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Capítulo 2 |Ciudad de Orario| 

Antes de empezar la historia, aunque como dice Vegetta, técnicamente ya hemos empezado. Quería decirle que esta es mi primera historia y como tal está abierta a en constantes arreglos y cambios, si tienen alguna sugerencia o idea es pruébale que las usaré de inspiración para la historia. He de volver a recalcar, soy un novato en esto y solo lo estoy haciendo por ocio, así que tal vez no sea tan constante con el contenido. 

Desde ya les dio que trataré de no hacer un protagonista op con poderes exagerado, quiero que cualquier habilidad tenga sus pro y contras, además me estoy volviendo a ver la serie que no la tengo tan fresca en la mente, y esto me ayudará con una historia más coherente con el mudo de Danmachi. 

Si sos un conocedor del anime, manga, novela y ves errores grandes me gustaría que me dejaras tu comentario y así podría arreglarlo. 

Sinopsis: Nuestro protagonista es Joel Gómez, un joven argentino de 23 años, carismático y extravagante. Aficionado al parkour y artes marciales, es un policía aeroportuario que se encuentra atrapado en un ataque terrorista. Logra detenerlo, pero muere en el proceso y despierta en un mundo de fantasía. Ahora, Joel debe adaptarse a este nuevo mundo. 

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|Ciudad de Orario| 

 

Recapitulando, Joel Gómez se despierta en un mundo desconocido, rodeado de ruinas y armas antiguas. Encuentra una nota de "|Un Amigo|" burlándose de su confusión, lo que lo lleva a cuestionarse su situación. A medida que avanza hacia una ciudad distante, supera obstáculos naturales y finalmente llega a la entrada de la ciudad. 

 

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Mientras Joel se acerca a las imponentes murallas de la ciudad de Orario, su corazón late con anticipación y emoción. Por fin, después de haber hecho una gran caminata veo una fila un poco larga que empezaba en la entrada. Soltando un suspiro me coloco en la fila y espero a entrar y buscar información. 

 

Luego de haber esperado unos minutos la fila avanzo rápido, me imagine que estaría unas horas por aquí. Los comerciantes son abundantes por aquí y varios de ellos me presentaron sus productos lo cual rechazo con amabilidad. 

 

"¡Siguiente!" 

 

Al llegar a la entrada, es detenido por uno de los guardias que gestionan el acceso a la ciudad. Atendiendo el llamado del guardia me acerco a su posición mientras él tiene un bloc de notas en su mano, sus compañeros están alrededor de él observando que nadie se cuele por la entrada. 

 

La persona que está de revisando a las personas es el típico sujeto de aspecto rudo con armadura y su presencia demuestra que hay que tener cuidado por aquí. Jah me recuerda un poco a mi compañero de oficio Luis 

 

"Buenos días soy Hashana Dorlia, me permite su nombre y saber ¿Cuáles son sus intenciones de visitar Orario?" 

 

"Orario eh, Donde es escuchado es nombre antes ... *Tos* Si, Joel Gómez, ese es mi nombre, ahora mismo solo estoy en busca de trabajo y asentamiento por aquí" 

 

Joel, con una sonrisa amigable en el rostro, explica cortésmente al guardia que está un poco perdido y que ha escuchado hablar de la ciudad por unos comerciantes que encontró en el camino. Le asegura que solo está aquí para explorar y conocer la ciudad por sí mismo. 

 

El guardia procede con la revisión superficial de las cosas que traía puesto mientras tomaba nota, Joel aprovecha para admirar la magnífica arquitectura de las murallas que rodean la ciudad. Las enormes estructuras de piedra parecen haber salido directamente de una serie de fantasía que alguna vez vio en la televisión. Las altas torres, los intrincados diseños y los adornos elaborados le hacen sentir como si estuviera a punto de ingresar a un mundo mágico. 

 

Hashana Dorlia - "Oh, entonces ejerce alguna profesión" Pregunta el guardia de manera casual. 

 

Joel - "En mi tierra natal ejercí una profesión similar a la suya como encargado de la seguridad pública" 

 

Con una sonrisa amigable le digo mis intenciones, después de todo sé que es mejor ser honesto y claro para facilitar el trabajo. Yo también cumplí con este tipo de tareas en el trabajo de policía. 

 

Hashana Dorlia - "Hm…" 

 

Joel - "¿Hay algún problema?"  

 

Hashana Dorlia - "No, no es nada" negó con la cabeza "Por tu apariencia y el equipo que portas pareces más un aventurero y no un civil" 

 

Joel - "Bueno... fue un regalo inesperado que eh recibido hace unos días" 

 

Hashana Dorlia - "Ya veo" asintió mientras se encogía de hombros y dejaba de lado mi aspecto. Terminado de anotar la información, me hace un gesto para que avance. 

 

Joel - Asiento con la cabeza "Muchas gracias Hashana por sus servicios"  

 

Hashana Dorlia - "No hay problema disfruta su estadía en Orario la ciudad calabozo " 

 

Me despedí con un movimiento de mano. Camine con cuidado a la ciudad y veo el cambio abrupto de ambiente. Todo es más llamativo y los recuerdos de distintos videojuegos entran en mi cabeza por las cosas que estoy viendo. 

 

Al ingresar a la ciudad, me agarró una sensación medio rara, bien diferente a lo que estaba acostumbrado. El aspecto de la ciudad era más tirando para la Edad Media, con sus edificios de piedra y madera, y la gente vestida con túnicas y ropas que recordaban a los libros de historia que había leído en la escuela. 

 

Pero también noté que a medida que avanzaba, aparecían toques de modernidad aquí y allá. En algunos puestos y establecimientos, vi estufas de hierro fundido y cafeteras de aspecto peculiar. Era como si la ciudad fusionara lo antiguo con lo moderno de alguna manera extraña. 

 

La gente, vestida con ropas de aventureros, llevaba consigo una variedad impresionante de armas: hachas, espadas, lanzas, ballestas, estoques, ¡hasta me pareció ver una maza por ahí! Realmente me sorprendió la diversidad y la cantidad de armamento que portaban. 

 

Y si bien me considero un tipo que sabe algo de historia, me di cuenta de que no tenía idea de todos los tipos de armas que se usaban en la antigüedad. Por un momento, me sentí como un viajero en el tiempo, mezclado en una época que solo conocía de los libros. 

