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Destinos Entrelazados: El Alfa y la Omega

Él es un alfa líder de la manada Zahk y ella una simple omega, a pesar de ser de dos mundos diferentes el destino buscara unirlos de la manera más extraña moviendo sus cartas a su merced. Que pasara cuando estos dos finalmente se encuentren y una serie de diversos acontecimientos buscara provocar su paciencia e incluso su existencia hasta el punto tal de estar envueltos en una guerra en la cual no pidieron estar. Te invito a que lo descubras...

Sayiori · สมัยใหม่
เรตติ้งไม่พอ
88 Chs

Lobo de nube II

Dominieck continuaba siendo puntual en cada de una sus palabras, haciendo hincapié en aquellas las cuales creía prudente resaltar dando a entender por sobre todo que aquello era parte de una absoluta verdad.

— Los soldados con sus armas en mano miraban en dirección a los árboles esperando observar algún movimiento que les sirviera como punto de partida para poder disparar luego de haberlas cargado nuevamente, sin imaginar que el karma les vendría de otra manera y una particular.

… Mientras aquellos se encontraban distraídos esperando un suceso que no ocurriría nadie se percató de lo pesado que se tornó el aire y el ambiente; de la nada y de a poco la brisa empezó a azotar, primero el viento se sentía bastante leve por lo que meramente se podía llegar a asociar a una mera brisa refrescante y de apoco ante el desconocimiento de los soldados la misma empezó a aumentar con intensidad atrapándolos antes de que aquellos pudieran llegar a hacer algo.

… Aquella ante la sorpresa de todos, formo una especie de tornado la cual hacía que los soldados se quedasen amontonados justo en su centro, dejando eventualmente abierta la zona del acantilado de la cual ante la vista de los mismos un lobo blanco con el cuerpo echo de viento emergió posicionándose justo frente a ellos.

… El lobo de nube acabo con ellos y no dejo rastro alguno de los mismos ni de su existencia en esta tierra, tiempo después ese mismo día cuando la noche callo, el mismo lobo se presentó ante las manadas que quedaron en el bosque y revelo ante ellos lo sucedido con los humanos, brindándoles finalmente calma a los desamparados.

Lo escuché y si, sus palabras habían resultado ser interesantes, pero aun para mi aquellas no contaban de sentido, por un momento me puse a analizar aquella explicación pues no le hallaba relación con el presente y de la misma manera se lo di a demostrar.

— La historia es historia por algo Dominieck, podrían ser solo simples cuentos de lobos y nada más.

Pero aquel mirando mi desconfianza indico — más yo sin embargo te aseguro que no lo es.

— Dime porque estas tan seguro, porque hablas con tanta confianza.

Dominieck se puso de pie se acercó hasta mí y de seguido indico — porque el bosque del cual hablo es precisamente este, estamos en las tierras de aquellas manadas.

— Eso es imposible como podrías saber que este es el lugar, fácilmente podría ser otro bosque y confundirse así las ubicaciones.

Aquel hombre negó con la cabeza y ante mi poca conformidad se levantó, se acercó hasta mí y una vez que coloco sus manos sobre mis hombros indico — No Emma, realmente este es el lugar.

— Es imposible y sería demasiado extraordinario no lo es.

— Lo es, pero veo que será difícil para ti comprenderlo por lo que no tengo otra opción mas que enfrentarte contra el presente. Dime Emma, que pensaría si te dijera que aquel lobo de nube esta justamente aquí.

— La verdad no sabría qué decir, mucho menos que pensar por lo que sin dudas me tomaría de sorpresas.

— Pues vuelvo y lo repito ella está aquí y sin dudas estimo que justamente ahora nos está mirando con intriga, al escucharnos hablar de su persona.

— Pero ¿Dónde está? Pregunto debo de preocuparme.

