Definitivamente Miguel O'hara Odia Este Fan-fic

Sora estaba en casa meditando, el haber usado tres hechizos a la vez lo había cansado, necesitaba hacerse más fuerte para poder usar hechizos más seguido y a la vez.

"¿Qué le pasó?" Preguntó Mikan al ver a Sora meditar en el centro de la sala de estar.

"Creo que perdió una pelea o algo así, cuando regresó tenía los puños sangrando y su ropa rasgada." Dijo Kaori.

"¡¿Por qué lo haces sonar como normal?!" Exclamó Mikan.

"Porque lo es, con el lo es, siempre regresaba con moretones o sangrando, está acostumbrado a pelear, digo, su padre es El Yakuza de Shinkuru, toda su vida ha estado rodeado de ese tipo de ambiente, y siempre que perdía una pelea se encerraba en su cuarto, una vez lo descubrí meditando, dijo que era una especie de entrenamiento." Explicó la rubia.

"¿En serio?" Dijo Mikan preocupada de que algo le pase a Sora.

"Si, pero descuida, siempre ha sido de curarse rápido."

"¿Podrían hacer silencio? Intento concentrarme." Dijo Sora mientras abría uno de sus ojos.

"Perdón." Dijeron ambas antes de irse a otro lugar.

'Intenta usarlo ahora.' Dijo Airi en su mente.

"Purson." Dijo y se volvió parcialmente invisible.

'Bien hecho.' Dijo Airi.

"Bien, entonces. hay algo que quiero comprobar." Dijo Sora mientras volvía a la normalidad y se paraba.

'¿Qué vas a hacer?' Preguntó Airi.

'Leme tiene un mal presentimiento.'

"Orobas." Dijo Sora y fue teletransportado.

'¿Dónde estamos? Se supone que debes pensar en el lugar al que quieres ir antes de usarlo.' Dijo Airi.

"Pues estaba pensando en demonios." Dijo Sora y Airi y Leme aparecieron junto a el.

"Esto podría haberte llevado al inframundo y lo sabes, ¿Por qué?" Preguntó Airi.

"Porque quería responder algunas de mis dudas, y aquí estamos, en un lugar oscuro." Dijo Sora mientras Airi iluminaba a Leme.

"Leme cree que deberías intentar esto." Dijo mientras se abría en una página.

"Leraje." Dijo Sora y una luz salió de su mano que iluminó la habitación, estaban en un sótano. "Interesante." Dijo antes de ir hacia las escaleras que subían, donde encontró una cocina.

"¡¿Quién eres tú?!" Preguntó una voz desde la puerta.

Una chica vestida de maid acababa de entrar, sus ropajes eran de alta calidad y la cola que salía de ella indicaba que era demonio, como Sora esperaba.

"Espera, estoy perdido." Intentó decir Sora, pero la chica le había lanzado la bandeja de plata que traía en las manos.

"¡Lady Leviathan!" Gritó mientras salía de ahí.

"Eso no suena bien..." Dijo Airi desde atrás de Sora.

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Buckingham "Levi" Leviathan, una hermosa mujer mayor de pelo largo de color azul claro con un pañuelo con un diseño exquisito, dos cuernos que parecen conectados a su pañuelo, un cuello alto blanco y una chaqueta azul y un cinturón para complementar su falda larga.

Ella es una de las demonios de más alto rango en el inframundo, pero ahora mismo se encuentra en una mansión pequeña en los bosques de Creta, Grecia.

"¡Lady Leviathan!" Un grito hizo que su atención se dirigiera hacia la puerta, por donde entró la maid alterada.

"¿Qué sucede Kafy?" Preguntó mientras se levantaba de su silla.

"¡Un intruso!" Exlamó la maid y antes de que pudiera parpadear, Levi ya había desaparecido.

"¿Quién eres y qué haces aquí?" Preguntó Levi amenazante a Sora mientras ponía su mano en el cuello del chico, quien estaba sorprendido.