 

Comprendí que necesitaba aprenderme bien el mapa de la ciudad para ubicar los lugares importantes. Después de todo, si quería entender cómo funcionaba todo este mundo, necesitaba saber dónde estaban las cosas. 

 

Con un paso decidido, Joel se adentra en las animadas calles de Orario, explorando su nuevo entorno con curiosidad y entusiasmo. Aunque por fuera trata de mantener una actitud relajada y confiada, en su interior se siente un poco intimidado por la magnitud y el bullicio de esta desconocida ciudad. 

 

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Al salir por una de las entradas del sur de la ciudad, se encuentra cerca del Área Comercial, donde las tiendas y los mercados abundan con una variedad de productos. Los colores vibrantes y los aromas tentadores lo envuelven mientras camina por las concurridas calles, observando los escaparates y escuchando los llamados de los vendedores. Y sin poder creérmelo del todo, solo te lo puedo contar. 

 

Me pongo a observar detenidamente a las personas que se cruzan en mi camino. ¡Y te juro que no podía creer lo que veía! Había un hervidero de gente con ropas que me hacían sentir como si hubiera viajado en el tiempo, ¡pero en serio! Algunos parecían sacados de un set de filmación medieval, con sus capas y espadas al cinto. Yo, con mis ropas de este siglo, me sentía más perdido que un perro en un concierto de gatos. 

 

Pero la cosa no termina ahí, ¡ni en pedo! Había unos locos que tenían colas y orejas de animales, como si fueran recién salidos de un anime japonés. Me tuve que morder la lengua para no preguntarles dónde estaban Pikachu y compañía. 

 

Y para sumarle al circo, había unos enanos que se meaban de la risa al lado mío, y yo ahí, con mi metro ochenta y algo, sintiéndome un gigante. En fin, todo el casting de "El Señor de los Anillos" estaba ahí, pero sin cámaras ni guiones. 

 

Y hablando de belleza, no podía olvidarme de los elfos. ¡Madre mía, qué facha tenían! Con esas orejas puntiagudas y esa elegancia que no se puede explicar con palabras, te juro que parecían salidos de un desfile de moda élfica. 

 

Pero lo más picante de todo eran las chicas de piel oscura. ¡Por el amor de Gardel, que pintas tenían! Algunas iban más ligeras de ropa que la pantera rosa, mostrando esos cuerpos esculturales y esa actitud de "acá estoy, ¿qué pasa?". Y yo ahí, tratando de no chocarme contra un poste mientras las miraba de reojo. 

 

"Qué extravagantes", me digo para mis adentros. 

 

Y en ese viaje al pasado fantástico, no podían faltar ver a unas personas de muy baja estatura y una complexión delgada. ¡Qué tiernos! Pero no te dejes engañar por su tamaño, ¡tenían una labia de locos! Parecían sacados de una película de Spielberg, con sus conversaciones de adultos y su ingenio a flor de piel. 

 

En fin, un verdadero desfile de personajes que me dejó con la boca abierta y preguntándome si me había colado en un set de película o si había viajado en el tiempo sin darme cuenta. Y para colmo, tengo que aprenderme el mapa de esta ciudad bizarra para no terminar perdido como turista en el Obelisco. 

 

Joel decide empezar su exploración haciendo preguntas a los lugareños que encuentra en su camino. Con una sonrisa amigable, se acerca a ellos y les pregunta sobre los lugares interesantes para visitar, las costumbres locales y cualquier consejo que puedan ofrecerle a un recién llegado. 

 

A medida que charla con la gente del lugar, Joel recopila información sobre la ciudad y sus alrededores. También descubre más sobre la presencia de los aventureros y la importancia del Dungeon, un laberinto subterráneo lleno de peligros y tesoros que atrae a valientes buscadores de fortuna. Aunque Joel aún no está seguro de cómo encaja en este mundo, se siente intrigado por las oportunidades que ofrece. 

 

Con cada paso, Joel se sumerge más en la atmósfera vibrante y diversa de Orario. Se maravilla ante la arquitectura única de los edificios, la variedad de personas que pueblan las calles y la riqueza cultural que fluye a su alrededor. 

 

Mientras camina entre los bulliciosos puestos del Área Comercial, Joel reflexiona sobre su situación. Observa los precios de los productos y la actividad comercial a su alrededor, recordando que necesitará una forma de ganar dinero en este nuevo mundo. La idea de adentrarse en el Dungeon como aventurero parece emocionante, pero también peligrosa. ¿Cómo podría aventurarse en un trabajo donde su vida corre peligro sin un entrenamiento previo ni un conocimiento profundo de este mundo? 

 

Esta reflexión lo lleva a pensar que antes de tomar cualquier decisión apresurada, necesita obtener un conocimiento más sólido sobre este mundo y sus sistemas. No puede arriesgarse a aventurarse en el Dungeon sin entender completamente los peligros que enfrentará y las habilidades que necesitará para sobrevivir. 

 

Decide que su primera prioridad será buscar información y educarse sobre el lugar. Quizás pueda encontrar algún trabajo más seguro y estable mientras tanto, uno que no implique arriesgar su vida en cada turno. 

 

Con esta idea en mente, Joel comienza a buscar oportunidades para adquirir conocimientos. Se acerca a los lugareños y les pregunta sobre las diferentes facciones y gremios de la ciudad, así como sobre los trabajos disponibles para alguien como él, un recién llegado sin experiencia en el mundo de Orario. 

 

A través de estas conversaciones, Joel aprende sobre los diversos trabajos disponibles en la ciudad, desde tareas administrativas en la Guild hasta labores en las tabernas y tiendas de artesanías. También escucha hablar sobre los distintos dioses y diosas que gobiernan Orario y las bendiciones que otorgan a sus seguidores. 

 

Joel - "Hola, hermosa dama. Perdona que te moleste en este día tan ajetreado." 

 

Joven dama - "Oh, no es molestia en absoluto. ¿En qué puedo ayudarte?" 

 

Joel - "Hablando de eso, estoy buscando un lugar con información emocionante en esta ciudad. ¿Tienes alguna recomendación?"  

 

Joven dama - "¡Por supuesto! Si buscas emociones y aventuras, deberías dirigirte a la Biblioteca de la Torre de Babel. Allí encontrarás historias increíbles y valiosas." 

 

Joel - "Interesante, ¿podrías indicarme cómo llegar allí?" 

 

Joven dama - "Claro, solo sigue por esta calle y llegaras a la Plaza del amor y ahí podrás ver mejor la gigantesca torre de babel. Y siguiendo hacia la derecha saldrás en la calle principal hacia el norte, no podrás perdértela." 

