Adaptabilidad y evolución

En lo profundo del bosque, en una relativamente gran cueva, una enorme bestia se desplomaba dejando caer su inmenso cuerpo contra el suelo, tenía la apariencia de un enorme oso con pelaje blanco y unas extrañas protuberancias rocosas filudas que emergían de diferentes partes de su cuerpo como cabeza, codos y espalda, dándole el aspecto de una parcial armadura.

Sin embargo, en su blanco cuerpo se podían advertir diferentes heridas causadas por feroces estocadas producidas por una filosa espada, el animal parecía un colador con la cantidad de cortes, punzadas y orificios generados. No había tenido oportunidad de contraatacar, su fin había sido lamentable.

—Bueno el problema de la comida ha sido temporalmente solucionado y la cueva parece un refugio adecuado, ¿Cuál es el siguiente plan? —, preguntó un joven con pantalones ajustados y una chaqueta de cuero negra, tenía dos pistolas amarradas a su cintura y un largo rifle en su espalda, poseía un rostro serio, de tez clara y cabello despeinado color azabache.

Una joven de cabello cenizos limpiaba eficientemente su espada de la sangre de la bestia, poseía una armadura metálica color plata de apariencia ligera y práctica, Rina respondió, —El bosque parece tener diferentes criaturas residiendo en él, desconocemos si hay alguna realmente poderosa, debemos ser precavidos Damon, deberíamos explorar los alrededores de nuestra base y crear un perímetro, antes de partir a por los otros. —

—Deberíamos ir a por el semi bestia, de donde provengo esa basura ni siquiera tiene el derecho de levantar la cabeza, me causa repulsión de solo recordarlo, debemos atraparlo antes de que se logre esconder completamente, son muy hábiles en entornos como estos. —, refutó Damon intentando convencerla.

—Tienes razón, no debemos permitirles preparar defensas u ocultarse por completo, pero el primer objetivo es el demonio. No me importa sí posee o no sangre demoniaca, sí se ve como uno, es uno y debe morir. —, respondía Rina firmemente.

—No entiendo tu odio por ellos, en mi mundo también poseemos demonios, pero son una raza débil y sirven comúnmente como mineros, su voluntad fue doblegada hace tiempo. Me parece ridículo que en tu mundo la humanidad no haya sido capaz de conquistarlos. —, se burló Damon.

—No asemejes y equipares nuestras procedencias, quizás en tu mundo la amenaza demoniaca haya sido controlada, tal vez no posean siquiera las mismas características que en la mía o tal vez nunca llegaron a dejar originalmente que alcanzasen un peligro considerable, pero en mi dimensión casi la mitad del mundo se encuentra controlada por esos salvajes. Su poderío militar es equiparable al nuestro y el equilibrio entre ambos bandos se encuentra definido por una delgada línea, la cual vienen a ser cualquiera de los bendecidos. —, explicó Rina.

Damon parecía dispuesto a continuar presionando el tema, cuando de repente el tercer integrante del grupo abrió los ojos y sombríamente exclamó, —Tenemos un problema, hemos sido marcados. —

—¿A qué te refieres? —preguntaron Rina y Damon simultáneamente.

El joven de aspecto sombrío se levantó del suelo y extrajo de su túnica una pequeña esfera, había estado en una posición de meditación pronunciando palabras incoherentes durante varios minutos luego de la pelea con el oso.

Al imbuir el orbe del mana, esté empezó a flotar y el joven puso inmediatamente los dedos de sus manos en la superficie del orbe, en la cual se formaron ondas como sí la esfera estuviese hecha de agua, luego retiró los dedos de él y adheridos a las yemas de sus dedos finos hilos se formaron del contenido del orbe. Rápidamente empezó a mover los hilos a su alrededor hasta que estos chocaron con algo intangible pintándolo de un color rojo, al cabo de unos segundos tres casi imperceptibles hilos de color rojo se evidenciaron y cuyos extremos se perdía en el bosque. La expresión del joven cambio y frunciendo el ceño confirmó sus sospechas.

—Explícanos la situación Brody!, no trates de actuar misterioso, estúpido mago!,— exigió Damon.

—Cállate pistolero mediocre, quizás en tu mundo mi clase haya sido relegada al trabajo artesanal, pero en el mío los usuarios de magia somos la cúspide del poder y el orgullo de la raza humana, un sucio matón como tú ni siquiera podría acercarse a los barrios donde residimos. —, respondió secamente el joven llamado Brody.

Damon enrojeció de irá y destapó los seguros de sus pistolas preparándose para desenfundarlas, cuando Rina apareció en el medio de ambos y exclamó fríamente, —Dejen de pelear par de imbéciles, Brody, explica la situación. —

Bordy la miró seriamente, —Al viajar por el bosque tuve una extraña sensación, como sí alguien nos siguiese, me tomó tiempo, pero descubrí que poseemos una marca de maná en nuestros cuerpo, el problema es que desconozco quién o cuando fuimos marcados. —

—Bah! Pensé que sería algo más serio. ¿Cuál es el problema, si vienen por nosotros simplemente los llenaremos de agujeros, tal vez nuestro querido científico tenga miedo de luchar, pero yo no? —, dijo Damon despectivamente.

