"Oye, tu" La voz del joven Itachi hizo eco entre las hojas de los árboles mientras dos personas misteriosas observaban en silencio.
Frente al joven Itachi, un hombre de largo cabello negro y extraña máscara amarilla con marcas negras, regresó su mirada hacia atrás y lo miró.
"Hm…" Solo dejo salir un pequeño gruñido.
El joven Itachi apretó los puños mientras miraba al hombre con una cara inexpresiva. "Necesito que me ayudes con algo" Dijo, y el hombre asintió con la cabeza.
Al mismo tiempo, a tan sólo dos metros de distancia, Toru e Itachi observaron esto.
"Es… es Tobi…"
Esta es la verdad, la verdad de lo que pasó esta misma noche en la que el cielo y las paredes de las casas de dos clanes se tornaron de color rojo carmesí. Esta es la decisión de Itachi, la que sello el destino de ambos clanes. Esta es, después de todo, la verdad.
"No… el no es 'Tobi'. En realidad… el es…"
Antes de que Itachi pudiera hablar, el hombre de la máscara y el joven Itachi comenzaron una conversación, lo que hizo que Toru solo mirase la escena sin entender nada de lo que estaba pasando.
"¿En que quieres que te ayude, Uchiha Itachi?"
El joven Itachi hizo una pequeña pausa antes de responder. Miró la cielo de luna llena y suspiro. "He tomado un decisión, pero antes de eso, necesito que me digas quién eres y por qué haces lo que haces"
El hombre dejó salir una pequeña risa. "Hace mucho tiempo hubo un shinobi que puso al mundo Shinobi de cabeza por mucho tiempo" Una luz carmesí se mostró en el único orificio de su máscara. Esa luz… mostraba el Mangekyo Sharingan. "Su nombre era… Uchiha Madara"
El joven Itachi se detuvo en seco al escuchar esto. Luego pensó por unos segundos y al final continuo caminado.
"Si pensaste en eso, estas en lo correcto. Soy Uchiha Madara. En cuanto a lo que quiero… lo sabrás dentro de poco. De hecho, hay una organización a la que quiero que te unas. Te unirás a Akatsuki a cambio de obtener mi ayuda en lo que sea que vayas a hacer"
Itachi volvió a pensarlo y luego lo miró a los ojos. "De acuerdo"
Parece que "Madara" sonrió bajo su máscara. Luego de eso, Itachi continuo con su plan.
"Hoy, en esta noche, dos clanes caerán. Necesito tu ayuda para eso"
"Supuse que ibas a decir eso. En todo caso, me encargare de la policía y científicos de Konoha. Tú harás el resto"
"Si…"
Toru miró esto de cerca, estando a sólo dos metros de donde el joven Itachi estaba. No hubo palabras para describir esta situación. Sin embargo, ese Tobi era sospechoso desde el momento en que Toru lo vio a los ojos, así que ya se esperaba algo, pero no de esta magnitud.
"Uchiha Madara… hay una leyenda en mi clan, lo leí en un viejo archivo de mi padre. Decía que fue Madara quien asesino al fundador del clan Asahi. No entiendo como-"
"¿Cómo puede estar vivo?" Itachi interrumpió. "No lo sé, pero el no tiene razones para mentir" Itachi caminó en otra dirección y Toru intento seguirlo. Al instante, el lugar volvió a cambiar como una fuerte brisa fría que empujaba plumas negras hacia el cielo.
Itachi y Toru miraron al joven Itachi en la entrada al complejo de casas del clan Asahi y se quedó mirando la puerta por unos segundos.
Toru no dijo nada, pues el sabía lo que iba a pasar a continuación. Sin embargo, Itachi continuo observando en silencio, sin decir una palabra mientras caminaba.
"Sube…" Dijo Itachi mientras saltaba a uno de los techos de una casa cercana. Luego de eso, miró a Toru, quien no estaba seguro de que hacer, pero aún así subió junto a Itachi.
En este momento, Itachi vio muchas cosas en Toru. El no parecía tan frío y sin emociones como se veía. Ahora este chico está bastante confundido, intenta entender lo que está pasando y, aunque lo hace, sigue estando inseguro.
Itachi lo sabe, como vivió Toru estando en esa casa. El no tenía la mejor vida, pero al menos tenía una madre que lo amaba incondicionalmente. Sin embargo…
"Ya esta comenzando…" Toru vio entrar al joven Itachi al complejo de casas dando un salto sobre la puerta.
El joven Itachi, sin usar su máscara, con su uniforme de la organización ANBU, sosteniendo la katana en una de sus manos mientras miraba hacia delante con una expresión fría, activó su Sharingan, el cual mostró esa luz carmesí en medio de la noche.