 

Joel - "Bueno, gracias por la recomendación. Pero debo decir, fue un placer conocer a alguien tan encantador como tú en esta ciudad. Que tengas un día tan brillante como tu sonrisa." 

 

Joven dama - "¡Oh, gracias! Ha sido un placer conocerte también. ¡Buena suerte!" 

 

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Mientras Joel se acerca a la Plaza del Amor, las vibrantes calles de Orario lo rodean con una mezcla de aromas, sonidos y colores. Al mirar a su alrededor, los edificios pintorescos y las coloridas tiendas evocan destellos de recuerdos en su mente, como si estuvieran conectados a una experiencia pasada que apenas puede recordar. 

 

Entre la multitud, Joel divisa a una pareja joven paseando de la mano, y de repente, una imagen borrosa de una escena similar de un anime aparece en su mente. Un grupo de niños jugando en una plaza le recuerda a una escena similar en la serie que vio hace tanto tiempo. 

 

Los fragmentos de recuerdos y flashbacks siguen llegando, cada vez más vívidos a medida que avanza. Escenas de batallas emocionantes, conversaciones con personajes memorables y lugares familiares se entrelazan en su mente, despertando una sensación de nostalgia y curiosidad. 

 

Joel se detiene por un momento, observando a la gente pasar mientras reflexiona sobre estos recuerdos. Se da cuenta de que estos flashbacks podrían ser más que simples recuerdos de una serie de anime. Podrían ser pistas importantes sobre su propósito en este mundo, y sobre por qué fue traído aquí por "|Un Amigo|". 

 

Joel continuó caminando por la calle principal, con la mente aún llena de los recuerdos fragmentados y los destellos del anime. Sin embargo, su atención se desvió hacia un café llamado "Café Wishe", no por el lugar en sí, sino por lo que estaba sucediendo afuera. 

 

Un grupo de matones estaba acosando a una chica rubia que estaba sentada en una mesa fuera del café. Joel sintió un impulso inmediato de intervenir. No se consideraba un héroe, ni mucho menos buscaba problemas en su primer día en la ciudad, pero su instinto de policía y sus principios éticos lo empujaban a hacer algo al respecto. 

 

Se acercó al café, con paso decidido pero cauteloso, evaluando la situación mientras se acercaba. Los matones parecían intimidar a la chica, y Joel podía ver la incomodidad en su rostro. No estaba seguro de cómo abordar la situación sin causar un alboroto, pero sabía que no podía quedarse de brazos cruzados. 

 

"Disculpen caballeros, ¿todo está bien aquí?" preguntó Joel con voz firme pero tranquila, tratando de no sonar amenazante. Los matones se giraron para mirarlo, sorprendidos por su intervención. La chica rubia lo miró con una mezcla de sorpresa y gratitud en sus ojos. Joel se mantuvo firme, preparado para actuar si las cosas se ponían feas. 

 

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|Mar de Rosas| Residencia de la Familia Aphrodite 

 

Aphrodite se despertó con la luz del sol filtrándose a través de las cortinas de su habitación, pintando el espacio con tonos dorados y cálidos. El canto de los pájaros llenaba el aire, mezclándose con el suave murmullo de las hojas movidas por una brisa matutina. 

 

Se estiró perezosamente en la cama, sintiendo el suave roce de las sábanas de seda contra su piel. La habitación estaba inundada de una sensación de tranquilidad y serenidad, como si el mundo entero estuviera en armonía. 

 

El suave aroma de las flores del jardín flotaba en el aire, impregnando la habitación con su fragancia embriagadora. Aphrodite se levantó con gracia, dejando que sus pies tocaran el suelo de madera pulida con delicadeza. 

 

Los rayos del sol bailaban alegremente a través de las ramas de los árboles fuera de la ventana, creando un espectáculo de luces y sombras en la habitación. Se acercó a la ventana y abrió las cortinas, dejando que la luz del día llenara la habitación por completo. 

 

La luz del día iluminaba los alrededores mientras algunos rayos de luz se filtraban entre las hojas de los árboles. Los árboles creaban una gran cantidad de sombras, convirtiendo el lugar en un espacio acogedor y apacible. 

 

Aphrodite se levantó con gracia en su espléndida mansión, un edificio imponente que reflejaba su estatus como una deidad. El interior estaba decorado con lujosos tapices, muebles finamente elaborados y obras de arte exquisitas, todo ello bañado por la luz del sol que se filtraba por las ventanas. 

 

El canto de los pájaros se intensificó, llenando el aire con una melodía suave y armoniosa. Aphrodite se deleitó con el sonido, sintiéndose completamente en paz en aquel tranquilo rincón de su mansión. 

 

Se dirigió al baño, donde el suave murmullo del agua corriendo en la ducha la recibió. La temperatura del agua estaba perfectamente ajustada, envolviendo su cuerpo con un reconfortante calor mientras se daba un relajante baño. 

 

Al salir de la ducha, envuelta en una suave toalla blanca, se detuvo un momento frente al espejo. Su reflejo mostraba la serenidad en su rostro, la misma calma que sentía en su interior. Decidió vestirse con un atuendo ligero y elegante, adecuado para la cálida mañana. Se deslizó en un vestido de seda de color blanco, adornado con delicados detalles dorados que resaltaban su belleza natural. 

 

Con el cabello suelto y ligeramente ondulado, y apenas un toque de maquillaje para realzar su radiante piel, Aphrodite se sentía lista para enfrentar el día. Bajó las escaleras hacia la planta baja de la mansión, donde encontró a algunos de sus familiares ya reunidos en el salón principal. 

 

Al dirigirse hacia la sala principal, fue recibida por los miembros de su familia, cada uno tan hermoso como el otro. La Familia Aphrodite estaba compuesta por una variedad de hombres y mujeres de aspecto divino, todos ellos reunidos por el encanto de Aphrodite. A pesar de haberlos unido con su poder, ella los trataba con amabilidad y respeto, como corresponde a una diosa. 

 

El aroma tentador del desayuno recién preparado flotaba en el aire, despertando aún más su apetito. Se sentó a la mesa, lista para disfrutar de una deliciosa comida y de la compañía de su amada familia. 

