Perspectiva: Agis.
Novadiulco, Mercurak 25 de Marzius del 1575.
Muchas cosas han cambiado desde que Camelia se convirtió en mi segunda esposa. En primer lugar, el Duque Ferrer me otorgó el título de Barón como noble honorario; como muestra de buena voluntad, me obsequió un lujoso carruaje, una Bestia Mágica para tirar de él, y por último, un Artefacto Mágico llamado Tasador, una herramienta muy útil para determinar las características de un equipo o arma.
En segundo lugar, me ha proporcionado cierto grado de autoridad en la ciudad Novadiulco, con lo cual, tengo el poder para realizar juicios, puedo nombrar a mis propios caballeros, se me permite participar en las reuniones del ayuntamiento para la votación de leyes, decretos y órdenes de la ciudad, recibo un trato preferencial en cualquier establecimiento al que acuda, las personas me tratan con mucho más respeto que antes, entre muchos otros beneficios.
Finalmente, tengo el derecho de adquirir tierras, y establecer mi propia casa de nobles; en consecuencia, puedo crear un escudo de armas, me es posible adquirir siervos y esclavos en grandes cantidades, crear mi propio ejército privado, e incluso, puedo asistir a las reuniones de la corte noble y con suerte, podría ir a la corte imperial, con el aval del Duque Ferrer.
Normalmente, cuando un plebeyo obtiene un título nobiliario, casi siempre se le proporciona el de Caballero; no obstante, debido a mis logros, me fue posible adquirir la posición de Barón. Francamente, no estoy muy interesado en esto de ser noble, la responsabilidad es muy grande, y se crean altas expectativas que son difíciles de cumplir; en consecuencia, he decidido tratar de tener un bajo perfil, y emplear al mínimo la autoridad que se me ha proporcionado; obviamente, tampoco voy a asistir a reuniones políticas y cosas así, lidiar con nobles es bastante complicado.
Tan pronto me convertí en Barón, elegí como mis "Caballeras" a Petra y Roser, mientras que a Leila, solo fue posible proporcionarle la posición de Escudera; tal parece que, en Alfa, ningún Inanire tiene permitido ascender más que eso. El par de hadas, al convertirse en nobles, les fue removida su condición de Esclavas Voluntarias, junto al collarín, y en su lugar, ahora usan una gargantilla de tela que compré para ellas; así mismo, se modificaron algunos detalles de nuestro [Pacto], aunque, en esencia, nuestra relación permanece igual. Un punto a destacar sobre estas hadas de piel morena, es que cambiaron notablemente su manera de comportarse ante los demás, en pocas palabras, se volvieron bastante arrogantes y orgullosas; no permiten que ningún plebeyo les hable de forma casual, y ahora son más violentas ante la mínima falta de respeto.
Actualmente me encuentro en el jardín del castillo, sentado sobre una cómoda silla, acompañado del Duque Ferrer, algunos de sus familiares, varios caballeros, Leila, Petra, Roser, Leonora y Camelia. El día de hoy, Camelia va realizar una demostración de sus poderes; en consecuencia, hay blancos de tiro, así como diversos maniquíes dispersos por todo el lugar.
Cuando me casé con Camelia, quería marcharme lo más rápido posible de esta ciudad, estaba cansado de vivir rodeado de políticos, y deseaba iniciar mis actividades de aventurero en otra área. Sin embargo, el Duque insistió en que debía quedarme hasta que se asegurara que su hija fuera lo suficientemente fuerte, para enfrentar a los monstruos y sobrevivir por su cuenta; en consecuencia, durante estos últimos meses, me he esforzado en enseñarle a esta chica mis mejores técnicas y métodos de combate, para que sea fuerte y no pierda fácilmente.
- Padre, madres, hermanos y hermanas, permítanme mostrarles mi poder. – lo dice en tono serio.
En este momento, Camelia se encuentra delante de todos los presentes, con un atuendo de combate que consta de pantalones y camisa manga larga de color negro; definitivamente, se ve extraña, es la primera vez que observo a un hada con esa clase de ropa. Generalmente, los miembros de la raza Feérica usan un pequeño top, similar al que utilizan algunas deportistas en mi mundo, y pantalones cortos muy ceñidos al cuerpo; por supuesto, esta es la vestimenta para las más moderadas, ya que también hay otras que, prácticamente, están en ropa interior, o más bien, en bikini.
Todos los presentes rinden sus respetos con un aplauso, luego, Camelia se dispone a iniciar con su demostración; da media vuelta, de cara al jardín, después, inhala y exhala, en preparación para lanzar un hechizo.
- [Arte Especial: Invocación]
Al pronunciar el hechizo, a unos 50 metros de distancia, una espada plateada se materializa y, con gran velocidad, se clava justo en el pecho de uno de los maniquís, luego, se produce una descarga de rayos; como resultado, el maniquí es incinerado. De esta manera, Camelia continúa lanzando el hechizo [Invocación], del que se generan lanzas, hachas, espadas, dagas, enormes flechas, entre otras armas, mientras que alterna entre otras Artes Ocultas y Especiales, las cuales, impactan de forma precisa en el centro de los blancos, así como en las cabezas y torsos de los maniquís. Así es como luchan los Invocadores de Combate, crean lazos espirituales con diversas armas con efectos poderosos, después, las invocan desde varios ángulos y posiciones para destruir a sus enemigos. A este tipo de Invocadores se les llama coloquialmente como Arsenales Vivientes, ya que poseen una cantidad extravagante de armas, escudos, bombas, y demás objetos, convirtiéndolos en una gran amenaza para cualquiera que los enfrente.
Naturalmente, también existen otras formas de lucha, como los Invocadores de Bestias Mágicas, los cuales, establecen un Lazo Espiritual con una Bestia Mágica más o menos fuerte, la adiestran para la batalla, diseñan estrategias y técnicas para pelear, entre otras cosas. Por supuesto, cada estilo de combate posee sus pros y contras; en el caso de los que invocan armas, no son muy diestros en la lucha cuerpo a cuerpo, contrario con los que invocan bestias; así mismo, los que invocan bestias no son muy buenos en hechizos de largo alcance, y no tienen buena precisión.
Al cabo de unos minutos, el jardín del castillo, que en un principio estaba lleno de bellas flores y arbustos frondosos, ahora es semejante a una zona de guerra, con enormes cráteres, fuego y destrucción. Obviamente, este desastre es causado por Camelia, quien ha invocado continuamente armas con efectos devastadores, y ha utilizado constantemente poderosas Artes Ocultas y Especiales.
- Excelente, – el Duque se pone de pie, y aplaude repetidas veces con rostro de satisfacción – mi hija se ha convertido en una poderosa invocadora.
De igual forma, las esposas del Duque, así como los hermanos y hermanas de Camelia, aplauden con admiración, y la felicitan por su fuerza.
- Todo esto es gracias a mi Querido, – Camelia responde con vergüenza – él me ha enseñado a utilizar de forma eficiente todos mis hechizos, habilidades y capacidades raciales. – me mira con rostro lleno de admiración.
- No es nada, – me pongo de pie y hablo con modestia – esto es el resultado del gran esfuerzo de Camelia.
- Por supuesto, – interviene el Duque – ni siquiera el maestro más talentoso podría despertar alguna cualidad oculta en un mal estudiante; sin embargo, el Señor Jardiel no debe subestimar su esfuerzo. – se muestra alegre.
- Gracias. – respondo con cortesía.
- Muy bien, ahora es momento de probar que tan fuerte es Camelia en la lucha cuerpo a cuerpo. – el Duque habla en tono casual.
- Entendido. – me muevo al frente.
Obviamente, yo seré el oponente de Camelia para esta batalla de exhibición; por tanto, ambos nos alejamos un poco de los espectadores y asumimos nuestras respectivas guardias. Mi chica tiene una guardia lateral, mientras que yo, como siempre, estoy con mi guardia mixta. Aunque es un poco peligroso no utilizar protección, en este combate, no vamos a golpearnos ni realizar ataques directos, simplemente, Camelia ejecutará sus ataques de forma consecutiva, mientras me limito a esquivar y defenderme; luego, será mi turno de contraatacar, y ella solo debe protegerse.
