Dos días han pasado desde que las preliminares de los exámenes chunin han llegado a su fin, en este momento, podía sentirse un agradable aroma floral en ese lugar.
El lugar estaba lleno de flores de distintas formas y colores, y entre todo esto se encontraba una chica de cabello dorado. Tenia una leve sonrisa en su rostro mientras regaba las flores.
(Debería visitar a Hinata, tal vez le lleve algunas rosas como regalo)
Recordando a su compañera de equipo, Ino suspiró, aún no podía creer que Hinata estuvo a punto de morir, además, ese momento en que Toru saltó a la arena sin dudarlo la dejó un poco confundida. No solo eso, todos vieron como Toru amenazo a Neji, aunque nadie escuchó lo que el chico del clan Asahi dijo , pero ver la expresión en la cara de Neji era suficiente para darse cuenta de lo que estaba pasando.
(Toru siempre es tan impredecible, primero me amenaza con hacerme cosas indecentes y ahora siempre me esta protegiendo, no puedo entenderlo)
Tocándose la cabeza, Ino tenia muchas cosas en que pensar. Ahora que habían terminado las preliminares, tenía que entrenar su cuerpo y mente para así no ser derrotada con facilidad. Si era posible, Ino quería pelear contra Shikamaru o Naruto, ya que los dos eran los ninjas más débiles entre los que habían clasificado. A diferencia de los demás, los cuales Ino consideraba unos monstruos.
(Ha~ no se que pensar, me duele la cabeza de solo recordar las preliminares)
Suspirando, Ino dejó caer sus brazos sobre sus hombros. Sin embargo, La paz estaba a punto de ser interrumpida por la visita de un cliente.
La campaña que esta en la puerta sonó, dejando ver a un niño de cabello negro. Ino reconoció a este niño en seguida, lo conocía tanto que tuvo que esconderse detrás del mostrador para no ser vista.
(¡¿Por qué está el aquí?!)
Gritando dentro de su propia mente, Ino estaba en caos interno. Después de haber visto todo lo que paso en las preliminares, no podía verlo a la cara, no después de verlo junto a Hinata en el hospital.
Esto era algo que ella quería olvidar, ya que cuando fue a visitar a Hinata, Toru estaba ahí, estaba sentado junto a ella con una expresión sin emociones, sin embargo, su mirada decía todo lo contrario.
"Hm… ¿Hola?"
La voz de Toru se escuchó, pero nadie atendió al llamado, después de todo esta es una floristería.
El chico estaba un poco confundido, habían dejado la tienda abierta sin nadie para cuidarla, algo que nunca había visto en todos estos años, aunque después de unos segundos, una mujer de cabello castaño recogido con una moño de color verde apareció, tenía los ojos de color marrón y vestía la típica ropa de una ama de casa.
"¿Donde está esa niña?"
La mujer miró a los alrededores, pero no encontró a su hija, a excepción del niño que estaba frente al mostrador esperando.
"Buenos días"
Toru se inclinó levemente y saludó, la mujer se sorprendió un poco, pero con una sonrisa ella reconoció al niño.
"Este año también llevarás las mismas flores"
Con amabilidad, la mujer atendió a su pequeño cliente, mientras tanto, escondida bajo la mesa que estaba detrás del mostrador, Ino se cubrió la boca para que Toru no escuchara su respiración.
(¿Este año también? Eso quiere decir que no es la primera vez que el viene aquí)
Sacando una rápida conclusión, Ino asomó la cabeza un poco para poder ver que estaba pasando, al mismo tiempo, la mujer de cabello castaño, es decir, la madre de Ino le entregaba un ramo de flores blancas a Toru, mientras que el niño le entregaba un billete.
Ino se dio cuenta del tipo de flores que su madre le estaba dando a Toru, después de todo ese tipo de flores se les da como regalo a las personas que ya han dejado este mundo, en palabras más sencillas, son flores que se dejan en las tumbas de familiares fallecidos.
(Esas flores son… no me digas que…)
Dándose cuenta un poco tarde, Ino reaccionó, golpeándose la cabeza contra la mesa. El sonido del golpe alertó a su madre, quien se acercó al mostrador, viendo a Ino, quien se estaba cubriendo la boca para no ser descubierta.
"Así que aquí estás"
Mirando bajo la mesa, la mujer vio a su hija, quien por alguna razón se había escondido.
"Hola…"
Respondiendo con un tono de voz nervioso, Ino se aseguró de que Toru no este cerca, para su buena suerte, Toru salió de la tienda en el instante que recibió el ramo de flores.
(Estuvo cerca…)
"Mama, tengo que irme, vuelvo más tarde"
Saltando sobre el mostrador, Ino salió corriendo.
