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Capítulo 4: La tristeza de la alegría.

Y allí me encontraba, sentado en un diván tratando de evitar el contacto visual con aquella mujer, sus ojos eran verdes y se mimetizaban con sus cabellos castaños, solo miraba por el ventanal que se encontraba a mí izquierda, era una vista deprimente ya que frente a aquella ventana solo se encontraba un insulso edificio que tapaba todo el bello panorama que podía brindar esté. El silencio incómodo fue cortado por cuchillo cuando la calmada voz de aquella mujer que parecía apenas entrar a su mediana edad dijo.

_Bueno Noah...Soy Natalia, y para empezar quiero que me cuentes, ¿como piensas que va a ser está sesión?

Dijo la mujer que, con libreta en mano, trataba de llamar mí atención, yo le dediqué una mirada de reojo y le dije.

_Va a empezar suave, va a ser preguntas simples y estúpidas para luego hacerme pruebas para ver si mis traumas no dañaron mí cerebro y si tengo más dificultades de la que esperaba.

Esto era un patrón recurrente que vi en cada psiquiatra que visite y todos solían dar respuestas sosas y frases tan cliché como "la vida te dio otra oportunidad" " Mira el vaso medio lleno "Pura mierda, si sigo vivo es por mera suerte, no por qué aquel tenga favoritismo sobre mí.

–la verdad, sos muy observador, tengo que hacer eso, son principios que todo psiquiatra debe seguir pero...  sos un caso especial, casos especiales requieren medidas especiales.

Frente a sus palabras la mujer captó mí mirada, arquee levemente mí ceja izquierda en señal de incredulidad la mujer mostraba un temple confiado como si fuera una partida de póker y ella tendría todas las de ganar.

–Dime, ¿cómo te sientes? –Pregunto la mujer estando más atenta mirándome con una leve sonrisa.

–mph? Bien... –Respondí con simpleza mientras mí mirada no podía de parar de tratar de analizar a la mujer, quería saber si realmente era lo que aparentaba o solo era su habladuría y terminaría siendo una más del prensado.

–Mmh No, ¿sabías que no somos propenso a decir cómo estamos cuando nos los preguntan? Siempre estamos bien, es una respuesta automática, ¿pero sabes qué? Noto que me mentís. –Dijo la mujer mientras mantenía su confianza en ella misma, parecía predecir todo lo que iba a hacer – frustrado, así te ves, Lorena me dijo que hoy empezaste nuevamente el colegio, ¿aún no puedes hablar con los demás como solías hacer? –La mujer seguía atacando con fortaleza a mí débil defensa, Lorena se había tomado enserio de conseguir una psiquiatra buena–

–Yo...no... –Admití como si fuera una derrota, ya no quería ayuda de gente como Lorena, personas que piensan que me conocen, pero apenas saben lo que soy y como me llamo sin embargo esta mujer parece haberme estudiado como un depredador estudia a su presa antes de clavar sus fauces en el cuello de está–No puedo hacerlo, el pecho con cada latido parecía como una bomba de tiempo que poco a poco se le acercaba la hora. – allí me encontraba, tan patético que no pude seguir haciéndome el indiferente, tome mi pecho por el leve dolor que se me era causado en este solo quería que alguien entienda que soy–

–Retírate. –Dijo la mujer mirándome parecía que trataba de penetrar la carne insulsa y ver qué guarda mi cerrada alma– La presión te supera, debes retirarte. –Sus palabras hacían que las mías no lograrán salir, ella era cruda no parecía guardar ninguna opinión y solo decía lo que le parecía y no lo que me conviene.

–No puedo retirarme. –Dije desviando la mirada la incomodidad en mi crecía como una bola de nieve y la causante de esta era lo crudo que me trataba esta mujer–

–No podes? ¿O no querés? Seré directa contigo.  Tu caso es difícil por lo que no debo ser una psiquiatra "normal" que tratan de ser amable y buscar el problema de una forma indirecta. Noah, si queres volver a vivir como solías hacer antes necesitas saber… ¿Cuál es tu razón de vivir?

–La pregunta y el ataque de frente de aquella mujer me dejó helado mirando el suelo, no sabía que decir ni que hacer aquella pregunta siempre la evité, cuando me decían algo parecido o que iban a llegar en la misma respuesta solo  me escudaba con compañía y tratar de desviar el tema pero ahora no tengo defensas, ella era frondosa y no guardaba cuidado en sus palabras que solo me presionaban hacía una pared mental, esto no lo espere, sin embargo el pudor no iba a controlar mis articulaciones y mí cabeza no iba a estar más agachada sea frente a una persona o una pistola por lo que levanté mí mirada viéndola a los ojos y con fuerza y claridad dije– Vivo por aquéllos que querían vivir pero tres hijos de putas se los impidieron.