- ¿Lista? – le pregunto a mi chica.
- Sí. – asiente.
- Comienza.
Camelia se acerca rápidamente y empieza su asalto, realizando patadas, puñetazos y demás golpes; esquivo los que puedo, mientras rechazo y me protejo de otros. Después de entrenar por tanto tiempo con mis chicas, soy perfectamente capaz de enfrentar a cualquier raza sin la necesidad de utilizar hechizos protectores o de aumento, tengo mucha confianza en mis habilidades para la lucha. Luego de varios ataques, el hada no pudo tocarme, ni mucho menos generar una abertura en mi guardia. Obviamente, he practicado con ella en repetidas ocasiones, por lo que conozco bien su estilo de pelea y todos sus ataques.
Posteriormente, es mi turno de atacar. Aunque Camelia no es tan hábil como yo para esquivar o defenderse, lo hace muy bien; sin embargo, a medida que intensifico mi asalto, empiezo a encontrar agujeros en su guardia, los cuales, aprovecho para romper su defensa y hacerle ver sus errores. De esta manera, continuamos realizando intercambios durante varios minutos, para ofrecer un buen entretenimiento, así como demostrar que Camelia ya no es una chica débil y frágil, ahora, es una guerrera; por supuesto, aún tiene que aprender muchas cosas y apenas está comenzando en el camino de la batalla, pero, al menos, posee la capacidad para protegerse a sí misma, y tal vez, a los de su alrededor. Luego de unos minutos, terminamos nuestro encuentro y caminamos hacia los espectadores.
- ¡Excelente! – exclama el Duque con alegría – Camelia, te has vuelto muy fuerte en este corto periodo de tiempo; no hay duda en afirmar que esto es gracias al Señor Jardiel, en verdad, tiene mi más sincero agradecimiento. – extiende su mano para un apretón.
- Es todo un honor. – acepto los elogios del Duque con humildad y respondo a su apretón con fuerza.
- Ahora, vamos a celebrarlo con un banquete; – lo dice con tono animado – llamen a los miembros del Instituto de Reconstrucción y Preservación. – se dirige a un par de caballeros.
- ¡Si Señor! – responden los Caballeros y luego se marchan.
Al observar el jardín completamente destruido por una simple demostración de magia, vienen a mi mente los recuerdos de Villa Limes en ruinas por los ataques de los monstruos; también me acuerdo del aspecto de aquellos lugares donde se produjeron duras batallas cuando realizaba misiones de subyugación. Reflexionando sobre eso, entiendo que, a pesar de todo, este mundo es muy frágil; si lo piensas con detenimiento, es un milagro que Alfa aun pueda albergar vida. Con la existencia de hechizos devastadores, y las constantes guerras contra los monstruos, no sería raro que este planeta ya hubiera sido arrasado. Sin embargo, todavía es posible vivir, sin mencionar que la fauna y flora, es mucho más bella y exuberante que en la Tierra; en verdad, eso es algo increíble.
¿Cómo es posible vivir en un mundo como este? Eso era lo que me preguntaba al principio, cuando presenciaba el poder de la magia y lo destructiva que podía llegar a ser; con un Arte Oculta, una persona podría derrumbar una montaña, secar un rio, borrar un bosque, y generar todo tipo de catástrofes. En aquel entonces, pensaba que era cuestión de tiempo para que se produjera un escenario similar al de una película posapocalíptica. Sin embargo, la respuesta siempre estuvo frente a mí. Así como la magia puede destruir, también puede crear y reconstruir. Obviamente, hay límites a lo que se puede recuperar con magia; no obstante, para ello existen organizaciones como El Instituto de Reconstrucción y Preservación, encargadas de evitar que este mundo sea devastado, y permiten que el planeta aún sea habitable.
El Instituto de Reconstrucción y Preservación, es una organización a nivel mundial, creada con el propósito de recuperar las zonas destruidas por el uso de magia, prevenir y detener el deterioro del medio ambiente, así como preservar la fauna y flora de Alfa. Es gracias a esta entidad, que aún se puede respirar aire limpio, comer alimentos sanos, y tener una buena salud, sin padecer horribles enfermedades como la malaria, diarrea, infecciones respiratorias, entre muchas otras. Curiosamente, en este mundo, es raro que una persona se enferme, nazca con deformaciones, malformaciones o adquiera alguna afección grave como cáncer o sida; por supuesto, cuando ocurren, son rápidamente curadas con magia o compuestos alquímicos. Irónicamente, en lo que respecta a sanidad y cuidado del medio ambiente, Alfa es superior a la Tierra.
Aunque no lo parezca, constantemente se expiden leyes en pro del medio ambiente, y se toman muy enserio cualquier incumplimiento. En parte por esto es que se detestan las "herramientas malditas", ya que usualmente funcionan con energía eléctrica, nuclear, electromagnética, etc., que se obtienen con métodos ineficientes como fusión nuclear, reacciones químicas, calor, entre otros. En contra posición, en Alfa se suele utilizar como fuente de energía a las Unidades Mágicas, la Magia Natural, la Corrupción, subproductos de la Unidad Mágica como Poder Mágico y Poder Espiritual, y en algunas ocasiones, la energía de algunos hechizos como [Relámpago], [Onda de Choque], [Llamarada], y cosas así.
Con esos pensamientos, me dirijo a un enorme salón bellamente decorado, donde hay una gran cantidad de sirvientas, mayordomos y chefs, responsables de servirnos la comida y llevar a cabo cualquier pedido. Todos disfrutamos de la deliciosa comida, mientras sosteníamos conversaciones triviales sobre temas variados como la magia, armas, política, artes marciales, entre otros. Como era de esperar, bailé algunas piezas musicales con mis chicas, bebí unos cuantos tragos con ellas, y pude presumir un poco sobre su belleza y etiqueta; fue una mañana muy divertida.
Al terminar el banquete, me quedé en uno de los balcones del gran salón, acompañado de mis chicas, observando el trabajo de los funcionarios del Instituto de Reconstrucción y Preservación. Para regenerar la tierra y las plantas, utilizaron unos extraños Artefactos Mágicos y algunos compuestos alquímicos; también emplearon varios hechizos como [Creación] y [Reforma]. El jardín lleno de fuego y cráteres, ahora se ve como un pequeño bosque. Posteriormente, los jardineros inician con la tarea de podar los arbustos y recuperar por completo la belleza del jardín. Paradójicamente, mis chicas creen que mirar a los obreros, magos y alquimistas recuperar el terreno, es algo muy aburrido y tonto; como pasé el resto del día contemplando a los trabajadores, se molestaron conmigo al no invitarlas a una cita. Personalmente, considero que ver la labor de esas personas es muy cautivador; me hace pensar en lo maravilloso que es este mundo.
◇◇◇
Novadiulco, Jublios 26 de Marzius del 1575.
Desde que me convertí en noble honorario, ya no salgo a la calle con tanta frecuencia; solo lo hago cuando necesito entrenar en la Arena del Gremio, tener citas con mis chicas, y realizar algunas compras. Si bien, antes tampoco salía mucho que digamos, ahora, tengo menos razones para hacerlo. Cada vez que la gente me ve, me tratan como a una celebridad, se quedan viéndome como si fuera un ser extraño, mientras cotillean entre sí en voz baja; en verdad, es sumamente incómodo. En consecuencia, me quedo en mi habitación, leyendo el periódico, estudiando sobre algún hechizo, o en su defecto, voy a mi laboratorio para fabricar pociones, píldoras y demás compuestos alquímicos.
El día de hoy, estoy leyendo una noticia que me ha llamado mucho la atención: "SANTA DE LA CURACIÓN EJECUTA A UN EXTRANJERO, ¡EL JUICIO DE LA IGLESIA ES IMPLACABLE!"; el artículo en cuestión, relata como Katherine asesina a un Extranjero, degollándolo en una de las plazas más concurridas de la Capital Imperial, frente a todos los presentes, sin un rastro de vacilación. También hablan un poco sobre el Extranjero y sus características; es un joven de 17 años llamado Takahashi Hiroshi, nacido en Villa Oblitare, reencarnado desde Japón con poderosos dones, y terribles conocimientos sobre "herramientas malditas", comida repulsiva y bebidas inmundas. En general, solo se limitan a maldecir la cultura y costumbres de este japonés, mientras lo hacen ver como un villano al exponer sus crímenes.
