Capítulo 208: Recompensas

—¿Qué quieres decir? —La batalla había durado tanto tiempo que incluso Solomon ya estaba entumecido. Solo sabía cómo seguir conjurando, como si todo lo demás no tuviese nada que ver con él. Incluso cuando escuchó la voz de regocijo de Lin Yun, Solomon solo hizo esta pregunta con desaliento.

Pero después de preguntar, pareció darse cuenta de algo, y se recuperó rápidamente—: ¿Lo tienes?

—Sí, lo logré.

—Genial. —Solomon en verdad estaba casi llorando.

Mientras los dos hablaban, los cientos de arreglos que Lin Yun había dibujado en el tronco del árbol comenzaron a funcionar. Se utilizaron para cortar la transmisión de maná, destruir circuitos de maná, desviar el maná y atenuar los efectos. Era precisa y compleja, como una máquina con innumerables componentes.