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Capítulo 3

¡Ella definitivamente agarraría su muslo!

¡No quería ser deformada por un monstruo!

Silas frunció el ceño, ¿esta tonta había olvidado que ella le había dado la droga? Sabía la finalidad del complot desde el principio, pero... ¿podrías ser menos directa?

Pareciendo ver su mirada, Camelia también recordó la situación original, este hombre había sido drogado por ella y podía recordar de la novela, que este auto de alta calidad había sido abstinente hasta el extremo.

"Seré responsable de robar tu inocencia" juró.

Tenía la piel pálida, labios rojos y una cara pequeña, pero con grandes ojos verdes brillantes, llenos de inocencia como un pequeño cachorro. Era demasiado contraste con un rostro tan seductor.

Su cara se puso negra.

Se negó directamente sin pensarlo "No".

Camelia apoyó su pequeña barbilla con su mano suave y suspiró con decepción.

El hombre era tímido.

Lo intentó tranquilizar, consolándolo como un niño que no conocía el mundo adulto "está bien, está bien, pequeño lindo, no le diré a nadie"

Todo para que salves la cara, por supuesto estas palabras no las dijo, pero Silas podía verlas escritas por todo su rostro.

La cara de Silas se ennegreció aún más, sus dientes crujieron "cállate".

Camelia lo miró llena de impotencia "pero...".

Silas gruñó "cierra la boca".

El hombre dio un largo paso hasta quedar frente a ella, sus cuerpos casi tocándose, Silas era enorme, llegando al punto de ser intimidante, con gruesos brazos y anchos hombros, y una altura de casi dos metros, como un gran oso pardo en dos patas, lleno de ferocidad.

Camelia lo miró hacia arriba sintiendo que el cuello estaba a punto de romperse, sin embargo, no se inmuto, por muy cobarde que se considerara estaba acostumbrada a ver tanto hombres como mujeres fuertes y vigorosos, es más, era casi lo único que había visto en su corta.

Soltó una risa suave y coqueta, que hizo que el rostro oscuro de Silas se ennegreciera aún más, se giró y caminó decididamente hacia la salida, negándose a discutir con una niña pequeña, en cuanto a la punzada en su ego herido, se negó a aceptarlo.

Cuando estaba a punto de abrir la puerta, un retumbar interrumpió sus pasos, esta vez fue el turno de Camelia para avergonzarse, su rostro se transformó en un tomate gigante.

¡Nunca le había sucedido algo tan vergonzoso!

Siempre recibía su comida en la habitación apenas se levantaba, no es exageración decir que sólo se despertaba por el olor a comida, ¡cuando había sufrido tanto tiempo sin comer!

Dándose cuenta de que era el sonido y mirando la cara roja del pitufo, Silas sintió que había recuperado su confianza, miró arrogante a Camelia, el cielo le había dado su retribución.

Camelia lo asesinó con la mirada.

Que protagonista masculino.

Que super hombre.

¡Este era el villano!

Silas soltó una risa malvada, llena de desprecio y siguió caminó hacia la salida.

Camelia pensó que se iba a largar de una vez por todas, si no fuera por lo grueso que era este muslo dorado ya le habría destrozado la cara arrogante.

Sin embargo, para su sorpresa en el último paso se desvió hacia la silla junto a la pared.

Silas pensó que debería haber sido envenenado por algún embrujo, ablandándose el corazón por semejante personaje.

Agarró su cacheta negra que estaba tirada en el piso, sacó una barra de chocolate y la lanzó a la cama.

Se negó a mirar la expresión de la niña y ver su regodeo, salió por la puerta y sintió que la temperatura debió subir varios grados, no encontraba otra razón para el calor que estaba sintiendo.

Silas estaba pensando demasiado, en el momento que Camelia vio la comida no tenía espacio para nada más, ignoró su entorno y comió feliz.

Mientras comía intentó recordar la información de este escenario.

Había comenzado a leerlo hace tan solo dos días, por lo que la información estaba fresca, frunció el ceño frustrada, al notar que no había mucho sobre este escenario.