Particularmente, no me agrada leer este tipo de escritos; así mismo, es impactante saber que Katherine puede matar a alguien sin cuestionar, en medio de una plaza, siendo observada por cientos de personas; parece que aquella niña inocente de cabello rosa y un tanto vanidosa, ha desaparecido por completo. Pensando en ello, Leonora también ha realizado varias ejecuciones en Ferruarum, agregando que Petra y Roser no son precisamente mujeres virtuosas, seguramente, ellas deben haber matado; no obstante, comparto un laso profundo con mis chicas, las conozco bien; en cambio, no he visto a Katherine desde hace muchos años; a estas alturas, ya no sé cómo voy a tratar con ella cuando nos volvamos a encontrar, si es que eso llega a ocurrir.
Por otro lado, debo admitir que tienen razón al decir que este Extranjero despreciaba la cultura de Alfa, después de todo, abandonó el nombre de este mundo por el de Japón. Como occidental, sé muy bien lo xenófobos y racistas que los japoneses pueden llegar a ser. Supongo que solo era cuestión de tiempo que lo descubrieran, no fue capaz de adaptarse ni aceptar las costumbres de este mundo. Irónicamente, los "Alfianos" son un tanto semejantes a los japoneses al menospreciar las culturas de los Extranjeros; no obstante, he notado que los habitantes del continente Humus, respetan las costumbres de los otros continentes, naciones y razas, de lo contrario, Petra, Roser y Leonora habrían sido multadas e incluso discriminadas por sus comportamientos.
Sinceramente, este tipo de temas son muy espinosos, a veces, no sé qué pensar. Por ahora, solo puedo decir que el odio y repudio que hay contra los Extranjeros es muy grande; debo ocultar a toda costa el hecho de que soy un reencarnado. En este momento, creo que nacer sin dones ni habilidades extrañas, es un golpe de suerte, de otro modo, ya me hubieran descubierto y sufriría el mismo destino que Takahashi Hiroshi. Sin embargo, debo decir que no se puede evitar tal rencor y desprecio, ya que existen otros Extranjeros como Ammia, la madre de Camelia, quien realizó terribles crímenes, sin mencionar que era una completa desquiciada.
Hasta la fecha, a Camelia todavía le atormenta conocer la verdad sobre su madre; la he visto varias veces mirarse en el espejo con un rostro lleno de rabia, en verdad, me preocupa que empiece a desarrollar alguna clase de aversión por su apariencia, y comience a lastimarse o hacer cosas extrañas. Por el momento, todo lo que puedo hacer, es estar con ella, escucharla, ayudar a que su corazón sane, y vigilarla para que no haga algo estúpido; como dicen por ahí, "el tiempo cura todas las heridas". Espero que mi querida Camelia, supere este trauma lo más pronto posible, o por lo menos, que esa verdad ya no le afecte tanto. Honestamente, su situación me inquieta bastante; el solo hecho de verla sufrir, me hace sentir melancólico y afligido. En este corto tiempo que llevamos de casados, ya tengo un gran amor por ella, me parece una chica muy linda y cariñosa, es imposible no amarla.
- Mi Señor, – Leila entra a mi habitación – discúlpeme por molestarlo, pero me acaban de informar que en la entrada, hay unas personas que desean verlo; al parecer, son los que usted salvó en aquella cueva. – habla con tono cortés.
- Ya veo… – me pongo de pie y me dirijo a la entrada del castillo, con Leila a mi lado.
Ahora que soy un Barón, Leila se ha vuelto mucho más educada y cuidadosa a la hora de relacionarse conmigo en público, parece que no quiere perder ante las sirvientas y mayordomos del castillo; además, creo que su condición de Inanire pone un poco más de presión sobre ella. Por otro lado, tengo curiosidad por las personas que desean verme, seguramente, vienen a agradecerme y, tal vez, darme algún presente. Supongo que no está mal recibir un poco de adulación de vez en cuando.
Al llegar a la entrada, puedo ver a la distancia, un grupo de 5 humanos, 2 hombres y 3 mujeres, vistiendo ropas sencillas, siendo vigilados por 7 Caballeros de Novadiulco. Me acerco y doy una orden para que dejen entrar a mis beneficiarios; sin cuestionar, los Caballeros abren la puerta.
- ¡Ilustrísimo Señor Jardiel! – las 5 personas hablan al unísono y se arrodillan ante mí con una rodilla en el suelo – ¡es un placer estar en su presencia!
- ya…ya veo… – me sorprendo al recibir este trato tan exagerado – pueden levantarse.
Este es el tratamiento protocolario para nobles como yo; debo admitir que es un poco tedioso. Observando a los 2 hombres, me parecen un poco familiares, no obstante, el trio de mujeres no las reconozco; ahora que lo pienso, recuerdo que solo 2 mujeres sobrevivieron al proceso de recuperación, y esas no son otras que Petra y Roser. Supongo que deben ser las esposas o hijas de estos hombres.
- Ilustrísimo Señor Jardiel, ¿se acuerda de mí? Soy Brais, y este es otro de los que el Ilustre Señor Jardiel ha salvado, Silas. – habla con mucha educación y expectación.
- Mmmmm… – intento recordar – ¡ha! Si, ya me acuerdo… [Almacenamiento] – saco el pergamino que me dio en aquel entonces.
- ¡Ilustrísimo Señor! En verdad no lo ha olvidado… que alivio. – interviene Silas, y pone un rostro de felicidad.
- Por supuesto… – respondo con una sonrisa – es una prueba de que he salvado sus vidas.
- Ilustrísimo Señor Jardiel, – habla Brais en tono serio – hemos venido desde el Reino de Fingorius con el fin de cumplir nuestra promesa.
- Ya veo, – asiento – pero no era necesario que viajaran desde tan lejos; sé que, después de nuestra despedida, deben haberlo pasado muy mal, la medicina del hospital no fue muy efectiva, ¿verdad? – lo digo con tono amable.
- Ilustrísimo Señor Jardiel, tiene toda la razón, pero si no lo hiciéramos, ¿Cómo podríamos seguir viviendo? Tengo entendido que fue el Ilustre Señor quien creó la cura para nuestra enfermedad. – Silas habla con respeto y cortesía.
- No lo hice por dinero, o alguna recompensa, ¿sabes? – lo digo casualmente.
- No importa, el Ilustrísimo Señor Jardiel, ha salvado nuestras vidas dos veces; – Brais habla con rostro conmovido – debemos responder a su generosidad, por ello, hemos traído con nosotros a las mujeres más hermosas de nuestra Villa, para que le sirvan en nombre de los que salvó. – lo dice en tono formal – Esto es todo lo que podemos hacer por el Ilustrísimo Señor Jardiel, quien también es un gran noble honorario con el título de Barón.
- Entiendo... – asiento con rostro serio.
Al ver el rostro de determinación de estos hombres, es imposible que pueda negarme, si lo hiciera, no sería diferente a maldecirles o escupirles en la cara; simplemente, no puedo rechazar su buena voluntad. Por otro lado, al rehusarme, estaría insultando el honor de estas doncellas; prácticamente, es equivalente a decir que, como mujeres, no tienen ningún valor. Así mismo, mi impresión como un noble respetable, caería en picado; las personas pensarían que soy un fanfarrón y arrogante.