–Que noble...–La mujer me miró por unos segundos ella quiso decir algo pero impidió su hablar eso me dejó con un leve desconcierto mientras que mí mirada no se agachaba. La mujer esta vez abrió su boca y pregunto una vez más– ¿Pero es suficiente como para soportar el peso de reiniciar tu vida?

–Nuevamente mí piel se erizó esta mujer me conoce parece que le pidió información a Lorena, solté una sonrisa de la propia amargura y cerré mis ojos para luego responder – Por ahora puedo vivir con esta carga, vivir por otra persona que no puede hacerlo... mi acto de vivir por alguien más es meramente una promesa, no es noble.

–La mujer abrió levemente sus ojos frente a mis últimas palabras y está pregunto con una notable curiosidad– ¿A quién le hiciste la promesa?

–La mire cansado de la situación y solté un pesado suspiro, estaba convencido que podía, podía tocar el tema al menos rozarlo– A-a mí…Madre –al decirlo mí mentón tembló levemente, sin que me dé cuenta un nudo se iba formando en mí garganta mientras yo solo trataba de convencerme que podía – f-fue antes de que- –Antes de que pueda seguir hablando un fuerte dolor de cabeza me atacó por sorpresa mientras fragmentos de aquella pesadilla que viví en carne comenzaban a aparecer de una forma burda en frente de mí por lo que solo guarde silencio tratando de aguantar las lágrimas, no lo superé. Levemente notaba la mirada de la mujer esta parecía estar cargada de compasión por lo que dijo–

–llora…En esta habitación tantas personas derramaron lágrimas... algunas tenían razones, otras no, otras lloraban por furia, otras por tristeza...

Miré a la mujer mis ojos comenzaban a aguarse sin embargo mi fuerza de voluntad se hacía presente cerré mis ojos nuevamente evitando llorar, no iba a derramar una sola lagrima frente a ella, mi sufrimiento era privado. Sin embargo, al ver los ojos de Natalia esta había derramado lagrimas que recorrían sus cachetes y culminaban en la parte inferior de su barbilla cayendo una a una al suelo.

–Hey no quiero ser la única llorona – dijo ella para luego soltar una sonrisa, ahí lo entendí ella empatizaba conmigo, no era pena, ni obligación era empatía, mi boca se abrió para decir–

–Lo lamento no puedo llorar frente a alguien más, mi sufrimiento es privado.

–Ho…entiendo –Natalia seco sus lágrimas con sus manos, su maquillaje se había corrido levemente pero no parecía importarle– Entonces ya terminamos por hoy..

–Al escucharla que ya había terminado la mire, ¿apenas había pasado media hora y ya termino? – Perdón…pero ¿No debería durar más?

–¿Acaso quieres seguir? –pregunto la mujer con una mirada confundida que se colocaba sobre mí– Mira si lo decís por el horario que estuvimos aquí…es un trato especial que acordé con Lorena, cuando sienta que hicimos un avance significativo íbamos a terminar la sesión allí.

–Quede levemente perplejo frente a sus palabras por una parte me sentía raro y por otro lado me molestaba levemente a pesar de cansarme diciéndole que no soy  yo no era alguien especial a Lorena, que solo tuve mala suerte ella sigue insistiendo en tratarme así– Está…bien, si lo arreglaste con Lorena está bien..

–Natalia se encontraba escribiendo, hizo unos leves movimientos frenéticos con su lapicera mientras miraba atenta su libreta. Al terminar de escribir levantó su mirada y dijo–  Voy a avisarle a Lore que ya terminamos de paso voy a hablar un par de cosas sí? Mientras quédate acá un ratito ahora viene Lorena.

–Bueno...

Natalia se levantó y sonrió a medias para luego comenzar a caminar hacia la puerta de salida, está salió del lugar, me parecía raro que atienda a sus pacientes en su casa pero bueno. Mire el lugar algo curioso, entre varios cuadros habían algunas fotos de ella y una chica ,parecía de mi edad, al ya tantear todo el lugar mi mirada aburrida decayó sobre la libreta, me daba curiosidad saber que había escrito sobre mí por lo que me levanté del diván y tome levemente está alcanzo a leer "joven triturado  y tatuado" Tras leer esa frase el sonido del picaporte me hizo soltar la libreta, Natalia entro con Lorena Mientras esa pequeña frase recorría mi cerebro de punta en punta ¿Ella piensa que estoy roto?