"¡¿Oye, adonde vas?!"
Con una vena hinchándose en su frente, la madre de Ino golpeo la mesa, aún así, suspiró cansada mientras pensaba. Ya habían pasado más de dos meses desde que su hija se convirtió en genin, pero de algún modo, después de esa misión peligrosa, Ino cambió, ahora tardaba mucho más tiempo maquillándose y arreglándose el cabello.
La mujer de algún modo entendía este cambio en su hija.
(Parece que ahora si se enamoró de verdad)
Cruzándose de brazos, la mujer tomó asiento cerca del mostrador.
-En algún lugar de Konoha-
Escondiéndose detrás de un poste, Ino estaba espiando a Toru, ya habían pasado algunos minutos desde que salió de la tienda de flores, pero ahora se encontraba escondida, como un acosador.
(No se porqué lo estoy siguiendo)
Una gota de sudor se deslizó por la frente de Ino, ella estaba nerviosa, ya que sabia que Toru no es alguien tan ingenuo como para no sentir la presencia de un acosador, después de todo ese chico fue espiado durante más de cuatro años por una extraña organización que no conocía.
Aún así, después de todo, ella no quería terminar con esta pequeña investigación, ella sentía la curiosidad sobre el por qué Toru compró ese tipo de flores, aunque ya se estaba haciendo una idea de por qué.
"Así que es hoy, eh. Supongo que el tiempo pasa volando, así que te regalarle esto. Mándale un saludo de mi parte"
Frente a Toru, estaba un anciano, el cual por alguna razón le regaló una bolsa de papel con un contendido misterioso. Este hombre era Shou, el dueño de la panadería que Toru suele visitar muy seguido, pero no había forma de que Ino sepa esto.
(¿Que habrá en esa bolsa de papel…? Hasta ahora todo es un misterio, pero teniendo en cuenta el tipo de flores que mi mamá le dio a Toru, es muy posible que ahora mismo el se dirija al cementerio)
La deducción de Ino fue correcta, bueno, si tienes conocimientos en todo tipo de flores, plantas medicinales y de más, sería fácil saber el significado de la rosas blancas que Toru tenia en las manos.
Después de eso, Ino continuó escondiéndose en todos los lugares posibles, al mismo tiempo, parecía que Toru no la había detectado aún.
Por el momento, ella se iba a mantener escondida hasta descubrir toda la verdad sobre las acciones de Toru.
(El lleva caminando mucho tiempo, pero parece que si se dirige al cementerio)
Caminando un poco más, los árboles comenzaron a rodear el lugar, ahora estaba en un pequeño bosque que rodea el cementerio de Konoha.
Al mismo tiempo, Ino estaba un poco nerviosa, ya que no sabía que es lo que vería a continuación, así que en un rápido y silencioso movimiento, se ocultó en los arbustos y espero a que Toru no la descubra.
(No puede ser…)
Cuando Ino se dio cuenta de donde estaba, sus ojos se abrieron en señal de sorpresa. Frente a ella, había decenas de lápidas, y al frente de todas estaban dos lápidas con nombres que resaltaban más que cualquier lápida en ese lugar, además que estas dos lápidas tenia diseños distintos a las demás.
Las primera lápida estaba tallado el nombre de un hombre, pero Toru pareció ignorar esta lápida por completo. El nombre que estaba en la lápida decía 'Kitamura Kenji'
Después de unos segundos en los que Toru observo todo el lugar, se sentó frente a una lápida en específico.
Lo que estaba tallado en la lápida era lo siguiente: 'Asahi Kyoko'
Cuando Ino vio el nombre en la lápida, se cubrió la boca para evitar que su respiración se escuche. De alguna forma pudo saber, que ese nombre que pertenecía a la madre de Toru, después de todo ese chico estaba sentado frente a esa lápida.
(Creo que no debí haberlo seguido…)
Dándose cuenta de su error, Ino agachó la cabeza y trato de irse, pero cuando Toru sacó las dos dagas de entre su ropa, los ojos de Ino se abrieron como platos debido a esto. Pero al parecer lo malentendió, ya que Toru colocó las dos dagas frente a la tumba, después de eso tomó el ramo de flores y lo puso en la parte izquierda de la lápida.
(Esto es como un ritual…)
Sin más opción que quedarse hasta que Toru se vaya, Ino se sentó y espero silenciosamente mientras miraba a su compañero de equipo.
Al mismo tiempo, Toru tomó la bolsa de papel y de ella sacó dos panes con relleno de fruta. Ino no tenía forma de saber esto, pero ese pan de frutas era el favorito de la madre de Toru.
