La Manta Humana

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Emmelyn disfrutaba realmente de tomar un baño tibio antes de acostarse. Sentía que su cuerpo, que antes estaba congelado, ahora se sentía tan cálido y confortable.

Sus poros también se abrieron y sintió su piel muy limpia al frotarla felizmente. Ahh... se sentía tan fresca.

Deliberadamente enrolló su cabello en un moño sencillo para que no se mojara mientras se sumergía. Si se mojaba, le sería difícil secarlo antes de irse a dormir. También vio a Marte haciendo lo mismo. Ahh... por cierto, ¿cómo es que ese tipo siempre podía verse tan guapo sin importar qué?

Ya sea que estuviera vestido o no, con su largo cabello cayendo sobre sus hombros o recogido en un moño... Marte siempre se veía masculino y atractivo.

[Nuestros hijos serán tan guapos como él.]

[Ahh...]

[Cielos.]

[¿En qué diablos estoy pensando?]

[Concéntrate, Em. Concéntrate.]

Emmelyn se reprendió a sí misma. Tenía que centrarse en su plan. Este no era el momento de admirar el buen aspecto del diablo.

Tenía que encontrar una bruja que pudiera ayudarla a quedar embarazada. Quería tener múltiples hijos de una vez para poder abandonar pronto este lugar.

La chica cerró sus ojos y concentró sus pensamientos en sus planes.

Mientras tanto, Marte notó la expresión de Emmelyn e intentó adivinar qué estaba pasando por la mente de la chica.

Él sabía que Emmelyn solo fingía que no le gustaba tomar un baño antes de acostarse. Podía ver por la tenue sonrisa en su rostro que en realidad le gustaba.

[Tú, chica rara.]

[¿Por qué eres tan terca?]

[Espero que mis hijos no hereden tu terquedad.]

De repente, Emmelyn abrió los ojos cuando sintió la mano de Marte en su hombro.

—¡Oye! ¿Qué estás haciendo? —exclamó la chica, espontáneamente.

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Marte carraspeó. —No te duermas en la bañera. Tu piel se arrugará y puedes resfriarte.

Emmelyn, que se sobresaltó, inmediatamente miró a su alrededor y encontró a Marte ya vestido y seco. El hombre parecía listo para dormir.

¡Caramba...!

Emmelyn de repente se dio cuenta de que debió haberse quedado dormida antes de cerrar los ojos en la bañera mientras se sumergía. En efecto, el agua tibia que rodeaba su cuerpo era tan confortable que inconscientemente se quedó adormecida y se durmió.

—¿Cuánto tiempo dormí en la bañera? —preguntó Emmelyn con una expresión avergonzada.

—No fue mucho. No te dejaría quedarte allí el tiempo suficiente para encoger y arrugarte —dijo Marte, con una risita. Luego puso una toalla en la cabeza de Emmelyn y se quedó de pie con los brazos cruzados sobre el pecho, observando cómo la chica se levantaba del baño y se secaba.

—Hmm... no tienes que mirarme mientras me seco —regañó la chica mientras lanzaba una mirada aguda a Marte—. Me haces sentir incómoda.

—Está bien. Entonces te esperaré en la cama —dijo finalmente Marte.

Luego caminó hacia la cama y se acostó con los ojos cerrados. Estaba un poco molesto porque esta chica no parecía apreciar que había tenido la amabilidad de despertarla para que no se quedara dormida en la bañera hasta la mañana.

Como de costumbre, Emmelyn siempre lo trataba como a un pervertido que solo quería aprovecharse de ella, y actuaba groseramente con él.

Está bien. Verás —murmuró él para sí mismo—. Había hecho algo para asegurarse de que Emmelyn se arrepintiera por ser grosera con él.

Emmelyn, que había terminado de secarse el cuerpo con la toalla, luego se puso un camisón de noche de la mesa. Ahh... por cierto, ¿quién puso ese camisón allí? ¿Fueron los sirvientes?

Sin embargo, no había visto ese camisón allí antes de tomar el baño.

¿Lo preparó Marte para ella?

Emmelyn se volvió hacia el príncipe, que yacía con los ojos cerrados en la cama. Ahh... este hombre es realmente bastante atento, pensó Emmelyn.

Emmelyn no había revisado qué ropa tenía disponible en esta cámara. No trajo ningún vestido consigo cuando aún se disfrazaba de sirviente masculino.

Lo que estaba claro era que sabía que Marte le había proporcionado muchos vestidos hermosos después de que él descubrió su verdadera identidad como mujer. Ah, mañana revisaría toda su ropa y elegiría lo que más le gustara.