Dominieck me miro, aparto sus manos de mis hombros y frente a mi empezó a levantar las manos señalando a todos lados y ninguno a la vez — está aquí, esta allá... bueno, la verdad esta hacia donde quieras que mires y la niebla este por delante.

— Como no comprendo.

— Emma la niebla es aquella loba de nube, aquella que hace ya tantos años existió y de la cual aún hoy se habla de su persona.

Ante sus palabras no pude evitar sentir intranquilidad y aún más sorpresa por lo que no muy bien lo escuché mis ojos se abrieron de par en par, sin dudas mirándolo de aquella manera había la gran posibilidad de aquel pudiese llegar a tener razón — si es así entonces es entendible la razón de porque se siente que esta tiene vida propia, ante todo es un verdadero milagro.

— Y valla que lo es, a pesar de todo lo que le tocó vivir aún sigue defendiendo a los inocentes y aun hoy por hoy sigue luchando por los mismos.

— Sabes si es así tengo curiosidad por saber si hay tantas manadas en el bosque necesitadas de ayuda o de inclusive inocentes necesitados de una mano amiga que los salve porque simplemente ella escogió a los abuelos.

Aquella pregunta aparentemente provocó malestar en su persona puesto que no aceptaba de todo la realidad de la cual el mismo hablaba así que por un momento agacho la cabeza y tras recomponerse nuevamente elevo sus ojos y los dirigió en mi dirección.

— Porque de yo también estar en su lugar sin dudas al igual que ella protegería a mi familia — en su boca se formó una leve sonrisa aparentemente de aceptación y de continuo tras nuevamente tomar una bocanada de aire indico...

— Aquella mujer era mi abuela cuando todo aquello ocurrió mi madre solo era una pequeña niña de algunos pocos dos años en edad humana y sin tener opción a elegir aquella quedo huérfana en este malvado mundo.

Y como si ya todo no fuese suficiente, ocurre esto de pronto donde la verdad se hace visible, las cosas extraordinarias a veces son sorprendentes que aun siendo ciertas se hacen difíciles de creer.

— Entonces adivino Lyall sintió remordimiento y aquel día te lo confeso.

— Mas bien me lo recordó, por alguna razón con lo sucedido en los túneles durante mi niñez junto a la rabia y el resentimiento que fui tomando de adulto pues supongo que fueron los que en mayor medida alteraron mis recuerdos, así que finalmente estar aquí, escuchar a Dominieck y chocar con tantos recuerdos como los hay en las paredes, pues a fin de cuentas sin dudas me eh visto obligado a pelear en contra incluso de mí mismo.

Hablar de aquellos nos llevó un tiempo más fue tanto nuestro hablar que incluso ambos al sentirnos algo incomodos terminamos finalmente sentados sobre los escalones que daban hacia la entrada de la casa, tiempo en el que Dominieck sin dudas abrió su corazón para expresar lo que sentía y de paso liberar su alma de la pesadez que todo aquello había provocado en su ser.

Hablar de ella y también de los abuelos no fue fácil ni algo sencillo, pues justamente en aquel punto que Dominieck a fin de cuentas tuvo que entender que finalmente se encontraba solo en la vida cosa que deducirlo por la rabia y el dolor es una cosa, pero realmente enfrentarte a ello es otra muy diferente.

Pasado unos minutos Dominieck se puso de pie de sus bolsillos extrajo los cerillos que hacia un rato había guardado y tomando la lampara se retiró nuevamente hasta aquel montículo de piedra y sobre aquella aquel hombre la coloco no muy bien la encendió, como muestra de respeto hacia aquellas almas que ya no estaban con nosotros en este mundo.

Ante el correr de los minutos lo vi, su comportamiento era sumamente cambiante y sé que era difícil para el tener que lidiar con todo de golpe pues si lo fue para mi deduzco que para él fue doblemente peor, porque ante todo y más que nada, yo era una aparecida en toda aquella historia.

