webnovel

Dragon Ball Z: Raditz.

Esta historia va a tratar sobre Raditz; ¿Que hubiera pasado si sobrevivía a su encuentro con su hermano, y en lugar de ser olvidado, él vive para convertirse eventualmente en un Guerrero Z y redimirse a sí mismo de sus pecados pasados?

BlackLuciano · อะนิเมะ&มังงะ
เรตติ้งไม่พอ
2 Chs

Dragon Ball Z — Capítulo 2.

Dragon Ball Z: Un Nuevo Comienzo — Capítulo 2: "Un giro inesperado, y la ayuda inesperada."

Había pasado una hora aproximadamente de la pelea, Raditz, todavía herido, se había alejado del lugar de la batalla, para tratar de hacer contacto con sus compañeros saiyajin, Nappa, y Vegeta.

Cuando pensó que estaba lo suficientemente lejos del namekiano, Raditz, comenzó a presionar los botones en su rastreador. —Vegeta, Nappa, espero que todos hayan escuchado lo que les transmití hace una hora.— les habló Raditz, a sus compañeros a través del rastreador.

—Ya era hora de que respondas, insecto.— respondió, Vegeta, su tono de voz frío, e impaciente, mientras que del otro lado estaban comiendo los cadáveres de unos alienígenas del planeta que habían conquistado recientemente. —Sí, si recibimos tu mensaje, esas esferas del dragón, suenan interesante, y definitivamente vamos a estar en dirección al planeta Tierra. No creo que a Freezer, le importe si demoramos en conquistar este planeta.—

Aunque, Vegeta, sabía de lo que era capaz de hacer, Freezer. Sabían que él no iba a estar feliz por esto, pero en ese momento, a Vegeta, y Nappa, no les importó, si podían desear la inmortalidad, las amenazas de Freezer, no serían nada.

La felicidad que tenía Raditz, al ver que sus camaradas le habían contestado era inigualable, ellos venían a la Tierra para ayudarlo, pero todo eso se arruinó con las palabras de Vegeta: —Tenlo en cuenta Raditz, una vez que lleguemos a ese planeta... Te mataremos.—

Las frías palabras de Vegeta, hicieron que Raditz, quedará inmóvil, quedando en shock, la sonrisa que tenía él su rostro había desaparecido por completo, ahora solo estaba confundido, y aterrorizado.

—Esperen un segundo, ¿Qué estás queriendo decir con eso, Vegeta?— Raditz, habló en un tono de voz que denotaba su miedo, empezando a entrar en pánico.

—Si, ni siquiera fuiste capaz de matar a un grupo de debiluchos, los cuales tenían un poder mucho mejor a mil... Eres una vergüenza para los saiyajin.— comenzó a hablar, Vegeta, su voz fría dejaba ver la rabia que tenía por lo sucedido. —Ya no nos eres de utilidad para nuestros planes, y necesitas ser castigado adecuadamente por tu fracaso.— finalizó, Vegeta, soltando unas carcajadas llenas de malicia.

—Por favor, esperen un poco, después de que me cure, podré matarlos a todos, y todo en menos de una semana, lo digo en serio.— Raditz, estaba atemorizado, estaba suplicándole a su ex comandante que lo dejara con vida.

—Es demasiado tarde para eso, incluso, si lo hicieras, no pudiste haberlos matado la primera vez, y yo, no tolero los fracasos. Estaremos allí, en un año, y vamos a matar a todos los seres vivos que existan en ese planeta... Y eso, Raditz, te incluye a ti.— Vegeta, ya no estaba dispuesto a tolerar más tiempo la naturaleza cobarde de Raditz, y se lo hizo saber.

Nappa, el cual también estaba escuchando todo, solo sonrió de una forma malévola, para decir: —Si yo fuera tú, Raditz, saldría de ese planeta lo más pronto posible, y mejor si es antes de que nosotros lleguemos allí. No esperes que mostremos misericordia contigo, Raditz, te mataremos tan pronto como te veamos.—

—¡Pe-pe-pero, mi nave, fue destruida! ¡¿Cómo se supone que voy a salir de este planeta?!— fue la pregunta de Raditz, en un estado de pánico, y muy exaltado.

—Bueno, eso es una lástima. Deberías de tener un mejor cuidado con tus cosas, deseamos verte pronto, Raditz.— fue el turno de Nappa, y sus palabras venían con burla, y algo de arrogancia en ellas.

Raditz, nunca había estado tan asustado en toda su vida, nunca se había sentido tan débil, nunca se había sentido tan desprotegido, y estaba buscando formas de poder negociar con Vegeta, pero éste no accedía a nada.

—¡Po-por favor! ¡N-no, no me hagas esto! Hemos sido compañeros durante años, uno de los últimos saiyajines. ¡N-no puedes simplemente deshacerte de mí como si fuera un objeto!— empezó, Raditz a exaltarse, pero todavía, el miedo era evidente en su voz.

Vegeta, ya había tenido suficiente del miedo de Raditz, ya había tenido que aguantar su cobardía durante años, y no iba a soportar, ni un segundo más.

—Raditz, esto se termina aquí. Estaremos en un año terrestre, y mataremos a todos, y eso... Te incluye. Para finalmente usar las esferas del dragón. Así que, no intentes comunicarte con nosotros, otra vez, no te servirá de nada igualmente. Ah, y disfruta de tu último año de vida, espero que lo disfrutes al máximo, ja, ja, ja, ja.— fueron las últimas palabras de Vegeta a Raditz, riéndose de forma fuerte, y maligna.

Raditz, no podía creer esto, no podía creer lo que estaba pasando, ni en sus peores pesadillas se hubiera imaginado que esto estaría pasando.

—¡Esperen, Vegeta, Nappa, no le hagan esto!— gritó, pero ya no podía hacer nada, ya nadie lo estaba escuchando, Raditz, intentó, una, y otra vez, tratar de comunicarse con ellos, pero no recibía respuesta de ninguno.

La suposición de Raditz, fue que ellos habrían bloqueado la conexión de los rastreadores. Y eso significaba, que no obtendría nada de ellos, hasta dentro de un año, con su llegada a la Tierra.

Raditz, estaba horrorizado, estaba con miedo, sus propios camaradas, el propio, príncipe de su raza, se habían vuelto en su contra, e iban a venir a por él en un año.

Y él sabía de lejos de lo que ellos eran capaz, la fuerza de ambos lo tenía comparación. Y por obvias razones, ambos, eran muchísimo más fuertes que él.

Raditz, estaba horrorizado, el miedo abundaba en su mirada. Estaba más que asustado por estas recientes revelaciones.

—¡Es-esto no es justo! ¡¿Qué diablos voy a hacer ahora?! Mi nave está completamente destruida, y no tengo mí la más mínima idea de cómo reparar esa cosa. Y no creo que este planeta tan primitivo, conozca a alguien que sea capaz de construir una nave que sea capaz de viajar a la velocidad de la luz. Y voy a firmar mi sentencia de muerte, si voy con Freezer. ¿Qué se supone que debo hacer ahora?— los pensamientos de Raditz, estaban a mil por hora, no sabía que podía hacer, no existía una solución a sus problemas, o ser exterminado por Vegeta, y Nappa, o ser asesinado por Freezer.

De momento, tuvo que dejar esos pensamientos de lado, se podría preocupar más adelante por ellos. Ahora mismo, él estaba gravemente herido, y estaba exhausto por la pelea que había tenido hacía menos de una hora. Necesitaba urgentemente encontrar una forma de curarse, antes de que se terminara muriendo por las heridas.

XxXxXxX

Solo un día después de la batalla contra Raditz. Bulma, y Krilin, habían hecho todo lo posible para reunir a los demás, Guerreros Z, para que se pudieran preparar para la inevitable pelea que sucedería en un año, contra los saiyajin. 

Bulma, había podido cerrar un dispositivo para ayudarlos a encontrar a sus amigos, aunque fue difícil, ya que no tenían nada para tener de base, ya que no tenían en sus manos un rastreador, como el de Raditz, el cual, todavía lo tenía en su posición.

El aparato que había creado, Bulma, no mostraba ningún número, pero funcionaba como detector de altos niveles de poder, una función similar al radar del dragón, solo que en vez de detectar esferas, detecta altos niveles de poder.

Ellos ya sabían que debían de mantenerse alejado del nivel de poder más alto, ya que ese era el de Raditz, y el segundo más grande que detectarán sería, el de Piccolo, e iban a hacer todo lo posible para no molestarlo en su entrenamiento con Gohan.