La luna llena iluminaba todo esto, mientras el cielo parecía teñirse de color rojo carmesí.
El solo dio unos pasos relajados, como si estuviera dudando, pero luego, apretó la empuñadura de la katana y sus pasos comenzaron a aumentar la velocidad.
Frente a el habían dos ancianos que conversaban tranquilamente. Ellos miraron a Itachi y pensaron que el estaba por visitar a la esposa del líder del clan, pero eso no fue así…
¡Salpicar! La sangre se mancho en las paredes de afuera de esa casa mientras dos cuerpos sin vida cayeron al suelo. La cara del joven Itachi se mancho de sangre, mostrando la luz del sufrimiento en sus ojos.
Mientras tanto, Toru observó esto en silencio. Ni siquiera se atrevió a mover un músculo, porque ya sabía lo que pasaría y no podía cambiarlo. Esto es solo una ilusión extremadamente realista del Mangekyo Sharingan, pero aun así no puede evitar sentirse extrañamente mal.
Se toco la cabeza con dolor y se limito a ver la masacre.
El joven Itachi, después de arrebatarle la vida a esos dos ancianos, se miró las manos donde empuñaba la katana y luego regreso su mirada hacia delante. Casi al instante, desapareció a los ojos de los demás y la sangre comenzó a salpicar de un lado a otro mientras las puertas y ventanas de las casas se abrían sin ninguna dificultad.
Hombres, mujeres, niños, niñas y ancianos gritaban antes de ser brutalmente asesinados sin piedad.
Toru lo veía, el podía verlo…
Itachi corría por las calles, entrando a las casas, donde tan pronto las puertas se abrían, el filo de la katana toco la carne de las victimas y la sangre manchaba las paredes convirtiéndolas en una obra de arte trágica.
Hubo algunos que intentaron defenderse, pero fue en vano.
¡Clang! Uno de los ninjas del clan Asahi intento defenderse, pero Itachi uso su Sharingan y rápidamente le corto el cuello con su katana.
Los gritos y pequeños gemidos agonizantes se escucharon uno tras otro. En ese momento, Toru los escucho a todos, como si pidieran ayuda. El solo se agacho y se cubrió los oídos.
Esos gritos lo molestaban y le traían malos recuerdos. Pero aunque sus manos cubrían sus oídos, otros gritos sonaron dentro de su mente.
Itachi cerró los ojos después de eso.
"Esta es la historia que quiero contarte, Toru"
"¡¿?!" Una gota de sangre cayó por la mejilla de Toru y entonces sintió un fuerte dolor en su cabeza. "¿…ah? ¡Ahhhhhh!" Se agarro la cabeza cuando una oleada de cientos de miles de recuerdos comenzaron a llenarle la mente.
Esta era la historia, esta era la verdad… esta es… la vida de Itachi hasta este momento.
Cada recuerdo pasó frente a los ojos de Toru, mientras cada miembro del clan Asahi caía al suelo bañados en su propia sangre. Uno tras otro, los recuerdos se mezclaron con los gritos de cada persona que era asesinada. Las lágrimas de dolor cayeron por el rostro de Toru.
De hecho, Itachi no esperaba que esto le pasara a Toru, por lo que solo pudo quedarse callado mientras todo el entorno comenzaba a cambiar nuevamente.
Cuando el dolor intenso de Toru terminó, Toru e Itachi estaban ahora en aquel lugar con cielo oscuro y el océano de sangre.
"Ha… ha… ha…" El sudor frío cayo de la frente de Toru. Se quito las manos de la cabeza y luego se agarro la zona del corazón con dolor. 'Yo… ya lo sabía… sabía que Konoha uso a Itachi para exterminar a los Uchiha y Asahi, pero… pero… yo no sabía lo que había detrás de todo esto…'
"Aun falta algo…" Itachi levantó la mano y las paredes de madera comenzaron a levantarse mientras se formaba un nuevo escenario.
Ahora ambos se encontraban delante de la mansión de la familia principal del clan Asahi. Allí, las paredes también estaban manchadas de sangre, donde cuerpos sin vida se esparcían por todo el lugar. La mayoría eran los shinobis a cargo de la vigilancia nocturna.
Frente a ellos, el joven Itachi sostuvo la katana, respirando suavemente después de enfrentarse a los centinelas. Su Sharingan giro una vez y entonces lanzó tres shurikens hacia la derecha.
Después de eso, tres personas que estaban ocultas en la oscuridad cayeron al suelo mientras se desangraban.
