Las madres son las únicas mujeres que no importa cuántas veces les falles, siempre te van a perdonar, y no te dejarán solo, es increíble que a lo largo de la vida, cuando una madre comete un error, el hijo no la quiere volver a ver, esas son las incongruencias de la vida.
Parte 1
Yo tomé normal que se quedará Jefte un fin de semana en casa de nuestra abuela, era muy relajante todo eso, paso, sábado y domingo, yo y mi madre no teníamos nada para comer, una ves más ese hombre que debo llamar "Padre" nos dejó sin dinero para nada.
Obviamente a mi madre le daba pena pedir fiado, pues no era la primera ves que lo hacíamos, y cuando mi padre regresaba pues no pagaba todo, la señora de la tienda obvio se enojaba, y luego debíamos pedir nuevamente fiado, creo que se entiende porque la incomodidad de mi madre de ir.
Pero bueno, al final era yo el que iba a pedir fiado, desde unas galletas para desayunar, asta unas tortillas y algo de jamón para comer.
Bueno en lo que estaba, llegó Lunes y mi Madre y yo fuimos por Jefte, y al parecer el les contó lo que pasó.
A mí abuela no se le miraba con enojo, o preocupada o algo, también no es que pudiera ver mucho de lo que hablaban solo escuche una que otra frase que decía mi Abuela como por ejemplo "tu elegiste irte con el, está es tu consecuencia", luego otra ves no escuchaba bien, me acercaba más a la puerta y lo último que escuche fue un "Jefte se queda aqui y punto, el no debe sufrir con un wey que ni es su padre".
Al escuchar eso mis emociones llegaron desde la tristeza, asta la nostalgia, pues entendí que Jefte por miedo a mi padre no quería regresar a esa casa, al principio solo pensaba, *¿Con quien voy a jugar?, ¿con quién me voy a cobijar en las noches frías?, si vuelve a pasar que mi padre le pegue a mi madre, ¿Con quién me voy a abrazar para no sentir miedo?*
La noticia no solo me afectó a mi, después de irnos mi madre iba llorando todo el camino, no solo era por Jefte, algo más paso con mi abuela, nunca supe que, pero no se despidieron, solo se despidió de Jefte.
Aún recuerdo a mi madre despidiéndose de mi hermano, de su hijo, recuerdo que se le miraban los ojos llorosos, como si se quisiera colapsar ella en el piso, pues no comprendía que realmente era la segunda ves que se separaban, y justa mente por el mismo problema, (Crescencio).
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Parte 2
Matilde y Abigail habían discutido, pues Jefte no quería regresar al departamento, pues al parecer quedó traumado por la horrible escena que el y su hermano vieron con su ojos, ellos sintieron un miedo al ver al mal frente a sus ojos, odio a ese hombre por estar golpeando a su madre, y tristeza al no poder hacer nada para impedirlo.
Al final Matilde amenazó a Abigail con luchar asta la custodia de Jefte, pues en palabras de Matilde, Abigail quiso irse nuevamente con ese hombre, es ella la que debe pagar, no el niño.
Matilde al parecer solo peleaba por Jefte, en ningún momento se mencionó a Ezequiel, Pero eso no le sorprendió a Abigail, pues ella misma sabía, quien fue aceptado desde el principio, y quién debió ganarse el cariño de su familia para ser aceptado.
Al final Abigail no discutió más, pues en su mente ella pensaba que su madre tenía la razón.
*Yo fui la tonta que volvió a confiar en el, ya es tarde para arrepentirme, Pero.... Supongo que Jefte es más feliz aquí que conmigo, a un así, tengo a Ezequiel, se que el a diferencia de Jefte no me va a abandonar, ya estuvo conmigo en una horrible etapa y se quedó, se que está también la podremos superar* pensó ella mientras miraba el suelo, sin querer mirar a su Madre a los ojos
Al final ala hora de retirarse fue la parte más dolorosa para ella.
-Vamonos hermanito- dijo Ezequiel tratando de agarrar la mano de Jefte
Jefte dió un paso hacia atrás, dejando la mano de Ezequiel estirada
-El se va a quedar otro rato más mi amor- dijo Abigail con una voz llorosa
Se acercó a su hijo, se agachó al nivel de Jefte y lo abrazaría diciéndole con los ojos y la voz llorasa -Cuidate mi amor, lávate bien los dientes, no hagas enojar a mamá Mati, échale ganas ala escuela, y nunca olvides.. que te amo-
-Y yo a ti mama- solo diría Jefte con una mirada de tristeza.
Abigail tomo la mano de Ezequiel, abrió la puerta y se retiraron, en el fondo veía todo lo sucedido Chatita, pero nuevamente ya no se metió en el problema.
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Parte 3
Paso una semana, misma donde Crescencio no se aparecía por la casa, Abigail ya con 4 meses de embarazo, nuevamente no estaba comiendo bien, le entraría miedo al saber que podia pasar otra ves lo que pasó con Ezequiel.
Afortunadamente en esa semana, Abigail tenía lentejas de una despensa que le habían regalado, por lo comieron lentejas con agua y sal para darle sabor.
Después de esa semana Crescencio volvería.
-Ya vine Flaca- diría el
-¿Dónde has estado- preguntaría Abigail
-¿Eres policía o que?-
-No nos dejaste dinero, ya debíamos pagar la renta, y ya debemos mucho en la tienda que ya no nos quieren fiar-
-Por eso no venía, porque llegó y solo te quejas, te quejas y te quejas, y pues haber si tú y los mocosos dejan de comer tanto para no estar pidiendo en la tienda, y haber si les prestan porque nomás voy a pagar unos 100 pesos-
-No les digas mocosos, y además ya Jefte no vive aquí-
-A mira, pues que mejor, así dejo de mantener al hijo de un pendejo-
-Deja de decir groserías, Ezequiel te va a escuchar- dijo Abigail
Crescencio le soltaría un golpe en la cara -¡Que te valga madre como hablo!- dijo el gritando, -Y se útil y sirve me algo de comer-
Abigail serviría las lentejas que le quedaban, al probarlas Crescencio las escupió -¿Que es esta porquería, no sabes cocinar?- diría el
-Esque no tenía dinero, no le puedo echar otras cosas-
-Y otra ves yo soy el culpable, me tienes asta la madre- diría el mientras se desabrochaba su cinturon, un cinturón que tenía pedazos de metal de forma de púas.
Ezequiel iba pasando y al ver que su madre volvería a ser golpeada, se aventaría enfrente de ella y gritaría -Ya no le pegues a mi mama-, eso haria enojar más a Crescencio
-Entonces te va a tocar a ti- dijo el, mientras al saba su mano con su cinturon para soltarle un gran golpe a su hijo
El golpe iba tan rápido que Ezequiel solo se quedó paralizado, pero el no recibió el golpe, pues Abigail se colocó frente a el, recibiendo ella el golpe, y abrazando a su hijo.
"Zassss", se escucharía un golpe que hasta aria un eco en la casa, el cinturón le dejaría morada la espalda de Abigail, Pero no lloraría, solo se quejaría con su mirada del dolor.
Ezequiel la míro, el quería llorar, pues sintió horrible ver a su madre recibir un peor golpe solo por meterse, sintió culpa, quería ser grande, quería defender realmente a su mamá.
Abigail volteo a ver a Crescencio y diría -A mi hijo no le podrás una mano encima -
-Entonces serán para ti- diría Crescencio, dando otro golpe, con el cinturón.
Ezequiel solo miraba a su madre sufrir, está ves no estaba su hermano al menos para consolarlo, pero ya no quiso meterse, pues temía que fuera peor.