Comenzando el entrenamiento

Ayer, después de contar lo que pasó hace 3 años, fue como quitarme una carga de encima.

Después de lo que pasó fuera y la aparición sorpresa de Tadhg y Maat volvimos al comedor y pude tener una conversación normal con otros de la escuela.

El grupo con el que nos habíamos peleado se sentó en otra mesa y la noche transcurrió sin problemas. Dormí como un bebé.

Hoy cuando me levanté, pensé en Uma y sonreí. No por nada especial, pero ya no me siento reprimido. O eso creo.

Ahora estoy de pie con el resto afuera de las habitaciones. Va a empezar a hablar el director.

"Buenas, ayer ya os enseñaron cómo se distribuye la escuela, hoy vamos a empezar a formaros." Sonreí, ya empieza lo bueno. "Cada uno de nosotros estamos donde nos toca, Muna en el campo de magia, Hilda y Todd enseñando técnicas cuerpo a cuerpo en la arena 1, y Bernard y yo estaremos en para enseñaros con armas en la arena 2. La idea es que practiquéis aquello que os sirva para mejorar en lo que queréis. Si queréis uniros al ejército de caballeros lo normal son técnicas con armas y cuerpo a cuerpo. Para uniros a los magos pues magia. Los que queráis ser aventureros probad en que sois buenos y mejorar en eso principalmente."

¿Qué debería hacer?

"¿Nos vamos a técnicas de combate con armas?"

"Por algún sitio habrá que empezar… Maat, Tadhg ¿vosotros a dónde vais?"

"Vamos a ir al campo de magia."

"Ya nos contareis como es."

Cada uno se fue por su cuenta. Mientras íbamos al gremio de aventureros alguien me tocó el hombro.

"Buenas, ayer estabas un poco triste y quería saber si había hecho algo…"

Mireia, la chica que se parece a Uma. En la cena después de contar la historia supongo que fui un poco rudo…

"Perdón, ya estoy mejor, gracias."

"Oh, me alegra escuchar eso."

Cuando Mireia me sonrió fue como una daga clavada en el pecho y a la vez me transmitía tranquilidad. Supongo que no es tan fácil.

"¿A dónde vas Mireia?"

"Llamame Mi, no me gusta mucho mi nombre. Voy a lucha cuerpo a cuerpo."

"¿Qué quieres hacer?" Zaide le preguntó.

"Pues no lo se. Supongo que de momento veré en que soy buena. ¿Vosotros?"

"Nosotros vamos a ser aventureros."

"Los mejores que haya." Añadí a las palabras de Zaide.

"Oh, es un buen objetivo."

"¿Estás sola?" Le pregunté, a lo que asintió con la cabeza.

"Soy de un pueblo fuera de la ciudad. Mis padres son dueños de una granja, pero yo les pedí que me mandaran a la escuela. No me gusta mucho la granja y mis hermanos mayores ser pueden encargar de ella."

"¿Y el grupo de ayer?"

"Excepto dos que se conocían entre sí, realmente no hablamos mucho y no hicimos mucho."

"Bueno, si te aburres siempre puedes venir con nosotros."

Mireia me miró.

"¿En serio?"

"Sí, a nadie le importará una persona más en el grupo." Sonreí.

Me abrazó, miré a Zaide y levantó los hombros.

"¿Mi, estás bien?"

"Oh." Se separó. "Sí perdona. Es que eres una persona muy amable."

"Sí que lo es, sí." Zaide estuvo de acuerdo con sus palabras, aunque no pude notar un tono un poco sarcástico.

Entonces llegamos al gremio.

"Bueno, mucha suerte el primer día."

"Lo mismo."

Cuando llegamos a la arena 2 estaba Bernard en la puerta. Solo estábamos nosotros dos, lo cual me pareció raro.

"Oh, con que vosotros 2."

"Bernard, ¿no es raro que solo seamos nosotros dos?" Preguntó Zaide, como siempre adelantándose.

"Bueno, el primer día mucha gente se emociona con la magia y va al campo a ver si puede aprender a usarla."