"Este lugar…" Toru recordó aquel día como si fuera una pesadilla. Entonces, junto a Itachi, caminaron adentrándose en la mansión mientras seguían al joven Itachi, quien aun seguía moviendo su katana de lado a lado, asesinando a todos los que se cruzaban en su camino.
No hubo piedad, no hubo palabras por parte del joven Itachi. Sólo el silencio después de que los gritos de agonía se apaciguaron.
¡Clang, clinc, clang! Las chispas de armas chocando brillaron momentáneamente. Luego, la voz de un hombre se escuchó.
"Los has matado a todos, Itachi-san…"
Los ojos de Toru se abrieron al verlo frente a el. "Otto…-sama…" El no tenía buenos recuerdos junto a su padre, sin embargo, ahora entendía mejor lo que estaba pasando. Habiendo recuperado los recuerdos de su vida pasada, entendiendo que ahora había tenido una mejor infancia…
"No voy a perder mi tiempo" El Sharingan del joven Itachi se transformo, convirtiéndose en el Mangekyo Sharingan.
En ese momento, el padre de Toru, Kenji, se quedó quieto mirando hacia delante. Lo único que pasó después de eso… fue que en tan solo un segundo la cabeza de Kenji se separo del cuerpo. Había cierto rencor en la mirada del joven Itachi al hacer esto.
"Solo falta…"
El joven Itachi comenzó a correr por los pasillos de la mansión y, aunque dudo por un segundo, Toru lo siguió al igual que Itachi.
***
En una de las habitaciones, una mujer esperaba de espaldas a la puerta. Estaba sentada en el suelo, en una típica posición japonesa. Había una taza de té servida, al igual que un pan con relleno de fruta medio mordido.
La mujer sonrió y en sus ojos se mostró una luz azul como el cielo.
"Así que… a esto hemos llegado"
La puerta de madera y papel se abrió y entonces el joven Itachi se mostró a espaldas de aquella mujer sosteniendo la katana manchada de sangre.
La mujer suspiró y mostró una sonrisa radiante.
"Nunca pensé que este día llegaría tan rápido" Dijo ella mientras terminaba de comer. Después de todo, ella sabía que esto era lo último que comería. Justo después de eso, aún manteniéndose de espaldas, miró a Itachi mientras trataba de mantener su sonrisa, pero esto ya no podía ser.
"Kyoko-… nee-san…"
"¿Cuánto tiempo ha pasado desde la ultima vez que me llamaste así? Ha~ te has convertido en una gran persona, Itachi-kun." Terminó de beber su taza de té y luego se dio la vuelta. "Tus padres, al igual que yo, estamos orgullosos de ti. Fufufu… aun recuerdo cuando eras un niño. Mikoto y yo solíamos llevarte a todos lados. ¿Lo recuerdas, Itachi-kun?"
"Si… lo recuerdo…"
Los pasos de dos personas se escucharon mientras un corto silencio se apoderó de la escena. Itachi, al igual que su versión joven, miraron al suelo. Por otro lado, Toru solo se quedó en la puerta, mirando en silencio.
Algo dentro de él le decía que active el Kodō Shigan y que huya lejos, pero en el fondo de su mente, de su corazón, deseaba poder escuchar las últimas palabras de su madre.
Entonces, la voz de Kyoko, un poco quebradiza, volvió a escucharse. Toru la miró con atención y la escucho en silencio.
"Itachi-kun… levanta la cabeza"
Kyoko espero pacientemente a que el joven Itachi la mirase a los ojos. Y así fue como lo hizo, el levantó la mirada, con sus ojos un poco húmedos, a punto de…
"Tus ojos… tu Sharingan…" Ella miró por la ventana, donde la luz de la luna iluminaba el mundo.
...
"Es hermoso… es trágico… y es por eso… que te perdono"
'¿Okaa-sama…?' Toru extendió su mano, intentando alcanzar a su madre, pero su cuerpo no se movía.
"Te perdono, por todo lo que haz hecho y por todo lo que harás, Itachi-kun. Porque a pesar de que para muchos esto está mal, tu has hecho todo esto para ayudar a los demás, para conservar la paz." Ella regreso su mirada hacia el joven Itachi. "Yo… desde un principio sabia de todo lo que estaba pasando con ambos clanes, pero no me atreví a hablar. Es por eso que soy culpable. Soy responsable de mi propia vida"
"Nee-san… yo…"
"No es necesario que te disculpes, porque yo ya te he perdonado. Desde el principio, Itachi-kun…"
"Pero…"
El joven Itachi sostuvo la katana con ambas manos, intentando guardar sus lagrimas en el fondo de su corazón, pero era casi imposible. Los constantes recuerdos que tuvo junto a Kyoko y a su madre lo golpeaban fuertemente en el corazón. Y no podía hacer nada al respecto para evitarlo.