 

Después de intercambiar saludos y charlar brevemente con algunos de sus familiares, Aphrodite decidió que sería un buen día para disfrutar de un café en uno de los cafés de la ciudad. Sin embargo, no quería atraer demasiada atención, así que optó por un cambio rápido de vestuario para pasar desapercibida. Se puso un vestido sencillo pero elegante y cubrió su radiante cabello rubio con un sombrero discreto. 

 

Con su apariencia modificada, salió de su mansión y se dirigió hacia el café, disfrutando del aire fresco de la mañana. El camino la llevó a través de las bulliciosas calles de la ciudad, donde los comerciantes preparaban sus puestos y los ciudadanos se apresuraban en sus quehaceres diarios. 

 

Aphrodite ya estaba sentada en una mesa fuera del café, disfrutando del cálido sol de la mañana mientras sostenía una taza de café entre sus manos. La brisa suave jugaba con sus cabellos rubios mientras observaba el ajetreo de la calle. 

 

Decidió que era un buen día para disfrutar de un café tranquilo y relajante, lejos de las responsabilidades divinas y las preocupaciones de la vida cotidiana. Había dejado atrás su apariencia divina, optando por un atuendo más discreto pero elegante que la hacía pasar desapercibida entre los mortales. 

 

Sin embargo, su paz se vio interrumpida cuando un grupo de matones se acercó a ella con claras intenciones poco amistosas. Aphrodite frunció el ceño, preparándose para hacer uso de su encanto para deshacerse de ellos, cuando una voz desconocida la sacó de su concentración. 

 

"Disculpen caballeros, ¿todo está bien aquí?" preguntó un joven al que nunca había visto antes, con una expresión relajada en el rostro. 

 

Aphrodite se giró hacia él, sorprendida por su intervención. Su apariencia era la de un joven apuesto pero común, lo que la intrigó aún más. Con una sonrisa encantadora, respondió: "Oh, sí, todo está bien, gracias". 

 

El joven pareció aliviado por su respuesta, y notó cómo los matones se volvieron menos amenazadores. También notó una extraña sensación que recorría todo su cuerpo y lo exaltaba. Pero en el exterior no mostraba ningún cambio en su ser manteniéndose sereno. 

 

Joel observó la escena con curiosidad, notando cómo los matones, quienes antes parecían ser una amenaza, ahora se retiraban, aparentemente bajo el hechizo de la sonrisa de Aphrodite. Pensó en lo extraño que había sido todo, pero decidió no darle mucha importancia. 

 

 Volviendo su atención hacia la joven, Joel preguntó: "¿Estás bien?" 

 

Aphrodite, aún sorprendida por el hecho de que su encanto no había tenido efecto, sonrió dulcemente. "Sí, gracias. Todo está bien". 

 

El joven asintió, pareciendo satisfecho con la respuesta. "Me alegra escuchar eso. Solo quería asegurarme", dijo con una voz tranquila. 

 

Aphrodite se dio cuenta de que el joven no solo había intervenido para ayudar, sino que también estaba tratando de calmar la situación. Le impresionó su actitud valiente y amable. 

 

Con un brillo en los ojos, Aphrodite agradeció: "Gracias nuevamente. Eres muy amable por detenerte". 

 

Aphrodite intentó encantarle nuevamente mientras le sonreía, pero Joel notó una extraña sensación, como si la euforia y el amor estuvieran tratando de apoderarse de su conciencia y nublar su juicio. Sin embargo, debido a su fuerte voluntad y mente, no logró afectarlo del todo, al menos no en el exterior, no mostraba señales de debilidad. 

 

Aphrodite volvió a quedar estupefacta, desconcertada al ver que su encanto no estaba teniendo efecto en Joel. Se preguntó cómo era posible que alguien pudiera resistirse a su poder, algo que rara vez ocurría en su experiencia. 

 

Joel, por su parte, notó el intento de encantamiento y se sintió momentáneamente desconcertado. Sin embargo, recordando sus entrenamientos policiales y su resistencia mental, logró mantenerse firme. Aunque por dentro se sintiera algo perturbado, en el exterior mantuvo su compostura, mirando a Aphrodite con una mezcla de curiosidad y precaución. 

 

Joel asintió, aceptando el agradecimiento. "No hay de qué hermosa dama, me encantaría seguir chalando con usted, pero ya es hora de hirme. Me llamo Joel Gómez, por cierto". Lo decía mientras le dedicaba una sonrisa. 

 

"Aphrodite, ese es mi nombre, asegúrate de no olvidarlo", respondió ella con una sonrisa propia mientras le extendiendo su mano en un gesto de cortesía. "Un placer conocerte, Joel". 

 

Joel tomó la mano de Aphrodite y la estrechó con suavidad, sintiendo una leve electricidad en el contacto. "El placer es mío, Aphrodite", respondió, manteniendo su mirada cálida y amigable. 

 

Aphrodite notó algo diferente en Joel, algo que no había experimentado con otros antes. Su encanto había fallado en él, y eso la intrigaba enormemente. Sin embargo, en lugar de sentirse frustrada, se sentía aún más atraída por su misteriosa resistencia. 

 

"¿Nos volveremos a encontrar?", preguntó Aphrodite, dejando entrever un brillo curioso en sus ojos. 

 

"Espero que sí", respondió Joel con una sonrisa llena de promesas. "Hasta luego, Aphrodite". 

 

Con un último gesto cortés, Joel se dio media vuelta y se alejó, dejando a Aphrodite contemplando su partida con una sonrisa en los labios y una chispa de intriga en el corazón. 

 

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Joel se apresuró a salir de la vista de Aphrodite y se dirigió hacia el callejón más cercano. Aunque había actuado con calma frente a ella, en su interior se sentía un poco confundido por la extraña sensación que experimentó cuando estuvo cerca de ella. No podía negar que Aphrodite tenía un encanto especial, pero algo en su interior le advertía que debía mantenerse alerta. 

 

Joel se apoyó en una de las paredes del callejón vacío, con la cara completamente ruborizada por la experiencia. Suspiró profundamente y se dijo a sí mismo: "Aaahh, qué erótico, che. No sé qué fue lo que pasó con esa mujer". Se llevó la mano al pecho, tratando de calmarse mientras su corazón aún latía acelerado. 

 

"Menos mal que soy un buen actor y pude controlarme", murmuró para sí mismo con alivio. Reconoció la necesidad de mantener la compostura en situaciones como esa, sobre todo cuando se trataba de un encuentro inesperado con una mujer tan atractiva. 