Supongo que es verdad, también tengo curiosidad.

"Y bueno, ya que habéis venido, entremos."

Cuando entramos Bernard nos dijo que de momento no escogiéramos un arma. Cuando salimos al exterior vi a Björn de pie encima de un cubo.

"Oh, el primer día tenemos dos. Joyce y Zaide."

El director saltó desde donde estaba hasta caer delante nuestra. ¿Qué eran, 10 metros lo que ha asaltado? Vaya bestia.

"Bien primero veamos a qué estilo de combate os acercáis. Seguidme."

Seguimos al director a lo alto del cubo. Se agachó en el medio y aparecieron dos cilindros con palos fuera.

"Tomad chicos." Bernard nos lanzó dos palos de madera, creo recordar que se llaman Bo.

"Vale, golpead al cilindro 5 veces con el Bo lo más rápido que podaís."

Zaide y yo nos pusimos en frente de un cilindro cada uno.

"Empezad."

Le di de frente el primero, el segundo con el otro lado por abajo, desde arriba, desde un lateral, desde el otro. Fue más fácil de lo que pensé.

"Mmm, no está mal. Bernard trae dos cuchillas, y una lanza. Y coge un arma para ti y una espada para mi."

Después de salir Bernard, Zaide le preguntó al director.

"Señor, ¿hay alguna diferencia entre ir aquí e ir a la práctica de lucha cuerpo a cuerpo?"

"No, realmente es solo una excusa para que el señor nos dé más dinero."

"¿En serio?"

"Sí, somos la única escuela de las tres del país donde se hace la separación."

Ou, así que son unos ladrones.

"Pero tranquilos, el señor sabe que es una excusa, él lo propuso para que no falte dinero."

Después de eso estuvimos en silencio hasta que llegó Bernard.

"De acuerdo, Zaide las dos dagas, Joyce la lanza." Hicimos tal y como Björn nos dijo.

"Vale, Zaide practicará contra Bernard, Joyce contra mi."

¿Qué? Creo que temblé un poco.

"¿Tienes miedo chico?" El director me miró directamente.

Negué con la cabeza. Agarré con fuerza la lanza, se sentía bien en mis manos.

"Bien, cada par a un cubo."

Zaide se fue a otro cubo con Bernard. Después de una mirada para animarnos mutuamente empezamos.

"Vale, chico, tu objetivo es hacer que use la espada para evitar tu lanza."

Dudé un momento.

"No dudes, actúa más rápido."

Acto seguido su espada me hizo un corte en el moflete.

"Vamos, cada vez que te pares te haré un corte."

Me dolió más de lo que esperaba.

En ese momento empecé a atacar. Después de un par de horas no conseguí nada.

"No te mueves mal chico. ¿Qué ya quieres un descanso?"

Negué con la cabeza.

"Sigamos."

No se cuanto tiempo pasé intentando dar al director, tenía hambre, pero yo seguía y seguía. Hasta que caí desplomado.

Al día siguiente volví, esta vez paré para comer y seguí después.

"¿Cómo es posible ser tan flexible?"

Zaide se quejaba de su entrenamiento con Bernard, parece que se lo está poniendo también complicado.

"Ah, supongo que tienes razón."

"No venís o qué."

Ya habíamos terminado de comer hace un rato en el gremio de aventureros. Comimos algo ligero y volvimos a intentarlo.

Sabía que por mucho que lo intentase no me serviría pero siento que cada vez me muevo más rápido. Así pasamos dos días más hasta que el director nos mandó a ver si podíamos utilizar magia.

Claramente había mucha más gente. Vi a varias personas repartidas por todo el campo. Ví a Maat, a Tadhg, a Saidi e incluso a Mireia.

"Oh, es el quinto día y todavía viene gente nueva. Soy Muna, ¿vosotros?"

"Joyce."

"Zaide."

"Vale, os explico rápido, sentaros."

Nos sentamos delante de ella.

