webnovel

Carmela

La placa de calor se queda cada día, 

Pues aún no puedo despegarme de la terrible soledad 

Que enfría mi valor, y, la caja de vidrio sin vitalidad, 

Y ningún ser vivo para que abrace las brasas del calor. 

 

Nunca más en mi vida deseo congelar memoria. 

Si tan solo Carmela, la serpiente de la misma 

Gracia del maíz y la fertilidad, 

Sintiera mis ahogos, mi fatalidad; 

Mi desdicha. 

 

Soy el más desdichado de la tierra 

Al creer que el cielo acunará una igual desdichada como Carmela, 

A una serpiente de manto dorado, siseos y ojos de la tierra 

Y los cielos, del suelo y del mar; sus ojos me cazan 

Y reptan en mi cabeza como centinelas perpetuas. 

 

¡Maldita sea mi bendición diaria! ¿Por qué? 

¿Porque la tierra y los cielos no me abandonan? 

Quiero abandonar y estar en el reino de Carmela, 

Pero se fue prematuramente y no contó la manera 

Para nunca más sentirme solo incluso en el más allá. 

Pero nunca más una serpiente irá más allá de la Tierra 

 

¡Imploro a Dios, a Lucifer, y a la Madre Tierra! 

¡Y al universo también! Abandónenme, y quiero perderme; 

Incluso si me retuerzo y sufro, no es horror cuando 

Carmela repte en el espacio sagrado. Cuando nunca más 

Me falte el calor que le doy, y la gratitud que ella me da. 

Nunca más sonreiré hasta que Carmela repte en el más allá.