Sintiendo como sus fuerzas se desvanecían al verlo como aquel con gran resistencia contenía su dolor, no muy bien me puse de pie me acerqué hasta aquel, por primera vez lo hice y por decisión propia, ante su cuerpo inerte yo me acerqué mientras aquel contemplaba la tumba de sus padres, a su lado me coloqué y con cuidado dirigí mi mano hacia la suya con la intención de consolarle.

Se que el momento ameritaba algo más, pero yo aun no me acostumbraba a dar amor de una manera bueno, tan diferente y expresiva como se lleva a cabo en una relación... bueno, intento de relación así que mirando como sus ojos se humedecían con cuidado tras encontrarme junto a él lleve mi mano izquierda hasta a la suya intentando consolarle.

Dominieck al sentirme no tardo en apretar mi mano por lo que en consecuencia no paso mucho tiempo para que sus ojos se desviaran en mi dirección.

Ante su mirada triste pensaba que todo se quedaría así y nada más, pero aquel tenía otros planes siempre muy diferentes a los que yo puedo llegar a pensar, por lo que mirando mi debilidad para aquel momento aquel hombre se dio media vuelta en mi dirección y de un solo tirón me unió a su cuerpo entrelazándome de seguido entre sus brazos, guardando silencio no hice ni el más mínimo intento por zafarme y tranquilamente sin hacer ni el más mínimo puchero yo también envolví mis brazos alrededor de su cintura.

Durante ese y los siguientes días venideros ambos nos volvimos algo más unidos, fue algo inevitable de que no sucediese pues las circunstancias, aunque no lo desea vamos al menos de mi parte lo puedo llegar a decir, nos hacía gradualmente acercarnos más y más.

Los días que faltaban transcurrieron aun con más prisa luego de que aquello se dio a conocer y finalmente el día de partir llego, Lyall temprano en la mañana apareció lleno de insistencia y atravesó la niebla velozmente, recalcando una otra vez que debíamos volver a la ciudad.

Dominieck y yo al escucharlo no tardamos en salir corriendo y reencontrarnos con aquel quien lleno de emoción se presentó. Lyall no muy bien nos vio hizo de nuestro entero conocimiento lo sucedido durante estos días en Belcier y porque era de gran importancia que nos presentarnos de nuevo en aquel lugar sin importar que los alfas aún se encontrasen en nuestra búsqueda.

— El consejero callo, se descubrió que era el que había puesto precio a sus cabezas, aunque aún no se sabe cuáles fueron las razones, cuando intentaron capturarlo logro escapar con varios grupos de hombres que le servían.

Que aquella noticia se escuchara había significado demasiado más de lo que cualquiera pudiera llegar a imaginar por la emoción ante Lyall no pude evitar acercarme a Dominieck y estrecharme entre sus brazos y tanto fue mi reacción que inclusive por un momento me olvide de que él se encontraba allí.

Lyall al ver como yo me comportaba casi de inmediato en son de burla indico — ya me puedo morir en paz, eh visto lo que mis ojos nunca pensaban llegar a contemplar — y haciendo cual simulación de desmayó llevo su mano derecha hacia su frente uniendo la parte posterior contra la misma mientras dejaba salir mientras un — ¡Ahhh! — en tanto hacia un poco hacia atrás la parte superior de su cuerpo, postura que utilizo para observarnos disimuladamente.

Al verlo reaccionar así, busque escapar de los brazos de Dominieck quien como Lyall aunque no decía ni una palabra sonreía sin medida por lo que fue por ello que casi de inmediato aclare mi garganta, arregle mi ropa y enderece mi postura.

Al mirar la burla en su rostro se me hizo imposible no sentir que mis mejillas se sonrojasen, ante su postura no pude evitar sentir algo de molestia a consecuencia de la vergüenza y por primera vez a pesar de que Lyall constantemente servía como mi cuidador tras elevar mi mano al frente de mi rostro repliqué una vez — no te gustaría probar.