Capitulo 19: Hermanos(Actualizada)

Nota del autor:

Como dije, voy a publicar- olvídenlo chicos tengo sueño, lamento la demora, tuve problemas personales con unos amigos y en casi todo el día en general, se podría decir que me comencé el día con el pie izquierdo.

Pero a todo eso, déjenme decir algo.

GRACIAS A TODOS LOS QUE DIERON SUS PIEDRAS DE PODER, NO SABEN CUAN FELIZ ESTOY CARAJO. YUPI.

Y también a @Lorena_Alvis por dejar tu reseña de 4.5 estrellas, gracias.

Aunque no pude colocar a todos los que votaron ya que la lista seria demasiada larga, déjenme repetirlo y reiterarlo, gracias.

Realmente agradezco este apoyo en forma de piedras de poder, me demasiado a continuar como dije, aunque me he tardado en publicar los capítulos, ya que intento hacerlos mas largo y entretenidos.

Gracias a:

Saludos a:

@Kev1n_777

@Arthur_Blazer

@DaoistINLKZ2

@Jimmy_Cast456

@Rafael_Goshima_11

@Julissa_Salazar

@black_deku 

@DaoistMCuAEK

@Vidal_Zamora

@SEBASTIAN_GUERRERO

@Paola_Cueva

@Tomas_Serrano

@Mario_Murillo_0306

@Moises_Delgado_9985

@DaoistByGBgd

@Dani_Alvarado

@Shaudner_Payema

@Lorena_Alvis

@Claudelina_Zotelo

@Tomas_Serrano

@Azalia_Alvarado

Gracias a todos los 90 votantes, creo que muy pronto hare un especial de 100 piedras de poder, denme algo de orientación a lo que podría hacer si llegamos a 100 piedras de poder. Un capitulo de 7 mil palabras? 9 mil? No se, ustedes díganme.

-Lidenskap

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Ubicación Desconocida, EEUU, 21 de Marzo de 1991(Pasado)

En las afueras de un pueblo se podía apreciar un gran mansión.

—Vamos Edmond, Vermon, el último es un huevo podrido jeje.— Risas alegres, campantes y armoniosas fueron emitidas por una dulce niña de cabello blanco como nieve y ojos azules como el cielo.

La alegría en su expresión no tenía precio para los dos niños que la seguían divertidos, ambos compartían el mismo rostro y rasgos faciales, eran gemelos a toda regla. Mismo cabello blanco y ojos azules, siendo que lo único que los diferenciaba eran sus personalidades y actitudes opuestas, surgiendo de ella conflictos y peleas pero siendo la única cosa que coinciden a pesar de su mal temperamento entre ellos, era proteger a la pequeña niña frente a ellos, su hermana pequeña.

Corriendo en el jardín de una mansión de arquitectura gótica, los tres hermanos correteaban alegremente sin ninguna preocupación sobre este paraíso.

—Vermon, Edmond, Annabeth vengan a comer.— Una hermosa mujer rubia de ojos azules con un vestido de verano negro dijo con cariño y un tono maternal, una hermosa sonrisa se dibujó en su rostro al ver como el menor de los gemelos caía torpemente cuando dijo comida, rió un poco ante las travesuras de sus tres hermosos hijos.

Detrás de ella emergió un gran hombre de hombros anchos vestido con una camison blanco holgado, sobre el camisón colgaba un collar de plata con un hermoso rubí incrustada en ella, pantalones oscuros formales, zapatos de vestir y unos lentes, pero siendo lo más destacados era su cabellos blanco, compartiendo su conexión con los tres niños correteando en el jardín, pero sus ojos eran lo unico que eran diferentes al de los niños al tener ojos del color de la sangre.

El gran hombre rodea la cintura de la hermosa mujer rubia, en repuestos la rubia le dio un cariñoso beso.

—Tienen mucha energía, eh?— Dijo el albino mayor, su porte caballeresco era cautivador para cualquier mujer que estuviera presente.

A lo que la mujer rió un poco.

—Si, son tan enérgicos como su padre.— Respondía ella coquetamente ocasionando que el rostro pálido del peliblanco se sonroja de vergüenza y sacando una risa de ella.