 

En ese momento, notó que un gato callejero lo miraba fijamente desde un rincón oscuro. "Eh, mira vos, un gato chusma", pensó mientras se rascaba la nuca con una sonrisa irónica, sin esperar una respuesta del gato. "Creo que necesito un poco de aire fresco". 

 

Con gestos exagerados, Joel comenzó a hacer movimientos como si estuviera abanicándose, tratando de ventilar su mente. "¡Ah, sí! ¡Eso es, aire fresco!" exclamó de manera cómica, mientras se balanceaba un poco hacia adelante y hacia atrás. 

 

Finalmente, se detuvo y se llevó la mano al pecho, tratando de calmarse mientras su corazón aún latía acelerado. Aunque por fuera había mantenido la compostura, por dentro estaba lleno de confusión y preguntas sobre lo que había experimentado con Aphrodite. 

 

"¿Qué fue eso?", se preguntó a sí mismo en voz baja. "Nunca me había sentido así antes. ¿Será algún tipo de encanto? ¿Realmente tiene ese efecto?" 

 

Se quedó pensativo por un momento, tratando de entender lo que había sucedido. "Está bien, ya comprendí que necesito entender más sobre mi propio poder y sobre el mundo que me rodea si quiero sobrevivir en él", se dijo a sí mismo con determinación. "No puedo permitirme ser arrastrado por algo que no comprendo. Debo aprender a controlar mi propia voluntad y a no dejarme influenciar por el encanto de los demás". 

 

Con esa resolución en mente, Joel se enderezó y salió del callejón con paso firme, decidido a buscar respuestas en la biblioteca de la Torre de Babel que le comentaron. 

 

"Pero mira nada más, que vista che, tengo que ver de cerca esa torre, esa construcción podría considerarse una maravilla de este mundo. Literalmente la torre cruza las nubes e incluso un poco más allá." 

 

Cuando Joel finalmente estuvo lo suficientemente cerca para apreciar la inmensa y majestuosa Torre de Babel, un sabor amargo de sorpresa lo consumió por completo. Por fin se dio cuenta de dónde se encontraba, en el mundo del anime que había visto en su adolescencia. Efectivamente, era el mismo mundo que había visto en "Danmachi"

 

Su mente giraba tratando de asimilar la realidad de estar dentro de una serie de anime. Se sentía como si hubiera entrado en un sueño lúcido, pero sabía que era real. Recordaba vagamente las características del mundo de "Danmachi", recordaba los personajes y algunos de los lugares, pero su conocimiento era borroso y fragmentado, como si estuviera recordando un sueño lejano. 

 

Mientras observaba la Torre de Babel, trató de recordar los detalles del anime. Recordaba que era un mundo de fantasía, lleno de dioses, aventureros y mazmorras peligrosas. Pero más allá de eso, su memoria era borrosa. No recordaba exactamente cómo funcionaban las cosas en este mundo, ni tampoco recordaba los nombres de los personajes principales. 

 

Joel se sumergió en su mente, tratando de procesar la situación. Todo a su alrededor pareció desaparecer, dejándolo solo con el zumbido constante y el ruido blanco que retumbaba en sus oídos. Entonces, cuando todo pareció detenerse, una voz robótica resonó en su cabeza, llenando su conciencia con un tono burlón y soberbio. 

 

"Finalmente sabes dónde estás, ¿verdad? ¿Verdad?", susurró la voz con un eco siniestro. "Jajaja, muéstrame algo interesante, ¿quieres? No te preocupes, estaré apoyándote desde el fondo de mi corazón. Suerte en esta nueva aventura colega jajaja. |Un Amigo|". 

 

Joel se estremeció ante las palabras de la misteriosa voz. ¿Quién era este "|Un Amigo|" que lo había traído a este mundo? Las palabras resonaron en su mente mientras intentaba comprender su significado. 

 

Por un momento, se sintió abrumado por la presencia de esta entidad misteriosa, pero luego se llenó de determinación. Si "|Un Amigo|" lo había traído aquí, debía haber una razón. Estas preguntas rondaban en su mente mientras intentaba encontrar respuestas. 

 

Se dio cuenta de que necesitaba aprender más y volverse fuerte si no quería morir. La biblioteca de la Torre de Babel parecía ser el lugar perfecto para empezar. Con pasos decididos, Joel avanzó hacia la torre, sintiendo la urgencia de comprender su situación y descubrir qué papel tenía en este mundo de fantasía. 

 

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Al llegar a la entrada de la torre, se detuvo un momento para admirar su imponente estructura. La magnitud de la torre lo dejó sin aliento, y se preguntó qué secretos y conocimientos se escondían en su interior. Con un nuevo sentido de propósito, empujó las enormes puertas y se adentró listo para comenzar su búsqueda de respuestas. 

 

Asombrado, Joel observaba mientras subía por los diferentes pisos de esa enorme torre. Pasaba junto a puestos comerciales que ofrecían armaduras relucientes, libros antiguos, cosméticos exóticos y otros productos variados. Se detenía ocasionalmente para preguntar a algunas personas sobre la ubicación de la Biblioteca de la Torre de Babel. 

 

Mientras Joel subía por los pisos de la torre, detuvo a uno de los transeúntes para hacerle una pregunta. 

 

Joel - "Disculpa, ¿sabes dónde está la Biblioteca de la Torre de Babel?", preguntó Joel con curiosidad. 

 

El transeúnte, un hombre de mediana edad con una expresión amigable, señaló hacia arriba. "Sí, está en los pisos superiores, alrededor del piso 30". 

 

Joel - Asintió, agradecido por la información. "¿Y es fácil acceder a ella?" 

 

"Bueno, sí y no", respondió el hombre con una sonrisa. "La entrada cuesta un poco de dinero, así que debes estar preparado para eso". 

 

Joel - Frunció el ceño, sintiendo cómo la preocupación comenzaba a crecer en su interior. "¿Cuánto es la entrada?" 

 

"Depende", explicó el hombre. "Los precios varían, pero puede ser bastante costoso. No sé cuál es el precio exacto en este momento". 

 

Joel - Asintió, un tanto desanimado por la noticia. "Supongo que tendré que pensarlo bien entonces. Gracias por la información". 

 

"No hay problema", respondió el hombre con amabilidad. "Si no puedes permitirte la entrada, siempre hay otras opciones. Por ejemplo, hay una biblioteca más pequeña en los otros pisos que es gratuita". 

 

El rostro de Joel se iluminó ante la posibilidad. "¡Eso suena genial! ¿Dónde puedo encontrarla?" 

