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Capítulo 37. Acechando

Editor: Nyoi-Bo Studio

Lin Li no se negó. Era un gurú bien versado en las cinco series, además de un maestro en habilidades generales. Cuando se trataba de cosas profesionales, él tendía, naturalmente, mejor ojo que Gerian. También estaba muy interesado en lo que ofrecían las fuerzasprincipales. Le parecía tan divertido como la búsqueda de un tesoro.

Los dos memos tuvieron un debate en la sala de recepción. Cuando salieron, sus ojos brillaban y cualquiera que los viera habría tenido la sensación de ser atacado por lobos.

La preparación de la subasta estaba casi terminada cuando salieron. Las diecisiete fuerzas de la ciudad de Jarrosus estaban presentes. Incluso la familia Merlín, que había tenido una pelea con Gerianhacía unos días, había enviado descaradamente a alguien para asistir a la subasta.

Después de entrar en la sala del Gremio, los dos memos, quienessupuestamente eran los personajes principales, se negaron a saludarlos en la parte delantera. En su lugar, se arrastraron a la última fila y se sentaron entre un grupo de magos del Gremio.

—¡Presidente Gerian!—El grupo de magos que estaba a su lado se dio la vuelta para ver a Gerian y, de repente, sintieron escalofríos en la espalda. ¿Por qué el viejo fue a sentarse allí?

—¡Callaos! Sentaos adecuadamente y mirad. Que nadie emita un sonido. Si alguien se atreve a traicionarme, le haré saber lo que vendrá después de la subasta...—Gerian los fulminó con la mirada y todos los magos cerraron sus bocas por miedo.

—¿Ves al pequeño del bigote, el que está en el medio de la segunda fila, vestido con una túnica de mago roja y mirando todo en silencio?—Gerian se escondió entre el grupo de magos, estiró la mano y apuntó de forma insignificante a la primera fila. —Ese es Evan, el tercer hijo de la familia Merlín y el hermano menor de Matthew. De los tres hermanos de la familia Merlín, él es el peor. Tan solo es un tirador mágico.

—Entonces, ¿qué hay del segundo hijo?

—El segundo hijo es Fario, el único a quien no puedo calificar de entre los tres hermanos. Por cierto, ese hombre siempre se ha mantenido callado y discreto. Le pegué varias veces cuando éramos jóvenes y siempre había pensado que era un vagabundo inútil. Pero, inesperadamente, este sujeto ha subido más y más de nivel, y ha ascendido a la posición de ministro de Riqueza del reino de Felan. Está a cargo de los asuntos económicos del reino, pero escuché que tieneproblemas con Matthew y que no había vuelto a Jarrosus desde hacía varios años.

Los dos estaban susurrando cuando se escuchó un clamor fuera de la Torre Esmeralda. Al mirar hacia arriba, vieron a un hombre de mediana edad con ropas lujosas entrando a la torre.Desde la distancia, parecía tener unos cuarenta años. Su rostro estaba ligeramente pálido, pero rezumaba un aire de autoridad.

Pero, lo que realmente sorprendió a Lin Li, fueron los dos asistentes que le acompañaban.

Uno de ellos llevaba una túnica negra de mago. Toda su cara estaba cubierta con una capucha, haciendo imposible que pudieran ver sus rasgos claramente. Pero, el aura que emanaba de él era fuerte sin duda alguno. De entre los magos que Lin Li había visto, a parte de Andoine, Gerian y el viejo Merlín, esta persona era de los más formidables.

El otro, probablemente también de unos cuarenta años, tenía una barba desaliñada y una espada ancha apoyada en su espalda que emitía un aura abrasadora. Lin Li pudo ver que era un excelente atributo de arma de fuego con solo una mirada.

—¡Maldita sea!—Los ojos de Gerian se abrieron de par en par al ver al hombre de mediana edad.

Lin Li rara vez había visto a Gerian perder la compostura desde que se había unido al Gremio de la Magia. No pudo evitar preguntar por curiosidad: —¿Qué pasaráahora?

—El castellano de la ciudad de Jarrosus, Isaac...—La cabeza de Gerian comenzó a palpitar. Señaló a los dos asistentes que estaban detrás de él. —¿Ves a esos dos tipos? Uno es Elliot, el guerrero más fuerte de Jarrosus. Logró un claro avance hasta el nivel catorce el año pasado. Ni siquiera estoy seguro de poder ganarle. El otro es Andrew. mago jefe de la mansión del castellano. A parte del viejo Merlín y de mí, probablemente sea el más despiadado de todos los magos de Jarrosus.

En este punto, el rostro regordete de Gerian estaba completamente hosco. —Tenemos un gran problema. Si el castellano está interesado en esas treinta botellas de poción mágica arcana, ¿quién se atreverá a competir contra él?

—Probablemente nadie.—Lin Li negó con la cabeza, desaprobando las especulaciones de Gerian. —La poción mágica arcana tiene demasiadas limitaciones. Tú lo sabes. Solo un aprendiz de mago por debajo del nivel cinco que la haya bebido puede mejorar su maná de forma permanente. La mayor demanda solo puede provenir de las once familias de magos y él es elmáximo funcionario de Jarrosus. ¿Cómo va a interesarle esto?

—Tiene lógica.—Gerian se rascó la cabeza. —Pero, solo por si acaso…

—No hay nada solo por si acaso. Envía a alguien para que se ponga en contacto con él discretamente más tarde y descubreprimero qué está pasando...—Lin Li se puso en marchacuando se realizó el compromiso con sus intereses. —Aún dando un millón de pasos hacia atrás, e incluso si está interesado en la poción mágica arcana, la demanda no será alta, a lo sumo, unas cuantas botellas. Cuando llegue el momento, le conseguirás unas botellas del sótano en secreto. No hables de dinero, solo dáselas como un favor personal. Podríamos beneficiarnosen el futuro. Mientras él no compita abiertamente, no debería ser un problema.

—Hmm, haremos justamente eso. —AsintióGerian. Iba a confiarle a un mago esta importante tarea, pero tenía dudas. —Lo haré personalmente, parecerá más respetuoso de esta manera...

—Eso estaría bien.

Después de que Gerian se fuera, llegaroncasi todos.

Once familias de magos, seis fuerzas subterráneas, el castellano de Jarrosus, el Gremio de la Magia de Jarrosus, unas docenas de fuerzas menores y unos cientos de hombres salvajes procedentes de todas partes. Todos los clasificados para competir por la poción mágica arcanade Jarrosus estaban sentados en el salón del Gremio. Por un momento, el espacioso salón del Gremio parecía abarrotado.

Lo que hizo que Lin Li se quedara boquiabierto era que Kevin, quien siempre había sido elegante, se había quitado la túnica de mago y se había puesto una blusa blanca de manga larga. Él, quien llevaba un chaleco negro, estaba en el escenario sosteniendo un pequeño martillo en sus manos. ¡Estaba actuando temporalmente como subastador!

—¡Damas y caballeros! ¡La mayor subasta nunca celebrada en Jarrosus está a punto de comenzar!—Kevin, quien, por lo general, era estoico y honesto, no mostró signos de miedo escénico al actuar como subastador por primera vez y sus palabras estaban llenas de persuasión. —Lo que se subastará a continuación no es ni más ni menos que un milagro. ¡Un milagro creado por el maestro de pociones del Gremio, el señor Felic!