"Sin importar la decisión que hayas tomado, seguirás siendo como mi pequeño hermanito, Itachi-kun"
"Nee-san… por favor… perdóname…"
"Ya te he perdonando tonto, pero… a cambio… prométeme que no lastimaras a mi hijo. Prométemelo, ¿si?"
Esta escena, este momento… todo esto estaba haciendo que Toru lentamente se acercara a ella. Cuando se dio cuenta, estaba junto al joven Itachi, mirando a la mujer que sonreía a pesar de que estaba por morir.
"Yo… desearía poder verlo crecer… quiero ver como mi hijo se convierte en un hombre… que sea feliz, que no se involucre en los asuntos de los shinobi… que algún día encuentre una linda chica que lo ame y lo proteja… me encantaría poder ver a mis nietos… me encantaría… amaría poder estar junto a mi pequeño Toru en esos momentos felices…"
Estas palabras fueron como agujas para Toru y el joven Itachi.
Itachi miró a Toru. El chico miraba al suelo, con una cara inexpresiva, pero con ojos un tanto humedecidos por las lágrimas que comenzaban a asomarse por las comisuras de sus ojos.
'Perdóname… Okaa-sama…'
"Seria hermoso poder vivir en esos sueños pacíficos, no es así, Itachi-kun?"
Clic… el joven Itachi apretó la empuñadura de la katana. Kyoko lo miró y cerró los ojos con una sonrisa.
"Adiós, Itachi-kun… el dolor que sentirás con los años será desgarrador, pero al final de todo… espero que puedas ver el amanecer con una sonrisa…"
¡Salpicar! El joven Itachi apareció detrás de Kyoko, al mismo tiempo que una gran herida se abrió en la espalda de la mujer.
Ella cayó al suelo y su sangre comenzó a derramarse en la madera y, aunque nadie pudo verlo, una luz azul como el cielo iluminó los ojos de Kyoko por unos instantes, antes de que estos se cerraran, sellando así… el destino de la madre de Toru.
El joven Itachi lloro en silencio mientras escuchaba como la sangre comenzaba a moverse en el suelo hasta convertirse en un charco, pero luego se limpio las lágrimas y salió rápidamente de allí.
Toru se quedó congelado en el mismo lugar, mientras miraba a su madre en silencio. La pesadilla se había vuelto realidad nuevamente frente a sus ojos, pero ahora… muchas de sus preguntas tenían una respuesta.
Podría ser esta una mentira muy obvia, como también podría ser una verdad amarga. Toru tuvo esto en cuenta y se acercó al cadáver de su madre.
En silencio, la tomó entre sus brazos y la miro atentamente. Algunas lágrimas estaban en las mejillas de su madre, seguramente porque ella no pudo contener sus sentimientos mientras la vida lentamente abandonaba su cuerpo.
El le limpio las lagrimas y vio como su ropa volvía a mancharse con la sangre de su madre otra vez. Recordó el pasado, mientras también veía el pasado de Itachi frente a sus ojos.
El la abrazo suavemente, recordando como su madre solía abrazarlo. Cerro sus ojos y volvió a recordar. Luego, miró por la ventana en silencio…
'Perdóname… Okaa-sama… hice todo lo contrario a lo que tu querías para mi…' Volvió a recostar a Kyoko suavemente en el suelo y luego se puso de pie.
Itachi, que había mirado todo esto, no supo que decir al respecto. El le mostraba esto a Toru, porque creía que era el momento.
Aun así…
…
Toru miró a Itachi a los ojos, como si estuviera diciendo "¿Eso es todo?", pero en realidad esto aun no había terminado.
El dejo de cruzarse de brazos y simplemente dejó salir todo lo que guardaba su mente.
"Toru…"
El chico no respondió.
"Yo… con todo lo que viste hoy… no estoy tratando de convencerte. No te estoy pidiendo que creas en todo lo que has visto y no te estoy pidiendo que me perdones… yo…" Itachi dio un paso hacia delante y se sintió seguro de lo que iba a decir.
…
"Solo necesito que entiendas, solo te pido… que vea más allá de las mentiras y el pasado, y puedas encontrar la verdad"
Aunque su rostro era completamente inexpresivo, en la mirada de Itachi podía notarse un pequeño sentimiento de culpa.
Es cierto que el no buscaba el perdón de nadie, pues lo que hizo aquella noche, lo hizo por voluntad propia. Esta fue su propia decisión, la de exterminar a dos clanes en la misma noche con la ayuda de Tobi.