—Tu ignorancia me causa tristeza, sí unas costillas rotas son lo que necesitas para que tu arcaica percepción de lo que un mago especializado en combate puede hacer cambie, no tengo ningún problema. —, dijo Brody fieramente.

—¿Estás seguro? ¿Verificaste sí es que nosotros también nos encontramos marcados?—, pidió Rina.

—Ya lo confirme, los tres fuimos marcados simultáneamente, estos hilos rojos son la representación etérea del lazo que se ha creado con quién nos tiene en mira, sé que entenderás lo que significa. —, le respondió sombríamente.

Rina asintió solemnemente, la situación era compleja.

Damon pareció no entender lo que ocurría, preguntó burlonamente—, ¿Pueden los señoritos dignarse a explicar el motivo de la alerta? Sigo pensando que no hay razón real para ponernos serios, ¿Y qué sí otro mago nos marcó? ¿Acaso no puedes hacer tú lo mismo? ¿O tu pequeño ego se sintió herido al no haberte dado cuenta desde un inicio?, simplemente los mataremos cuando los veamos—

Brody volteo los ojos y suspiró derrotado ante la ignorancia de Damon, —Esto nos pasa por juntarnos con un imbécil sin una pizca de conocimiento mágico, escucha mediocre humano que solo puede valerse de artefactos mágicos automáticos, sí el enemigo te hubiese marcado a ti no habría ningún problema, tú estupidez lo hace entendible, pero quien está detrás de todo esto no solo marco a Rina, quién también es usuaria de magia, sino que a mí también. Sí estás acá es porque debes tener cierto nivel de renombre y competencia de donde provienes, ¿Comprendes que es igual para Rina y para mí? Ni ella ni yo somos personas comunes en el mundo de la magia y aun así alguien logró marcarnos sin que nos diéramos cuenta, y de manera simultánea. —

Damon miró a Rina confuso, —¿Eres una manga también? ¿Entonces por qué usas espada? —

—Idiota, Rina no es maga, evidentemente se especializa en combate cuerpo a cuerpo, pero como te dije, la magia es el pináculo de la existencia y poder, en un mundo normal la afinidad mágica esta estrictamente relacionada al poder, independientemente de la especialización de Rina, esto no tiene por qué excluir de su repertorio la afinidad mágica o utilización de esta misma. De hecho, debo decir que, por su flujo de mana, Rina es una excelente maga, incluso varios de mis compañeros menores no podrían compararse con ella, es una lástima que no se dedique completamente a la magia. —

Rina asintió complacida con el alago y respondió cordialmente, — Es una lástima que tú no te dediques al combate físico, serías un excelente caballero mágico, podrías dar luz a curiosas artes. — luego volteó a mirar a Brody, —Cuando llegamos a este mundo, todos los usuarios de magia nos escaneamos mutuamente, por eso es por lo que Brody conocía de mi afinidad, así como yo la de él. De los doce presentes, aparte de nosotros había tres magos más, desconozco sí su especialización sea pura o sí como yo, opten por una diversificación de habilidades. Adicionalmente, había uno con afinidad mágica menor, muy leve, quizás auxiliar, el estaría descartado, a no ser que ocultara su potencial premeditadamente.

—El poder y la identidad del enemigo son desconocido, debemos tomar precaución. Lo primero será eliminar las marcas, yo eliminaré la de Damon, Rina concéntrate en la tuya. Luego debemos movernos inmediatamente, el enemigo sabrá que hemos descubierto sus marcas cuando las rompamos y probablemente venga a por nosotros, debemos ganar tiempo mientras recopilamos información y medimos su nivel—, exclamó de manera seria Brody.

Los demás asintieron y comenzaron a trabajar rápidamente, por alguna razón una sensación de preocupación se había formado en su interior.

—

Por otro lado, Varasloth miraba desde lo alto de un árbol una criatura sumamente interesante, se trataba de un ave de casi cinco metros, de aspecto rapaz que desgarraba ferozmente lo que había sido hace momentos atrás una bestia de inmenso tamaño, pero ahora casi irreconocible.

Varasloth había encontrado a la bestia por pura mera casualidad y la había seguido. La particularidad de la bestia radicaba en su habilidad de cambiar de color. Técnicamente Varasloth no había visto originalmente a la bestia pasar, ni siquiera actuar, de hecho, no la había visto en ningún sentido.

Había sentido una presencia moverse a gran velocidad cerca de él, pero para su grata sorpresa sus ojos no habían sido capaces de percibir a la bestia, habían sido sus demás sentidos, así como su percepción mágica los responsables de detectarla a la bestia y por ende rastrearla.

Los ojos de Varasloth eran agudos como los de una Águila Emperatriz De Los Cielos, podía ver con sus seis pupilas a detalle cada uno de los cabellos del cuerpo de Ben al conocerlo, lo que demostraba lo especiales que eran. Y aun así, el ave había logrado escapar de su perfecta visión, el hecho de por si era digno de mención y a Varasloth le causaba gran intriga la forma en que lo lograba.