"¿Qué?" Dijo al ver que una mujer acababa de aparecer frente a el.

"¡Responde!" Exclamó la mujer mientras sus uñas se hacían más grandes y empezaban a apretar el cuello de Sora, además de esa aura fría que emanaba de ella.

"¡Estoy perdido!" Gritó Sora antes de ser lastimado.

"¡Mentiroso!"

"¡Es verdad! Estaba probando magia y aparecí en su sótano, lo siento." Explicó, pero Levi lo veía aún con cautela.

"¿Miente?" Preguntó al aire, pero de atrás de la puerta salió otra maid, que negó con la cabeza. "Bien, te creeré, por ahora." Dijo Levi mientras se alejaba de Sora.

"Gracias." Dijo Sora después de suspirar. "De nuevo, perdón por aparecer así, no creí que terminaría entrando en una casa ajena así."

"¿Y qué hacías que terminaste aquí?" Preguntó Levi.

"Estaba probando el uso de la magia, y un hechizo me teletransportó aquí."

"¿Qué clase de hechizo te teletransporta al sótano de alguien?"

"Uno de Leme." Dijo Leme mientras aparecía en su forma humana.

"¿Leme?" Preguntó Levi mientras veía a la chica con curiosidad.

"Lemegeton, mucho gusto." Dijo mientras extendía su mano.

"I-imposible." Dijo nerviosa Levi mientras su sorpresa y miedo se veía en la cara.

"¿Sucede algo?" Preguntó Sora al ver su reacción.

"¿De donde la sacaste niño?" Preguntó algo nerviosa.

"Ella vino a mi." Dijo Sora mientras Leme pasaba a su forma libro y se posaba en las manos de Sora.

"Entonces eres tu..." Dijo la mujer antes de salir caminando rápido de la cocina, hacia una biblioteca.

"¿Qué sucede mi lady?" Preguntó Sora mientras la seguía.

"Hace años, más de los que puedo recordar, Salomón creó un libro, creador de todo y nada, creado con el cuerpo de Dios, escondido en las inmensidades del universo, se dice que aquel que lo encuentre está destinado a ser el gobernante del mundo..." Explicó mientras mostraba las imágenes de un libro viejo.

"¿Y eso significa qué...?" Dijo Sora mientras fingía entender.

"Que tu tienes a Lemegeton, Mi Rey." Dijo mientras se arrodillaba frente a Sora.

"¿Qué?" Dijo Sora sin entender.

"Debo avisar a los demás..." Dijo Levi mientras se levantaba e intentaba contactar a otros.

"¡Espera!" Exclamó Sora, a lo que la mujer se detuvo y se arrodillo de nuevo.

"Lo siento, me disculpo por mi insolencia." Dijo arrepentida.

"¿Cómo que Rey? ¿De que hablas?" Preguntó Sora aún confundido.

"Aquél que encuentre el Lemegeton está destinado a gobernar el planeta, Lemegeton posee el poder de todos los demonios, ángeles y ángeles caídos, al igual que las constelaciones visibles, lo que te hace el ser más poderoso del mundo, incluso de varios mundos."

"¿Y si yo no quiero ser rey?"

"Eso es imposible mi señor, está escrito en el libro." Dijo Levi y Leme flotó para abrirse en las primeras páginas, donde decía todo lo dicho por Levi.

"¿Por qué nunca me lo dijiste Leme?" Preguntó Sora.

"Leme creyó que sería buena idea que primero aprendas a usar a Leme."

"Lemegeton tiene razón, usted dijo que estaba aprendiendo y terminó aquí, ¿No?"

"Si, estaba aprendiendo a usar los hechizos bien."

"Entonces puede usar este lugar como su campo de entrenamiento, no hay nadie que pueda molestarlo en 50 kilómetros a la redonda, y en lo que entrena yo veré que su coronación vaya perfectamente."

