El alma divina de Yang Chen penetró en la mente del Demonio de Sacrificio Rojo. Existían reglas para todo, y la fuerza del Demonio de Sacrificio Rojo era aparente. Su alma divina no podía volverse más fuerte. Bajo la aterradora habilidad del alma divina de Yang Chen en el Reino Marcial Terrenal, solo logró resistir menos de cinco suspiros antes de que sus defensas se desmoronaran por completo.
Y así, el alma divina de Yang Chen arrasó dentro del cuerpo del Demonio de Sacrificio Rojo, logrando finalmente discernir la verdad del asunto.
—Justo como sospechaba, la Señora Yin Hu ha sido controlada por este Demonio de Sacrificio Rojo —murmuró Yang Chen para sí mismo.
La Señora Yin Hu originalmente era solo una experta ordinaria del Reino Marcial Verdadero. Su nombre, Señora Yin Hu, provenía de su afición por las ropas plateadas y su cultivo en el arte de la seducción, al modo de un zorro. Por ello, se le otorgó el título.
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