Capítulo 15

La gran chica miró directamente a Julia.

— Niña humana. — dijo. — acércate.

— Ni se te ocurra. — le dijo Jake a Julia.

— Tranquilo, gran colmillo con el nombre de Jake. — dijo la chica gigante. — Te prometo que puedes confiar en mí.

— ¿Cómo sé que podemos confiar en ti? — preguntó Allison.

— Mi querida tirano con el nombre de Allison. — respondió la chica gigante. — Si rompiera mi promesa, no me llamaría Naturaleza.

— ¡Nat! — gritó Marine.

— ¡Marine! — devolvió el grito Naturaleza con emoción casi de dos amigas adolescentes. — ¡Veo que al final si la encontraste!

— Costó — dijo Marine. —, pero al fin llegó. — Todo el mundo las miraban muy confundidos, eran como dos viejas amigas que no se veían desde hace años.

— ¿Ustedes dos se conocen? — preguntó Julia mirándolas.

— Creo que ya no hace falta tanta formalidad. — le decía Marine a Naturaleza.

— Muy bien. — dijo Naturaleza. — Sí, ya nos conocíamos desde hace unos años, pero ese no es el tema.

— ¿Exactamente qué eres? — preguntó Jake.

— Pues. — respondió Naturaleza. — Soy la creadora de todos los seres vivos, dadora de vida a las plantas y animales, causante de los cambios entre especies.

— ¿O sea, una especie de deidad? — preguntó Julia.

— Algo así. — respondió Marine. Jake miró a Julia, pensó unos segundos y finalmente dejó salir a Julia, ella caminó hasta Naturaleza.

— ¿Me podrías mostrar tu mano, por favor? — le pidió Naturaleza. Ella obedeció, Naturaleza tocó la mano de Julia y sintieron un chispazo.

— No puedo creer que esto sea de verdad. — dijo Naturaleza. — Finalmente, después de dos siglos, una de las elegidas capaces de portar la energía de las Gemas Yuma.

— ¿Cómo dice? — preguntó Julia. — ¿Qué me pasará?

— Tranquila, Julia. — respondió Naturaleza. — Estás totalmente bien, sin embargo tú y otros seres selectos de otros mundos pueden portar la energía de las Gemas Yuma.

— Esto está pasando demasiado rápido. — dijo Julia.

— Por desgracia. — agregó Naturaleza. — eres demasiado joven para soportar ese poder.

— ¿Qué poder? — decía Julia inquieta. — ¿Qué está pasando?

— Calmada. — dijo Naturaleza. — Déjame explicarte todo con gran detalle. Al principio de tu mundo, este mundo y otros mundos, sus respectivos creadores fuimos advertidos de un mal presagio, un gran mal caería sobre todos los mundos que conllevaría a su futura destrucción, entonces "Ella" creó unas gemas especiales que ocultamos en los planetas y el resto de deidades creadoras crearon junto a los humanos un grupo selecto cuyo linaje podría usar esas gemas para detener ese mal. Hablando de las gemas, estas son piedras preciosas que solo se encuentran muy pocas en las distintas tierras, en algunos lugares el máximo es de cinco. Su poder es inigualable, capaz de crear brechas y viajar entre los distintos mundos a voluntad e incluso es capaz de crear vida, así como obliterarla completamente con un chasquido. Las deidades tenían muy claro como sería su plan, sin embargo, casi causo que este mundo sea destruido, yo creé los humanos hace no más de ciento setenta mil años, mientras que los demás lo hicieron mucho antes y les otorgaron las Gemas Yuma a quien creían conveniente, pero yo tuve que improvisar, verás, en otros lugares, solo hay una deidad creadora, pero aquí hay cinco, mi hermano mayor, Terra, el creador del suelo, formador de las montañas, Pyro, la viva imagen del fuego, creó el núcleo terrestre y formó el magma, Sky, creadora del viento, corrientes y brindó oxígeno al mundo, Aqua, creadora de las aguas, rellenó las grietas y la enorme depresión en la tierra, creando los océanos y ríos y luego estoy yo, no llevo tanto tiempo aquí y al crear mis primeros seres vivos, me enfoqué mas en ellos, hasta que al tener a todos los seres actuales fue cuando recordé crear a los humanos.