Ella le golpeó juguetonamente mientras le robaba un beso, sorprendiendo al caballero peliblanco pero aun así disfrutando del amor de la mujer en sus brazos.

Los niños llegaron frente a sus padres a lo que el menor de los gemelos gimió en molestia.

—Ehggg papá, mamá! Pueden hacer eso cuando no estemos.— Se quejó.

—Ciertamente lo que dijo el tonto de Edmond, mamá papá, no tienen vergüenza de hacerlo frente a nosotros?— Continuó el mayor de los gemelos, quejándose y aprovechando la situación para burlarse de su hermano.

En cambio la hija menor hizo un puchero adorable a sus hermanos.

—UGHHH ¡Ustedes! ¡TONTOS! Acaso no saben apreciar el amor que papá y mamá tienen entre sí?! Humpf como era de esperar de hombres, todos unos ignorantes del romance.— Dijo con molestia a sus tontos hermanos mayores. 

—…sin ofender, papá.— Pero rápidamente se disculpó con su progenitor.

A lo que el susodicho solo rió a carcajadas muy divertido por los comentarios de sus hijos, su esposa solo sonrió y reprimió la risa por lo que dijo la menor de los tres.

—Ciertamente Annabeth, los hombres no son tan atentos a estos detalles, sin ofender querido.— Dijo sabiamente la hermosa rubia en acuerdo a su hija, y disculpándose de su esposo con un guiño.

A lo que él solo dió una sonrisa irónica.

—Vamos niños, la comida de su madre se enfriará si nos atrasamos.— Dijo con una sonrisa cariñosa.

Al escuchar esto se pusieron alerta ante la acción de cierto glotón.

—Quien llega primero se come la parte del otro.— Revelándose como el glotón de los tres el hermano menor de los gemelos, Edmond, rápidamente dejó atrás a su hermano y hermana sin remordimiento para comer sus partes.

—Edmond! Tú.— Rechinando los dientes, Vermon bramó furioso y se apresuró tras su hermano.

—Ah! Edmond no te comas mi postre, EDMOND! Soy tu hermana querida, no lo hagas.— Desesperadamente Annabeth corrió lo más que pudo para evitar que su glotón hermano comiera su parte.

Al ver corretear por la comida ambos padres rieron para luego seguirlos.

—¡Oh! Bistec ¡mi favorito! Gracias papá.— 

Apenas Edmond soltó está frase la risa del padre se detuvo abruptamente.

—Edmond, NO, Edmond no te comas mi parte, tu mamá lo hizo especialmente para- NO!— El horror se hizo presente en su rostro y desesperadamente corrió para evitar que lo dejarán sin comida.

A todo esto la madre solo sonrió muy divertida por la actitud de sus hijos y esposo.

Entrando a la casa la mujer cerró la puerta del jardín, solo que antes miró el cielo despejado.

A pesar de la luz del día, ella pudo observar la luna.

Pero por unos instantes sintió la mirada de alguien a lo lejos, cuando volvió su mirada no vio a nadie.

No, ella sí vio algo.

Tres rosas bajo la sombra de un árbol.

Rojo y azul sobreponiéndose unos sobre la otra floreciendo bajo la sombra. 

Y una rosa blanca marchita bajo las dos rosas.

Ella frunció el ceño, sintió un mal presentimiento.

Esto arruinó su apetito.

Pero al volver su mirada hacia su esposo e hijos, su familia.

Una pequeña sonrisa volvió a florecer como una rosa.

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Redgrave, EEUU, 8 de junio del 2022(Pasado)

Redgrave, una vez bulliciosa y llena de vida, había caído en las garras de la oscuridad, la lluvia caía como las lagrimas de sufrimiento del mundo. Dos meses atrás, las raíces del árbol Qliphoth se habían aferrado al corazón mismo de la metrópolis, y la transformación fue palpable en cada rincón.