"No, espera, aceptaré tu idea de usar el lugar, pero no me interesa ninguna coronación ni nada de eso, de hecho, creo que deberíamos guardar el secreto hasta que pueda usar a Leme completamente, ¿No?" Dijo Sora mientras se imaginaba como rey.

"Entiendo, entonces guardaremos el secreto hasta que usted diga mi señor." Dijo Levi mientras se inclinaba.

"Y por favor deja de decirme así, nunca me ha gustado, solo dime Sora."

"Está bien Señor Sora."

"Eso sirve, por cierto, no se tu nombre."

"Yo soy Buckingham "Levi" Leviathan, antigua Consejera del Rey del Inframundo, parte del Consejo de Ancianos del Inframundo y La Bestia Bíblica Leviatán, a sus servicios." Dijo mientras se arrodillaba a Sora.

"Entonces yo soy Sora Ichijou, futuro Jefe Yakuza de Shinkuru, y al parecer Futuro Rey del Mundo."

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"¿Qué es eso?" Preguntó Sora mientras volteaba a ver a Levi.

"¿El qué?" Preguntó curiosa.

"Lo que está en la habitación de arriba." Dijo Sora y Levi bajó la cabeza ligeramente.

"Ven." Dijo antes de llevarlo allá.

Al entrar estaba una habitación grande, pintada de morado y con decoraciones tipo cristales, en la cama había una chica acostada, dormida, el cabello morado de la chica combinaba con la habitación y la belleza de esta solo hacía que pareciera que ves a una princesa, una Bella Durmiente.

"¿Quién es ella?" Preguntó Sora al verla.

"Ella es una de mis hijas, lleva casi 100 años en coma." Dijo la mujer mientras acariciaba la cara de la chica.

"¿Por qué está en coma?"

"Fue maldecida por Hades, el la quería por su poder, pero gracias a Derkila pude recuperarla de sus garras, desde entonces he hecho todo lo posible por recuperarla, pero es imposible para mi..." Dijo triste.

"Airi, Leme, ¿No hay algo que yo pueda hacer?" Preguntó Sora mientras veía a la chica dormir, y a la madre triste.

"Puedes usar Lucifer, pero necesitarías dominarlo por completo antes." Dijo Airi mientras Leme mostraba la página correspondiente.

"Cancelar magia, interesante..." Dijo Sora mientras leía. "Bien intentémoslo ahora, y así hasta que lo logre."

Levi se hizo a un lado, Sora se paró frente a la cama y extendió su mano hacia la chica.

"Lucifer." Dijo y una especie de aura quiso ir a la chica, pero fue rota al tocarla.

"Me temo que tomará mas de un intento, además de que aún no dominas bien la magia." Dijo Airi.

"Entonces porqué no toma uno de los Desafíos Demoniacos para aprender a controlar su magia?" Dijo Levi mientras tomaba un libro de la estantería de la habitación. "En el mundo demoniaco hay rangos, y para subir de rango se necesita hacer desafíos, y creo que conozco una buena forma de entrenar su magia." Explicó mientras mostraba el desafío en el libro.

"Ya veo, suena bien..." Dijo Sora mientras pensaba.

"¿Lo hará Señor Sora?" Preguntó Levi expectante.

"Si, hagámoslo."

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"Normalmente solo demonios de Rango 6 o mayor tienen permitido entrar aquí, y en base a lo que vi hoy diría que eres Rango 2 como mucho, pero esto es algo que servirá para que mejores en el uso de magia." Dijo Levi mientras veía hacia adentro del portal que acababa de hacer.

"Entonces estoy bajo el rango necesario para entrar, ¿No?" Preguntó Sora.

"Así es, debes tener cuidado, no se que te espera del otro lado."

"¿Cómo que no? ¿No hiciste esto o qué?"

"Si, pero esa dimensión es más agresiva de lo que podrías esperar."

"Entiendo, entonces regreso después." Dijo Sora antes de entrar.

"¿Realmente es buena idea que entre siendo máximo rango 2?" Preguntó una de las maids.