Si Marte realmente quería que llevara ropa bonita, Emmelyn aprovecharía esta oportunidad para obtener ropa bonita. Le pediría a Marte que enviara al sastre del palacio para que viniera y le hiciera los vestidos que le gustaran.

Después de ponerse un ligero camisón de seda en color azul claro, Emmelyn se soltó el cabello e inmediatamente se subió a la cama para descansar.

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Fue solo después de acostarse en la cama que Emmelyn se dio cuenta de que faltaba algo.

—Rayos. ¿Por qué no hay una manta aquí? —pensó.

Después de que su cuerpo se acostumbró al agua cálida y se sumergió en ella, tan pronto como salió del baño, la baja temperatura helada del otoño hizo que Emmelyn temblara de frío. Se suponía que si se acostaba y se metía bajo las cubiertas, su cuerpo se calentaría de inmediato.

Pero de alguna manera, la maldita manta no estaba allí ahora.

Emmelyn, que estaba temblando, inmediatamente se levantó de la cama y se movió para encontrar la manta.

—¿Habría caído debajo de la cama? —se preguntó.

—Hmm... no está allí —se dijo tras inspeccionar.

Se movió hacia la mesa y el armario pero no pudo encontrar ni una sola manta en la habitación.

—Brrrrr... qué frío —tiritó.

Emmelyn rechinó los dientes debido a la temperatura fría y no pudo encontrar una manta en ninguna parte.

—¿La criada la recogió para lavar y olvidó poner una manta de reemplazo? —se preguntó, frustrada.

Miró a Marte, que yacía recto en la cama, luciendo muy relajado.

—¿Por qué este bastardo no siente frío? —se cuestionó Emmelyn, a la vez que tocaba el brazo de Marte y soltó un suspiro. El cuerpo de este hombre estaba muy cálido.

Ah... maldición. No es justo que este bastardo pueda dormir tan bien bajo esta temperatura fría.

Inevitablemente, Emmelyn se vio obligada a hacer de Marte su manta humana esa noche.

Mañana, tenía que asegurarse de que esas malditas mantas se encontraran.

Con los labios fruncidos, Emmelyn finalmente subió de nuevo a la cama y presionó su cuerpo contra Marte.

—Ahh... qué calor. Es tan cálido. Qué agradable —murmuró, al sentir el alivio del frío.

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El cuerpo de Emmelyn captó inmediatamente el calor del humano a su lado y lentamente la chica empezó a sentirse confortable.

Cuando Marte giró su cuerpo de lado para que su cara estuviera frente a Emmelyn y sus manos envolvieran la cintura de la chica, Emmelyn no lo alejó. Se sentía muy cálida y cómoda durmiendo en esta posición.

Soltó varios bostezos grandes y luego se quedó dormida. Mientras su respiración se volvía suave y regular y la chica se quedaba dormida, Marte abrió un ojo y sonrió satisfecho.

Se tomó una pequeña venganza por la actitud brusca de Emmelyn con él antes escondiendo todas las mantas de esta cámara. Ahora, Emmelyn era quien buscaba calidez en él.

Con una gran sonisra en su rostro, el hombre volvió a cerrar los ojos y apretó su abrazo sobre el cuerpo de Emmelyn.

Ahh... se sentía tan cálido y cómodo.

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De la autora:

Mientras releo este libro, me doy cuenta de que esta historia avanza a un ritmo muy relajado. No se han lanzado muchos conflictos aún. Principalmente vimos a esta pareja discutir, comer, bañarse, tener sexo, comer, bañarse y tener sexo de nuevo, etc.

¿Qué te parece el ritmo hasta ahora? Jajaja. Como siempre digo, no controlo el libro. El libro establece su propio ritmo y desarrolla la historia como le place.

En realidad, me preocupa que estemos siendo adormecidos con cosas ligeras y dulces porque el libro quiere prepararnos para una montaña rusa realmente intensa. Espero que estén todos listos cuando comience el verdadero conflicto.

Si lees mis otros libros, los tres tienen momentos intensos que dejaron un impacto profundo en los lectores. Tengo la sensación de que este libro nos hará lo mismo, aunque en este momento realmente no puedo decir mucho. Estoy esperando en la oscuridad, igual que ustedes.

PD: Por favor, vota con tu piedra de poder para este libro. Ahora ya puedo prometer un lanzamiento masivo de capítulos cada fin de semana si alcanzamos ciertos votos de piedra de poder. Uno de mis libros está a punto de terminar en unos días y tendré tiempo para concentrarme en este libro.

Empecemos la próxima semana.

1000 PS para el domingo = 1 capítulo extra el lunes (Publicaré 2 capítulos)

1500 PS para el domingo = 2 capítulos extra el lunes (Publicaré 3 capítulos)

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