La novela seguía la perspectiva de la protagonista femenina, y este escenario se había mencionado solo con algunas palabras de la boca de los compañeros de equipo de Silas.

La Camelia original se había subido a su cama, y botada de la habitación tan solo una hora después de la medianoche, en cuanto a ¿por qué ahora era distinto?

Su increíble belleza debió jugar un papel importante, no tenía evidencia, pero tampoco dudas.

Silas y sus compañeros de equipo se habían encontrado con la protagonista femenina dos escenarios más adelante, luego se desarrollaría una espectacular historia de amor entre dos increíbles jugadores, apoyándose, luchando y pasando los escenarios del mundo del terror.

Camelia se dio cuenta que estaba en el hoyo, no había nada importante escrito sobre este escenario, solo podía confiar en el resultado final.

La villana en el libro había pasado con éxito de esta copia, y ella también podría.

¿En cuanto a cómo? Por supuesto, abrazar el muslo dorado.

Había olvidado por completo sus maldiciones anteriores hacia el hombre.

Tocaron la puerta sacándola de su ensimismamiento, miró sus manos y ya había comida tres cuartos del chocolate, no pudo evitar sentirse avergonzada, se apretó la cintura suave, solo podía esperar que la grasa se fuera a sus pechos y no formara una guata cervecera.

¡Quería ser una mujer curvilínea, no una embarazada!

"Ya voy" gritó hacia la puerta.

Agarró la ropa del piso y se vistió con rapidez.

No sabía si la persona afuera había escuchado, ni porque la buscaban, cuando salió el pasillo estaba despejado.

Se estremeció al finalmente caer en la idea que estaba en una copia de terror, ya no era seguro abrir la puerta sin mirar, fácilmente podía ser un fantasma el que tocara su puerta.

Mirando alrededor, el hostal donde se alojaban era de pésimas condiciones, como si al segundo siguiente se fuera a caer a pedazos, podía escuchar todo el ruido del exterior, la fuerte brisa mañanera hizo crujir las ramas del patio, similar al silbido espeluznante en una película de terror.

En su mundo original, se habría intentado convencer de que nada pasaría, solo era su imaginación y caminaría con rapidez de vuelta a su habitación, tal vez vería alguna película animada para aligerar el ambiente y perder el miedo. Ahora, solo podía llorar sin lágrimas, cada ruido o sombra espeluznante realmente podía estar ocultando algo.

En tan solo unos pasos llegó hasta el final del pasillo, giró a la derecha y chocó con algo duro.

Soltó lágrimas de dolor, sentía que se le había roto la nariz.

¡De donde salió salido una pared!

Jessie vio a la niña pequeña con la nariz, los ojos y las gorditas mejillas rojas y no pudo evitar sorprenderse.

¿Esta mujer siempre había sido tan hermosa y dulce?

No pudo evitar sentir envidia de su amigo, si una mujer tan increíble quisiera lanzársele encima, abriría los brazos con mucho gusto.

Camelia no sabía lo que estaba pensando el hombre, cuando levantó la mirada y vio los ojos sonrientes del otro, pensó que se estaba riendo de ella al igual que el otro hombre perro, y decisivamente lo nombró hombre perro #2.

Molesta palmeó el pecho del hombre y caminó por su costado.

El pasillo se abrió a un cuarto pequeño, las escaleras al segundo piso estaban a la izquierda y el resto estaba ocupado por dos sillones individuales y una mesa para seis personas, todo en mal estado.

En el comedor ya había 6 personas, Camelia no tenía los recuerdos originales de este cuerpo, por lo que no sabían cómo se llamaban estas personas, se sintió agradecida de que este fuera solo el segundo día de la tarea, sino no sabía cómo podría haber ocultado su falta de memoria.

No podía golpearse la cabeza contra la pared y fingir amnesia.

Por muy tentada que estuviera, para volver a su lujosa vida, con el jacuzzi con hidromasaje y la bañera con aceites florales que había extrañado esta mañana.