A Jordan no le importó en absoluto su relación pasada y rechazó a Victoria con firmeza.
Hoy, aunque Victoria se arrodillara o se disculpara, no podría cambiar la decisión de Jordan.
—Así que después de desenamorarse de alguien, un hombre puede volverse tan desalmado. Antes, cuando me querías, estabas dispuesto a hacer cualquier cosa por mí, aunque tuvieras que correr un riesgo mayor que ahora —dijo Victoria con lágrimas en los ojos.
—Si Lauren fuera hoy una mutante púrpura y viniera a rogarte, la ayudarías. No cabe duda que estarías dispuesto a correr este riesgo por ella porque nunca has tenido miedo de nada, ¡ni siquiera de los tres mutantes dorados! Ya he depuesto todo mi orgullo para rogarte hoy. Aun así, resulta que es inútil. No tengo nada más que decir.
Con eso, salió de la habitación con lágrimas en los ojos.
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