Todavía pudieron usarlo para encontrar a Yamcha, Tenshinhan, y Chaoz. Les contaron todo, desde la batalla, la revelación de Goku, como saiyajin, la muerte de su amigo, la batalla que se aproximaba contra los saiyajines, y sobre todo, del enemigo que estaría al acecho, Raditz. El cual, todavía estaba vivo, aunque se encontrará herido.

—Entonces, todos tendríamos que llegar al palacio de Kami, y entrenar con él durante un año, hasta que lleguen los amigos de ese tal, Raditz, y allí les mostraremos quienes son los débiles.— Yamcha, fue el primero en hablar, después de haber escuchado todo lo que había pasado el día anterior.

La arrogancia, fue más que evidente en la forma de hablar de Yamcha, tal parece que no entendió la gravedad del asunto. Tenshinhan, por otro lado, no se veía tan confiado como su amigo. 

—Tal vez, y solo tal vez, podríamos desear que Goku, regrese en el tiempo, y sea más fuerte que nunca. Pero por ahora, debemos concentrarnos en aumentar nuestra propia fuerza.— fueron las sabias palabras de Ten, entendiendo un poco más la gravedad de lo que estaba por suceder.

 Chaoz, había permanecido inmóvil, y callado durante todo el relato, y las palabras de sus amigos, hasta que algo se le vino a la mente: —¡No! ¡No puede ser! ¿Ten, que hay de Launch? Nos olvidamos por completo de ella, y ni siquiera nos pudimos despedir.— la preocupación fue más que evidente en las palabras del pequeño.

—Launch, ya fue por su propia cuenta a reunirse con el Maestro Roshi. Ella, es una mujer fuerte, y se puede cuidar por sí sola. En estos momentos, tenemos cosas muchos más importante que atender, tenemos que estar listos para la llegada de los saiyajin.— fueron serias, y algo frías, palabras de Ten, y aunque no lo pudiera demostrar, estaba profundamente preocupado por Launch. —Solo espero que ella no haga nada loco cuando estornude.— pensaba, Ten, esperando que ella estuviera bien.

XxXxXxX

Las cosas no habían mejorado para Raditz. A pesar de que su herida no era tan mortal como antes, ya había mejorado un poco de está, todavía estaba sangrando.

Él estaba preocupado por contraer algún tipo de infección, mientras que los saiyajines, tienen una alta resistencia a contraer muchas enfermedades, y ellos, no tenían inmunidad ante todo. Y, tener una herida abierta, la cual estaba sangrando continuamente, no le facilita las cosas.

Después de haber estado volando por un largo tiempo, finalmente, tuvo que haberse detenido, y caer rendido en una zona boscosa, había estado despierto durante el último día, y el temor de que si se iba a dormir, no volvería a levantarse, estaba muy presente en su mente.

Pero fue inevitable, ya no podía volar, ni moverse, así que no tuvo más remedio que descansar en esa zona boscosa, y desear a qué pudiera volver a despertar. 

Cuando estaba a punto de cerrar los ojos, vió la silueta de dos seres, ambos de una complexión robusta, encima de lo que parecía ser una alfombra voladora. —¿Qué es eso?— fue su último pensamiento, antes de caer desmayado.

XxXxXxX

Luego de un sueño largo, y cansado de Raditz, este finalmente pudo despertar de ese desmayó, y con tan solo despertar se sentía muchísimo mejor que antes.

Analizando bien en donde se encontraba, pudo ver que no se encontraba en esa zona boscosa que estaba antes, sino que ahora se encontraba en una especie de habitación, acostado en una cama.

Ya no tenía su armadura, ni su rastreador, ahora solo llevaba unos pantalones azules, y una camisa blanca, notando que sus heridas estaban cubiertas por unos vendajes.

Todavía le dolían, pero no tanto como antes. No sabía exactamente lo que había pasado, y esta habitación no parecía ser una de hospital, no parecía la sala médica de algún barco, ni siquiera parecía ser una prisión. Pero él estaba dispuesto a enfrentarse a lo que sea que lo haya traído hasta este lugar.

Pero de repente escucho un ruido, para ser más exactos unas voces masculinas. Levantándose lentamente, trato de acercarse en la dirección que escuchaba esas voces. Atravesando los pasillos, pudo llegar a la dirección donde se encontraban los ruidos. Era un hombre gordo, y enano, junto a un gato, con un bastón.

—¿Podría ser esa cosa que vi antes de desmayarme?— fue el pensamiento de Raditz, ahora estando un poco más seguro mientras se acercaba al gato, y al hombre.