…
…
Después de que Toru mirase a Itachi, volvió a mirar a Kyoko. Las palabras que ella dijo antes de morir se repitieron en su mente y entonces el Kodō Shigan se activó.
Junto con su luz azul y roja como la sangre, acompañado de la X que giraba dentro de cada pupila, todo alrededor de ellos comenzó a romperse como si fuera cristal y la lluvia volvió a caer. La realidad lentamente volvió a formarse alrededor de Toru e Itachi, dejando el cielo nublado y lluvioso de nuevo, junto con el fuerte sonido de las gotas de lluvia cayendo.
"Itachi…"
…
…
Sobre aquel techo y en medio de la lluvia, un sentimiento cálido envolvió su corazón. Al mismo tiempo, en su mente se proyectó el día que conoció a Itachi y como Kyoko lo trataba, como si fuera su pequeño hermano.
"Esta bien… lo entiendo"
El miró al cielo. Las gotas de lluvia se deslizaron por su rostro, por su extraño rostro de expresión casi muerta. Sus ojos miraban la muerte en el cielo, así como las lagrimas que se mezclaban con el agua.
"Yo…"
Itachi se quedó sin palabras. El no esperaba que Toru acepte todo sin pensarlo, pero…
…
"Te perdono… Itachi"
El miró a Itachi, con aquella cara inexpresiva de siempre una última vez… y simplemente comenzó a caminar sobre los techos después de eso. Su cuerpo comenzó a desaparecer en medio de una pequeña nube de humo, hasta que ya no hubo nada.
…
Itachi se quedó solo en medio de la lluvia y de pronto sintió algo en su mano derecha. Era un frasco blanco, cuyo contenido parecían ser pastillas pequeñas.
"…" Apretó el frasco de pastillas suavemente y algunas lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, mezclándose así con el agua de la lluvia.
Casi cae de rodillas intentando guardar sus sentimientos, porque al fin… una gran carga mental desapareció lentamente.
"Gracias… Toru…" Volvió a ponerse el sombrero. 'Nee-san siempre estuvo orgullosa de ti… y yo también…' Después de eso, comenzó a saltar entre los techos en dirección a la salida de Amegakure. En ese momento, vio por última vez al gran edificio donde Pain, Konan y Toru están.
"Este… es mi regalo de despedida para ti…"
***
Las grandes paredes metálicas del edificio se levantaron alrededor de el y la luz del Kodō Shigan lentamente se extinguió.
El estaba sentado en el suelo, mientras su ropa escurría el agua de la lluvia.
Se apoyo en sus propias rodillas y descanso la cabeza contra la pared metálica.
'Itachi… ¿Cómo se supone que voy a usar esto?' Una pequeña sonrisa se formo en su boca, porque en su mano, en un frasco de vidrio que repentinamente cayo de la manga de su túnica, estaba el último regalo de Itachi. Era esférico, brillante carmesí… era… un sharingan.
-Hace mucho tiempo-
Hace más de 20 años, en un mundo que hoy en día ya no existe. Sobre el techo de una gran mansión, mientras el viento suavemente acariciaba su cuerpo, el tic tac del reloj en su muñeca resonaba y sus anteojos se empañaban con sus propias lágrimas.
Aquel chico sonrió. Su sonrisa era tan radiante y hermosa como el sol, pero sus lágrimas, las lágrimas que corrían por su rostro lo hacían ver como un niño que no pudo encontrar otra salida.
"¿Si yo muero, madre será feliz?"
El niño se llevó la mano a la zona del corazón y suspiró.
"Ya veo… entiendo…"
Sus brazos cayeron sobre sus hombros.
"Esto es lo que debo hacer… yo… ya estoy acostumbrado y es por eso que esta bien… estoy bien…"
El chico miró por última vez los alrededores, mientras de fondo se escucharon los gritos desesperados de los sirvientes de la mansión.
Aquel chico… extendió su mano al cielo y entonces…
Se lanzó al vacío esperando su muerte.
Pero era extraño… ¿por qué vio la silueta de alguien en el cielo mientras caía? Esa silueta blanca que parecía extender su mano para alcanzar al chico. Era tan extraño, pero el simplemente lo ignoró, porque esta posiblemente sea la imaginación del chico antes de su muerte.
...
...
***
El alguna vez quiso morir por su madre… y en el futuro, no, en el presente, cuando el solo tenia 6 años… su madre murió para el. Aun en el fondo de su retorcido corazón, encontró la forma de hallar el perdón.
"Madre… Okaa-sama…"
Cerro los ojos, manteniendo esa pequeña sonrisa, mientras lentamente, una última lágrima se desmoronó por su mejilla.
La sangre en mis manos (Fin)