En Alfa, el uso de mujeres como moneda de cambio para establecer relaciones amistosas, lograr acuerdos, obtener favores, e incluso, como muestra de confianza y buena voluntad, es una práctica muy común. Los nobles suelen comprometer a sus hijas en matrimonio, siempre que les sea posible obtener buenos réditos, o pagar una deuda. Los plebeyos también entregan sus hijas a un hombre, con el fin de asegurar un buen futuro para ellas, y de paso, conseguir algún beneficio económico o social. Es en esencia, lo que se denomina como matrimonio arreglado, o matrimonio por conveniencia. Huelga decir que mi matrimonio con Camelia, es la forma en la que el Duque Ferrer, me recompensa por salvar su vida; es lo mismo con los directivos del Gremio de Aventureros, que me dieron a Petra y Roser en compensación por mi gran mérito, y como pensaron que no eran suficientes, tuvieron que darme 15 Blancas.
Si se mira desde una perspectiva más amplia, el valor del dinero es limitado y efímero; si ocurriese un desastre natural, crisis económica, o eres víctima de un robo o estafa, una persona acaudalada enfrentará una situación muy difícil. En tiempos de guerra, escasez y peligro, el dinero comienza a valer menos; en esos momentos, tener personas que te apoyen es mucho más importante, con lo cual, adquirir mujeres y concebir niños, es una buena estrategia para asegurar algún tipo de supervivencia en circunstancias desfavorables. Así mismo, valores como la lealtad, el amor, el respeto, entre otros, son cosas que no se pueden comprar con dinero. En consecuencia, obtener una mujer como parte de un negocio o acuerdo, es una manera de tener una persona que no va, o mejor dicho, no puede abandonarte en un escenario desesperanzador. Adicionalmente, las mujeres también representan un símbolo de prestigio y virilidad en cierta medida; tener más, nunca viene mal, o al menos, eso es lo que me dicen siempre.
En fin, las cosas en Alfa se hacen de esta manera, ¿Quién soy yo para cuestionarlo? Hay tantas implicaciones en esto, que oponerme a ello podría jugar en mi contra en el futuro; como dicen en mi mundo, todos tenemos rabo de paja.
- Ilustrísimo Señor Jardiel, Permítame decirle que, estas doncellas, no son mis parientes, o las de mi compañero Silas; – Brais se explica – como dije antes, fueron seleccionadas entre las mujeres de mi Villa, y aceptaron servirle al escuchar sobre sus grandes logros; no son esclavas, ni mujeres extrañas, y por supuesto, su castidad está garantizada. Jamás me atrevería a mentirle o tenderle alguna trampa. – lo dice con respeto – Por ello, le pido el favor que revise las Tarjetas de Estado de estas doncellas.
Las mujeres dan un paso al frente y me entregan sus Tarjetas de Estado con respeto y educación.
Nombre: Sylvia Bailén.
Edad: 18 Años.
Raza: Humana.
Atributo: Luz.
Estatura: 165 Centímetros.
Peso: 60 Kilogramos.
Unidades Mágicas: 2.178.050.
Nación: Reino de Fingorius.
Sexo: Femenino.
Lugar de Nacimiento: Villa Picuolo.
Posición Social: Campesina.
Fecha de Nacimiento: 15 de Febriarius del 1557.
Clase: Suplementaria.
Subclase: Vigilante.
Rango de Poder: Bajo (B)
Número de Identificación: 2.109.274.412.
Profesión: Cuidadora del Campo.
Dones: Ninguno.
Habilidades: Dominio del Arma Nivel 3, Dominio de las Artes Marciales Nivel 2, Comunicación Nivel 1, Escritura Mágica Nivel 3.
Nombre: Nona Arjol.
Edad: 19 Años.
Raza: Humana.
Atributo: Aire.
Estatura: 169 Centímetros.
Peso: 62 Kilogramos.
Unidades Mágicas: 2.589.247.
Nación: Reino de Fingorius.
Sexo: Femenino.
Lugar de Nacimiento: Villa Picuolo.
Posición Social: Campesina.
Fecha de Nacimiento: 10 de Marzius del 1556.
Clase: Suplementaria.
Subclase: Asistente.
Rango de Poder: Bajo (B)
Número de Identificación: 2.108.389.751.
Profesión: Pastora.
Dones: Ninguno.
Habilidades: Dominio del Arma Nivel 2, Dominio de las Artes Marciales Nivel 3, Comunicación Nivel 2.
Nombre: Filis Mainar.
Edad: 20 Años.
Raza: Humana.
Atributo: Agua.
Estatura: 167 Centímetros.
Peso: 61 Kilogramos.
Unidades Mágicas: 3.045.009.
Nación: Reino de Fingorius.
Sexo: Femenino.
Lugar de Nacimiento: Villa Picuolo.
Posición Social: Campesina.
Fecha de Nacimiento: 27 de Ianuarius del 1555.
Clase: Suplementaria.
Subclase: Sirvienta.
Rango de Poder: Bajo (B)
Número de Identificación: 2.107.054.149.
Profesión: Ama de Casa.
Dones: Ninguno.
Habilidades: Dominio del Arma Nivel 3, Dominio de las Artes Marciales Nivel 2.
El Estado de estas chicas es bastante corriente: una cantidad moderada de Unidades Mágicas, pocas habilidades en niveles bajos, y por supuesto, de Clase suplementaria. En Alfa, este es el Estado que posee un gran número de personas, especialmente las mujeres, ya que, por lo general, se enfocan en las tareas domésticas y trabajos sencillos, con el fin de mostrar su aptitud como buenas esposas, y captar la atención de un hombre recto.
En este caso, al entregarse como compensación por una deuda, la apariencia y los modales juegan un papel fundamental, puesto que, la belleza de una doncella, es un activo que todo hombre desea en mayor o menor medida; de igual forma, tener buena educación, incrementa y enfatiza su condición como mujeres de alto valor. Sylvia, Nona y Filis, poseen un gran encanto y delicadeza, que las convierte en mujeres sobresalientes con el valor suficiente para pagar varios favores, y obtener la amistad de nobles influyentes; dicho de otra manera, son damas que se cotizan en muchos Reales, y podrían proporcionar un considerable prestigio.
Particularmente, Sylvia es una chica de piel blanca, cabello largo de color rubio, ojos azules, de bello rostro, con un cuerpo bien formado de pechos grandes. Nona también es de piel blanca, cabello largo y castaño, ojos color miel, tiene un rostro seductor, con un cuerpo esbelto y pechos de tamaño mediano. Filis es de piel blanca, cabello largo de color negro, ojos marrones, una cara muy atractiva, y por supuesto, con un cuerpo bien definido y pechos bastante grandes. Las tres están usando un vestido sencillo que llega hasta sus tobillos, obviamente, con estilos y colores diferentes.
- Ilustrísimo Señor Jardiel, – Brais habla nuevamente – ahora revise el Estado de mi compañero y el mío, para que compruebe que todos los presentes somos del mismo lugar. – ambos sacan sus Tarjetas de Estado y me las entregan.
Reviso sus Estados y, efectivamente, estos hombres también son de la Villa Picuolo. Aunque su lugar de nacimiento sea el mismo, esto no significa que aun vivan allí; no obstante, las personas no suelen alejarse demasiado de su lugar natal, y en la mayoría de los casos, siempre regresan. Dicho esto, estoy casi seguro que estos hombres todavía están viviendo en Villa Picuolo, así mismo, deben tener esposas e hijos esperándolos.
Ahora que lo pienso, ya han pasado muchos años desde que me fui de Villa Limes, ¿Qué tanto habrán cambiado las cosas por allá? Probablemente, todo siga igual; sin embargo, es nostálgico pensar en esa pequeña Villa. Cuando llegue a la Capital Imperial, voy a intentar utilizar el hechizo [Portal] para regresar, quisiera ver cuanto a crecido Marian. De todas formas, nunca he perdido contacto con la familia Jardiel, cada vez que puedo, llamo a Egeo o Juno, por lo que volver no es una situación apremiante.
- Muy bien… – sonrío – aceptare con gusto a Sylvia, Nona y Filis; – muevo mi mirada al trio de mujeres – espero que me sirvan con lealtad y respeto.
- ¡Sí! ¡Ilustrísimo Señor Jardiel! – las tres chicas sonríen de felicidad y se arrodillan nuevamente.
- Levántense, – se ponen de pie – y por ahora pueden llamarme Señor Agis, y ustedes también. – le hablo a las mujeres y luego al par de hombres.
