```
Emmelyn asintió y sonrió ante sus palabras. —Gracias. Usaré el dinero sabiamente.
—Sé que lo harás —respondió Marte—. ¿Quieres tomar algo ahora?
Emmelyn asintió. Un poco de oro nunca le hizo daño a nadie, pensó.
Decidió tomar 10 monedas de oro y guardarlas en el bolsillo de su abrigo. Podría usarlas para obsequiar a los cocineros que habían trabajado duro para siempre preparar los platillos que a ella le gustaban.
Quería que supieran que apreciaba lo que hacían. Era una entusiasta de la comida y nunca había sentido falta de comida una vez que les entregó la lista de sus alimentos favoritos.
—¿Estás segura de que diez monedas son suficientes? —Marte le preguntó cuando la vio tomar solo unas pocas. Pensó que tomaría más.
—Siempre puedo conseguir más si las necesito —dijo Emmelyn con una sonrisa—. O... ¿quieres que te devuelva la llave?
Marte negó con la cabeza. —Por supuesto que no. Puedes quedártela. Solo asegúrate de guardar bien la llave para que nadie te la robe.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com