Capitulo 30: Llave del castillo demoníaco

Goku se movió pensativo ante aquellas palabras, jamás pensó que se implicaría tan pronto en este tipo de asuntos pero en parte era el motivo por el que se estaba haciendo más fuerte cada día.

Así que sería una buena oportunidad para probar la fuerza que había adquirido a lo largo de estos días con el sistema. No sólo eso, sino que podría contribuir a salvar vidas y evitar una nueva guerra.

-Hecho, te ayudaré a luchar contra esos ángeles caídos y a proteger Kuoh, ¿cuándo empezamos? -preguntó Goku con una sonrisa entusiasta.

-Me alegra oír eso, gracias por ayudarme Goku-san -agradeció Suzaku tomando ambas manos del pelinegro y rozando sus suaves labios en ellas con gentileza, algo que abismó a Goku.

Aunque no había prestado mucha atención a las clases de historia supo que ese era un gesto que hacían los miembros de la nobleza... ¿Suzaku era algo así como una princesa? No lo descartó.

-Empezaremos mañana patrullando las calles si te parece bien -prosiguió Suzaku y Goku asintió, antes de que ella sacase una esfera- Esta esfera contiene las últimos recuerdos de esa caída que asesinaate, podremos aprovechar y obtener más información sobre los planes de Kokabiel.

Goku asintió, no estaba nada orgulloso de haber matado a Reynare pero al menos habían conseguido algo positivo en todo este asunto.

Aquella esfera flotó ante los ojos de Suzaku y cuando intentó descodificarla se produjo al momento un haz de luz que les cegó a ellos dos durante unos instantes hasta que desapareció.

-¡Ah, han sido precavidos! Sellaron la memoria de Reynare para que al momento de su muerte nadie tuviera acceso a ella -Suzaku se lamentó apretando los puños, los caídos habían ido un paso por delante de ella pero no volvería a pasar.

-Entonces tenemos que buscar información patrullando las calles -el pelinegro comentó y Suzaku suspiró resignada ante aquello.

La chica invocó a su shikigami o familiar: un pájaro carmesí que flotó ante los ojos curiosos de Goku, aquel shikigami era el llamado Suzaku.

-Mis poderes provienen de la bestia sagrada Suzaku, puedo volar, crear poderosas llamas y transportarme a cualquier lugar -habló Suzaku levantándose del sillón y yendo a una ventana.

Goku vio incrédulo cómo aquel ave salía por la ventana sobrevolando el cielo nocturno, entendió que ese pájaro de nombre Suzaku patrullaría las calles. De esa forma todos sería más eficiente.

-¿Cuáles son tus poderes? -preguntó la Himejima sentándose nuevamente al lado de Goku- Saberlo es vital para mí, así podemos coordinarnos mejor.

Goku asintió pero, ¿Cómo le explicaba a Suzaku que tenía un sistema que le confería una variedad casi ilimitada de habilidades, armas y poderes?

-Pues... mi Sacred Gear tiene bastantes habilidades, enumerarlas es complicado pero te diré las básicas que son vuelo, alta velocidad y habilidad con dagas -explicó el chico con una sonrisa nerviosa que por poco le delataba.

-Oh, eso es... muy interesante, nunca había oído algo así, ¿será una nueva Longinus? -se preguntó Suzaku pensativa con una mano en la barbilla.

Goku suspiró más relajado, había procesado demasiada información en los últimos minutos y necesitaba asimilarlo todo en esta noche.

-He pensado que... como ahora seremos compañeros, deberíamos vivir juntos tú y yo, por eso viviré contigo durante las próximas semanas -profirió Suzaku con una hermosa sonrisa.

"¡¡¡¡¡¿Eehhh?!!!!"

-¡Haha sabía que aceptarías! -Suzaku exclamó contenta mientras se levantaba del sillón- Cuida de mí Goku-san, iré a darme una ducha y después de eso prepararé la cena, ¿dónde dormiré?

-Pu-pu-pu-pu-pues puedes dormir en mi habitación, descansaré en el salón -habló Goku sumamente ensimismado mientras procesaba la noticia. ¿Suzaku iba a vivir con él, en su casa?

Más tarde.

Goku miraba el techo del salón un tanto confundido, estaba descansando en el sofá mientras Suzaku descansaba en su cuarto.

Todo esto había ido un poco rápido, aceptó que Suzaku sea su compañera para proteger Kuoh y en parte necesitaba que alguien le explicase el orden que regía en el mundo sobrenatural.

Pero que vivieran en el mismo lugar no entró en sus planes, Suzaku acordó que pagaría la mitad de gastos a pesar de que Goku dijo que no hacía falta. Vivirían hasta acabar con todo el asunto.