"Espero que si, porque si el tiene a Lemegeton, entonces el podría liberar a Ingvild de la maldición."

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Sora estaba en una especie de campo abierto, todo era bastante bonito, hasta que un dragón verde llegó volando y estrellándose cerca de donde estaba Sora.

"Impresionante." Dijo Sora al ver al gran dragón.

"¿Qué hace un humano aquí?" Dijo el dragón mientras veía a Sora. "¡Vete de aquí!"

"¿Por qué debería?" Dijo Sora.

"Porque saldrás herido." Dijo el dragón antes de levantarse y comenzar a volar.

"¿Alguna recomendación de magia para usar?" Preguntó Sora.

"Leme recomienda esta." Dijo Leme antes de abrirse.

"Buné." Dijo Sora y escamas comenzaron a salir de el, alas crecieron en su espalda y garras crecieron en sus manos y pies. "Interesante."

"Ahora eres parte dragón, acaba con esto antes de que Kaori quiera llamarte."

"Cierto, había olvidado que debo volver a casa."

Sora voló con dificultad hasta acercarse llegar al dragón, que estaba peleando con un ser humano desnudo, la barba y cabello largos y blancos resaltaban en su desnuda apariencia, y junto a su espada atacaban al dragón.

"¿Qué pasa aquí?" Dijo Sora mientras se acercaba.

"¿Qué?" Preguntó el dragón al percibir el mismo olor del humano de antes.

"No te metas niño, vete." Dijo el hombre antes de atacar a Sora.

"Eso me lo deja claro..." Dijo Sora antes de lanzarse a golpear al hombre.

"¿Qué crees que haces?" Le gritó el dragón al verlo.

"Ayudo a quien se preocupó por mi." Dijo Sora antes de volver a atacar.

"¡Te dije que no te metieras!" Gritó el hombre antes de lanzar un corte mágico con la espada.

"¡Cuidado!" Gritó el dragón a Sora.

"Todo bien." Dijo Sora al esquivar el ataque.

"¡No te metas con un dios y su presa!" Gritó el hombre de nuevo, pero Sora solo esquivaba, lo que le dio tiempo al dragón de atacar al hombre.

"Buen golpe." Dijo Sora.

"Bien distrayéndolo." Dijo el dragón.

"Será mejor que se preparen, ¡Porque los voy a hacer sufrir!" Dijo el hombre antes de lanzarse a atacar al dragón, a quien tomo de la cola y estampó en Sora.

"Entonces tu prepárate para caer, falso dios." Dijo Sora antes de apoyarse en el dragón y lanzarse al hombre, a quien dio un golpe en la quijada.

"Sora, deberías terminar pronto o usar otras magias, porque la transformación no va a durar mucho más." Dijo Airi mientras aparecía junto a el.

"Entendido." Dijo antes de empezar una pelea física con el hombre, quien atacaba con su espada.

Gracias a las escamas Sora podía parar los espadazos, pero cada nuevo golpe le quitaba escamas, las garras cada vez se hacían más pequeñas y las alas comenzaban a hacerse rígidas, gracias a eso Sora terminó en el suelo, casi enterrado del impacto, lleno de golpes en los brazos y un hombre desnudo frente a el, con su espada apuntando a Sora. {7w7}

"¡Atrás!" Gritó el dragón al golpear al hombre y mandarlo a volar.

"Gracias." Dijo Sora mientras se ponía de pie. "Terminemos esto, Phenex." Dijo y sus puños se rodearon de fuego.

"Eres un humano interesante, cuando esto acabe hay que ir a comer algo." Dijo el dragón mientras comenzaba a volar.

"Con gusto, pero primero acabemos con esto." Dijo Sora antes de que ambos se lanzaran contra el hombre.