Las calles, antes transitadas por multitudes, ahora estaban retorcidas y deformadas. Los edificios, una vez majestuosos, se inclinaban como ancianos exhaustos. Las ramas del Qliphoth serpentean por las fachadas, sus hojas oscuras chupando la energía vital de la ciudad. La luz del sol apenas se filtraba a través de la densa maraña de ramas y raíces.

La atmósfera era opresiva. La niebla persistente envolvía todo, como si la ciudad misma estuviera atrapada en un sueño febril. Los habitantes supervivientes se escondían en refugios improvisados, sus rostros demacrados por el miedo y la desesperación. Las voces de los niños, una vez risueñas, ahora eran apenas un susurro en el viento.

Los demonios acechaban en cada esquina. Algunos eran pequeños y ágiles, como sombras que se deslizaban entre los escombros. Otros, colosales y grotescos, se pavoneaban por las calles, sus ojos inyectados en sangre buscando presas. Los cazadores de demonios, humanos que perdieron cosas importantes por los demonios o híbridos que nacieron del amor improbable entre un humano y un demonio, luchaban valientemente codo a codo, pero la marea infernal parecía imparable.

La resistencia humana se aferraba a la esperanza. Ancianos, mujeres y niños armados con cuchillos oxidados y antorchas improvisadas. Sus ojos reflejaban la determinación de sobrevivir a cualquier costo, aunque la muerte acechaba en cada esquina. Los líderes de la resistencia, militares sobrevivientes de la primera oleada, hablaban en susurros, planeando estrategias para enfrentar al enemigo.

En el corazón de la ciudad, el árbol Qliphoth se alzaba como un monumento a la perdición. Sus raíces se hundían profundamente en la tierra, alimentándose de la agonía y el miedo. Las ramas, retorcidas y retumbantes, parecían buscar el cielo, como si quisieran arrancar las estrellas y extinguir la luz.

Y así, Redgrave, una vez vibrante y llena de vida, se había convertido en un infierno en la Tierra. La línea entre el mundo humano y lo demoníaco se desvanecía poco a poco, y la ciudad misma gemía bajo el peso de su propia corrupción.

El tintineo de acero chocando retumbando entre las columnas retorcidas compuestas por lo que parecen ser ramas goteando sangre en vez de savia, chispas generadas por el choque de dos hombres chocando espadas en lo alto de un "árbol" en el centro de la ciudad.

Ojos azules desafiantes contra ojos azules indiferentes.

Una imponente espada con un aspecto afilado y gótico por parte de la hoja plateada, su empuñadura presenta un rostro humano sereno y calmado por un lado, pero por el otro, una calavera grotesca con las mandíbulas abiertas y costillas humanas conectando la empuñadura con la hoja.

La otra siendo un simple espada japonesa, su hoja afilada y elegante de color plateado, su empuñadura minimalista envuelta en cuero o tela de color blanco con hexágonos azules recorriendo el centro de la empuñadura, con relieves dorados en el pomo, empuñadura y funda de la misma. 

El poder se desataba al chocar, ráfagas de fuego azul perteneciente a la katana contra rayos rojos crepitando alrededor de la imponente espada.

La onda expansiva detuvo los goteos constantes de la lluvia.

Dos rostros se miraban fijamente.

Uno estoico e indiferente.

Otro rezumbando ira y determinación.

La fuerza ejercida en ambas espadas generaba chispas por la fricción de estas, la lluvia volvió a su ritmo y siguió cayendo en los alrededores.

Se separaron el uno del otro, a grandes velocidades movieron y chocaron sus espadas, las estructuras ramificadas por el "árbol" fueron cortadas limpiamente en consecuencia, pequeños choques se produjeron alrededor de ambos espadachines.

El frenesí en el combate era palpable, la tensión entre ambos era evidente, ambos hermanos volvieron a chocar.

Con vertiginosa velocidad los espadachines buscaron cortar el uno al otro, sin que se diera cuenta el espadachín de la gran espada, una pequeña e imperceptible sonrisa apareció en quien empuñaba la simple y mortal katana.

La emoción y frenesí lo envolvía, el sentimiento de victoria en el hermano mayor se gestaba, la superioridad en él surgía.

Poco a poco quien tomaba la ventaja en el enfrentamiento se volvía más claro.