— ¿Me estás diciendo que siendo tú un ser creador de vida desde cero, hermana de las demás deidades de este mundo, se te olvidaron los humanos? — preguntó Julia.

— Fue complicado… — replicó Naturaleza haciendo un puchero. — Sin haber creado una especie lo suficientemente avanzada para convertirla en humanos, tuve que hacer trampa, usando mis poderes, que toda deidad creadora tiene por cierto, creé una brecha trayendo humanos de otra dimensión que estaba apunto de ser destruida, estando ellos aquí empecé a evolucionar una especie de primate usándolos como modelo, pero al terminar de crear humanos les di una pequeña ventaja, una excepcional capacidad de salto, para la variación femenina gran velocidad y para la masculina, una gran fuerza física.

— ¿Entonces como puedo saltar alto? — preguntó Julia. — Tú no me creaste.

— Por tu linaje — respondió Naturaleza. —, todos aquellos selectos para poder usar las gemas, podrán adaptarse a las habilidades de los humanos de esa dimensión.

Julia miró sus piernas un momento, se inclinó preparándose para correr, pero al acelerar, su velocidad fue la misma de siempre, ella se miró con decepción, mientras Naturaleza les ordenaba gentilmente a los demás humanos y gran colmillos que se fueran, a excepción de Marine, Jake, Allison y Julia.

— Julia — dijo Naturaleza. —, debes dejar a tu cuerpo descansar un poco.

— ¡Nat! — gritó Marine. — ¿Exactamente que contenía esa cajita que me diste?

— Una Gema Yuma. — respondió Nat. — La cual, reaccionó ante ella.

— ¿Cómo? — gritó Julia y luego dirigiéndose a Marine. — ¿Si no sabías lo que hacia esa caja entonces para qué la usas contra mí? Además ¿Cómo se conocen ustedes dos?

— Julia. — dijo Marine. — Nat me dio esa caja cuando llegué a este lugar, me dijo que si algún humano llegaba a este mundo que la abriera frente a él y que de no ser así, no la abriera.

— Y sobre cómo nos conocimos — dijo Nat. —, esa es otra historia.

— Y… — agregó Julia. — ¿A quién le diste la capacidad de usar esas gemas?

— Esa es la cosa — respondió Nat. —, hace mucho le concedí ese poder a dos especies distintas que lentamente fui evolucionando hasta conseguir otras, pero no sé si ese linaje se perdió.

— ¿Pero hay alguna forma de saber el linaje? — preguntó Julia.

— De hecho sí. — respondió Nat. — Todos los portadores son contrapartes el uno del otro.

— ¿Cómo? — dijo confusa.

— Es complicado de explicar, así que mejor saltaré hasta lo importante de mi aparición.

Nat acercó sus manos a su pecho, cerró sus ojos, sus manos comenzaron a resplandecer, acercó sus manos a Julia. Al acercársele, Julia notó una silueta entre el enceguecedor brillo, este mismo de empezó a disipar hasta el punto de ver qué era esa silueta. La figura se reveló, era una lanza.

— Hace trescientos años — dijo Nat. —, un antiguo elegido y posteriormente, poseedor de una Gema Yuma, apareció y le entregué esta lanza, usando la madera más fuerte y el mineral mas resistente de este mundo, la forjé junto a mi hermano. Sin embargo, aquél hombre desapareció sin dar aviso, no obstante, tú eres una portadora y una descendiente directa de aquél hombre, por eso, te entrego esta arma.

Nat tomó la lanza con sus dedos y se la entregó a Julia. Ella tomó la lanza y al sostenerla, sintió una energía recorriendo su cuerpo, se emocionó mucho, corrió hacia Jake a mostrarle esa arma.

— ¡Mira esto! — le dijo. — ¡Es asombrosa!

— No me parece la gran cosa. — respondió indiferente. — Para mí tiene el mismo valor que aquella rama que dejaste tirada a las pocas horas de partir hacia el valle.

— Por una vez en mi vida — agregó Allison. —, concuerdo con Jake.

Inclusive Albert estaba de acuerdo con ellos, Julia los miró molesta he hizo un puchero, Naturaleza miró a Allison quien empezó a comportarse de forma extraña, empezó a mover su cabeza bruscamente de un lado a otro, empezó a levantar sus labios mostrando sus dientes, miró a Julia directamente y saltó sobre ella.