Estaban celosos.

Primer Anciano consiguió que alguien recogiera las hierbas y las llevara. Luego, ordenó que trajeran seis cajas de madera ante él, y las abrió todas.

Cada caja contenía un hueso.

Parecían parte de una gran bestia. Cada hueso era diferente en forma. El más obvio era el cráneo en el medio.

Cuando apareció ese cráneo, Huanhuan se dio cuenta de inmediato de que los ojos de los otros cinco brujos se iluminaron.

Observaron el cráneo al unísono, pareciendo que no podían esperar para tomarlo para sí mismos.

Huanhuan no entendía qué tenía de especial ese cráneo. En su opinión, aparte de ser un poco negro y grande, no era diferente de los otros cinco huesos.

Primer Anciano dijo:

—De acuerdo a los resultados de la competición, el primer lugar elegirá primero.

Huanhuan preguntó confundida:

—¿Para qué sirven estos huesos?

Primer Anciano la ignoró, claramente sin ganas de hablar con ella.

Al final, fue Segundo Anciano quien tomó la iniciativa de suavizar las cosas: