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Capítulo 70

ALEX

Después de dos meses, Gabriela había vuelto a la universidad y habían pasado otros tres meses y seguía sin hablar de lo que había pasado en el piso de Jack. Estaba preocupado por ella, pienso que es algo que no debería de guardarse, más que nada porque a la larga le podría llegar a afectar y eso es lo que me preocupaba.

Ahora mismo mi vida era genial, tenía a la chica que más amaba en el mundo, mi relación con mi madre había mejorado, más que nada porque entre mi abuela y Gabriela me habían insistido en que debía escuchar a mi madre, y no lo iba a hacer, mucho menos cuando un día que fuimos a cenar a casa de mi abuela ella estaba allí. Estaba dispuesto a irme para que Gabriela no pasase un mal rato, pero mi abuela me obligó a quedarme, prometiéndome que mi madre se comportaría y mientras yo estaba ayudando a mi abuela a terminar de hacer la cena, ellas se quedaron solas y cuando volvimos pude ver que se reían de algo, desde esa se llevaban mejor y me alegraba que mi madre por fin viese que Gabriela no me haría nada.

Con su familia las cosas también iban mejor, su padre al menos no me decía nada que me molestase, que me lo tenía merecido, pero lo había dejado de hacer, supongo que es porque Gabriela siempre se enfadaba lo suficiente y discutían. Me sentía culpable por eso, pero al parecer la relación entre ellos volvía a ser la misma de antes. Básicamente, ahora mismo mi vida era la mejor de lo que me había imaginado alguna vez.

Ahora mismo estaba de camino a la universidad y pensando en que quedaban dos meses para terminar la carrera, y quería que fuese especial para Gabriela, no sé qué es lo que iba a hacer para que eso fuese así, pero algo tenía que hacer, quería que volviese la Gabriela de antes sin tantas preocupaciones y cosas que hacer, que lo entendía todo, ahora prácticamente era madre con tan solo veintidós años y pintaba mucho, eso la ayudaba a mantenerse tranquila y era lo único que me importaba.

En cuanto llegué a la universidad pude ver a Santi, el policía que estaba con ella para evitar lo que pudiese hacer la madre de Marcos, Carlos y Ana. Me preocupaba lo que le pudiese pasar, pero Santi parecía un buen tipo, y lo mejor de todo, parecía que se llevaba bien con Gabriela, ella parecía estar cómoda con él alrededor y eso me alegraba. 

No tardo nada en llegar a junto a Marcos, Carlota y Gabriela. Tanto Marcos como Carlota parecían emocionados por algo, y Gabriela intentaba calmarlos y pidiéndoles que no hablasen demasiado alto, cosa que me hizo gracia, porque ellos parecían hablar más alto.

"Oye chicos, no sé el motivo por el que estéis tan emocionados, pero vais a dejar a Gabriela sorda de hablar tan alto." dije, pasando el brazo sobre los hombros de mi novia "Es que esto no pasa todos los días, y parece que no le gusta la idea." protestó Carlota "¿De qué habláis?" pregunté intentando entender a que se refería.

"Que aquí tu novia, tiene una exposición este viernes y de la cual no le dijo nada a nadie." informó Carlota "Se me había olvidado, hasta Santi entendió que se me olvidase." respondió Gabriela, pasando a centrar su mirada en la mía, como si estuviese intentando decirme algo "Pero es que no tiene sentido, al menos para mí Gabriela. Deberías estar saltando por toda la universidad y salir a celebrarlo."

"Pero eso es bueno amor, vas a avanzar en tu carrera, aún sin haber terminado la carrera." dije, con una gran sonrisa en mi rostro "Y lo sé, solo que me queda acabar un cuadro y no sé cuantas más cosa me había dicho Rose." protestó "Bueno, primero de todo no debes estresarte porque estoy seguro de que estará genial."

"Eso es lo que menos me importa Alex, lo que piensen los demás es lo de menos, pero es que son demasiadas cosas, quiero que todo salga bien." aseguró "Hazle caso a Alex por una vez y créelo. Todo saldrá genial. Te podemos ayudar en lo que necesites y lo sabes." apoyó Carlota y Marcos asintió "Lo sé, pero es que además no sé a quién invitar aparte de a mi familia y a vosotros. Tal vez podría invitar a tu abuela y a tu madre Alex."

"Estoy seguro de que le gustará la idea." dijo y sonreí, porque estoy completamente segura de que la abuela estaría encantada "Tendré que llamar a Rose en el descanso para decirle a quien debe invitar." dijo con un suspiro al final "Amiga, estoy emocionada por ti, me alegra mucho que estés consiguiendo todo lo que quieres."

"Yo no quería esto de las exposiciones, lo único que quiero es ser feliz. Lo demás no me importa." aseguró y le di un beso en la sien "Eso ya lo eres." dije convencido "Pues por eso, ahora vayamos a clase antes de que lleguemos tarde por tu entusiasmo."

Con eso nos encaminamos a la universidad para ir a clase. La verdad es que estaba muy contento por Gabriela, podría llegar a conseguir popularidad, y a pesar de que eso no me importaba para nada y mucho menos a ella, todo el mundo podría conocer lo gran persona que era.