 

"Está unas cuantas plantas más, en el piso 15", respondió el hombre. "Es más modesta que la biblioteca principal, pero todavía encontrarás una buena cantidad de información". 

 

Joel - "Perfecto, creo que iré allí entonces", dijo Joel con una sonrisa de agradecimiento. "Gracias de nuevo por la ayuda". 

 

"No hay de qué", respondió el hombre mientras se alejaba. "¡Buena suerte en tu búsqueda!". 

 

Con esta nueva información en mente, Joel se encaminó hacia la biblioteca más modesta, listo para comenzar su búsqueda de respuestas. 

 

Decidido a buscar respuestas, Joel continuó ascendiendo por la torre. Después de subir 15 pisos, finalmente llegó a una biblioteca pública. Aunque no era muy grande, al menos era gratuita y estaría más cerca de encontrar las respuestas que buscaba. 

 

Al entrar, una mezcla de aromas a papel viejo y tinta llenó sus fosas nasales. El ambiente era tranquilo, con algunos aventureros y eruditos concentrados en sus lecturas. Joel se sintió como en casa entre los estantes repletos de libros fuera de todos eso elementos mágicos y de ficción de la ciudad de Orario. 

 

Recorrió los pasillos, hojeando los títulos de los libros en busca de algo que pudiera arrojar luz sobre su situación. Libros de historia, bestiarios, tratados de magia y geografía se alineaban en los estantes. Cada libro parecía contener un pedazo del rompecabezas que Joel intentaba resolver. 

 

Al sentarse en una mesa de madera gastada, sintió una oleada de nostalgia. Recordó los días de su infancia cuando su abuela lo llevaba a la biblioteca de la ciudad, y juntos exploraban los estantes en busca de tesoros literarios. La sensación de familiaridad lo reconfortó en medio de su confusión. 

 

Sacó uno de los libros sobre la historia del mundo y comenzó a hojearlo ávidamente, buscando pistas que pudieran ayudarlo a comprender su nueva realidad. 

 

Joel hojeaba las páginas del libro con creciente interés, pero también con una creciente sensación de confusión. A medida que avanzaba, se daba cuenta de que su conocimiento previo sobre este mundo era escaso, apenas una vaga impresión de la historia. Recordaba algunos detalles, como la Torre de Babel, los aventureros y el gremio, pero los personajes y los eventos parecían borrosos y difusos en su mente. 

 

Con cada página que pasaba, más confundido se sentía. Se detenía de vez en cuando para frotarse los ojos y tratar de recordar, pero solo conseguía una sensación de frustración. ¿Cómo podía haber olvidado algo tan importante? Se preguntaba si "|Un Amigo|" le había borrado la memoria antes de traerlo a este mundo o si era simplemente su propia mente la que había bloqueado esos recuerdos. 

 

Se sumergió en la lectura, concentrándose en cada palabra, cada detalle, en un intento desesperado por encontrar respuestas. Pero cuanto más leía, más confuso se volvía. Los nombres de los personajes le resultaban familiares, pero no podía recordar quiénes eran ni qué papel desempeñaban en la historia. Los eventos y las tramas parecían desdibujarse, como si se hubieran desvanecido en el tiempo. 

 

El tiempo pasaba rápidamente mientras Joel se perdía en el mundo de los libros, ajeno al transcurso de las horas. El suave murmullo de las páginas al pasar y el crujido de la madera de las estanterías se convirtieron en una especie de música de fondo. Las lámparas colgantes proyectaban sombras danzantes en las paredes, creando un ambiente casi mágico en la biblioteca. 

 

Al finalizar la lectura, Joel levantó la vista sorprendido al ver cómo los últimos rayos del sol se desvanecían en el horizonte. La luz dorada de las farolas comenzaba a tomar su lugar, iluminando las calles y creando un ambiente acogedor y tranquilo. Se estiró con cierta rigidez, sintiendo el peso de la jornada en sus hombros y la mente llena de pensamientos revueltos. 

 

Cerró el libro con cuidado, como si estuviera guardando un tesoro, y lo devolvió a su lugar en el estante con reverencia. Prometió volver al día siguiente, con la determinación de desentrañar más secretos de aquel mundo desconocido. 

 

Aunque no había encontrado todas las respuestas que buscaba, al menos había logrado adquirir una comprensión un poco más clara de ese mundo y su historia. Se prometió a sí mismo seguir investigando, incluso si eso significaba enfrentar más confusión y desafíos en el camino. 

 

Antes de salir de la biblioteca, Joel se detuvo un momento, observando los estantes llenos de libros de historia fantástica. Notó que este tipo de literatura era abundante en este mundo, donde no existía internet y la demanda de entretenimiento era alta y variada. La gente buscaba sumergirse en historias de aventuras, magia y misterio para escapar de la realidad. 

 

Se preguntó si podría aprovechar esta situación para obtener ingresos. ¿Por qué no crear sus propias historias o adaptar algunas de las que ya conocía? Su mente comenzó a dar vueltas con ideas: relatos de héroes valientes, viajes a tierras lejanas, criaturas mágicas y mundos por descubrir. Tal vez podría escribir sobre sus propias experiencias en este mundo y darles un toque de fantasía. 

 

Con una sonrisa pícara, Joel se tomó la idea de convertirse en un autor exitoso como un simple hobby al principio. "Bueno, ¿por qué no?" se dijo a sí mismo con un toque de humor. "Después de todo, ya he demostrado ser un buen actor al fingir que no estaba afectado por el encanto de Aphrodite. ¿Cómo podría ser más difícil escribir un par de historias?" 

 

Se imaginó a sí mismo sentado frente a una vieja máquina de escribir, con una pila de hojas en blanco frente a él, listo para dar vida a sus ideas. "¡Joel Gómez, el famoso escritor de best-sellers de fantasía!" exclamó, imitando la voz de un locutor de radio. "¡Puedo verlo ahora! ¡Sería el Borges de esta ciudad!" 

 

Se rió ante su propia ocurrencia, pero en el fondo, la idea no le parecía tan descabellada. ¿Por qué no intentarlo? Después de todo, ¿qué tenía que perder? Además, escribir sería una forma perfecta de pasar el tiempo mientras buscaba respuestas en este mundo extraño y emocionante. 

 

"Claro, podría escribir sobre las aventuras de un héroe argentino en un mundo de fantasía", murmuró para sí mismo mientras se imaginaba las posibilidades. "Podría ser como Martín Fierro, pero con dragones y espadas. ¡Sería genial!" 