Preferiría que me llamaran simplemente Agis, pero creo que aún es muy pronto para eso, y supongo que no lo harían de todas formas.
- Mi Señor Agis es muy amable. – hablan al unísono.
- En cuanto a los señores Brais y Silas, permítanme agradecerles y recompensarles por su arduo esfuerzo, [Almacenamiento]… – activo mi hechizo y saco una bolsa de cuero – aquí tienen... – entrego a cada uno, la suma de 50 Reales – y esto es para las familias de estas chicas… – les doy otros 150 Reales – 50 para cada una.
No estoy "comprando" a estas chicas, simplemente, este es el protocolo que se debe seguir en este tipo de situaciones; si fuera un plebeyo, no tendría que ofrecer ninguna cantidad de dinero, pero, como noble, es una obligación; según Leonora, es un acto de complacencia, educación, expresa mi deseo de prosperidad para sus familias, así como una forma de zanjar cualquier reclamo futuro. Por otro lado, también es una manera de demostrar que me encuentro en una buena situación económica. Al final, todo esto se trata de mantener las apariencias y manifestar la "supremacía" de los nobles.
- ¡Mi Señor Jardiel! – ambos se muestran sorprendidos.
- Con esto, – les interrumpo – han cumplido su promesa… – rompo el pergamino – pueden marcharse.
- ¡Nunca olvidaremos su amabilidad! – esta vez, Brais y Silas se arrodillan.
- De acuerdo; – asiento – Ahora, sigan su camino, y espero que tengan una vida saludable y feliz.
- ¡Sí! Mi Señor. – Brais y Silas hablan al mismo tiempo.
Así, el par de hombres se despiden de las chicas, se arrodillan varias veces mientras me agradecen desde el fondo de sus corazones, y luego se marchan. Por otro lado, las mujeres se quedan observándome con admiración.
- Mi Señor Agis, – habla Filis con tono eufórico – le aseguro que no se arrepentirá de tomarnos como sus mujeres, le serviremos con todo lo que tenemos.
- Mi cuerpo y mi vida le pertenecen. – interviene Nona.
- Haré cualquier cosa por Mi Señor Agis. – agrega Sylvia.
- Muy bien… – asiento y les sonrío con tranquilidad – por ahora, vamos a entrar al castillo.
- ¡Sí! ¡Mi Señor! – las tres responden a la vez.
Mientras me dirijo al castillo acompañado de estas chicas, reflexiono un poco sobre mi situación. Si estos hombres hubieran llegado unos meses antes, podría rechazarlas, o por lo menos, solo tendría una; esto se debe a que los plebeyos tienen un límite a los siervos, esclavos y concubinas que pueden tener. Por ley, se les permite tener 2 siervos, 2 esclavos, y 1 concubina; este límite se ha impuesto con la finalidad de evitar que un plebeyo se convierta en un parasito que vive a costa de otros, y para que no adquiera responsabilidades que no puede manejar; después de todo, por cada siervo y esclavo se debe pagar un impuesto, mientras que, con las concubinas, se debe retribuir económicamente a la familia de la doncella, durante 3 años.
Entre los privilegios de ser un noble, no tengo límites a la cantidad de siervos, esclavos y concubinas; naturalmente, aun debo pagar impuestos, pero a un precio reducido. En el caso de Sylvia, Nona y Filis, serán mis concubinas; con lo cual, debo compensar a sus familias con una buena cantidad de dinero, lo que acabo de hacer, y proveerles ayuda si llegasen a enfrentar alguna crisis económica. Contando a estas chicas, tendría un total de 5 concubinas, 2 esposas y 1 Escudera; aunque Petra y Roser son "Caballeras", todavía cuentan como mis concubinas. Las cosas se están complicando, el número de mujeres a mí alrededor, solo está aumentando; lo peor de todo, es que aún faltan más, tengo un Pacto que cumplir con Leonora.
◇◇◇
Ahora me encuentro en el ayuntamiento acompañado de mis chicas; y cuando digo esto, Sylvia, Nona y Filis están incluidas. La razón por la que estoy en este lugar, se debe a que es necesario agregar al nuevo trio de chicas, como mis concubinas oficialmente; se decidió hacerlo de inmediato como una forma de demostrar mis intenciones honestas de hacerlas mis mujeres; como dicen en mi mundo: una acción vale más que mil palabras. Un detalle muy peculiar, fue que, cuando entré al castillo al lado de estas tres doncellas, Leonora, Camelia, Leila, Petra y Roser, no se molestaron ni se mostraron sorprendidas, lo aceptaron en el acto, y sin ninguna objeción. Supongo que, al verme llegar con ellas, lo comprendieron de inmediato; en verdad, la mentalidad de las mujeres de Alfa no termina de asombrarme. Adicionalmente, es muy probable que me estuvieran observando desde algún lugar, ellas nunca me quitan el ojo de encima; quiero pensar que se preocupan mucho, y creo que también se debe a que cada vez son más dependientes de mí.
- Buenas Tardes, Ilustrísimo Señor Jardiel y sus bellas damas, – me saluda un humano de piel blanca, cabello verde y ojos azules, uno de los funcionarios del ayuntamiento – por favor, tomen asiento, – mis chicas y yo nos sentamos en varias sillas – es un placer atenderlo; ¿en qué puedo ayudarle?
- Buenas tardes, he venido para que actualicen mi Tarjeta de Identificación. – le respondo con cortesía, mientras señalo al trio de mujeres, manifestando tácitamente mis intenciones.
- Por supuesto, – asiente en comprensión – en este caso, es necesario que me acompañen para llevar a cabo el Pacto. – de esta manera, le seguimos por los pasillos del ayuntamiento.
Normalmente, el ayuntamiento no debería realizar este proceso, puesto que, este es el trabajo de la Registraduría; no obstante, esta entidad se encuentra en medio de una mudanza a un edificio más grande y elegante, con lo cual, se ha comisionado temporalmente al ayuntamiento para llevar a cabo estas funciones. Como resultado, el servicio es lento y exasperante, a fin de cuentas, muchas personas vienen a diario para todo tipo de diligencias como realizar demandas, autenticar documentos, hacer un [Contrato], establecer un [Pacto], solicitar permisos y autorizaciones, etc.; en términos generales, no es diferente a lo que se puede ver en una Alcaldía, Juzgado o Gobernación. Inesperadamente, no hay necesidad de hacer fila, como se haría en el gremio; la gente es atendida mediante un sistema de fichas, con el típico tablero indicando el turno y lugar, por tanto, solo es necesario esperar sentado en una sala con una gran cantidad de sillas, y luego eres llamado a un cubículo; muy sofisticado. Al ser un noble, recibo un tratamiento preferencial, por lo que estoy siendo atendido por un funcionario de alto rango; debo decir que ser un Barón, no es del todo malo.
Al cabo de unos minutos, ingresamos a una oficina donde se encuentra el Artefacto Mágico Pacto Eterno; seguidamente, se inicia con el procedimiento. Sylvia, Nona, Filis y yo, realizamos nuestros juramentos; básicamente, son los mismos que he hecho con mis otras chicas; luego, nuestras Tarjetas de Identificación son actualizadas. Como era de esperar, el trio de mujeres deciden cambiar su apellido por el mío, por lo que sus Estados son modificados; parece que, para una mujer, adoptar el apellido de su hombre o marido, más que una muestra de pertenencia y lealtad, es una obligación tácita. Leonora y Camelia también desean hacerlo, pero, debido a que todavía soy un noble de bajo rango, no es algo conveniente, por lo que se hará en el futuro. Posteriormente, en los cuellos de cada una, pongo una gargantilla de seda bellamente adornada; naturalmente, Leonora, Camelia, Leila, Petra y Roser, también poseen una idéntica. En cierto modo, podría decirse que es un sello de identidad para mis mujeres; así, cualquiera que las vea, sabrá quién es su marido, además, es muy útil para que se identifiquen entre ellas.
