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Dos Meses de Progreso

En un abrir y cerrar de ojos, habían pasado dos meses. Ian se encontraba en su rutina diaria, absorto en su entrenamiento, absorbiendo los núcleos de los monstruos que había recolectado. Durante este tiempo, su habilidad con el Manual de Fuerza Básica había mejorado considerablemente. Ahora, estaba a solo un paso de alcanzar el nivel 2.

El Manual de Fuerza Básica, aunque simple, era extremadamente eficaz en lo que prometía: mejorar un solo aspecto del usuario. Ian lo había utilizado principalmente para aumentar su fuerza física, y los resultados eran evidentes. Sus músculos se sentían más densos y fuertes, y cada golpe que daba resonaba con una potencia que antes no había tenido.

Sin embargo, sabía que no podía depender únicamente de este manual. Una vez que lograra superar el nivel 2, planeaba comenzar a practicar un método de cultivo más avanzado del Cristal Gigante. Los manuales de los antiguos cultivadores eran mucho más completos y difíciles de dominar, pero ofrecían una mejora integral en todos los aspectos del cuerpo y del alma.

Ian había aprendido que los manuales del sistema y los de los cultivadores no interferían entre sí. Esto le permitía practicarlos simultáneamente, aprovechando las ventajas de ambos. Mientras que el Manual de Fuerza Básica se enfocaba en potenciar una sola cualidad de su cuerpo, los métodos de los cultivadores ofrecían una evolución completa, elevando todos los aspectos de su ser: desde su fuerza y velocidad hasta su resistencia mental y espiritual.

Aunque el camino de los cultivadores era mucho más arduo y requería una dedicación más profunda, Ian sabía que los beneficios valían la pena. Con el sistema en su poder, y los conocimientos de los antiguos cultivadores en sus manos, tenía la capacidad de explotar lo mejor de ambos mundos. Aun así, era consciente de que había pros y contras en ambos métodos: uno le otorgaba mejoras rápidas pero específicas, mientras que el otro ofrecía una evolución más lenta pero mucho más equilibrada.

Con este entendimiento, Ian se preparaba mentalmente para el próximo gran salto en su camino hacia el poder.

Mientras Ian pensaba en su futuro y los pasos que debía dar, un mensaje resonó en su mente, interrumpiendo sus pensamientos. Tarek lo llamaba telepáticamente:

—Las pociones ya están hechas, ven a recogerlas —le informó, con un tono emocionado.

Ian no tardó en dirigirse hacia el laboratorio improvisado donde Tarek lo esperaba. Al llegar, vio varias botellas con líquidos de colores brillantes dispuestas sobre una mesa.

—Aquí tengo algunas listas para ti —dijo Tarek, levantando una de las botellas—. Esta primera poción está hecha con las frutas y parte de la anaconda que mataste. Te ayudará a aumentar tu velocidad en 15 puntos y tu constitución en 7 puntos.

Ian observó atentamente mientras Tarek levantaba otra botella, esta vez más pequeña y de color azul intenso.

—Esta otra fue preparada con los restos y partes de las aves de viento. Con esta poción, tu velocidad aumentará en 20 puntos —añadió Tarek, esbozando una leve sonrisa.

Luego, tomó una tercera poción, de un color rojizo, y se la mostró a Ian con orgullo.

—Esta está hecha con materiales que ya teníamos. Al beberla, podrás avanzar al nivel dos del Manual de Fuerza Básica —dijo, alzando una ceja en señal de aprobación.

Finalmente, tomó la última poción, una mezcla brillante y dorada que parecía emitir una leve luz propia.

—Y esta es una de mis mejores creaciones hasta ahora —continuó Tarek—. La hice usando los materiales que compraste, y te ayudará a mejorar tu poder mágico en 17 puntos.

Ian quedó impresionado con la variedad y potencia de las pociones que Tarek había logrado crear. Sabía que estos elixires lo harían mucho más fuerte y le darían una ventaja considerable en sus próximas batallas.