A la hora del descanso me dirigí hacia la clase de Gabriela para acompañarla al lugar de siempre. Cuando la veo, está hablando por el teléfono por lo que me acerco sin decirle nada, pero ella no tarda nada en verme y me ofrece una sonrisa que es distinta a las de estos meses lo que hacía que me pusiese contento yo también, más de lo que ya estaba por lo general.

"Si, a ellos también se las debes enviar a pesar de que no puedan venir… Oye Rose, dame un segundo." dijo, mirando en mi dirección con una pequeña sonrisa en su rostro. Se apartó de mí y antes de que pudiese decirle nada me da un corto beso en los labios, lo que hace que mi sonrisa se amplíe.

"Amor, ¿podrías irme a por un café?" preguntó suavemente "Claro que sí, ¿quieres algo para comer también?" pregunté dándole un abrazo "No, con el café estará bien." respondió "Pues te voy a por él, no tardaré nada en volver."

"Puedes esperar en nuestro lugar, no tardo demasiado con la llamada." aseguró "Como quieras, te espero hermosa." dije "Hasta ahora, te amo." contestó "Yo igual." Antes de irme le di un beso que a mi parecer aceptó encantada, y no dejé de mirar para ella hasta que tuve que empezar a bajar las escaleras y me dirigí hacia la cafetería para llevarle el café que quería, no es que estuviese comiendo demasiado, pero algo era algo, no me podía quejar por eso.

Para mi suerte no había demasiada fila en la cafetería, por lo que pronto salí de allí, me dirigí al lugar de siempre y me senté a mirar para la nada básicamente pensando en Gabriela y en lo que podía hacer para darle una sorpresa el día de la graduación.

"Por una vez en mucho tiempo no te veo tan pegadito a tu novia. ¿Me vas a decir que sin intentar hacer nada os separasteis? Qué fácil fue si es así." Me giré en la dirección en la que venía esa voz que tanto odiaba escuchar. ¿Es que no me podía dejar en paz en ningún momento? Sólo escuchar lo que había dicho y me enfadaba.

"Primera de todo, Gabriela y yo estamos muy felices, y segunda, todo lo que intentes para separarnos no funcionará. Nos amamos Paula." aseguré "También me amabas a mí." respondió seriamente "Ya te dije miles de veces que no te amaba, nunca lo hice y nunca lo haré."

"Eso es porque estás encaprichado con esa niña de papi y de mami, pero cuando te canses ya verás que volverás a mis brazos." dijo convencida "No lo haré ni loco, la prefiero a ella infinitas veces antes que a ti." informé "Si lo quieres ver así puedes verlo, yo solo te digo lo que va a pasar. A lo mejor tampoco le queda demasiado tiempo por aquí ¿no? Pero bueno."

"¿De qué estás hablando? ¿Qué es lo que tienes pensado hacer?" pregunté irritado "Nada, me lo guardaré para mí. Además, todo el mundo sabe que Gabriela es agresiva, poco tiempo le debe de quedar en la universidad. Aún por encima, faltó por dos meses, eso a mí no me suena demasiado bien si me dejas decírtelo querido."

"No me llames así." murmuré, apretando la mandíbula "Como quieras, yo solo te lo digo." informó "Lárgate y déjame en paz." dije, apretando mis puños a cada lado "Claro que me voy, pero antes tengo que hacer una cosa." Yo me había levantado para irme cuando se acerca a mí y me besa. ¿Pero qué coño le pasaba a esta y a su prima que me besan sin yo quererlo? Esta me había agarrado por los brazos y yo mantenía mi boca cerrada, no quería tener que soportar sus besos de nuevos y no tardo nada en separarme de ella y limpiar mis labios para sacarme su baba de encima.

"Venga ya, ¿me vas a decir que no lo disfrutaste? Seguro que Gabriela no tiene ni idea de besar." dijo Paula con una gran sonrisa en su rostro "GABRIELA, DEJA LAS COSAS COMO ESTÁN." No me había dado tiempo a decir nada, quería gritarle las cosas como eran, de que quería a Gabriela, que me quería casar con ella y formar una familia con ella, pero en cuanto escucho esas palabras me fijo en que Gabriela viene demasiado enfadada en nuestra dirección y antes de que la zorra esta pueda hacerle algo, me acerco a ella, pero logra esquivarme y Santi no tarda nada en aparecer para evitar que esta la golpease, porque estoy más que seguro que es lo que haría.

Todo esto era una mierda, no sé cómo siempre acababa haciendo daño a Gabriela de una forma u otra, y odiaba hacerlo, de verdad que lo odiaba, pero a veces pensaba que la vida no quería que ella y yo estuviésemos juntos. Marcos y Carlota no tardan nada en acercarse a donde estaban Santi y Gabriela. No quería que hiciese una tontería, que no era tanto, pero no quería que la expulsasen. Paula estaba tramando algo y no quería que le pasase nada a Gabriela.

En cuanto llego a la altura de Santi y Gabriela, con la mirada le pido a este que se aparte de ella y así intentar calmar un poco a Gabriela, porque estaba demasiado enfadada. Nadie merecía que le dijese algo que le pudiese hacer daño, ese era yo y solo yo, porque al fin y al cabo estaba así de enfadada por mi culpa.