Un punto a destacar sobre esta situación, es la existencia de la jerarquía de mujeres, o como a ellas les gusta llamarlo, "jerarquía de esposas". En términos generales, no debería cambiar demasiado, sin embargo, para Leila, supone la disminución de nuestras citas; tal parece que, por ser una Inanire y tener una enemistad con Leonora, su posición dentro de esta familia, es la más baja, sin importar si es una Escudera, o sea mi amiga de toda la vida; por otro lado, Sylvia, Nona y Filis, que son Campesinas, se han puesto por encima de ella. Personalmente, esto de la jerarquía me parece algo chocante, no obstante, debo aceptarlo por el bien de mantener una relación tranquila y estable, de lo contrario, sería un caos convivir con tantas damas. Leila, al igual que todas mis doncellas, tienen el mismo valor para mí; en consecuencia, siempre abogo por que se traten de forma equitativa, al menos, cuando están en mi presencia.
- Mi Señor Agis, de ahora en adelante, le serviré en cuerpo y alma. – Sylvia habla con alegría.
- Como la mujer del Señor Agis, cumpliré cualquier deseo que me pida. – interviene Filis con tono apasionado.
- Este es uno de los momentos más felices de mi vida, nunca lo olvidaré; – Nona habla muy emocionada – le aseguro que voy a compensar toda esta bondad.
- Claro que sí, ahora pueden llamarme Agis sin reservas. – lo digo con amabilidad, mientras acaricio el rostro a cada una y luego las abrazo en señal de aceptación.
Aunque parezca un poco precipitado ser tan directo con ellas, es necesario; tal vez se vean muy seguras y animadas por fuera, pero, puedo decir con certeza que, en su interior, estas chicas sienten mucha incertidumbre y ansiedad; esto es natural, han dejado su hogar y viajado muy lejos para encontrarse con un hombre que no conocen, sin saber con seguridad como serán recibidas. Necesitan desesperadamente ser aceptadas con cariño y amabilidad, de lo contrario, perderán su motivación y, eventualmente, comenzarán a alejarse de los demás; obviamente, esto no lo puedo permitir. Mi relación con mis chicas es fuerte y estable, no obstante, hay muchos roses entre Leila y Leonora, y ahora que se ha sumado Camelia, las cosas podrían ponerse difíciles en cualquier momento; no puedo permitirme tener a un trio de doncellas tristes y solitarias.
- ¡Agis! – las tres chicas lo dicen al mismo tiempo, y también me abrazan con fuerza.
Por lo visto, he dado en el clavo, estas chicas necesitaban una caricia y un abrazo para sentirse completamente reconocidas.
- Ilustrísimo Señor Jardiel, discúlpeme por interrumpirlo, pero… – interviene el funcionario – ¿Desea que le ayude en otro asunto?
- No, eso es todo. – lo digo con una sonrisa – gracias por sus servicios.
- Perdóneme por cuestionarlo, pero, puedo ver que el ilustrísimo Señor Jardiel se encuentra acompañado por 3 miembros de la raza Feérica, ¿de casualidad poseen permisos de vuelo? – pregunta con curiosidad.
- ¿Permiso de vuelo? – me muestro extrañado.
- Exactamente, todas las razas que pueden volar, así como aquellos que usan hechizos, Artefactos Mágicos o vehículos voladores, requieren de un permiso, de lo contrario, recibirán una cuantiosa multa. – se explica – También es necesario viajar a la altura y velocidad indicadas, utilizar los implementos de vuelo, y conocer las rutas. ¿Sus damas ya cuentan con este permiso? – pregunta de nuevo.
- Ya veo… – muevo mi mirada al trio de hadas, las cuales, tienen un rostro de ignorancia – parece que no los tienen, pero, ¿en verdad es tan necesario? – le cuestiono.
- Por supuesto que sí, – asiente – de hecho, es obligatorio; esto se hace con el fin de controlar el tráfico y evitar que se produzca un caos en el espacio aéreo. – habla con confianza – es lo mismo con los carruajes, se necesita de un permiso de conducir, certificados de propiedad del vehículo, entre otras cosas.
- Entiendo… – respondo un poco sorprendido – en ese caso, necesito permiso de vuelo y de conducir para mis chicas y yo.
- Muy bien, – sonríe – normalmente, se requiere realizar un curso y esperar unas semanas, pero, ya que es el Ilustrísimo Señor Jardiel, se los expediré de inmediato. Confío en que ya sabe cómo volar y conducir un carruaje; no obstante, – saca un par de libros de un estante cercano y me los entrega – estas son las normas y lineamientos que debe seguir.
- Muchas gracias. – los recibo con alegría.
Así, entregué nuevamente al funcionario mi Tarjeta de Identificación, y las de las chicas; de igual forma, presento otros documentos como el Certificado de Propiedad del Carruaje, de la Bestia Mágica, por mencionar algunos; afortunadamente, tenía todos los papeles necesarios en mi [Almacenamiento], de lo contrario, tendría que ir al castillo para traerlos. Por otro lado, debo decir que esto es inesperado, nunca pensé que en Alfa fueran tan meticulosos con el tráfico aéreo y terrestre. Siempre creí que tales permisos no existían, ni serían necesarios; pero parece que, en este mundo, se toman muy en serio esas cosas.
Mientras esperábamos, las chicas y yo charlamos ociosamente sobre el tema de los permisos de vuelo. Al parecer, en el Imperio Lignum, no es necesario tal documento, y por supuesto, tampoco hay algún tipo de reglamento como el nivel de altitud, velocidad, o implementos, simplemente, vuelas cuando y como quieras, siempre que no choques con otros. Inesperadamente, Leonora dijo que, en su país, también se requiere de esos permisos, aunque, las razas voladoras y aquellos que usan hechizos, evitan hacerlo, debido a que Gelatos es un lugar muy frio, y el estado del tiempo puede variar mucho, con lo cual, es difícil y peligroso volar; en consecuencia, esta Gelum no sabe volar.
En lo concerniente al permiso de conducir, tanto en Ferruarum como en Lignum, las cosas se hacen de forma similar. A pesar de que Leonora es la Princesa Imperial y una universitaria, no sabe conducir, algo lógico, después de todo, siempre habría un chófer para ella. Por otro lado, Petra y Roser tampoco saben hacerlo, de hecho, nunca habían subido a un carruaje en toda su vida, hasta que llegaron al Imperio Caelum. Naturalmente, Sylvia, Nona, Filis y Leila no saben conducir, ni mucho menos volar.
Luego de esta charla casual, el funcionario regresa y nos entrega los permisos; de esta manera, nos marchamos, no sin antes despedirnos con amabilidad, y revisar los documentos. Observándolos con detenimiento, son bastante parecidos a los de mi mundo; contienen el nombre, la placa, el tipo de licencia, tipo de vehículo, entre otras. Los permisos de vuelo son similares, agregando información como el nivel de altitud, las rutas, velocidad máxima, y cosas así. Cabe destacar que, los vehículos voladores, son similares a automóviles, motocicletas, e incluso autobuses; pero no son tan rápidos como el hechizo, y ni hablar de la capacidad racial, sin mencionar que son muchas veces más caros que un carruaje, por lo que no se utilizan a menudo. Adicionalmente, un factor que ha impedido la proliferación de esta maravillosa tecnología, es debido a que se cree que son inventos de Extranjeros, que de hecho, lo son, así como a la cultura de Alfa; se cree que aquellos que saben volar, que lo hagan, mientras que el resto debe permanecer en tierra. Como resultado, viajar en un vehículo volador no es muy popular, la gente prefiere usar un punto de teletransporte, transporte terrestre, pagar a alguna hada o demonio que los lleve, prefieren usar Artefactos Mágicos un tanto peligrosos, y los más inteligentes, deciden aprender el hechizo [Vuelo].
◇◇◇
Novadiulco, Maris 31 de Marzius del 1575.
