceó Bryan. De repente él vomito sangre y colapsó con breves espasmos.
— ¡Bryan! — dijo nuevamente Dough. — ¿Y los demás?
— Masacre… mutantes… ya viene…
— ¿Quién viene?
— La bestia de la vela…
Tras decir eso un fuerte suspiro salió de el, las marcas de mordida se pudrían y murió. Acto seguido un fuerte rugido resonó de entre los árboles, Julia había llegado en ese momento junto a Allison y Albert posado en su hombro, ambas miraron el cuerpo, Julia quedó asqueada mientras Allison miró el cuerpo, llamó a su manada.
Dough dio un llamado de alerta para todos en el valle, nunca antes habían recibido tal llamado así que supieron que tenían que protegerse, algunas hembras no querían abandonar los pocos huevos que quedaban sin eclosionar en sus nidos, así que quedaban expuestas junto a sus parejas cuidando los huevos. Julia vio como Allison con su manada, Jake, Dough e incluso Bianca se preparaban para un combate, así que se ocultó detrás de Jake.
Fuertes pasos se acercaban una silueta se veía en el oscuro bosque, luego tirando al suelo un árbol grande todos vieron al monstruo, era de la mitad de altura que Dough, igual de largo que él, parecía un espinosaurio, pero tenía placas como de cocodrilo recorriendo los costados de su lomo, tres filas de pinchos que iniciaban detrás de su cabeza como pequeñas protuberancias hasta aumentar de tamaño casi a ser del tamaño de Julia, sus patas delanteras asemejaban brazos musculosos con tres dedos con garras enormes de un metro de largas y un pulgar, patas traseras cortas, pero fuertes, un cuerpo alargado terminando con una cola larga con una especie de remo al final, su cabeza, fácilmente medía lo mismo que un barco pequeño, dientes largos y filosos con dos dientes a cada lado de su mandíbula inferior que eran mucho más largos y sobresalían de su boca, la parte superior de su rostro estaba blindada con un pequeño cuerno al final de su hocico, ojos con la iris negra y la pupila blanca, pero su parte más resaltante era su espalda, sobresalían vertebras larguísimas recubiertas con piel con puntas como navajas sobresaliendo dando la ilusión de una vela. Julia al verlo recordó la noche anterior, todos estaban listos para una batalla.