Para Toru, las cosas dulces son un poco desagradables, ya que siempre le dan ganas de vomitar cuando algo dulce pasa por su garganta, pero por alguna razón, después de la muerte de su madre, él se obsesionó con el sabor dulce del pan con relleno de fruta.
(¿Esta comiendo…?)
Viendo a Toru colocando un pan sobre la lápida, Ino se sorprendió, ya que un segundo después, el chico se comió otro pan que estaba en la bolsa de papel.
(De algún modo, esto es muy pacifico)
La sensación que Toru daba al hacer esta especie de ritual, era de alguna forma, pacifica, pero también, triste, ya que ahora mismo, el niño se arrodillo ante la tumba, junto sus manos e hizo una oración.
Ino vio esto con curiosidad, ver a Toru hacer este tipo de cosas cambio la firma en como lo veía. Para ella, Toru solo era un chico callado que ocultaba su naturaleza salvaje y controladora, pero estaba equivocada, ya que frente a ella, estaba el verdadero Toru.
Con los ojos cerrados, sus manos juntas y la cabeza gacha, Ino sintió que había malentendido a este chico durante mucho tiempo. Ahora que había descubierto esto, no sabía cómo mirarlo a la cara.
(Creo que ahora si debo irme…)
Con una leve sonrisa en los labios, Ino intentó alejarse del lugar, pero una voz la detuvo.
"No sabía que te gustaba espiar a la personas"
Escuchando esto, un escalofrío le recorrió la columna vertebral.
(¡Maldición! ¿Cómo es posible que me haya visto?)
Gritando internamente, Ino suspiro y salió de su escondite.
"Lo siento, yo…"
"No te disculpes conmigo, ¿sabes que esto es una falta de respeto a la gente muerta?"
Abriendo los ojos ante las palabras de Toru, Ino se encogió de hombros. Ella no se esperaba que Toru fuera tan respetuoso con los fallecidos.
"Si… lo sé. Debería disculparme"
Acercándose a Toru, Ino tomo haciendo a su lado, junto sus manos y cerró los ojos.
(Señora mamá de Toru, pido una disculpa por haber interrumpido a su hijo. ¿Sabe? Toru siempre está planeando cosas misteriosas y turbias, pero hoy pude ver algo diferente de él)
Colocándose la mano en el pecho, justo donde está su corazón, Ino suspiro.
(Toru siempre está protegiéndome, me salvó de morir aquella noche, por eso le debo mi vida, aunque no voy a admitirlo frente a el, es demasiado vergonzoso. Se que estoy sintiendo algo por el, pero me da miedo saber que es lo que pasara si este sentimiento crece. Han pasado tantas cosas en un par de meses y eso me da miedo. Se que es un poco irónico, pero sigo siendo la cobarde e inútil Yamanaka Ino. Aunque si es solo un poco, me gustaría ser poder ser útil para Toru, me encantaría poder ser útil para mi equipo. Por eso, Kyoko-san, si me permites, ¿puedo estar junto a tu hijo? Espera… ¡No de una forma romántica, no lo decía de esa forma! ¡Yo solo quería…! ¡Aghh!)
Mientras Ino tenía una discusión mental consigo misma, Toru miró la reacción final de su compañera de equipo, de algún modo le pareció divertido como el rostro de Ino se sonrojaba.
"Ya terminé de disculparme"
Mientras evitaba hacer contacto visual con Toru, Ino miró a otro lugar para ocultar su rostro sonrojado.
"Creo que tengo que irme, me fui sin decirle nada a mi mamá…"
Escuchando a Ino, Toru miró la lápida frente a el, por un momento sintió como si su madre lo estuviera observando. Así que con un suspiro, Toru tomó la dagas del suelo y se puso de pie.
"Te acompañaré"
Caminado delante de Ino, Toru se guardó las dagas. Esto hizo que Ino se sintiera confundida, ya que por alguna razón sintió que Toru era diferente a lo habitual, y de alguna forma esto le gustó.
"Ya que insistentes tanto, te daré el honor de escoltarme hasta mi casa"
Aceptando la propuesta de Toru, Ino camino al lado de Toru.
(Esto no está tan mal, supongo)
Cerrando los ojos, Ino miró al cielo, parecía como si el mundo fuera más colorido de lo normal. Así que, una leve sonrisa se formó en su rostro, un segundo después apresuró un poco el paso para así poder estar frente a Toru.
"¿Qué espera, te vas a quedar atrás?"
Con una gran sonrisa, Ino se sintió feliz, tal vez fue porque se desahogó contándole algunas cosas a la madre de Toru, pero sin duda alguna cuando estaba sola junto a él, sentía que podía ser sincera consigo misma.