En el nido de la hormiga sangrienta

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Qué broma. Lu Ming era simplemente un lunático. Era tan audaz que se atrevía a matar a Yang Zaitian, y mucho menos a ellos.

Si fuera asesinado por esto, no valdría la pena.

Alguien se quitó su anillo de almacenamiento y se lo lanzó a Lu Ming.

—Lu Ming agitó su mano y lo guardó con su Qi esencial.

Ya que alguien había tomado la iniciativa, el resto solo podía seguir el ejemplo y quitarse sus anillos, pasándoselos a Lu Ming.

Sin embargo, también había personas que se resistían a hacerlo. Apretaron los dientes de dolor y estaban al borde de las lágrimas.

Este anillo de almacenamiento podría decirse que contenía toda su riqueza acumulada. ¿Quién estaría dispuesto a entregarlo así?

Sin embargo, cuando la mirada de Lu Ming se volvió hacia ellos, se llevaron un susto. Apretaron los dientes y se quitaron sus anillos de almacenamiento, entregándoselos a Lu Ming con manos temblorosas.