¡Yao Lao despierta!

El bosque de la montaña era de un verde lustroso. Las cimas de las montañas perforaban las nubes como una espada, pareciendo majestuosas y espectaculares.

Una enorme roca sobresalía de una pared inclinada en una parte de la cordillera. Un joven de manto negro estaba sentado con las piernas cruzadas sobre ella con los ojos bien cerrados. Un enorme caldero medicinal carmesí estaba colocado ante él. Una llama verde oscuro se levantaba ferozmente y caía en el caldero medicinal. Si uno miraba cuidadosamente, podría ver vagamente que había un cúmulo de líquido colorido que se retorcía lentamente dentro de la llama.

La superficie del líquido colorido emitía constantemente pequeñas burbujas mientras era cocinado bajo la llama. Cada vez que una burbuja estallaba, el tamaño del cúmulo del líquido se encogía un poco.