"Sigh... todo esto es problemático"- pensó el azabache frotándose la sien, esperaba que todo esto acabara pronto para volver a la normalidad.

Aunque de todas maneras aquella normalidad jamás volvería a su día a día, con el sistema su vida jamás volvería a ser normal y corriente.

Hablando del sistema.

-Debo ver las recompensas y notificaciones de hoy -se dijo Goku mientras una pantalla aparecía enfrente de él mostrando las recompensas.

[Has recibido las siguientes recompensas]

[Recompensa 1: +12 puntos de estado/stat]

[Recompensa 2: +100 puntos de experiencia]

[Recompensa 3: Una caja aleatoria]

La tercera recompensa le llamaba más la atención, pero antes apareció una pequeña pantalla delante de él que reconoció.

[¿Desea aceptar las recompensas?]

Aceptó todo sin dudar, pero presionó la tercera recompensa para ver de qué se trataba y se llevó una enorme sorpresa al leer lo que ponía.

Recompensa 3: Seleccione una

[Caja aleatoria bendita (Seleccionar)]

[Caja aleatoria maldita (Seleccionar)]

-Dos cajas aleatorias... ¿Qué debo hacer ahora? -se preguntó Goku, para su suerte apareció una pantalla explicándole lo que debería hacer.

[Debes elegir entre las dos cajas]

Caja aleatoria bendita:

[Proveerá lo que el "Jugador" quiere]

Caja aleatoria maldita:

[Proveerá lo que el "Jugador" necesita]

Era una explicación simple pero que le dejaba una enorme duda en mente, ¿era mejor algo que necesitaba o algo que quería? Se puso a pensar.

Algo que quería era algo que en verdad necesitaba, por ejemplo si quería comer es porque realmente sí que necesitaba comer.

En cambio algo que necesitaba no siempre debía ser algo que quería, por ejemplo Goku necesitaba comer más frutas para su salud pero no quería.

Todos esos se trataban de ejemplos sencillos, el más práctico de todos es que si se hallaba en una situación en la que necesitaba un arma poderosa, podría aparecer una bomba poderosa que podría destruir todo a su alrededor, incluso a él.

[¿Cuál de ellos eliges?]

Goku se llevó la mano a la barbilla mientras indagaba, en este tipo de situaciones debía tener la mente fría porque una mala elección le iba a condenar, el mínimo fallo sería su perdición.

-Bien, elijo la caja aleatoria bendita -habló el muchacho con una sonrisa y la pantalla que estaba enfrente de él cambió mostrando otra.

[Llave del castillo demoníaco]

[Rareza: Rango S]

Tipo de rareza:

[Una llave para entrar a una mazmorra Instantánea, es utilizable en la Torre de Kuoh]

-¿Un castillo demoníaco? Eso suena difícil, además el rango ha aumentado de E a S -habló Goku, sabía que esta vez no sería tan fácil.

"Fácil tampoco ha sido, casi pierdo la vida en la última incursión"- indagó Goku recordando sus experiencias a lo largo de estos días.

Pero tenía sentido, a medida que él subía de nivel las mazmorras también deberían subir su dificultad, eso le recordó que debía distribuir los doce puntos que había ganado en el día de hoy.

Subiría en las tres estadísticas habituales además de inteligencia y suerte, sentía que lo que más le faltaba en su vida era buena suerte.

[Fuerza: 55 -> 60]

[Constitución: 21]

[Agilidad: 58 -> 60]

[Inteligencia: 28 -> 30]

[Sentido: 38 -> 40]

[Carisma: 21]

[Suerte: 14 -> 15]

Sus estadísticas habían aumentado en los últimos días, aunque si se hubiera concentrado en las ranuras de fuerza y agilidad hace tiempo que habría llegado a 100, pero con eso habría dejado las otras ranuras bastante atrás.

Tenía que ganar más puntos y subir de nivel (estaba en el dieciocho), para ello ingresaría en mazmorras y realizaría las Quest diarias y especiales que le mandaría el sistema.

Mañana ingresaría en el castillo demoníaco, sabía que la torre de Kuoh era un rascacielos donde se asentaba una importante multinacional.

Los días se volverían más ajetreados, por su trabajo en el local, el club de Kendo, el asunto con los ángeles caídos y luego estaba el sistema.

Se sintió un poco mal por su amiga Tsubaki, por no haberle dicho la verdad pero en cambio se lo dijo a Suzaku, no todo pero sí le reveló que era un humano con poderes... aunque las circunstancias en que conoció a ambas chicas eran distintas.

-Sigh... veré cómo se desarrolla todo -Goku nuevamente suspiró mientras cerraba sus ojos para descansar y esperar el nuevo amanecer.