"A lo que llamamos magia realmente se llama 'Energía del Planeta'. El Planeta no se va a quedar sin energía, no os preocupéis por eso. La magia neutra es la energía en sí y se puede manifestar en los 4 elementos básicos, fuego, viento, agua y tierra. ¿Me seguís?"

Los dos asentimos con la cabeza. Eso ya nos lo habían dicho Maat, Tadhg y Saidi estos días.

"Bien, pues la idea es primero ver vuestra capacidad para usar la energía y crear magia neutra."

"¿Cómo hacemos eso?" Zaide preguntó.

"Pues coged una piedra cada uno."

Delante nuestra había dos piedras azules iguales.

"Ya que las tenéis. Cerrad los ojos y respirad hondo."

Cuando lo hicimos noté como la piedra se calentaba, no era muy caliente así que lo mantuve. De repente con los ojos cerrados empecé a ver puntos blancos alrededor mío.

"Veo puntos blancos."

"Sí, yo también."

"Eso es bueno, muy bueno. Ahora intentad controlar esas partículas que veis con vuestra mente."

"¿Qué se supone que debo hacer?"

"Simplemente muévelas de un lado a otro."

En mi mente empecé a pensar en mover las partículas. Al principio solo se movían aleatoriamente, pero después empecé a moverlas como quería.

"¿Cómo va?" Muna preguntó intrigada.

"Las muevo libremente." Respondí.

"A mí me cuesta un poco."

"Oh, eso son buenas noticias. Abrid los ojos."

Cuando abrí los ojos la piedra ya no estaba.

"¿Y la piedra?"

"Os la quite cuando estabais concentrados. Vale ahora intentad mostrar esas partículas en vuestras manos."

"¿Cómo se hace eso?" Pregunté.

"Concéntrate. Quiere que aparezcan, oblígalas a aparecer."

Muna me cogió la mano derecha y me la abrió.

"Vuelve a cerrar los ojos, respira y cuando los abras intenta hacer que esas partículas blancas que ves aparezcan en tu mano."

Hago tal y como me dice, abro los ojos, me centro en las partículas y deseo que aparezcan. Al segundo una llama aparece en mi mano.

"Esto es…"

"Magia." Muna me sonrió. "Además una llama bastante grande para ser la primera vez."

"Yo he creado una piedra." Zaide me guiñó un ojo.

"Este es vuestro elemento principal, el mío es el viento." Cuando dijo eso una ráfaga de viento apareció. "La idea de momento es que controléis vuestro elemento principal, o que halléis si sois capaces de hacer aparecer otro elemento."

"¿Cómo hacemos que aparezca otro elemento?"

"Buena pregunta Zaide. Lo que acabas de hacer es que la energía se presente en tu mano a la fuerza. Ahora tienes que transformar esa energía que te rodea en lo que tú quieres. Os podéis quedar aquí si queréis."

Muna se levantó y se fue.

"Bueno, creare una piedra más grande que tu llama."

"Oh, ya estás empezando a soñar despierto, viejo."

Cierro los ojos, respiro hondo, abro los ojos y me concentro en hacer una llama.

Aparece una llama en mi mano pero creo que es del mismo tamaño que antes.

Veo la mano de Zaie y veo que ha pasado lo mismo.

"No me rendiré."

"En tus sueños."

Así pasamos los siguientes dos días. El tercero decidí crear agua.

"Hoy voy a hacer agua."

"Oh, debería hacer viento yo entonces."

Después de hablarlo nos centramos en eso. Al final del día en mi mano se llega a formar un charco de agua y zaide es capaz de hacer una ligera brisa. Estuvimos practicando durante 5 días más. Decidimos volver al entrenamiento con Bernard y el director.

"Oh, habéis vuelto."

¿Qué tipo de saludo es ese?

"Bien, coged vuestras armas ¿o queréis otras?"

Cogimos las nuestras, al coger la lanza se sintió terriblemente bien.

"Las nuestras."

"Sube aquí novato, hoy te voy a enseñar algo nuevo."

Por supuesto subí a donde estaba Björn.