Ya han pasado 5 días desde que recibimos los permisos de vuelo y de conducción; como resultado, las chicas y yo hemos pasado la mayor parte del día, aprendiendo a manejar el carruaje que el Duque me obsequió, memorizando las diversas normas de tránsito y reglas de vuelo, así como realizando algunas prácticas. Por desgracia, mis chicas no están aprendiendo por genuino interés, simplemente, lo hacen para pasar el tiempo conmigo, agregando que no tienen otra cosa que hacer: no obstante, Leila, Sylvia, Nona y Filis, se toman en serio su tarea de conducir. En contraposición, Camelia, Petra y Roser, solo estudiaron lo básico de las indicaciones y rutas de vuelo, y luego lo dejaron; que triste, estas mujeres pueden ser muy apáticas cuando se lo proponen.
En lo concerniente a las normas de tránsito, debo decir que son similares a las de mi mundo; no adelantar en curvas, encender las luces mágicas y usar [Visión Nocturna] por la noche, no superar cierta velocidad en algunas carreteras, etc.; así mismo, conducir un carruaje no tiene mucha ciencia, solo hay que aprender las maniobras y órdenes para manipular a la Bestia Mágica, conocer determinados aspectos del vehículo, y otros detalles triviales. Sin embargo, ya estoy deseando emprender mi viaje a Leocadio en ese bello carruaje; estoy seguro de que será una experiencia muy divertida.
Por otro lado, todo lo relacionado al vuelo es un poco más complicado. Para empezar, es absolutamente necesario utilizar un chaleco mágico, el cual, durante el día, brilla de color rojo, y en la noche, de verde; se requiere hacer uso de un casco con el efecto de telepatía, para comunicarte con las torres de control y vigilancia aérea; adicionalmente, es obligatorio portar un par de pulseras en cada brazo, que indican el nivel de altitud, velocidad, tu dirección actual, así como la longitud y latitud de tu posición en tiempo real. Por otra parte, cuando se desea volar a altas velocidades como Mach 1 y superiores, es necesario vestir un traje hecho de un material similar al metal, pero ligero como una pluma, con el fin de resistir sin problemas las implicaciones del vuelo supersónico. Debo admitir que son artículos bastante sofisticados.
En segundo lugar, existen unas rutas de vuelo muy bien definidas, clasificadas según la velocidad Y altura a la que se desea viajar. Francamente, es un complejo sistema de rutas, un tanto difíciles de aprender; sin embargo, son sumamente eficientes, ya que puedes llegar a tu destino en un corto periodo de tiempo, y en la mayoría de los casos, sin problemas. Por lo general, la mayoría de viajeros, vuelan a alturas elevadas, e incluso por encima de las nubes; en consecuencia, es muy complicado observarlos desde el suelo, agregando que son invisibles a simple vista. Hasta ahora, no era consciente de que, constantemente, hay cientos de personas moviéndose a velocidades insanas sobre mi cabeza; si lo piensas con detenimiento, es un detalle sorprendente y a la vez, peligroso.
Finalmente, para mantener tu permiso de vuelo y de conducción, es necesario pagar un impuesto anual. Personalmente, no es tan costoso, el problema es que, se debe asistir al Ayuntamiento para pagarlo, y como tienen un servicio tan lento, es muy tedioso. Si no cancelas el impuesto, las consecuencias son bastante graves: perderás tu permiso de forma temporal o definitiva, te convertirás en un esclavo de deuda, realizarás trabajos forzados sin sueldo, entre otros. Ahora que lo pienso, es una situación muy similar a tener esclavos y sirvientes, aunque, el pago debe hacerse de forma mensual, y es un poco más costoso. Esto me hace recordar que todavía debo pagar por Leila en el Gremio de Comerciantes; en definitiva, Alfa es un mundo muy extraño.
- ¡Agis! – Filis me habla a lo lejos mientras se acerca corriendo a mi dirección – ¿en verdad va a conducir todo el camino hasta Leocadio? – me pregunta con duda.
- Sí, – asiento – quiero manejar mi propio carruaje al menos una vez.
- Está bien, como tú quieras. – lo dice en tono casual.
Las chicas y yo decidimos que hoy partiríamos a Leocadio; en consecuencia, estoy preparando el carruaje y la Bestia Mágica. Inesperadamente, el viaje es bastante largo, concretamente, tardaremos 2 días en llegar; esto no se debe a que los carruajes sean lentos ni que las carreteras estén en mal estado, o porque la ciudad se encuentre muy lejos; simplemente, el camino está lleno de desvíos, rodeos, así como paradas ocasionales, en algunos pueblos y villas. A diferencia de la Tierra, en Alfa no existen rutas directas o atajos, ya que las bestias de tiro necesitan descansar, agregando que los monstruos son un factor con mucha influencia en el transporte terrestre; en consecuencia, todas las vías evitan pasar demasiado cerca de bosques, montañas, y lugares demasiado solitarios, con el fin de no toparte con la muerte en tu camino.
Dicho esto, si deseas llegar rápidamente a algún lugar, deberás utilizar una máquina de portales, el Teletransportador, o en su defecto, emplear un medio de transporte aéreo; no obstante, cualquiera de esas opciones representa el gasto de una gran cantidad de dinero. El transporte aéreo es el más seguro, rápido y económico de Alfa; de hecho, es utilizado a menudo para realizar envíos y encomiendas, traslado de mercancías, y en general, para transportar cualquier cosa que sea importante, y necesite llegar al lugar deseado sin contratiempos. En mi caso personal, aunque tengo los medios para llegar a Leocadio de manera instantánea, he decidido tomarme las cosas con calma.
- Señor Jardiel, – me llama uno de los hombres que cuida los establos – Bizkor está listo para el viaje. – habla en tono alegre.
Bizkor es el nombre que le asigné a la Bestia Mágica que el Duque Ferrer me obsequió cuando me convertí en noble; es un pequeño "dragón" de 2,5 metros de estatura, 3,5 metros de largo, de complexión delgada y con bellas escamas rojas. Francamente, más que un "dragón", parece una fusión extraña entre una salamandra y un caimán; no obstante, este animal posee cualidades únicas que lo convierten en una montura y bestia de tiro muy bueno. Entre sus características tenemos: es sumamente inteligente, me atrevo a decir que es muchas veces más que un delfín; entiende casi a la perfección cualquier orden, e incluso puede tomar decisiones racionales por su cuenta; es extremadamente obediente, por lo que rara vez es necesario golpearlo o maltratarlo; posee una gran fuerza, velocidad y resistencia, por lo que puede llevarte bastante lejos sin comer ni descansar; posee una excelente compatibilidad con la magia, con lo cual, es posible lanzar continuamente hechizos de aumento como [Aceleración], [Recuperación], Etc., sin efectos secundarios; así mismo, tiene la cualidad de usar la Magia Natural para realizar cosas increíbles como crear un campo que aísla el frio, el calor, y en general, cualquier elemento; puede imantarse a la tierra, con lo cual, es fácil escalar colinas muy empinadas; también tiene el poder para manipular el terreno, por lo que es posible marchar sobre caminos pantanosos, resbaladizos y frágiles sin peligro.
- Muchas gracias por cuidar de él. – lo digo con una sonrisa.
- Este es mi trabajo, – habla con amabilidad – permítame engancharlo al carruaje.
- Adelante.
Mientras Filis y yo observamos como el hombre realiza su trabajo, puedo ver que un mayordomo se acerca a mi posición, seguramente, el Duque Ferrer desea hablar conmigo.
- Señor Jardiel, discúlpeme por molestarlo, pero Su Excelencia Ferrer desea verlo. – habla con cortesía.
- Muy bien… – asiento – Filis, encárgate del resto.
- De acuerdo. – Filis me responde con rostro serio.
En esta ocasión, el mayordomo me guía hasta la oficina del Duque, en lugar de su estudio; parece que tendremos una charla de negocios. Al cabo de unos minutos, y luego de que el mayordomo haya anunciado mi llegada, entro a la oficina y tomo asiento en una cómoda silla enfrente del Duque; naturalmente, el sujeto en cuestión, se encuentra detrás de un escritorio, sentado en un sillón de oficina bastante lujoso.
- Señor Jardiel, es un placer saludarlo. – lo dice en tono alegre.
- Igualmente, Señor Ferrer.
Es desafortunado que se marche tan pronto, en verdad, no tengo ningún inconveniente con usted viviendo en mi castillo. – habla con amabilidad.
