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Volumen 1: Capitulo 15

Esas palabras emocionaron a los elfos.

La hermosa mujer de orejas puntiagudas acepta la mano de la gata.

"Mi nombre es Frieren y estamos agradecidos por que nos reciban en su navío."

Ambas, con sonrisas mueven la mano.

Luego, la gata y la mujer que tenían en frente hacen un saludo militar firme junto con las siguientes palabras…

"Bienvenidos, hermanos Elfos."

De esta manera los dos estandartes se dieron vuelta y se fueron.

Todos los mecánicos y demás individuos aplaudieron ante el gran apretón de manos que hubo entre dos personas que hace un rato eran enemigas en el campo de batalla.

Por otra parte, desde lo lejos, un hombre encorvado con ojeras largas, colmillos y una tez muy blanca se les acerca.

Su aspecto no era lo único que llamaba la atención.

La vestimenta militar oscura y con algunas franjas rojas era bastante llamativa a los ojos de los elfos.

Este chico tiene una expresión de tener pocas ganas.

Hace un fuerte saludo militar en frente de todos los elfos.

A diferencia de los estandartes, este no les extiende el brazo, sino que les da la espalda.

"Si quieren hablar con mi almirante, entonces síganme."

Con esas palabras de poca gana y dándoles la espalda ellos se enojaron un poco, pero de igual manera lo siguieron.

XXX

Por otro lado, en la zona en la que los elfos habían disparado con magia, había algunas explosiones debido a los químicos que yacían en el lugar, así que, cuando los soldados y los sub almirantes fueron a brindar apoyo se encontraron con mucha gente en el suelo y con sangre.

Incluso hubo muertos.

Mucho de los que estaban afuera de la puerta que se cerro en ese sector debido a las explosiones, tenía en su cuerpo atravesado un montón de esquirlas y hasta grandes pedazos de metal.

Al haber una fuerte explosión, muchas partes de dentro del acorazado salieron volando y golpearon contra muchos que por suerte lograron escapar.

El almirante decidió cerrar ese sector para no permitir que la explosiones continuarán.

Además, si llegara a haber algún hueco que diera justo hacia afuera, es decir, al espacio, entonces habría muchas perdidas.

Por este motivo, su majestad decidió aislar esa zona y tuvo que dejar que muchos murieran dentro de esa gran sala.

No tenía otra opción, sino podría perder la nave.

Sin contar, que los daños que le ocurren a la nave se convierten en fuertes ataques de dolor a Shire.

En simples palabras, si su nave con la que tiene una conexión recibe daño entonces el también lo hará, pero a pesar de morir, su dolor es fuerte.

Cuando los sub almirantes llegaron, ayudaron a los heridos junto a los médicos y soldados.

Estuvieron mucho tiempo ayudando a los heridos.

Mientras todo eso ocurrido en la parte trasera del acorazado, en el puente de mando se encontraba Shire junto a Izet y Miguel.

Los dos estaban al lado de su almirante a pesar de tener sus asientos un poco más adelante.

Sin duda se notaba que por dentro sufría un tremendo dolor, ya que la destrucción, incendio y explosiones seguían ocurriendo dentro de esa habitación que aislaron.

Ya habían activado el sistema anti fuego, pero iba a tardar un poco más en apagarse todo.

Sus dos sub almirantes sabían el estado en que se encontraba su almirante, por eso, lo cuidaban de todas las maneras posibles.

"Tengo que hacer eso, ¿verdad, hermanita?."

Menciona un poco adolorido el almirante.

Tanto Miguel como Izet se miraron y después le asintieron al almirante.

Shire piensa por unos segundos sobre cómo tomar esa fuerte decisión

Eso era algo que no le desagradaba, pero tampoco le gustaba.

Para ejercer ese poder, tenía que asumir como la persona con mayor status en toda su raza, era algo complicado y que podría ser difícil para el.

Sin embargo, no podía negarse y tenía que hacerlo sin lugar a dudas.

"Esta bien, prefiero asumir a mi nuevo cargo luego de sobrevivir a lo que se viene."

Ambos se preocupan por las palabras dichas por Shire y le preguntan sobre ellas muy confundidos.

El almirante les sonríe a su pregunta.

"Eso es algo obvio, no podemos quedarnos tan cerca de un planeta que recién acaba de partirse."

"Tenemos que hacer el salto espacial antes de la explosión de su núcleo, ya que si no lo hacemos, la onda expansiva de la explosión absoluta del planeta nos va a terminar destruyendo. La onda expansiva de antes no era nada comparada a la explosión que se viene."

Eso abrumo a los dos sub almirantes.

Se habían olvidado de algo tan claro como el agua.

"Por eso, ahora que las naves están dentro del acorazado, doy la orden para hacer el salto espacial."

"Ustedes encargarse de todo."

"Poco a poco me siento mejor, así que, creo que las cosas en la parte trasera del acorazado se están mejorando."

Ambos aceptaron hacerse cargo de esto.

Se dieron vuelta y se dirigieron hacia sus respectivos asientos.

Desde los asientos de los sub almirantes se podía ver todo hacia debajo de la sala.

Podían ver a todos los demás tripulantes del puente de mando, así que, cuando Izet hablo por el comunicador, todos los del frente la miraron.

Su voz se iba a escuchar por toda la nave y tenía que ser precisa con esto.

Ya lo había hecho muchas veces, pero a pesar de su seriedad, por dentro estaba un poco nerviosa al recibir tantas miradas de frente.

"Hola a todos los humanos, que son la última esperanza de nuestro planeta."

Mientras decía eso, ve de reojo a los elfos entrar al puente de mando acompañados por Brinzd.

Verlo la hizo enojar un poco.

Después de todo eran los causantes del dolor de Shire.

"Por motivos de una explosión categoría estrella, tenemos que hacer el salto espacial lo más rápido posible."

Esas palabras fueron escuchadas por todo el mundo.

Incluso por los dos sub almirantes que venían de haber ayudado con los heridos de la explosión.

"Así que les pido a todos que vuelvan a sus asientos y habitaciones para proceder al salto espacial."

"Tienen como máximo cinco minutos para prepararse, sino haremos el salto de igual manera."

"Con esto finaliza el comunicado del puente de mando."

Con esas últimas palabras por parte de la sub almirante Izet, todos se aceleraron y se dirigieron a sus respectivas habitaciones o asientos.

Los cinco minutos pasaron y todos los sub almirantes estaban en sus asientos y listos para el salto.

Estos cinco activan desde sus asientos el salto espacial y para terminar la confirmación, Shire, como almirante da el paso final.

La nave hace el salto espacial en tanto atraviesa el tiempo.

Por los grandes ventanales del acorazado se podía observar con facilidad como se encontraban rodeados por una capa oscura con morado.

Eso que los rodeaba era el mismo tiempo, el que los protegía del salto.

De esta manera, en tan solo treinta minutos lograron hacer un salto a través de coordenadas no precisas, ya que no tenían un rumbo al cual ir.

-CONTINUARA-