Una poderosa y repentina contraofensiva desarmó al espadachín de la gran espada.

Vulnerable el hermano intentó asestar un golpe pero fue recibido por una patada.

La lluvia empapaba a los dos hermanos.

Se había decretado un vencedor en este ronda.

El hermano con la katana en mano enfundó su espada elegantemente.

Su sonrisa demostraba burla y desprecio.

—Débil. Eres débil Edmond, sin poder, sin aceptar por completo el poder que nos dejó nuestro padre, no pudiste protegerla, sin la fuerza necesaria sucumbiste ante esa súcubo.— Su rostro se volvió estoico mientras se burlaba de su hermano menor, el desprecio, odio y desdén se filtraron en su voz.

—Todo por aferrarte a tu lado humano. Patético.— Desdeñoso ante la decisión de su hermano.

El rostro del hermano menor se torció en ira hacia su hermano, esto provocó que su hermano mayor solo se burlara más de él.

—Tú. Imbécil, fuiste tú quien la envió, FUISTE TÚ quien mató a Annabeth.— La furia era indescriptible, su mirada penetrante era aterradora pero su hermano fue indiferente ante su acusación y mirada.

—Mataste a nuestra hermana, todo por conseguir más poder. Realmente eres un tremendo gilipollas, Vermon. Cruzaste la línea.— Lo dijo con veneno mientras se levantaba y acercaba hacia su espada.

—Por eso te matare, hermano de mierda.— 

Vermon arreglo su cabello para atrás y sonrió ante su declaración.

—Si, como si fuera el único que lastimó a nuestra hermana — Bufo despectivamente.

Esto provocó que el menor rechinara los dientes.

—Pero aún así. Vamos hermanito, inténtalo, intenta matarme, si puedes.— Se burló e hizo un gesto de venir hacía él con todo.

El espadachín de la gran espada salió disparado hacia el portador de la katana, pero antes de que la punta de su espada pudiera siquiera tocar un mechón del cabello del mayor.

El espacio se congeló.

Fragmentos de vidrio roto cayeron alrededor de Vermon, todo a causa de que sacará ligeramente su katana de su funda.

Miles de líneas aparecieron alrededor de un Edmond desprevenido.

Él escupió sangre mientras cortés con la misma cantidad de líneas en el espacio aparecían en un instante. Pero el solo apretó los dientes y agarró firmemente su gran espada, el filo de su espada comenzó a calentarse al rojo vivo mientras su cuerpo crepito de rayos rojos.

—¿Lo ves Edmond? Nada puede superar el poder absoluto- — Comenzó a burlarse de su hermano otra vez pero fue interrumpido por una estocada que perforó su hígado, antes de que pudiera reaccionar Edmond lanzo una ráfaga de estocadas con su espada calaverica, atravesando todos los órganos vitales en su cuerpo a la velocidad de la luz hasta dejarlos llenos de agujeros como un colador.

La última estocada mandó volando a Vermon hasta chocar contra una de las columnas retorcidas.

Él escupió sangre, se levantó tembloroso de la columna, su rostro se contorsionaba en ira.

A lo que él hermano menor solo le dedicó una sonrisa.

—Que paso hermano? ¿Qué fue todo esa cháchara de poder absoluto?— Se burló e inclinó su gran espada en su hombro. Los cortes en su cuerpo comenzaron a sanar rápidamente pero sus ojos, en sus ojos no había burla o diversión.

Estaban apagados.

La sonrisa burlona en el rostro de Edmond enfureció a Vermon. Sin titubear, Vermon se colocó en una posición de Iaidō, su katana desenvainada y lista para la acción. Con un movimiento fluido, ejecutó un corte instantáneo hacia su hermano.

O así debió ser.

La gran espada de Edmond se alzó para interceptar el ataque. El choque de acero resonó en el aire, y ambos hermanos forcejearon en busca de sobreponerse el uno sobre el otro. La lluvia, testigo silencioso, empapaba sus cuerpos tensos.

