Capítulo 11

Nunca pensé que las cosas se salieran de control, ni fueran a llegar a estos extremos.

En realidad, sólo pensaba que era un invento más de Internet como los tantos que ahí se encuentran.

Nunca imaginé que ese estúpido ritual terminaría funcionando. Si quería ver a mi hermana con todas mis fuerzas, pero no quería que alguien muriera por ella. Al final, todo era solo un videojuego para esa cosa y nosotros caímos en él.

Fred había terminado pagando las consecuencias por algo que fue a mí a la que se me ocurrió, y con lo cual, él ni siquiera estaba de acuerdo. Aunque, hay algo que me duele más que la muerte de Fred, y me hace sentirme la peor persona del mundo, y era que de todo esto la mayor culpable era yo.

Me estaba agobiando muchísimo y respirar se me estaba haciendo difícil. Creo tendré un ataque de pánico sigo así. Tengo relajarme, ya esto no solucionará nada.

—Tenemos que salir de aquí, no podemos quedarnos en la casa—dijo Mike rompiendo el silencio y sacándome de mis pensamientos.

—Tienes razón, tenemos que irnos de aquí, tal vez eso no nos puede seguir fuera de la casa—habló Brin seguido, aunque su voz no era la de siempre, ya que había perdido su tono tan característico, como si este se hubiese apagado.

—No puedo irme—fue lo único que logré decir.

— ¿Que mierda estás diciendo Malia? Tenemos que irnos ya de aquí, sino acabaremos todos igual que Fred—dijo Mike

—No puedo, no me iré cuando la culpable de la muerte de Fred soy yo, sino se me hubiera ocurrido la idea de jugar ese estúpido juego él estuviera vivo y no estaríamos todos ahora en peligro—dije entre sollozos y con la respiración echa un desastre.

«Yo me quedaré, tal vez si Shadow Man me toma a mí se vaya, ya que yo fui quién no cumplió con su palabra y así los dejé vivir a ustedes. Porque sé que si me voy y sobrevivo la culpa no me dejará vivir, no mientras sepa que Fred tal vez estaría vivo de no ser por mí »termine de decir, pero esta vez fue Brin la que habló.

—No Malia, no te dejaremos aquí. No podría perder a mi mejor amiga, a la chica que siempre ha estado para mí en todo y ahora yo estaré para ti. Vas a salir de esto y después lo que venga lo afrontaremos juntas porque para eso están las amigas—dijo con algunas lágrimas en sus ojos y después de decir la última palabra se acercó a mí y me dio un abrazo, que junto a sus palabras me hizo pensar en mi decisión y es verdad lo que ella dice, pero no me iré de aquí solo por salvarme sino porque Fred lo hubiese querido así también.

Después de unos minutos preparamos para salir de la habitación. Habíamos acordado que saldríamos lo más rápido posible rumbo a la puerta principal y que después echaríamos a correr hasta alejarnos lo más probable de la casa. El primero en salir por la puerta fue Mike después lo seguimos yo y Brin. El corredor hacía las escaleras se encontraba iluminado por las lámparas que colgaban de la pared. Avanzamos por el corredor como mucho cuidado hasta llegar a las escaleras las cuales nos llevarían a la planta baja. Las escaleras estaban alumbradas por la luz de las pequeñas lámparas de la pared que llegaban hasta al final de la escalera.

Comenzamos a bajar los escalones, pero de repente las luces de la pared comenzaron a parpadear y hubo un momento que se apagaron. Brin me apretó la mano, al parecer ella sentía lo mismo que yo. Esto no era bueno. Las luces se volvieron a encender de la nada, pero no se encendieron en su totalidad. Las últimas permanecieron apagadas y al final de la escalera entre las sombras estaba él, Shadow Man nos miraba desde ahí con sus extraños ojos brillantes. No movimos ni un músculo, pero después de un instante ya no estaba y la escalera estaba iluminada por completo nuevamente.

Aprovechamos el momento y los tres echamos a correr escaleras abajo. Cuando ya casi llegábamos a la puerta principal y justo antes de que Mike abriera la puerta la sombra apareció enfrente de él.…