Capítulo 37: La criada
*Amaya*
Ni siquiera lo pensé, simplemente reaccioné y abracé a la criada. Sólo habían pasado unos meses desde mi cumpleaños, el baile y mi destierro, pero parecía como si hubieran sido vidas múltiples. Casi muero dos veces.
Finalmente, sentí como si tuviera un recordatorio tangible de la vida que solía vivir, la vida dentro de los muros de este castillo. Se había sentido como un mausoleo, congelado y abandonado con fragmentos de la vida vivida una vez rondando el espacio vacío.
La criada era la misma que me había ayudado con mi pelo. La que me preguntó sobre mi marca, la que cuyo tono y lenguaje corporal habían cambiado cuando le dije que Caine era mi compañero. No entendí su nombre esa noche, pero ahora era mi oportunidad de corregir ese error y seguir su cambio de comportamiento.
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