Y entonces, por unos instantes, las llamas y los rayos consumieron a los hermanos. Sus formas humanas se desvanecieron, y en su lugar emergieron sus verdaderas esencias demoníacas.

Una combinación entre algo insectoide y dracónico reemplazó a los hermanos. Sus verdaderas formas tenían un aspecto feroz y bestial, pero también ágil y aerodinámico. La cabeza de Edmond, ahora roja y puntiaguda, tenía la forma de una bala fragmentándose en pleno vuelo. La de Vermon, azul y afilada, se asemejaba a una flecha lista para perforar cualquier obstáculo.

Las llamas y los rayos eran emitidos por todo su cuerpo. Las escamas rojas y azules cubrían su piel, y sus cuernos, como carneros enloquecidos, se alzaban desde sus frentes. Uno de los cuernos de Edmond estaba completo, pero tenía grietas, como si contuviera magma en su interior. El otro, en Vermon, parecía haber sido cortado a propósito, dejando que llamas azules escaparan de él como si fueran propulsores.

La gran espada de Edmond también había cambiado. Grietas se formaron en su hoja, y de ellas escapaba fuego demoníaco. En contraste, la katana de Vermon estaba rodeada de "ramas" que fusionaban su carne con la funda de la espada. La empuñadura de la katana se había combinado por completo con su brazo izquierdo, y parte de su carne se había fundido con la empuñadura misma.

Pero ambos hermanos no se dieron cuenta o, más bien, fueron incapaces de ver su verdadera forma. La intensidad del momento los cegó, y antes de que pudieran comprender lo que sucedía, ambos volvieron a su forma humana. La lluvia continuó su ritmo constante, como si el mundo mismo hubiera contenido la respiración durante ese breve pero aterrador vistazo a su naturaleza demoníaca.

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Ciudad de Wakayama, Prefectura de Wakayama, Japón, 15 de Junio del 2005(Actualidad)

En la pintoresca ciudad nocturna de Wakayama, los edificios se alzan altos e imponentes, luces de neón en algunos establecimientos donde la gente se reúne para "divertirse".

Media noche y tanto jóvenes como adultos de todo tipo salen hacia los lugares súper "divertidos" pero muy ocultos para la misma ciudad y sus ciudadanos, donde la fiesta nunca termina independientemente de la hora o celebración en la ciudad. En uno de los establecimientos la gente baila a todo dar, movimientos provocativos por parte de las jóvenes buscando e incentivando a quienes las observan, otros bebiendo hasta la muerte, unos ya estando "divirtiéndose" en lugares más discretos o simplemente en un costado. 

Hombres sospechosos vendiendo "caramelos" que te pondrán feliz.

De todo tipo de "diversión" había en este establecimiento.

Si un sacerdote viera el sitio indudablemente se estaría indignado y horrorizado por tal establecimiento pecaminoso.

Caso contrario, el diablo como los caídos se llenaría de éxtasis, alegría y euforia por ver a tantas personas dejándose llevar por sus deseos más profundos.

En medio de una pista de baile se encontraba un joven de pelo negro vestido con una chaqueta con cremallera azul con una camiseta oscura debajo de la chaqueta, pantalones oscuros y unos zapatos converse, bailando al compas de la cancion electronica con una bella joven. Varios hombres miraban envidiosos hacia el pelinegro por tener tremenda captura, en cambio las mujeres solo se mordían los labios con deseo.

Con cerveza en mano el joven bailaba y disfrutaba de la música mientras seducía a la joven con quien bailaba.

Ambos se sonrieron coquetamente.

La joven se alejó hacia la salida trasera del establecimiento coquetamente, realzando sus curvas en su andar, dándole un gesto que la siga.

Ni corto ni perezoso el joven fue a seguir a su cachonda compañera de baile.

Saliendo por la puerta trasera ambos se besaron con pasión y frenesí.

—Eres bueno chico, dime ¿Quién eres?— Su seductora y sensual voz hechizaba a todo hombre que hubiera estado presente, pero solo el joven pelinegro estaba presente en ese momento.

A lo que él sonrió.