 

Con una sensación de entusiasmo creciente, Joel comenzó a considerar diferentes ideas para su primera novela. Recordó algunas de las historias que había leído de autores argentinos como Cortázar, Sabato y Arlt, y se preguntó cómo podría incorporar ese estilo único en sus propias obras. 

 

Se sintió emocionado por la perspectiva de empezar esta nueva aventura como escritor. Aunque todavía no estaba seguro de cómo sería recibida su obra en este mundo, decidió que valía la pena intentarlo. Y quién sabe, tal vez algún día se convertiría en una leyenda literaria, tan famoso como Messi en el mundo del fútbol. 

 

Con paso decidido, Joel salió de la biblioteca y se adentró en las calles de la ciudad, listo para lo que fuera que el destino le tuviera reservado. La noche se extendía ante él, llena de misterio y posibilidades, y estaba determinado a descubrir cada uno de sus secretos. 

 

Mientras caminaba por las callejuelas iluminadas por las farolas, la brisa nocturna jugueteaba con su cabello y le daba un aire de libertad. Se sentía como un aventurero en un mundo nuevo y emocionante, listo para explorar cada rincón y desenterrar sus tesoros ocultos. 

 

En su mente, las ideas para su primera novela seguían bullendo, como un caldero en plena ebullición. Se imaginaba a sí mismo escribiendo frenéticamente, dejando fluir su creatividad en cada palabra, mientras las historias cobraban vida en el papel. 

 

Se detuvo un momento para observar a su alrededor, absorbiendo la atmósfera única de la ciudad. A lo lejos, podía escuchar el bullicio de las tabernas y el tintineo de las risas de los transeúntes. Cada callejón parecía esconder un nuevo secreto, y Joel estaba ansioso por descubrirlos todos. 

 

"Vamos, Joel", se animó a sí mismo, dando un paso más decidido. "¡El mundo está ahí afuera, esperándote! No hay tiempo que perder. ¡Hagamos historia!" 

 

Pero su estómago rugió de manera audible, recordándole que no había comido nada desde su llegada. Con un gesto divertido, Joel rebuscó en su mochila hasta encontrar un par de bocadillos que había traído consigo. Mientras mordisqueaba un trozo de queso, su mente bullía con ideas y posibilidades sobre su futuro en este mundo desconocido. 

 

Entre bocados, Joel reflexionaba sobre las posibilidades que le ofrecía este nuevo mundo. Le emocionaba la idea de explorar cada rincón de la ciudad y descubrir sus secretos ocultos. Se imaginaba escribiendo relatos épicos sobre héroes y villanos, inspirándose en las leyendas locales y en las historias que aún no habían sido contadas. 

 

"¡Qué emocionante es todo esto!", pensó para sí mismo mientras saboreaba un trozo de pan. "Este mundo está lleno de misterios y aventuras, y yo estoy aquí, listo para ser parte de él". 

 

Con cada bocado, Joel se sentía más entusiasmado por las posibilidades que le ofrecía su nueva vida en este lugar. Ya no solo era un observador pasivo de las historias, sino que ahora tenía la oportunidad de ser el narrador de su propia aventura. 

 

 

 

"Este lugar está lleno de historias por contar", murmuró mientras masticaba un trozo de la ración de viaje con carne seca. "Podría escribir novelas basadas en las leyendas locales, o tal vez crear mis propias historias ambientadas en este universo fantástico. ¡Sí, sería genial ser un autor exitoso aquí!" 

 

Sin embargo, mientras tomaba agua de su cantimplora, notó que ya quedaba muy poca. Se dio cuenta de que necesitaría recargarla pronto si quería seguir explorando la ciudad. 

 

Decidido a aprovechar al máximo esta oportunidad, Joel terminó su pequeño refrigerio y se levantó de la banca con renovada energía. Guardó las sobras en su mochila y se dispuso a continuar su exploración de la ciudad. Con una sonrisa en los labios y un brillo de anticipación en los ojos, se adentró una vez más en las calles iluminadas por la luz de las farolas, decidido a encontrar un lugar para recargar su cantimplora de agua y continuar su aventura. 

 

Con paso decidido, Joel se encaminó hacia el noroeste de la ciudad, cerca de donde se ubicaba el gremio. A medida que se adentraba en ese sector, las calles comenzaban a llenarse de vida. Los transeúntes iban y venían, algunos cargados con equipo de aventureros y otros simplemente disfrutando de la atmósfera bulliciosa. 

 

Mientras caminaba, Joel observaba los edificios que lo rodeaban. Algunos parecían albergar tiendas y tabernas, mientras que otros tenían un aspecto más institucional, probablemente oficinas o lugares de reunión. 

 

De repente, divisa una pequeña plaza adornada con una hermosa fuente. El parque, aunque modesto, tenía un aire acogedor, y Joel se sintió atraído por la tranquilidad del lugar. Se acercó a la fuente y notó que varios aventureros se detenían allí para recargar sus cantimploras antes de volver a casa. 

 

"Perfecto", pensó Joel, sacando su cantimplora vacía de la mochila. "Parece que encontré el lugar ideal para recargar agua". 

 

Mientras esperaba su turno, observó cómo los aventureros charlaban animadamente entre ellos, intercambiando historias del día y compartiendo consejos sobre sus próximas misiones. La atmósfera era cálida y amigable, y Joel se sintió parte de algo más grande que él mismo. 

 

Después de llenar su cantimplora y agradecer a los aventureros, Joel decidió dirigirse al gremio, que podía divisar a lo lejos. Aunque sabía que ya era tarde y el gremio estaría cerrado quería ver al menos la zona. 

 

"Mañana será otro día", se dijo a sí mismo mientras observaba las luces del gremio en la distancia. "Por ahora, será mejor encontrar un lugar donde pasar la noche". 

 

Con la falta de dinero, Joel tendría que ser creativo para encontrar un lugar donde dormir esa noche. 

 

Quizás podría buscar refugio en algún lugar público, como una plaza o un parque, donde pudiera pasar la noche en un banco o en un área tranquila. 

 

Otra opción sería buscar la generosidad de algún aventurero amable que estuviera dispuesto a ofrecerle un lugar para dormir por una noche a cambio de algún favor o servicio, como ayudar con las tareas del hogar o realizar algún recado. 