Al seguirla, Varasloth pudo apreciar como el ave con la finalidad de atacar a su presa, se deshacía de su impresionante camuflaje mientras tomaba la desprevenida gracias a su invisibilidad.

El ave, victoriosa, luego de los inútiles intentos de la presa de reponerse del ataque letal que había sufrido, empezó a alimentarse. Varasloth no titubeo y a una velocidad impresionante se teletransportó a espaldas del ave para proferirle una estocada con su mano, la cual se había contraído con tal fuerza que permitía ver todas sus venas y poseía gracias a ello, la dureza del acero, asemejándose de esta manera a una daga extremadamente filuda.

El juego karmico parecía deleitarse con la ironía y el ave cazadora, se había convertido en una presa confundida. Era la primera vez en su vida que recibía un golpe sorpresa, estando ella siempre del otro lado del ataque. Pero su experiencia y fiereza no eran en vano, rápidamente reacciono impulsándose hacía el aire y lanzando varías de sus plumas como cuchillos, las cuales en plena trayectoria perdieron color alguno convirtiéndose de esta manera en proyectiles invisibles.

Varasloth las esquivó con facilidad y rápidamente saltó alcanzando al ave la cual empezaba a obtener altura pese a su gran herida y dando un giro en el aire profirió a su presa una potente patada en el cuello, la cual dedujo ser el área más frágil de esta, siendo esto confirmado con el sonido el crujido de varios huesos rompiéndose. Rápidamente el ave descendió de los cielos para estrellarse contra el suelo y exhalar su último aliento.

Sin prisa alguna, Varasloth empezó a examinar con intriga la estructura del espécimen. La habilidad para camuflarse de manera casi perfectamente le intrigaba, de donde él provenía, sí bien existía la magia de invisibilidad y camuflaje, su funcionabilidad era diferente. Se encontraba más orientada al tema visual afectando los sentidos de objetivo o dirigido hacía el ambiente, utilizando una magia compuesta entre agua, aire y luz, con la finalidad de causar una serie de espejismos e ilusiones para cubrir lo que realmente sucedía.

En cambio, lo que ocurría con el cuerpo del ave era diferente, la invisibilidad era producida por su propia estructura celular, el ave no utilizaba consciente o inconscientemente magia alguna, sus propias plumas poseían la función de desprenderse de cualquier color y permitir que la luz se filtrase a través de ella. Lo que implicaba que no dependía de contexto alguno o preparación necesaria, que eran las principales desventajas de la magia antes mencionada.

Después de analizar con minuciosidad la compleja estructura de las plumas, empezó a lentamente incorporarlas a su cuerpo, probando el nivel de compatibilidad de sus genes y sangre.

Como era sabido, el cuerpo de Varasloth era el producto de un milagro científico, literalmente la conjunción de una serie de elementos no solo determinables científicamente, sino también de muchos otros inconcebibles y aleatorios, he ahí la razón de la irreproducibilidad del espécimen D-25 V.01.

En su cuerpo, corrían incontables líneas sanguíneas de innumerables variedades de razas y especímenes, lo que normalmente no sería posible por un tema de incompatibilidad de razas y afinidades.

Normalmente la sangré y herencia de un León Ardiente no podría fusionarse correctamente con la de una Leona Corona Gélida, incluso si estos fueran obligados a procrear y un milagro ocurriese, dando a luz a una criatura, esta probablemente moriría al cabo de algunos días o en el mejor de los casos permanecería lisiada por el resto de su vida, el cual no sería muy largo.

Pero de alguna forma inexplicable para sus creadores, Varasloth podía alcanzar un equilibrio y orden, por lo que la cuestión de la posibilidad de adición de nuevas líneas sanguíneas al espécimen había sido considerada profundamente, para que, luego de varios experimentos prácticos, se determinara que, para sorpresa de todos, Varasloth podía incorporar y asimilar, líneas sanguíneas y sus singularidades.

No obstante, el experimento no fue replicado, dada su delicadeza y las reglas creadas antes y posteriormente a los eventos referidos a sus fallidos escapes. Básicamente la sumatoria de líneas de sangre y habilidades iban en contradicción con las políticas de retención y control del espécimen.

Pero ahora, la situación era diferente. Varasloth había comido de la carne del ave y había bebido de su sangré, con varías de las plumas incrustadas en su cuerpo y sentado en una posición de meditación, el sonido de varios huesos y escamas crujir empezó a resonar en el bosque.

Las escamas que cubrían la totalidad del cuerpo de Varasloth empezaron a introducirse en su piel para brotar nuevamente, una y otra vez simultáneamente, repitiendo el ciclo incontables veces.

Al cabo de unas horas, todas las escamas se tranquilizaron retomando su estático y habitual lugar, para sin previo aviso, de manera muy veloz, desprender una luz cegadora y desaparecer a Varasloth del común de los ojos.