—Yo? Soy quien quieras que sea cariño, puedo ser un poeta o lo que tu quieras.— Dijo arrogantemente. Esa confianza desmedida para algunos sería irritante o molesto pero de alguna manera era hechizante para la mujer frente a él, su carisma era tan atrapante que pareciera haber capturado su corazón.

—Humpf, veo que eres todo un galán, o todo un rompecorazones "cariño".— Su tono coqueto sonó algo burlón.

A lo que el joven solo sonrió con confianza.

—Creo que soy ambos.— 

Había llegado el clímax entre los dos.

Ambos se acercaron el uno al otro para liberar su pasión el uno hacia el otro.

Pero antes de que pudieran besarse con pasión y lujuria, las luces del callejón trasero del establecimiento parpadearon por unos instantes, aunque esto es común en estas partes de la ciudad el olor a podredumbre y azufre no lo era. Las paredes cercanas temblaron, todo el lugar tembló ocasionando que la mujer se asustara y soltara un grito.

Fue entonces que la pared cercana a ellos comenzó a temblar y resquebrajarse hasta que se derrumbó causando que se levantara una cortina de humo y un ruido estruendoso por la destrucción del muro, esto asustó aún más a la joven en sus brazos, el olor a azufre había aumentado y la podredumbre fue reemplazada por el olor a tierra fresca.

Del humo emergió una gran bestia de la pared derrumbada.

Su gran cuerpo hecho de piedras, poseía la forma de un toro pero en dónde debería estar su pequeña cola estaba en su lugar una grotesca y aterradora cola de escorpión, la cabeza del toro había sido reemplazado por la de un ciempiés pero lo curioso y aterrador fue que había un rostro humano distorsionado por la ira.

—¡¿DÓNDE?! ¡¿DÓNDE ESTÁ EL TRAIDOR?!— Rugió la bestia, los fuertes vientos ocasionaron que el cabello del joven pelinegro se despeinara y la forma vulgar de comunicarse embarrarlo de baba su rostro.

—Primero, ugh que asco amigo haz algo con el mal aliento. Segundo, arruinaste mi oportunidad con una chica caliente.— Comentó molesto con el ceño fruncido mientras se quitaba con gran asco la baba de su cara.

La bestia dirige su atención hacia el joven pelinegro y el rostro en la frente de la bestia chirrió los dientes con desenfreno.

—Tu aroma.— Apenas susurro con los dientes apretados. 

El pelinegro se encontró cara a cara con la criatura inimaginable. La bestia emanaba una presencia amenazante, y sus ojos, uno humano y otro insectoide, parecían perforar el alma del joven.

—Si lo se amigo, huelo a rosas.— Se burló pero con cuidado colocó a la mujer detrás de él y le indico que se retirara a lo que ella sin dudar hizo, dejándolo sin su numero de telefónico algo de lo que el pelinegro se recriminaría después.

Sin embargo, la reacción del toro fue inesperada. Rugió con frenesí, repitiendo una y otra vez.

—¡HUELES AL VIL Y ASQUEROSO TRAIDOR! ¡ TRAIDOR! ¡TRAIDOR! ¡TRAIDOR! ¡TRAIDOR! ¡TRAIDOR! ¡NO LO PERDONAREMOS! ¡JAMÁS!— Siguió repitiendo como una máquina trabada pero cuanto más repetía las piedras y el suelo a su alrededor temblaba en respuesta a la intensidad de sus palabras.

El joven no se amilanó.

—Bueno que puedo decir? He roto muchos corazones en estas cuatro semanas que estuve aquí pero ¿llamarme asqueroso traidor? No, no recuerdo haber roto tu corazón cara culo.— Solto una risa un poco nerviosa al ver como los guijarros, piedras, arena o cualquier cosa relacionada con el suelo comenzaba a arremolinarse alrededor del toro quimérico de piedra.

El joven se preparó para lanzarse contra el toro mientras estuviera perdido en su locura, pero lo que no espero es que apenas dio un paso hacia el toro este volvió toda se intensa mirada hacia él nuevamente, bueno, dos intensas miradas si contamos el rostro humanoide y el de ciempiés.

Antes de que pueda decir o hacer algo.