Varios golpes iban y venían, el hombre tenía una gran experiencia en batalla y claramente tenía la ventaja, el dragón lanzó un ataque de luz y el hombre usó su espada para partirlo en dos, cosa que aprovechó Sora para de entre el ataque dividido salir y golpear al hombre con un puño de fuego, mandándolo a volar lejos, cosa que aprovechó el dragón para seguirlo y golpearlo con la cola para estrellarlo en el piso.

Del pequeño cráter creado por el impacto salió el hombre, saltó y tomó al dragón de la cola, lo giró y lanzó hacia un pequeño pueblo en la lejanía.

Sora intentó detenerlo, pero ambos terminaron chocando contra una casa, destruyendo parte del pueblo.

"¿Estás bien?" Le preguntó a Sora.

"Si, creo que si." Dijo antes de voltear a ver a las casas, donde vio a la gente muy asustada, algunos ayudaban a sacar a otros de bajo los escombros, otros lloraban, pero miedo en las caras de todos había.

"Bien, gracias por el sacrificio." Dijo el hombre mientras se acercaba flotando, para dirigir la punta de la espada a uno de los aldeanos, donde disparó un rayo de luz y lo mató, para que su alma salga y se dirija al hombre, y los gritos de los aldeanos se hicieron escuchar.

"¡Detente!" Gritó Sora.

"No, este es el pináculo de mi poder, todos estos años trabajando en esto, para por fin hoy cumplir mi destino, y no dejaré que un mocoso desconocido y su mascota dragón me detengan." Exclamó el hombre mientras descendía.

"¡¿Mascota?!" Gritó el dragón antes de lanzarse a golpear al hombre. "¡Yo no soy la mascota de nadie!"

"¡Vengan por acá!" Gritó Sora, aprovechando que el dragón peleaba con el hombre para evacuar a los pueblerinos.

Mientras la gente iba evacuando, el dragón y el hombre peleaban en el aire, y una niña se acercó a Sora para pedirle ayuda, pues su padre estaba atrapado bajo una gran pared.

Tras ayudarla, con ayuda de la que parecía ser su esposa y una chica pelimorada se llevaron al hombre a donde estaban yendo los demás aldeanos, dejando así paso libre para que Sora pueda seguir peleando.

Golpes y golpes eran dados por los tres integrantes de la pelea, el cansancio se empezaba a apoderar de Sora, entre el uso de maná y el estar moviéndose y peleando lo estaban cansando y retrasando, hasta que un espadazo le dio a Sora en el costado, cortando y abriendo su piel.

"Será mejor que te vayas, ya no puedes seguir." Dijo el dragón a Sora, quien usaba hilos para cerrarse la herida.

"Descuida, todavía puedo." Dijo Sora antes de caer de rodillas.

"Vete." Dijo el dragón antes de rugir y abrir un portal, en donde iba a lanzar a Sora, pero justo llegó el hombre golpeando al dragón, enterrando su espada en la espalda de este y llevándolo por el portal, por lo que el portal se cerró.

"¿Otra dimensión?" Dijo el hombre mientras volteaba a ver a Sora. "Así que eres de otra dimensión, eso explica que seas tan interesante." Dijo el hombre antes de golpear a Sora con los puños hacia abajo.

El golpe hizo que Sora cayera al suelo, donde recibió otro golpe en la cabeza, la sangre le impedía ver bien y los golpes lo tenían confundido.

"Tal vez deba visitar tu dimensión, así recuperaré mi espada y acabaré con todos los seres corruptos, antinaturales y deformes, como los demonios, vampiros, dragones, y como tu, magos."

A la vista de Sora estaban los aldeanos que había ayudado antes, veían la pelea con temor y preocupación, sus ojos se posaron en la cabellera rubia de la niña de antes, quien rezaba por el bienestar de Sora.

"Por favor héroe, levántate." Decía la niña mientras veía a Sora tumbado.

A la mente de Sora vinieron imágenes de aquellos que conocía, Levi y sus sirvientas, Youko y sus murciélagos gigantes, el dragón que acaba de conocer, sus amigos, su familia, Haruna, Kaori.