- Gracias, pero deseo reiniciar mis actividades como aventurero y continuar con mi viaje. – respondo con determinación.
- Entiendo, ya no intentaré persuadirlo. – realiza un suspiro – en fin, lo he llamado para darle el pago por entrenar a mi hija… – saca una carta de un cajón del escritorio – creo que esto es mucho mejor que cualquier suma de dinero. – me la entrega.
Revisando el contenido del documento, es algo similar a una carta de recomendación, dirigida a un Burgués llamado Magnus Salavert, pero, en lugar de sugerirme para un trabajo, el Duque me recomienda como esposo para una de sus hijas; al saber esto, no puedo evitar abrir los ojos en sorpresa.
- El Terrateniente Salavert es dueño de Bortuvelum, – se explica – uno de los puertos más importantes del Imperio Caelum, ya que es un punto de conexión con el Reino Profudum, y tiene un gran valor para los Marinus; también es dueño de varias villas en lo profundo del mar. En otras palabras, es un burgués muy rico y poderoso.
- Ya veo… – respondo estupefacto.
- He escuchado que el Señor Salavert quiere desposar a su hija más joven, con un hombre fuerte, inteligente y honorable, capaz de ayudarle en su negocio de pesca; por ello, hace unos días le envié una solicitud en mi nombre, donde exalto las grandes cualidades del Señor Jardiel, así como su necesidad de encontrar una buena esposa; afortunadamente, su respuesta fue positiva y desea verlo en persona. – sonríe con satisfacción – esta es mi forma de ayudarle, ya que lo he visto un tanto presionado por el Pacto con la Señorita Cara.
Bortuvelum es una ciudad portuaria en el extremo Este del Imperio Caelum; tengo entendido que la cantidad de Marinus en ese lugar, es igual o mayor a la de humanos. Esto se debe a que, en el fondo del mar, hay un gran número de villas y pueblos de Marinus, o como se les suele llamar, sirenas. Por otro lado, me agradan las intenciones del Duque, pero, con la aparición de Filis, Nona y Sylvia, creo que ya tengo suficiente de mujeres por ahora. En lo que respecta al Pacto, es cierto que estoy un poco inquieto por eso, sin embargo, no es algo que me atormente por las noches; todavía tengo tiempo, poco más de 2 años para ser exactos.
- Entiendo, pero, Bortuvelum está muy lejos. – intento rechazar.
- No hay necesidad de precipitarse a negarse, – habla con tranquilidad – el Señor Salavert me ha informado que estará de visita en la Capital Imperial desde el primero de Iulius, y se quedará por varios meses, ya que tiene algunos negocios que atender; así que no tiene que ir tan lejos, solo debe esperar su llegada en Mirusmari. Además, sé por buena fuente, que la hija de este Terrateniente es muy hermosa. – lo dice con tono provocativo.
- El Señor Ferrer es muy amable, agradezco su consideración. – acepto con resignación.
- Me alegra que el Señor Jardiel no sea tan obstinado… – sonríe nuevamente – espero que llegue a la Capital durante los primeros días de Iulius, de lo contrario, será difícil reunirse con el Señor Salavert. Y no se le ocurra faltar, – habla en tono severo – de lo contrario, se ganará la enemistad del Terrateniente, y me hará ver como un mentiroso; no hay ninguna excusa para la inasistencia.
- Entiendo, estaré en la Capital durante esa fecha sin falta. – lo digo con rostro serio.
- Excelente, – se pone de pie – ahora solo me queda desearle un buen viaje. – se acerca y me extiende su mano.
- Muchas gracias, – también me pongo de pie y estrecho su mano con firmeza – fue todo un honor vivir en el castillo de Su Excelencia Ferrer; definitivamente, mi estadía en Novadiulco fue la mejor que he tenido hasta el momento.
- Cuide bien de mi hija.
- Lo haré.
El Duque y yo nos despedimos una vez más, con palabras llenas de buenos deseos. A pesar de todo, debo decir que este aristócrata no es tan malo como aparenta; trata bien a sus súbditos, administra con rectitud sus dominios, y es un gran hombre de familia. Una vez llegue a la Capital Imperial y termine mi viaje, es posible que lo visite nuevamente. Con esos pensamientos, me dirijo nuevamente a las afueras del castillo para partir con mis chicas.
Al llegar, puedo ver a todas mis chicas esperándome. Aun que vamos de viaje, nadie lleva equipaje o algo parecido, obviamente, nuestras pertenencias están guardadas en el [Almacenamiento] de cada uno.
- Mi Amor, ya es hora de irnos. – Leonora me habla con voz suave al verme llegar.
- Lo sé… – me acerco al carruaje y abro la puerta para que ellas puedan entrar – ahora, es momento de partir; suban, amadas mías. – hablo con elegancia mientras me comporto como un "caballero".
- Querido, – me habla Camelia – en verdad, no tienes que hacerlo, puedes decirle a Filis que lo haga por ti.
- Preciosa, ya te lo dije, quiero hacerlo; – lo digo con tono casual – además, será una buena experiencia, y creo que también voy a divertirme.
- Si tú lo dices, – habla con resignación – quería viajar contigo.
- Lo siento, será para la próxima. – le sonrío en disculpa.
Desafortunadamente, el asiento del conductor solo tiene espacio para una persona, de lo contrario, estaríamos muy apretados y tendríamos un mal viaje. Con reticencia y desilusión, las chicas suben al carruaje; como compensación, le doy un abrazo y un beso en la boca a cada una.
Incidentalmente, los carruajes de Alfa son muy sofisticados; tienen suspensión rígida que puede soportar un gran peso, y es idónea para transitar por cualquier terreno; posee encantamientos especiales que aíslan el sonido, el calor, el frio, el viento, la lluvia, la nieve, entre otros elementos, con lo cual, puedes conducir en cualquier clima, es sumamente fresco y puedes abrir la ventana sin que el aire te golpee en la cara; en caso de un choque, cuenta con un efecto de negación de impactos, y por dentro está totalmente acolchonado con un cuero encantado, por lo que las personas no sentirán mucho dolor, ni se lastimarán de ninguna manera, incluso si el carruaje cae por un acantilado; para no llenar la carretera de excremento de "dragón", entre las patas traseras, hay una fina tela mágica, con la capacidad de desintegrar las heces de la bestia; finalmente, cuenta con una barrera mágica para protegerte de toda clase de ataques del exterior. Obviamente, este carruaje posee tantas cualidades, debido a que es de clase alta, sin embargo, incluso los más baratos cuentan con el efecto de negación de impactos, la tela mágica, y la suspensión rígida.
Completamente motivado y lleno de optimismo, cierro la puerta del carruaje, me subo al asiento del conductor, y le ordeno a Bizkor para que comience a correr. En un momento, ya estamos a varios metros de distancia del castillo, y cada vez está más lejos. Aunque no lo parezca, este "dragón" puede correr a 80 kilómetros por hora con suma facilidad, durante varias horas, y sin perder el aliento; debido a esto es que se suelen utilizar Bestias Mágicas para los carruajes, arar el campo y otras tareas, ya que los animales corrientes como el buey o el caballo, no son compatibles con la magia y tampoco poseen cualidades mágicas; naturalmente, una Bestia Mágica es mucho más costosa.
Con tales pensamientos en mi cabeza, inicio mi viaje a la ciudad Leocadio. Estoy ansioso por iniciar nuevamente mis actividades como aventurero; dicho de otra manera, he recuperado mi voluntad. Adicionalmente, deseo comprobar cuan fuerte me he vuelto en todos estos meses; desde que salí del hospital después de aquella batalla, no he dejado de entrenar ni un solo día. Ahora tengo más habilidades, he dominado varios hechizos, y he mejorado mi estilo de combate; nunca más voy a permitir que un monstruo, o cualquier individuo, atente contra mi vida ni la de mis mujeres; también, no quiero volver a sentirme como un ser patético por mi falta de fuerza. En definitiva, la próxima vez que me encuentre con un enemigo, lo destruiré empleando el poder que he obtenido mediante un duro entrenamiento.