Antes de consumir las pociones, Ian revisó su estado actual para tener una referencia clara de cuánto mejoraría:

- Fuerza: 88

- Agilidad: 24

- Constitución: 18

- Poder Mágico: 20

- Nivel de Cultivo: 1

Con todo listo, Ian decidió que comenzaría a usar las pociones una por una, sabiendo que cada una de ellas lo acercaría más a su objetivo de convertirse en una verdadera fuerza a temer en el universo.

Claro, aquí tienes otra versión con un enfoque un poco diferente, resaltando las sensaciones de Ian y el impacto de las pociones en su cuerpo de manera más detallada:

Ian observaba las pociones alineadas frente a él, cada una irradiando un leve brillo, como si sus ingredientes estuvieran cargados de poder. Sabía que no podía apresurarse, cada poción representaba un salto en su fuerza y capacidades. Cerró los ojos por un momento, respirando hondo y preparándose para la primera.

Primero, tomó la poción preparada con los restos de la anaconda. El líquido era espeso y de un verde oscuro, y al beberlo, un escalofrío recorrió su cuerpo, como si estuviera despertando algo adormecido en su interior. A los pocos segundos, sintió un estallido de energía en sus piernas y brazos, su velocidad y constitución aumentaban mientras sus músculos se tensaban, listos para reaccionar más rápido que nunca.

—Esto es solo el comienzo —murmuró Ian, sintiendo la oleada de poder.

La siguiente poción estaba hecha con las poderosas aves de viento. Era más liviana al tacto, casi como si fuera aire líquido. Al consumirla, Ian sintió cómo su cuerpo se volvía más ligero, como si pudiera correr a una velocidad inimaginable sin sentir el peso de sus propios movimientos. Esta poción no solo mejoraba su velocidad, sino que también hacía que su mente trabajara más rápido, percibiendo detalles a su alrededor con una claridad que nunca antes había experimentado.

Luego, llegó el momento de la tercera poción, la más importante para su cultivo, la que le permitiría avanzar al nivel dos del Manual de Fuerza Básica. Al beberla, un fuego intenso recorrió su cuerpo. No era doloroso, pero sí poderoso, como si cada célula de su cuerpo estuviera absorbiendo energía a un ritmo acelerado. Sus músculos se expandieron ligeramente y pudo sentir cómo su fuerza aumentaba dramáticamente.

Finalmente, tomó la poción dorada, la obra maestra de Tarek. Esta poción estaba destinada a mejorar su poder mágico, y al beberla, Ian sintió cómo una oleada de energía mágica circulaba por sus venas. Su conexión con la magia se profundizó de inmediato, como si pudiera sentir y controlar cada pequeño flujo de energía a su alrededor con precisión. Su capacidad para manipular la magia ahora era mucho más avanzada.

Cuando terminó de beber todas las pociones, Ian dejó escapar un largo suspiro y revisó su estado actual:

- Fuerza: 88 → 105

- Agilidad: 24 → 59

- Constitución: 18 → 25

- Poder Mágico: 20 → 37

- Nivel de Cultivo del manual de fuerza basica: 1 → 2

El impacto de las pociones fue inmediato y evidente. Ian flexionó sus brazos, sintiendo el poder en cada movimiento. Su cuerpo estaba más fuerte, más rápido, y su mente más afilada.

—Increíble —murmuró para sí mismo.

Tarek sonrió con satisfacción al ver los resultados en Ian.

—Te dije que estas pociones te transformarían. Pero esto es solo el principio. Aún queda mucho por descubrir y mejorar —dijo Tarek, con los brazos cruzados.

Ian asintió, con una determinación aún más fuerte que antes.

—Lo sé. Y estoy listo para lo que venga —respondió Ian, mirando hacia adelante.

Con las mejoras ya consolidadas en su cuerpo y mente, Ian se sentía preparado para enfrentar su próximo desafío: el infierno lo esperaba, y con estas nuevas habilidades, estaba seguro de que podría reunir los puntos energéticos que necesitaba para llevar a cabo su plan maestro.