"Este es el final, mago." Dijo el hombre antes de prepararse para golpearlo.

Sora usando los hilos se alejó del golpe y comenzó a pararse, la sangre le escurría por la cara y le dolía su cuerpo, pero eso no impidió que se levantara.

"¿Sabes?" Comenzó a decir Sora. "No me importa si decides hacer tu voluntad y gobernar esta dimensión, habrá quien te detenga, pero incluso si hay gente más poderosa allá en casa capaz de detenerte, acabas de cometer el mayor de los crímenes, amenazar a mi hogar y a mi familia, y eso es imperdonable." Dijo Sora antes de acercarse a el, quien estaba listo para lanzar un golpe, pero Sora lo distrajo. "¿Te sabes lo de la mano en el hombro?"

"¿Qué?" Dijo el hombre, por lo que Sora puso su mano en el hombro del hombre.

"Hey." Dijo antes de darle una corriente eléctrica que lo mandó a volar.

'¿Tengo la suficiente energía para usar Beelzebub?' Preguntó Sora.

'No, te desmayarás.' Dijo Airi preocupada.

'¿Creen que los aldeanos me ayuden si caigo?' Preguntó Sora mientras veía como el hombre se acercaba a el con gran velocidad.

'Los ayudaste, claro que lo harán.' Dijo Leme mientras abría la página de Beelzebub, El Rey Demonio de la Gula.

"Beelzebub." Dijo Sora tras leer la página y extendió su mano hacia el hombre, quien esperaba el ataque.

Lo que no esperaba era que el ataque era absorberlo a través de un torbellino azul que salió de la mano de Sora.

"¡¿Qué es esto?!" Gritó el hombre intentando escapar del torbellino.

"Tu final." Dijo Sora antes de tragarlo por completo. "Espero Levi venga por mi..." Dijo Sora antes de caer desmayado, no notando las notificaciones.

[Has Alcanzado la Experiencia Suficiente]

[Nivel 2 Adquirido]

[Recompensa: 2 Tokens]

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Un gran dragón acababa de caer en el bosque de Shinkuru, estaba herido y claramente su presencia llamó la atención de quienes lo notaron.

"¿Qué fue eso?" Preguntó una joven de cabellos rojos, su mirada se dirigió a la ventana, en dirección del bosque.

"Parece que alguien inesperado a llegado a Shinkuru." Dijo la chica pelinegra a su lado mientras sonreía.

"Avisa a Sona, Koneko, Yuumi, vayamos a investigar, alcáncenos allá."

"Entendido." Dijeron las otras tres chicas.

"¿Eso fue una onda mágica?" Preguntó un hombre con traje.

"Así parece." Dijo el otro hombre.

"Vayamos a investigar, esperemos que no sea algo importante."

"¡Kobayashi esto está mal, arréglalo!" Gritó el jefe.

"¡En seguida!" Gritó en respuesta la mujer de lentes.

"¿Qué fue eso?" Preguntó la mujer pelinegra.

"Probablemente un intruso, dejemos que las mocosas se encarguen, nosotros hay que quedarnos aquí." Dijo la chica rubia.

"Yo creo que sería más lógico ir a investigar, necesitamos saber más de los alrededores para empezar con el plan." Dijo la mujer peliazul.

"Sea lo que sea, hagámoslo, no sabemos cuanto durará la criatura aquí." Dijo el hombre de la gabardina.

"Vayamos, y no dejen que esas mocosas nos vean." Dijo la mujer pelinegra antes de sacar alas negras de su espalda y comenzar a volar seguida de los otros tres, dejando plumas negras en el lugar.

"¿Eso fue magia?" Preguntó la chica pelirroja mientras veía al cielo, de donde había salido un dragón.

"Así parece." Dijo la otra chica peliblanca. "¿Quiere ir a investigar?"

"No, busquemos antes un lugar para quedarnos."

"¿Un dragón de otra dimensión?" Dijo para si un hombre de cabellos castaños mientras caminaba atrás de su hija.