 

También podría intentar encontrar un albergue u hostal que aceptara trabajar por alojamiento, ofreciendo su ayuda en tareas de limpieza o mantenimiento a cambio de una cama para pasar la noche. Con estas opciones en mente, Joel se dispuso a explorar la ciudad en busca de un lugar donde poder descansar sin tener que gastar dinero. 

 

Con estas opciones en mente, Joel se dispuso a explorar la ciudad en busca de un lugar donde poder descansar sin tener que gastar dinero. Después de vagar y explorar la zona durante un rato, se detuvo en una parte comercial para ver algunas tiendas. 

 

Mientras curioseaba en una tienda de sombreros, un sombrero estilo cowboy con una llamativa pluma atrapó su atención. Se acercó para examinarlo mejor, pero justo en ese momento, otra mano lo tomó antes que él. 

 

"Eh, espera un momento", exclamó Joel, sorprendido por la rapidez con la que alguien más se había adelantado. El dueño de la mano que había alcanzado el sombrero se giró, revelando una figura familiar con una sonrisa amistosa. 

 

Poseía una complexión delgada y era de mediana estatura, con cabello rubio y ojos color naranja. Lleva un sombrero con una pluma, Joel no sabía quién era, pero le resultaba familiar. 

 

"Lo siento, amigo. No sabía que pensabas comprarlo", dijo el hombre desconocido. 

 

Joel negó con la cabeza rápidamente. "No, no, no, estaba solo mirando", respondió. 

 

El desconocido sonrió. "Ah, ya veo. Pero parecías bastante interesado en él", comentó. 

 

Joel le devolvió la sonrisa. "Bueno, la verdad es que me pareció muy bueno", admitió. 

 

El desconocido rió. "¡Jaja, verdad que sí! Tienes muy buen gusto, colega", dijo, dándole un golpecito amistoso en el hombro antes de alejarse al mostrador para pagar el sombrero. 

 

Joel nunca esperó que el desconocido se volviera hacia él y le colocara el sombrero. Se quedó perplejo mientras el hombre le sonreía y se señalaba a sí mismo, diciendo: "Ahora somos compañeros de estilo". Joel no sabía qué decir, sorprendido por el gesto inesperado. Solo atinó a preguntar si estaba seguro de dárselo. 

 

El desconocido respondió con una sonrisa enigmática: "Tienes un aura de alguien que parece prometedor, considéralo una inversión a futuro", mientras se alejaba. Joel le agradeció y preguntó por su nombre, pero el desconocido simplemente agitó su mano en un saludo de despedida, revelando que se llamaba Hermes. 

 

Después, Joel observó hacia donde se dirigía Hermes y captó una mirada, era su acompañante. Aunque estaba demasiado lejos para distinguirla con claridad, la visión de su hermoso cabello celeste y blanco lo cautivó, recordándole los colores de la bandera de su patria. 

 

Por un momento, Joel se quedó allí, absorto en sus pensamientos, preguntándose si la mirada estaba dirigida hacia él o si simplemente era una coincidencia. Sintió una extraña sensación de familiaridad al observarla, como si hubiera visto su rostro antes, aunque no podía recordar dónde. 

 

Decidió seguir adelante, pero la mirada de la mujer le dejó una inquietud en el corazón. ¿Quién era ella y por qué le parecía tan familiar? Esa pregunta lo acompañó mientras continuaba explorando las calles de la ciudad, en busca de un lugar donde pasar la noche. 

 

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Por otro lado, Asfi Al Andromeda se volvió hacia el Dios Hermes y le preguntó con una nota de incredulidad en su voz por qué había decidido darle un sombrero a un completo desconocido. 

 

Hermes - Con su tono característico de burla, le respondió: "¿Estás celosa, Asfi? ¿O acaso cautivó a tu corazón de doncella y quieres saber más de él?" 

 

Asfi, ligeramente ruborizada por las palabras de Hermes, decidió continuar con la conversación, aunque tratando de mantener la compostura. 

 

Asfi - "Deja de bromear, Hermes", dijo con una leve sonrisa. "Solo me parece curioso que le hayas dado un sombrero a un desconocido". 

 

Hermes - Con su característica sonrisa traviesa, se encogió de hombros. "Oh, no te preocupes, Asfi. Solo estaba siendo amigable. Además, tiene una energía interesante, ¿no crees?" 

 

Asfi - Frunció el ceño ligeramente, aún intrigada. "¿Una energía interesante?" 

 

Hermes - "Sí, sí", respondió, asintiendo con complicidad. "Una especie de aura de promesa, ¿sabes? Me recuerda a ti cuando estás investigando algo emocionante". 

 

Asfi - Arqueó una ceja, sorprendida por la comparación. "¿A mí? No sé si eso es un cumplido o una burla, Hermes". 

 

Hermes - rió entre dientes. "¡Oh, tómalo como quieras, querida! Pero admitirás que el chico parece intrigante". 

 

Asfi - Suspiró, resignada ante la actitud juguetona de Hermes. "Bueno, supongo que tendremos que esperar y ver qué pasa. No parece que vaya a causar problemas". 

 

Hermes - Asintió con aprobación. "Exactamente, Asfi. Y si lo hace, siempre podemos intervenir. Pero por ahora, dejemos que escriba su propia historia". 

 

Asfi - Sonrió, reconociendo la sabiduría en las palabras de Hermes. "Tienes razón". 

 

Con una sonrisa traviesa, Hermes asintió y comenzaron a caminar de regreso. 

 

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Regresando con nuestro prota. Con su nuevo sombrero cowboy puesto, Joel observó las imponentes murallas que rodeaban la ciudad. Una sensación de paz y seguridad lo invadió al contemplar la majestuosidad de la estructura. 

 

De repente, un recuerdo borroso se filtró en su mente: una chica rubia con un chico peli blanco entrenando cerca de las murallas. No podía recordar su nombre ni los detalles de su rostro, pero la imagen estaba ahí, como una pincelada en un lienzo. Se preguntó si las murallas serían un buen lugar para descansar, con una vista panorámica de la ciudad y lejos de los problemas. 

 

"Quizás podría encontrar un lugar tranquilo en lo alto de las murallas", pensó para sí mismo. "Sería un buen lugar para reflexionar y planificar mi próximo movimiento". 

 

Decidido, Joel se encaminó hacia las murallas, emocionado por la idea de encontrar un refugio en ese lugar imponente y lleno de historia. 

 

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Fin del Capítulo 2 |Ciudad de Orario|