El toro de piedra embistió hacia el joven mientras rugía con frenesí impulsado por su locura e ira desenfrenada, sus colmillos de su rostro de ciempiés perforaron el abdomen del joven sin piedad, y la pared que separaba el callejón trasero con la fiesta dentro del establecimiento se rompió como papel maché ante la fuerza descomunal liberada por la embestida.

Este repentino incidente ocasionó que la gente se alarmara y entrara en pánico, pero lo peor vino cuando el más cercano a la destrucción de la pared vio que la causó, el chico se orinó y casi le daba un infarto al ver a alguien empalado por lo que parecía ser un monstruo de piedra con cabeza de un bicho grotesco.

Los guardias comenzaron a evacuar a los trabajadores y clientes del establecimiento dejando la música electrónica a un fuerte volumen.

—Bien, vaca de mierda, ahora me debes un baile por perra.— Dijo molesto.

Agarro los colmillos que lo perforaban y ejerció presión sobre ellos hasta que estos se rompieron, causando que la bestia de piedra chillara de dolor y el rostro en su frente se retorciera en agonía.

Ante tanto dolor, el toro hecho de piedra arrojo al joven pelinegro hacia la mesa del barman, rompiendo algunos licores caros en el proceso. Algunos fragmentos de vidrio se habían incrustado en la espalda del pelinegro pero este ni se inmutó. Simplemente sacudió un poco su chaqueta que ahora estaba hecho jirones, pero inmediatamente frunció el ceño al verla en ese estado.

—Perfecto, ahí van ¥531,216 yenes al tacho. Vaca pendeja, haré un abrigo con tu- Ugh, cierto, estás hecho piedra. Bueno, lo que sea, veré qué conseguiré contigo.— Murmuro molesto y resignado. 

El ritmo frenético y desenfrenado de la música resonaba en toda la pista ajeno a de su deprimente realidad.

—O simplemente me llene de deudas…otra vez.— Murmuró exasperado.

Pero noto como un señor que parecía ser un barman que no pudo escapar por el alboroto, temblando bajo la barra, este apenas lo vio torpemente le ofreció una de las pocas botella de licor intactos. A lo que él solo rio antes de tomarlo y beber a fondo hasta vaciar la botella.

Con un eructo satisfecho tiro la botella vacía hacia el toro, llamando efectivamente su atención cuando le rugió en desafío.

"Bien, lo dejo para mi yo futuro" Pensó, esbozando una sonrisa irónica. Con un movimiento de sus muñecas, sus uñas crecieron y se afilaron como las garras de una bestia.

Pateo con gran fuerza la mesa del barman, arrancándola del suelo e impactando sobre la bestia de piedra, aturdiéndolo. Camino tranquilamente hacia el toro hasta cierto punto y entro en una posición de pelea que denotaba algo de inexperiencia pero que se mantenía por instinto.

—Let's go baby— 

La música estruendosa y los rugidos del toro de fondo acompañaron a la floreciente sonrisa feroz llena de dientes afilados, la sangre del joven hirvió en emoción y éxtasis por la pelea que vendría, esperando ansiosamente empaparse de la vida de su presa.

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Nota del autor:

Tremendo salto de 1 mes y una semana eh? Pero no se preocupen que se les dará mas contexto o se contara lo que hizo durante ese breve tiempo en los siguientes capítulos, como también se inicia un nuevo arco.

Si tienen alguna duda, no duden en preguntar que con gusto respondo.

Nota de la actualización: Mejore algunas partes y di algo indicaciones de la linea de tiempo, como la cursiva del estado en la linea de tiempo de los pov. Como "Pasado" que representa un pasado que no pertenece al mundo, espero lo hayan notado, y gracias por aclararme por este error. Por cierto estoy avanzando en el capitulo 20, así que esperen para mañana o capaz termine hoy como a las 12 en mi país, pero eso si, no se olviden de dar ideas para el especial de 100 piedras de poder, que quiero agradecer por llegar a esa meta.

Gracias @Kev1n_777 por señalar ese error.

No se olviden comentar y dejar piedras de poder.

-Lidenskap