"¿Sucede algo papá?" Preguntó la chica al ver a su padre pensativo.

"No te preocupes Botan, no es nada, vayamos a casa."

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Un techo desconocido fue lo primero que Sora vio al despertar, y pronto una cabellera morada se hizo presente.

"Veo que despertaste." Dijo la chica mientras se acercaba con una palangana llena de agua y unos trapos.

"¿Qué pasó?" Preguntó Sora mientras se dejaba limpiar por la chica de ojos de estrella.

"Cuando lo derrotaste te desmayaste, eso fue hace dos días." Explicó la chica.

"¿Dos días? En casa se van a preocupar..." Dijo Sora.

"Te recomiendo quedarte hasta mañana, todavía no estás curado totalmente."

"Gracias por tu ayuda, pero si no llego pronto me van a matar." Dijo mientras intentaba levantarse, pero la mano de la chica se colocó en su pecho para detenerlo.

"Todavía no te curas dije." Dijo tras empujarlo y acostarlo de nuevo.

"Llegamos." Se escuchó la voz de un hombre y los pasos corriendo de alguien en dirección de donde estaban.

"¿Ya despertó?" Preguntó una niña rubia mientras abría la puerta, al ver a Sora despierto sus ojos se iluminaron y corrió hasta la cama para saltar a los brazos de Sora. "¡Héroe!" Gritó de emoción.

"Veo que estas bien niña, ¿Cómo está tu familia?" Le preguntó Sora mientras sus padres entraban, aunque el padre iba en silla de ruedas.

"Mi papi está vivo gracias a ti héroe." Dijo la niña mientras lágrimas comenzaban a formarse en sus ojos.

"Eso veo, me alegra que este bien señor, y gracias por la hospitalidad." Dijo Sora a los padres.

"No, gracias a ti por salvarnos héroe." Dijo el hombre.

"Gracias a ti mi esposo está entre nosotros." Dijo la mujer con una sonrisa.

"No fue nada, solo hice lo correcto." Dijo Sora mientras sonreía de ver a la familia feliz.

"Bien hecho héroe." Dijo la chica pelimorada mientras le daba un ligero golpe en el brazo.

"Díganme Sora, así me llamo."

"¡Yo soy Djeeta!" Exclamó la niña.

"Marie." Dijo la madre.

"Latch." Dijo el padre.

"Y yo soy Ai, soy quien te va a cuidar." Dijo la chica pelimorada.

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Una fiesta se llevaba a cabo, en el pueblo, Sora estaba sobre una silla que a su vez estaba sobre una tarima y le festejaban por haberlos salvado.

"Esto se siente raro." Dijo Sora mientras veía como unas chicas bailaban una danza tradicional.

"Te acostumbras con el tiempo." Dijo Ai mientras le servía un poco de bebida.

"¿Por qué lo dices así?"

"Yo no soy de aquí, llegué hace unos meses y no se como." Empezó a relatar. "Yo estaba viviendo mi vida, mis hijos eran felices y yo con ellos, hasta que un día fui asesinada, pero desperté aquí, en una cueva con símbolos extraños en ella, terminé vagando por ahí hasta que eventualmente llegue aquí."

"Entonces no me equivocaba..." Dijo Sora al verla a los ojos.

"¿Qué pasa?"

"Tu eres Ai Hoshino, aquella idol que fue asesinada por uno de sus fans." Dijo Sora y la chica lo miró sorprendida.

"¿Me conoces?"

"Si, en mi mundo eres la madre muerta de Ruby y Aqua, los protagonistas de un manga."

"¿Un manga?" Preguntó sorprendida.

"Si, trata de Aqua principalmente, el como llevan la vida sin ti, lo hicieron bastante bien la verdad, estarías orgullosos de ellos." Dijo Sora, claramente sin haberse leído el manga, y el autor tampoco, pero shhh.

Ai al saber que sus hijos estaban bien comenzó a llorar, así que Sora la abrazó.