webnovel

III

Candela

El trayecto a casa de Mariano fue silencioso, habla por primera vez hacia donde esta el identificador de voz, para que le abran las puertas.

Después estaciona su auto justo en frente de una espectacular casa, bueno no es una casa, si no una mansión. Aunque sinceramente era lo que me esperaba de un hombre como Mariano Moretti.

Dentro era igual de impresionante que por fuera, una casa espaciosa. Una niña llega gateando hasta donde esta Mariano, el la toma entre sus brazos y me dice:

-Ella es Alona Moretti, la hija de Verónica.

-¿Puedo cargarla? -el asiente y me la entrega, la niña empieza a jugar con mi cabello- es hermosa -susurro-.

-Si, es realmente hermosa -me responde-.

-Pero que bonita familia -dice el agente Morales mirándonos- aran un buen trabajo con la presa en su farsa.

-Eso espero -digo aun con Alona en mis brazos-.

-Bueno Nevaeh, ¿Lista? -dice mirándome divertido-.

-Lucca mientras estemos entre nosotros por favor no me llamen así, soy Candela y eso no va a cambiarlo nada.

-Candela tienes que entender que nadie sabe que estas viva. Entonces nadie puede saber que estas viva en realidad, porque eso puede estropear nuestro plan -dice el agente Morales-.

-Esta bien -me limito a decir-.

-Bueno, devuélvele la niña a Mariano que es hora de tu transformación.

Yo hago caso y le entrego nuevamente a Alona a Mariano y me dirijo a donde están todas esperándome. Les pido por favor que no sea por hoy un maquillaje tan cargado porque este día seria el día donde cremarían el cuerpo de Verónica, también la primera aparición en publico de nuestra "relación".

Empezaron decorando un mechón de mi cabello del lado derecho de mi cabeza, al igual que varias partes de este alrededor de mi cabeza.

Mariano

Ya han pasado dos horas desde que Candela entro a esta casa con sus maletas para empezar toda esta farsa de mi relación con Nevaeh Di Stefano, una chica que no existe. Ahorita me encuentro con Alona, le estoy cambiando la ropa, poniéndole un pequeño conjunto de una falda ploma a cuadrille y un bodi negro, una pequeña bailarinas negras y medias blancas. 

Se ve realmente hermosa, trato de hacerle una mini coleta de caballo con su corto pelo. Cuando ya esta lista veo que ya es hora de bajar, así que la tomo entre mis brazos y me dirijo a bajar las escaleras.

Estando abajo una de las estilistas se me acerca y dice:

-Su novia ya esta lista -creo que no es conocedora de la verdad así que le respondo amablemente- ¿Quiere verla?

-Si, me encantaría verla -hablo aun con mi pequeña sobrina en brazos-.

Me lleva asta mi despacho, entro con Alona en mis brazos, al cerrar la puerta detrás de mi y levantar la mirada encuentro a una chica de espalda.

Porta un vestido negro pegado al cuerpo que le queda un poco mas arriba de la rodilla, unos tacones negros. La chica se da vuelta encontrándome con la parte de adelante del vestido, tiene escote en forma de corazón y unas tiras que cubren sus hombros, lleva una cadena plateada con una mariposa en frente. Por ultimo miro su cara, su pelo sigue siendo negro pero tiene una mecha de cabello de la parte de adelante de la cabeza color rubio. Al mirar sus ojos me doy cuenta de que ya no son grises, en lugar de ellos hay unos hermosos ojos verde oliva los cuales me miran con atención.

No lleva casi maquillaje pero se ve hermosa.

-¿Ya estas lista Cande?

-Si -me sonríe- pero recuerda, ya no soy Candela, se supone que esta muerta, soy Nevaeh Di Stefano.

-Como diga señorita Di Stefano -suelta una risa cuando digo eso- es hora de irnos mia regina 

Ella solo asiente y se acerca a mi, cuando esta a solo unos pasos, Alona estira sus brazos en dirección de Candela, ella me mira buscando aprobación para poder tomarla entre sus brazos a lo cual yo se lo permito.

-Mira que hermosa estas princesa -dice mirando a la pequeña-.

-Bien, yo me quedare aquí con Alona -dice sentándose-.

-Esta realmente hermosa -digo obteniendo la mirada de Candela- al igual que tu.

Un leve sonrojo se le posa en la cara a Candela ¿O debería decir Nevaeh?

-Gracias -vuelve a mirar a la pequeña que esta en sus brazos-.

Alona jugaba animadamente con la cadena de cuelga del cuello de la chica, se ve muy a gusto con Nevaeh, y eso me agrada porque asta ahora no había querido a ninguna niñera que traía a la casa, a todas las rechazaba. Creo que me tocara pedirle ayuda en el cuidado de Alona.

-Ya es hora chicos -dice el que asta donde tengo entendido es Lucca-.

-Ya me di cuenta Lucca -dice con diversión mi acompañante- explíquenos que tendremos que hacer hoy.

-Bueno Nevaeh -habla el agente Morales- hay dos ataúdes, uno contiene el cuerpo de Verónica y el otro una imitación del tuyo...-hace una pausa- tu tienes que actuar, querer consolar a Mariano y a la hija de Verónica. No demuestres sentimiento de tristeza porque eso hará sospechar a la prensa.

-Pero podemos decir que era amiga de la adolescencia de mi hermana -intervengo- no puedes pedirle que se demuestre fría ante la muerte de su amiga -digo defendiendo a la chica-.

-Concuerdo contigo -dice Lucca- Candela y Verónica eran muy unidas como para pedirle que no llore.

-Bien -suelta un suspiro- diremos que se conocen desde adolescentes porque Nevaeh amiga de adolescencia de Verónica, pero se reencuentra con Mariano en una gala y de hay para distintas sitas y ahora una relación de casi 5 meses. 

-Me parece agente Morales -habla nuevamente Nevaeh-.

Tengo que meterme en la cabeza que no le puedo decir Candela, tengo que decirle Nevaeh o mia regina que es su apodo amoroso.

-Ahora, ambos vallan al auto de Mariano, nosotros vamos para allá para que unos 5 minutos después aparezcan ustedes.

-Entonces nos vemos allá agente Morales y agente Lombardi -dice Nevaeh refiriéndose a ambos hombres-.

-Voy por la carriola de Alona -hablo después de oír que serraron la puerta-.

Voy y tomo la carriola de mi pequeña sobrina y camino de regreso a la sala de la casa, mientras entro veo una escena que me enternece, es Nevaeh tomando de las manitas a Alona, ella esta parada sobre sus dos pies mientras que Nevaeh la ayuda a caminar. Alona suelta mas de una risa al igual que Nevaeh.

 Parece que siente una mirada así que voltea encontrándose con mi mirada.

-¿Llevas mucho tiempo allí? -pregunta tomando a Alona en sus brazos nuevamente-.

-Solo unos minutos -digo mientras desarmo la carriola para poder subirla así a el maletero de mi auto-.

-Ya es hora -dice mirándome triste-.

-Si -dije devolviéndole la mirada triste- iremos a cremar su cuerpo y después viajaremos a Puerto Rico.

-Mejor acelerar todo para que se termine más pronto y volver a mi identidad -dice mientras abre la puerta trasera del auto-.

-Mi hermana se merece justicia.

-Y se la daré Mariano -dice mientras termina de atar los cinturones de la silla para bebes-.

Cuando ya estábamos dentro del auto, apunto de emprender el camino hacia en crematorio le tomo la mano obteniendo su atención y le digo:

- Confió en ti mia regina -recibo una sonrisa de su parte- mi hermana te adoraba.

-Y yo a ella.